Melconián habla de un “Plan Perdurar” del Gobierno: inflación, más gasto, resucitar a Cristina e ir tirando hasta el 2019

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En una entrevista publicada hoy en el diario Clarin, el economista Carlos Melconián se refirió a un “Plan Perdurar” del Gobierno Nacional, que consiste en mantener este nivel de gasto con financiamiento, no hacer ningún recorte importante e impopular, convivir con una inflación más alta que lo que indican las metas oficiales y seguir pidiendo prestado.
Además, en lo político, dice que los “estrategas” del Gobierno “resucitarán” a Cristina Kirchner, a Moyano y estarán atentos a que no surja ninguna alternativa real, que sea más atractiva para el electorado que otro período de Macri en el 2019.
Melconián, amigo íntimo de Macri, demuestra una vez más una posición crítica pero con apoyo al oficialismo. A continuación, reproducimos parte de la entrevista publicada hoy en el matutino porteño.
-¿En qué punto estamos en la pelea para bajar la inflación?
-Creo que hay una pregunta latente después del 28 de diciembre (cuando subió a 15% la meta inflacionaria para este año): ¿el Banco Central sigue teniendo a la tasa de interés como elemento disciplinador antinflacionario?
-¿Y la respuesta?
-No la sabemos. Al Banco Central le obligaron a bajar las tasas, pero ¿podrá subirlas si la situación inflacionaria lo requiere? Es una incógnita. Pero lo que sí sabemos es que la meta del 15% nace muerta.
-¿Y cuál será la inflación de este año?
-El objetivo es que sea menor a la del año pasado (el costo de vida subió 24,8%), pero no es lo mismo 15% que 23%. El punto es que acá había un programa más allá de si uno estaba o no de acuerdo, y más allá de la asimetría entre la política fiscal y la monetaria. Y de la falta de credibilidad que pudiese tener la meta que hubiese fijado el Gobierno.
“El tema de la suba salarial es que sea un número fijo y en función de la inflación programada. Y con ajuste a la inflación”
-¿ Y ahora no hay programa?
-Veo que hay un conjunto de cosas que deben ser ratificadas. Hay un conjunto de pretensiones, como que la reactivación no pierda impulso y, luego, que la inflación sea menor a la de 2017. A eso le sigue que los salarios y el tipo de cambio no retroalimenten los precios y, cuarto, seguir un sendero modesto de mejoras de las cuentas públicas. Diría que el quinto punto, aunque finalmente es el principio, todo es para seguir financiando al Fisco.
-¿En qué punto estamos en la pelea para bajar la inflación?
-Creo que hay una pregunta latente después del 28 de diciembre (cuando subió a 15% la meta inflacionaria para este año): ¿el Banco Central sigue teniendo a la tasa de interés como elemento disciplinador antinflacionario?
-¿Y la respuesta?
-No la sabemos. Al Banco Central le obligaron a bajar las tasas, pero ¿podrá subirlas si la situación inflacionaria lo requiere? Es una incógnita. Pero lo que sí sabemos es que la meta del 15% nace muerta.
-¿ Y ahora no hay programa?
-Veo que hay un conjunto de cosas que deben ser ratificadas. Hay un conjunto de pretensiones, como que la reactivación no pierda impulso y, luego, que la inflación sea menor a la de 2017. A eso le sigue que los salarios y el tipo de cambio no retroalimenten los precios y, cuarto, seguir un sendero modesto de mejoras de las cuentas públicas. Diría que el quinto punto, aunque finalmente es el principio, todo es para seguir financiando al Fisco.
– ¿Cuáles son los instrumentos que tiene hoy el Gobierno en la pelea contra la inflación después de que la tasa de interés parece haber encontrado su lugar?
-Eso es lo que debería discutirse si, como creo, ya empezó a regir el “Plan Perdurar”, un plan que hay ponerlo en mayúsculas.
-¿Y en qué consiste?
-En que, bajo el asesoramiento de los estrategas políticos del Presidente, siempre que se pueda hay que resucitar a Cristina Fernández. O en que vayan apareciendo los Moyano, y que el peronismo no encuentre el candidato ideal. Entonces, si el objetivo es la elección de 2019, la esencia del “Plan Perdurar”, basado en que no aparezca nadie enfrente, es no tener un conflicto con lo discreto y moderado de la situación actual, cuyo puntal es seguir consiguiendo plata.
