Ni Pablo Escobar se pudo resistir a la magia de las Cataratas del Iguazú

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Mucho antes de aquel 24 de diciembre de 1994 en que Victoria Eugenia Henao y sus dos hijos Juan Pablo y Manuela llegaran a radicarse en Buenos Aires, la familia de Pablo Escobar Gaviria, ya había visitado Argentina.

Fue en un contexto totalmente diferente, el capo narco pasaba sus días de mayor poder como líder del cartel de Medellín y en un viaje familiar arribaron a Brasil para conocer las Cataratas del Iguazú.

Tal vez en aquella visita comenzó a instalarse en la mente de Victoria la idea que luego materializaría de instalarse en el país para tratar de escapar de la pesada herencia que les significaba ser la familia del narcotraficante más famoso de Colombia. Aunque pocos conocen qué sucedió en aquel viaje, la ex mujer del capo compartió un pequeño extracto de la historia en su cuenta de Instagram, donde publicó una foto en la terraza de uno de los hoteles de cataratas.

Allí contó que pasó dos semanas en Misiones, en un retiro espiritual y muchos lo vinculan con aquella visita de la familia al parque nacional que comparten Argentina y Brasil. “Estuve dos semanas en un retiro que ayudó a mi mente y mi cuerpo a encontrar un buen equilibrio”, destacó Henao el 16 de julio pasado cuando publicó la foto.

“Después de un proceso de estrés, se hacen evidentes grandes cambios”, describió la mujer al recordar aquellos años en los que trataba de asimilar todo lo que sucedía a su alrededor. “Bajé de peso y fue un resurgir de las cenizas, como aquella Ave Fénix que vuelve a la vida”.

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En una imagen anterior mostró un recuerdo familiar de aquel viaje en la que se ve a la mujer junto a Escobar y su hijo con las cataratas de fondo. “En ese momento nuestras vidas eran normales y no sufríamos por las secuelas de la guerra”.

Otra de las fotos que se puede observar es la del jefe del cartel de Medellín reposado sobre una baranda, con la misma chomba blanca con rayas rojas, y observando la espléndida vista que ofrece las Cataratas que comparten Argentina y Brasil.

Tras la muerte de Escobar, la familia trató de iniciar su vida en otro país. El miedo a ser asesinados como venganza de todos los enemigos que el líder del cartel de Medellín los llevó a buscar asilo en el exterior pero la tarea fue extremadamente compleja. 17 estados le dijeron que no. Incluso trataron de escapar a España y Alemania, pero las autoridades reaccionaron de inmediato y ni siquiera los dejaron salir de aeropuerto.

La vida de poder absoluto se había terminado y ahora no tenían ni un lugar en el cual poder vivir en paz. Volaron a Mozambique en África, pero Victoria entendió que no era el lugar para criar a sus hijos. Finalmente apareció Argentina como opción. Tuvieron que cambiar sus nombres y e inventaron toda una historia para relatar basada en la novela “Café con aroma de mujer”.



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