Pantallas, encierro y luz artificial: la miopía aumentó un 40% en la población infantil
Tras la pandemia, la velocidad en el avance de esta afección aumentó un 40% en la población infantil.
Los estudios científicos afirman que los factores ambientales, tienen mucho que ver con el aumento de la miopía en la población infantil. Muchos de ellos como pasar tiempo en lugares cerrados, la falta de luz natural y la exposición a las pantallas, podrían profundizar esta afección.
Gabriela Ensinck, de la Red Argentina de Periodismo Científico, afirmó que, “tras el confinamiento por la pandemia, la velocidad de progresión de esta afección aumento un 40% en la población infantil, según un estudio presentado en el Congreso Internacional de Miopía realizado a comienzos de julio en Buenos Aires”.
Este estudio, fue publicado en la revista Oftalmología Clínica y Experimental. La primera evaluación se realizó a 154 niños, entre 6 a 12 años, en 2018; donde el aumento de miopías, medido en dioptrías era de -0,25 por año entre 2018/2019. La medición realizada a fines del 2020 mostró un aumento de -0,50 a 0,75 interanual.
El oftalmólogo Rafael Iribarren, sostuvo ante la agencia Télam: “Algo similar ocurre en todo el mundo, especialmente en países asiáticos, donde la prevalencia de miopía en la población joven pasó de 15% a 20% en la década del ’60 a cifras alarmantes, de hasta el 90% en la actualidad”.
“Estar muchas horas en departamentos u oficinas con luz artificial, aire acondicionado y mirando pantallas es lo que está disparando los casos de miopía en todo el mundo”, sostiene Iribarren, quien es integrante del grupo Argentino de Estudio de Miopía y director científico del Congreso de Buenos Aires.
El encierro es uno de los principales factores ambientales que propicia esta situación. La miopía es un defecto visual que se produce cuando el ojo es más largo de lo que debería, sostiene Ensinck, donde “la retina queda más atrás y esto genera una visión desenfocada y borrosa de los objetos lejanos”.
Iribarren, aclara “la prevalencia de la miopía es el doble en las ciudades respecto de las áreas rurales. Nos hemos desacostumbrado a mirar el horizonte y tal vez la miopía sea una adaptación biológica a la vida en espacios interiores con luz artificial”.
Una de las recomendaciones, para evitar esta afección es pasar al menos dos horas diarias al aire libre, limitar el tiempo de exposición a pantallas. Estudios realizados en otros países, estiman que la miopía es menor en verano, cuando las personas están más tiempo en lugares abiertos.
La miopía suele aparecer en la infancia, o adolescencia y juventud, generalmente es detectada en el periodo escolar. El tratamiento en los niños, es mediante anteojos de corrección, aún así el ojo sigue alargándose ante estímulos de visión cercana, con lo que no se evita la progresión de la enfermedad.
Una novedad en el Congreso Internacional de Miopía, fueron los anteojos de desenfoque periférico, que permiten la corrección de la miopía y que evitan la progresión. “Estamos ante un cambio de paradigma. Antes corregíamos el síntoma y hoy estamos más cerca de tratar la enfermedad de base”, apunta Iribarren.
Es oftalmólogo, al referirse a la alimentación sostiene “si bien no hay estudios concluyentes que vinculen la ingesta de zanahorias, zapallo -y otras verduras ricas en vitamina A- con la prevención o mejora de la miopía, es altamente recomendable”.
Además, el especialista, sostiene la importancia de la detección temprana de la afección y su tratamiento. “Una de las primeras señales es que los chicos no ven bien el pizarrón, y esto no debe minimizarse, ya que la miopía no solo está asociada a dificultades en el rendimiento escolar, sino que -de no ser tratada a tiempo-, puede derivar en una pérdida de visión incapacitante”, advierte.
Fuente: Télam