Misiones marginada y rumbo al subdesarrollo crónico
Se postergó (léase canceló sin fecha cierta) la interconexión al GASNEA. La gente en general y el periodismo de esta provincia, mutis total…o poco menos. ¿Resignados al subdesarrollo o impotentes ante el vendaval destructivo neoliberal?
Se sepultó en un muro de silencio el proyecto de reconstruir el ex Ferrocarril Urquiza. Eso implica mantener el monopolio del muy costoso y muy contaminante flete carretero, e impedir totalmente la alternativa de los trenes de pasajeros. El ministro Dietrich (vinculado al negocio automotor) claramente excluyó toda inversión ferroviaria en La Mesopotamia.
Los responsables locales del Plan Belgrano, en silencio cómplice total. Ni se habla de extender La Hidrovía hasta Puerto Iguazú. Su traza original, caprichosamente dobla hacia el río Paraguay, marginando al río Paraná después de Corrientes-Barranqueras hacia el norte.
El puerto de Posadas vegeta como un gran elefante blanco, y el conexo parque industrial sigue siendo un dechado de buenas intenciones, con escasas concreciones. Por el tamaño de la economía provincial deberíamos tener en Misiones no menos de media docena de parques industriales (como concepto serio e integral, no meros anuncios o parodias sin infraestructura ni apoyos fiscales), pero hoy con la política de desindustrialización activa, eso parece hoy una utopía inviable.
La actividad maderera soportó el parate casi total de la construcción, y la muy discutida e indefendible importación masiva de casas prefabricadas chinas, es un golpe muy duro al sector foresto – industrial…que notablemente con escasísima visión estratégica, votó por “un cambio” desindustrializador, y no expresa ninguna evolución en su visión. Cortedad estructural de miras, que le dicen…
El comercio en general, antes quejoso casi crónico pero con ventas en continua expansión, hoy recibe el castigo permanente de la sangría del comercio transfronterizo, que deja fortunas en el exterior, día a día. Antes paraguayos y brasileños compraban y paseaban acá. Pese a la contundente realidad, muchos aun no razonan, y siguen creyendo las mentiras de la “caja boba”, de oportunistas varios y de los mercenarios de la incomunicación.
La extensión de autovía de la ruta nacional 14, desde Paso de los Libres a San José, es un tema sepultado en el olvido total, muerto y enterrado en el panteón de los sueños imposibles, en el marco del neoliberalismo excluyente e insensible. El tramo de autovía Posadas – San José, que debía empalmar con aquella frustrada autovía, estaba en construcción con financiación de la EBY, y fue totalmente paralizado, sin visos de continuidad. La autovía de la ruta nacional 12, que en tramos sucesivos debería avanzar hasta Iguazú, hoy sigue pero con pretensiones mucho más acotadas en su extensión. Sin ninguna precisión respecto a hasta donde llegará ni cuando.
El Plan Belgrano, solo uno más de los tantos engaños del neoliberalismo. Los frecuentes brutales accidentes viales, nada parecen importar a los personeros del mega poder financiero, hoy transmutados en ceocracia unitaria gobernante. Los precios pagados a los productores primarios (yerba, tabaco, té, etc.) son pésimos, al igual que lo que se paga a los cosecheros.
Muy distinto a los rápidos subsidios pagados a propietarios millonarios en la Pampa Húmeda y a las jugosas exenciones impositivas rápidamente acordadas a la oligarquía sojera-agrícola, a las grandes mineras extranjeras y a sector financiero, básicamente también extranjero.
Reclamos casi inexistentes. ¿Por qué? Las grandes usinas hidroeléctricas binacionales, que nos hubieran posicionado a Misiones y al NEA como un gran polo productor de hidroelectricidad, han sido relegadas y todo parece indicar que los poderosos intereses de las petroleras/gasíferas anglosajonas y sus subordinados “argentinos”, que hoy manejan a discreción el Ministerio de Energía y resortes del poder vinculados, no se muestran dispuestos a tolerar ninguna competencia en el manejo oligopólico del mercado eléctrico argentino, hoy aprovistado por Shell y asociados.
Por supuesto, las “renovables” eólicas y solares, no son competencia de las petroleras/gasíferas, operando en realidad como asociadas menores, por su rol menor de energías meramente complementarias.
Que algún funcionario nacional de cuarta línea, supuesto “experto” haya dicho que con eólicas, solares y biomasa, Misiones puede solucionar sus problemas de demanda eléctrica, sería un chiste de mal gusto, si no fuera en realidad una burda maniobra de engaño masivo, con complicidades y elocuentes silencios varios locales.
La economía tradicional de Misiones es claramente incapaz de crear los miles de puestos de trabajo anuales necesarios tan solo para cubrir el crecimiento vegetativo de nuestra población (mayoritariamente muy joven). Nadie parece analizar esa preocupante realidad. La industrialización no tradicional parece en Misiones un concepto inexistente e indescifrable, excepto honrosas excepciones.
Las fuertes presiones del gobierno nacional sobre las provincias, para suprimir el Impuesto Sobre los Ingresos Brutos, busca hacerlas más dependientes de la coparticipación federal, la cual es retaceada sistemáticamente como herramienta de subordinación político – económica.
Con el ahogo financiero que sería suprimir ese impuesto, claramente los neoliberales en el poder buscan forzar el endeudamiento externo de las provincias, como paso previo para volver a declararlas “provincias inviables”, tal como las calificó con excluyente soberbia y total falta de sentido patriótico, el agente financiero anglosajón Domingo Cavallo, cuando íbamos camino a la crisis terminal de 2001/2002.
Recordemos que se buscó instalar la dolarización (desnacionalización) de nuestra economía, y hacer aceptar la infame doctrina de canje de deuda externa por territorios. Amplios sectores de las clases medias, ignoran toda esta preocupante realidad. A la vez, muchos autodefinidos “patriotas” meramente declamativos, que hoy son retirados de las FFAA y FFSS, insisten tozudamente en apoyar al neoliberalismo rampante, pues sus cortos análisis no van más allá de los años ’70 y en varios casos de sus patológicos esquemas de persecuciones a “bolches”, o lo que en sus cerradas visiones, sea asimilado a ese concepto, pues todo lo que no sea liberal es –en esas miopes concepciones- asimilado a “subversivo marxista”.
Por supuesto muchos ni saben que el liberalismo es una doctrina de colonización político – económica, nada afín al sano nacionalismo. Lamentablemente, alguna o mucha influencia parecen tener en el personal en actividad, sumando confusiones y adeptos al neoliberalismo salvaje, de lo cual muchos ni se deben percatar.
Mientras, el país todo, y principalmente las provincias excluidas de la Pampa Húmeda, marchamos a paso redoblado hacia el desastre socio económico general; en un siniestro combo de destrucción económica, marginación social y desorbitado endeudamiento externo, amén de la inexistencia total del concepto concreto de soberanía y dignidad nacional, todo ello sacrificado en el altar pagano del “libre mercado”.