Macri, el orgullo de ser argentino y una foto que dividió aguas, pero impactó a todos
La pura verdad es que en pocos días más (por no decir horas), nadie en la Argentina recordará los temas de “alta política mundial” que se debatieron en Buenos Aires en la cumbre del G-20, ni las conclusiones de su “lavado” documento final.
Quizás la foto que más se recordará de esta reunión sea la de Mauricio Macri estallando en un llanto sentido tras la espectacular muestra de artistas argentinos ante la mayor concentración de personalidades mundiales que alguna vez se haya dado cita en la Argentina. Estaban Putin, Trump, Xin Xi Ping, Angela Merkel, Emanuel Macron y la lista sigue.
Todos juntos en un sitio que es otro orgullo argentino y un buen testimonio de lo que alguna vez este país fue, y aspira a volver a ser algún día: el Teatro Colón. Emocionó volver a ver a Julio Bocca en ese escenario, la presencia de Charly García o Gustavo Cerati en su música y el Litoral también presente con el chamamé.
Fue la Argentina de la crisis, el país que tiene que pedir siempre prestado y no puede nunca terminar de construir un modelo de desarrollo, mostrando que también puede. La nación que entró al G-20 por la “ventana” a finales de los 90 -antes de la crisis- y hoy está ahí casi porque queda de muy mal gusto expulsarla de ese grupo… Ese país, mostrando su talento. Su potencialidad.
En ese momento, un presidente que no se caracteriza por mostrar sus emociones, como Mauricio Macri, se aflojó y estalló en un llanto. Un Macri que la mayoría de las veces se muestra distante y tiene un discurso diametralmente opuesto a la pasión militante que le imprimía su antecesora, llorando ante los líderes del mundo y ante todo los argentinos.
La imagen dividió aguas, como no podía ser de otra manera en nuestro país. Del lado de enfrente de la grieta, quienes llegaron a decir que esas lágrimas no fueron espontáneas. Algo que parece disparatado por donde se lo mire.
Del otro lago, no faltó quien empezó a calcular cuántos votos habrá ganado Cambiemos con esa muestra de sentimientos tan atípica del Presidente. Seguro no habrá faltado alguno de los “cerebros” de la campaña que habrá preguntado. ¿Cuándo lo podemos repetir?
Como siempre, en el medio de los dos extremos, un país que también se conmovió por una muestra de talento argentino ante los ojos de quienes gobiernan el mundo.