-Pero ahora no es tan fácil conseguir financiamiento…
– Ahí viene el marketing. Si el nivel de actividad no crece todo lo que uno espera se podrá atribuir a la sequía u a otro imponderable. Pero, igualmente, la estrategia será decir que “es la primera vez en los últimos años que crecemos dos seguidos”. Y si la inflación no es 15 y hasta si es un poquito más de 20, pero es menos de 25, el mensaje es “la seguimos bajando”. Si los números fiscales no dan se podrá conseguir alguna ayuda de la modificación del PBI nominal, como ocurrió en 2017.
-Eso es más complicado. El déficit primario baja…
-Pero es más difícil, porque la dinámica a la que están creciendo los pagos de intereses es superior a la dinámica a la que está bajando el déficit primario. Entonces, ahí el agujero que tiene que llenar Caputo (Luis, ministro de Finanzas) es siempre el mismo.
-¿Y las paritarias?
-También ahí el tema es si logramos convencer que sean un número fijo equivalente a la inflación programada y la cláusula gatillo deja de llamarse así y toma otro nombre.
-¿Cómo queda la política cambiaria?
-No sé, habrá que discutir dentro del “Plan Perdurar” que es lo que más conviene. Pero está claro que el Banco Central ingresó en un nuevo proceso en el que prácticamente fue obligado a bajar la tasa de interés. Y eso lleva a otra pregunta: ¿es el presidente del Central la misma persona que existía antes del 28 de diciembre en términos de esa independencia operacional para hacerlo? No lo sabemos.
-Pero todo parece converger dentro de la estrategia gradualista que adoptó el Gobierno…
-Mire, todos somos gradualistas, y la opción del gradualismo aparece porque nunca existió la de shock por el verengenal que dejó el kirchnerismo. Fue de una magnitud inusitada. El kirchnerismo se fue después de 12 años con la mayor presión fiscal y con el gasto público en el mayor nivel de la historia, con un agujero equivalente al que recibió pero al revés.
-El gasto público, en buena medida, está indexado. ¿Bajar el gasto es imposible sin tener que afrontar un alto costo social y político?
-Bueno, gran parte del gasto está atado implícitamente. El único que tenía una fórmula formal de indexación, que hasta superaba la tasa de inflación y fue modificado, era lo previsional, porque yo diría que el resto no lo tiene más allá de que el gasto público…
-¿Y cómo se baja el riesgo país?
-Ha bajado drásticamente, fundamentalmente a partir del cambio de rumbo del Presidente. Y también del arreglo con los holdouts, además de la vuelta de Argentina a los mercados internacionales. Y porque los compradores de papel argentino estaban livianitos.
-¿Se terminó eso?
– No he dicho que se ha terminado el financiamiento. El flujo continúa aunque pueda ser más caro.
-¿Qué hay que esperar con el “Plan Perdurar” en materia de dólar?
-Han empezado sugerencias al Gobierno sobre que el tipo de cambio sea lo más fijo posible. Es importante destacar que no estoy diciendo fijo, sino lo más fijo posible. Entonces, que un tipo de cambio flotante sea lo menos volátil posible, es una cosa de lo más recomendable, aconsejable y saludable. Pero cuando el déficit fiscal es alto y el proceso desinflacionario ha perdido ímpetu, lo mejor que le puede pasar al tipo de cambio es que no se quede.
-¿Y los salarios?
– Si el salario no se queda y el tipo de cambio no se queda y la tasa de interés ha perdido su poder de fuego, sería el reconocimiento a que el “Plan Perdurar” tiene otro objetivo. El “Plan Perdurar” en el marketing continúa hablando de pobreza, crecimiento, desinflación, etcétera. Pero el verdadero objetivo del plan, insisto, es la reelección.
-¿Y en el mediano plazo? Se ve que cada vez que sube el dólar, la Argentina compra más dólares…
-En el corto plazo esa podría ser la imagen. Pero la Argentina dolarizada es un patrón de comportamiento de su sociedad, de una economía bimonetaria que transacciona en pesos y ahora en dólares y no hay quién lo modifique. Y que en este caso, el asunto del huevo y la gallina es saber si esa cultura cambia sin que baje previamente varios años la inflación o debe bajar varios años la inflación…
-¿Y usted qué piensa?
-Yo creo que lo que domina es el patrón de la baja de inflación, pero muchas veces ese tipo de remedios en Argentina llegan cuando el enfermo se murió.
-Seguimos moviéndonos con una inflación del 20% en la economía.
-Es que este plan es eso. Es muy importante la interpretación. Funciona si no aparece nadie en frente. Si sigo consiguiendo plata para el financiamiento. Y si no aparece ningún cisne negro interno. Todo para que la reactivación no pierda impulso.
-El Plan Perdurar, ¿perdura?
-Hasta 2019 hablamos. Después, es otro capítulo.
Fuente: Clarin
 

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