Nuevos datos confirman que una droga prolonga la vida como ninguna otra contra un tipo frecuente de cáncer de mama metastásico
Se presentaron recientemente en el Congreso Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO por su sigla en inglés) los resultados de un nuevo análisis de sobrevida global (SG) y calidad de vida con la droga ribociclib, en combinación con una terapia endócrina, para aquellas pacientes con un cáncer de mama frecuente que responde al tratamiento hormonal y que no presenta alterado el gen HER2 (RH+/HER2-) en estadio metastásico1.
En un nuevo análisis exploratorio de los datos del estudio de fase III MONALEESA-2, ribociclib más letrozol mantuvo un beneficio en la sobrevida global con una mediana de 66 meses para aquellas pacientes que recibieron esta combinación como primera línea de tratamiento, incluidas las que requirieron una modificación de la dosis inicial de ribociclib, y de 60,6 meses en quienes no tuvieron una reducción de la dosis[5].
Por otro lado, también fueron presentados los resultados de un estudio que utilizó un método para estimar la efectividad comparativa de los tratamientos, conocido como comparación indirecta, que evaluó calidad de vida con ribociclib comparado con otro inhibidor de CDK4/6 en combinación con hormonoterapia en pacientes postmenopáusicas con cáncer de mama avanzado RH+ HER2-. Los resultados de este estudio fueron favorables para ribociclib en síntomas relacionados a calidad de vida tales como diarrea, pérdida del apetito y fatiga. El otro inhibidor no demostró diferencias significativas superiores a ribociclib en ninguno de los aspectos evaluados en el estudio[6].
“Estos datos confirman que el uso de ribociclib en combinación con terapia endócrina ha alcanzado la mediana de sobrevida global más extensa reportada hasta el presente por una medicación contra este tipo de cáncer de mama metastásico RH+/HER2-. Ninguna otra combinación había logrado estos objetivos, ni lo había demostrado consistentemente en todos sus estudios clínicos; resultados que además fueron obtenidos con elevados valores en términos de calidad de vida. En resumen, logra que las pacientes vivan más y mejor”, afirmó el Dr. Gómez Abuin Gonzalo, Médico oncólogo, Jefe del Departamento de Investigación y de la Unidad de Oncología Clínica de Cáncer de Mama y Tumores Ginecológicos del Hospital Alemán.
“Muchos estudios clínicos en Oncología miden lo que se conoce como sobrevida libre de progresión, que es el tiempo que transcurre desde el inicio del tratamiento hasta que la enfermedad progresa. Por otro lado demostrar un incremento robusto de la sobrevida global es comprobar que el medicamento logra que las pacientes vivan más tiempo, por lo que a la hora de elegir un determinado esquema terapéutico, la variable sobrevida global respaldada con evidencia científica es un dato que nos importa y mucho, sobre todo cuando está acompañada también de una buena calidad de vida”, expresó por su parte el Dr. Guillermo Lerzo, Médico oncólogo, Jefe de la Unidad de Oncología Clínica del Hospital de Oncología Marie Curie.
Esta medicación, que está disponible en la Argentina desde fines de 2017, pertenece a una familia de drogas que actúa inhibiendo unas proteínas (denominadas quinasas dependientes de ciclinas 4 y 6) reguladoras del ciclo celular, que participan en el proceso de crecimiento de este tipo de tumores, por eso se denomina a esta clase como ‘inhibidores de las CDK 4/6’. La terapia endócrina, en este caso el letrozol, combate la actividad de la aromatasa, una enzima implicada en la producción de estrógenos, que son hormonas sexuales femeninas que contribuyen al desarrollo de este tipo de tumores. La combinación de la acción de ambas medicaciones es la base del éxito de esta estrategia de tratamiento.
Ribociclib ha sido aprobado en más de 95 países en todo el mundo, incluyendo la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para el tratamiento de mujeres con cáncer de mama avanzado o metastásico RH+/HER2-en combinación con un inhibidor de la aromatasa o con fulvestrant como terapia endocrina inicial o después de la progresión de la enfermedad en la terapia endocrina6,[7]. En combinación con fulvestrant está aprobado por la FDA como terapia inicial o después de la progresión de la enfermedad a la terapia endocrina[8].
Actualmente, ribociclib es el único inhibidor de CDK4/6 con beneficio de sobrevida global comprobado en los tres ensayos clínicos de Fase III: el estudio MONALEESA-3 alcanzó una mediana de sobrevida global de 67,6 meses con una disminución del riesgo de muerte del 33%; el estudio MONALEESA-2 alcanzó una mediana de sobrevida global de 63,9 meses con una disminución del riesgo de muerte del 24% (estos dos estudios en pacientes postmenopáusicas); y el estudio MONALEESA-7 alcanzó una mediana de sobrevida global de 58,7 meses con una disminución del riesgo de muerte del 27% ( en pacientes premenopáusicas)1,[9],[10],[11].
Por todo esto, ribociclib está reconocido por las pautas de la Red Nacional Integral del Cáncer en Estados Unidos (NCCN por su sigla en inglés) como el único inhibidor de CDK4/6 con beneficio de sobrevida global en cáncer de mama metastásico RH+/HER2- de primera línea[12]. Además, ribociclib tiene la calificación más alta de cualquier inhibidor de CDK4/6 en la Escala de Magnitud de Beneficio Clínico de la Sociedad Europea de Oncología Clínica (ESMO), logrando una puntuación favorable de cinco sobre cinco para pacientes premenopáusicas de primera línea con cáncer de mama metastásico HR+/HER2-[13]. Por otro lado, en combinación con letrozol o fulvestrant, ha recibido una puntuación de cuatro sobre cinco para pacientes posmenopáusicas de primera línea con cáncer de mama metastásico HR+/HER2-[14].