Libros refugiados, nuevo Bastión para la cultura

Crónica de una librería soñada

Compartí esta noticia !

Había una vez, en San Ignacio, una niña que soñaba con vivir entre libros. No con tenerlos en una repisa, sino con habitarlos. Soñaba con hablar de ellos, tocarlos, prestarlos, recomendarlos… Ella se llama Agustina Ferreyra y, como en los mejores cuentos, un día se animó a escribir el suyo propio.

Esta es la historia de una lectora empedernida que dejó atrás su carrera como abogada para cumplir un sueño: convertirse en librera. Pero no de cualquier librería, sino de una con alma inglesa, pensada hasta en el último detalle. Después de una década entre expedientes y juzgados en Buenos Aires, con un título que nunca la representó del todo, Agustina sintió que la vida le pedía otra cosa. En noviembre de 2024 tomó una decisión que cambiaría su destino: renunciar al derecho y proyectar su propio negocio.

Sin experiencia comercial pero con una pasión encendida, comenzó de cero. Llamó a editoriales, investigó distribuidoras y diseñó un espacio donde cada rincón está pensado para invitar al lector a quedarse y a elegir con calma. Así nació Bastión, donde Agustina atiende todos los días, conversa con quienes se acercan, recomienda lecturas y cumple, finalmente, el sueño de su infancia.

“Siempre quise tener un lugar que pareciera una casa de libros, no solo un negocio”, cuenta Agustina. “Para mí, los libros son compañeros de ruta. No quiero que la gente venga solo a comprar y se vaya, sino que se quede, que charle, que vuelva”. 

En el fondo del local, un sillón invita a sentarse a hojear ejemplares. Hay tazas de té sobre las mesas y postales con frases de autores que ella misma selecciona. “No me interesa llenar estantes solo por llenar. Prefiero trabajar con pocos títulos, elegidos a conciencia, para poder hablar de cada uno”.

Uno de los proyectos que más entusiasma a la joven librera es “Libros Refugiados”, una membresía mensual que funciona como biblioteca circular. Por 9000 pesos, los socios pueden llevarse hasta cuatro libros por mes, sin límite de tiempo. Porque los libros, según Agustina, no son trofeos que se acumulan, sino puentes que se prestan y se viven muchas veces. 

A una semana de abrir, ya tenía más de diez socios. Muchos son jóvenes que empezaron leyendo en digital y ahora descubren el encanto del papel. Los más pedidos son los de Horacio Quiroga y las historias de amor.

“Me emociona ver que chicos de veinte años se acercan buscando un cuento de Quiroga para leer en papel, algo que quizá leyeron en PDF en el celular y ahora quieren tener en las manos. O que una señora venga y me diga que quería algo que la haga volver a creer en el amor”, dice Agustina.

Agustina no lleva la cuenta de los libros que leyó a lo largo de su vida, pero su biblioteca personal supera los mil. Eso sí, el mejor capítulo de su historia es este que está escribiendo ahora. Uno en el que dejó de obedecer mandatos y empezó a escucharse a sí misma.

No hay fórmulas mágicas para encontrar el rumbo. Pero a veces basta con animarse a cambiar de página.

📍 La librería está en Posadas (Catamarca 1745). Abre de martes a sábados, de 9 a 14 y de 16 a 20. (Los sábados solo por la mañana).

About The Author

Compartí esta noticia !

1 opiniones sobre “Libros refugiados, nuevo Bastión para la cultura

  1. Muy bueno Agustina Ferreyra; Bastión es mucho más que un emprendimiento, es justamente un “bastión” que emerge y señala tu compromiso con la cultura regional y universal. Adelante.

Comments are closed.

Categorías

Solverwp- WordPress Theme and Plugin