
¿Por qué WhatsApp no es la mejor aplicación para médicos que brindan teleconsultas?
Escribe Fernando Fuentes. Parece ir a contramano del desarrollo sustentable de la telemedicina, despierta preocupaciones acerca de la seguridad de la información que maneja y si no se toman precauciones, su empleo puede exponer a dificultades éticas o problemas legales. Además, es frecuente causa de sobrecarga laboral. Sin embargo, la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp se ha consolidado, durante y luego de la pandemia por COVID-19, como la principal herramienta que utilizan médicos y médicas de todo el mundo para dar teleconsultas.
En México lo corroboró una encuesta de 2022 denominada “Médic@ Digital en México”.[1] Estudio que incluyó 2.023 profesionales de más de 18 especialidades que se desempeñaban en el ámbito público y privado; 45 % de ellos manifestó dar consultas virtuales y hasta 79 % dijo utilizar plataformas de mensajería instantánea para mantenerse en contacto con sus pacientes. Por otro lado, 94 % de las personas participantes empleaban WhatsApp en su práctica médica.
“El uso de WhatsApp en teleconsultas médicas ha ganado popularidad debido a su accesibilidad y facilidad de uso”, comentó a Medscape en español el Dr. José Luis Santiago Garduño, médico, docente de Informática Biomédica en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y socio fundador de Hacking Health Mexico, organización global con sede en Canadá destinada a promover la colaboración multidisciplinaria para resolver problemas de salud a través de innovaciones tecnológicas.
Para el Dr. Santiago Garduño, la aceptación que tuvo la aplicación en el ámbito médico reposaría en que brinda una comunicación directa y rápida entre profesionales y pacientes a través de mensajes de texto, o voz, además de permitir realizar videollamadas y enviar imágenes. Otro factor que consideró relevante es la disponibilidad de la plataforma en la mayoría de los teléfonos.
No obstante, un primer aspecto que se debe tener en cuenta es que la comodidad no siempre se asocia con calidad. El segundo es que WhatsApp no fue diseñado de manera específica para teleconsultas médicas y esto dispara la posibilidad de complicaciones para profesionales y pacientes. Entre las mencionadas con mayor frecuencia destacan la pérdida de la confidencialidad de la información que brinda el paciente, mayores dificultades para establecer un diagnóstico debido a las limitantes técnicas de la aplicación, o la imposibilidad de incluir y registrar la teleconsulta en el expediente clínico electrónico.
“Estas dificultades hacen que el uso de WhatsApp en la práctica clínica requiera una consideración cuidadosa. En muchos casos, se recomienda el uso de plataformas diseñadas para la comunicación en el ámbito de la salud y que cumplan con los estándares necesarios”, señaló el Dr. Santiago Garduño.
La Dra. Chantal Zambrano Aguiñaga, médica con concentración en el área de telesalud y parte de la Subdirección de Coordinación Médica (Arbitraje) en la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, no ve como recomendable el empleo de WhatsApp en el ámbito de las consultas médicas virtuales. “Para las teleconsultas médicas no es la herramienta adecuada, pero puede servir como un canal para campañas de promoción y prevención en salud, o para realizar un triage a distancia”, refirió la Dra. Zambrano Aguiñaga.
Además, agregó que “la aplicación no se creó originalmente para esto, y aunque ha tenido actualizaciones en seguridad y otras funciones, el compartir información clínica o datos personales sensibles a través de WhatsApp lo sigo considerando un riesgo”.
Por otro lado, la Dra. Zambrano Aguiñaga aprovechó para advertir que “la calidad de las imágenes, videos o estudios que se puedan compartir a través de esta herramienta no siempre será la adecuada y eso puede generar diagnósticos erróneos”.
Desde el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (CENETEC) de México, durante 2024 han actualizado un glosario de términos empleados de manera frecuente en telesalud. La iniciativa tuvo su origen a partir de la necesidad de establecer un lenguaje unificado en este ámbito.[2] Allí se señaló que las plataformas de telesalud están destinadas a satisfacer necesidades específicas, restringir el acceso a personas no autorizadas y cumplir con estándares de calidad y seguridad. Pero no solo eso, además, dichas plataformas lo que hacen es brindar un entorno digital que permite a los profesionales de la salud interactuar con los pacientes usuarios de los servicios.
Para la Dra. Zambrano Aguiñaga, el empleo de la misma aplicación, la que se usa de manera cotidiana para hablar con familiares o amigos, no brindaría ese entorno adecuado a las teleconsultas médicas y no contribuiría a aportar seriedad al acto médico. “El entorno en donde se llevará a cabo la teleconsulta médica también influye y se le debe dar [a la consulta virtual] la misma seriedad y formalidad que a una consulta presencial, buscando generar ese vínculo de confianza entre el médico y el paciente, ayudando a que se establezca una comunicación empática y basada en la ética”, remarcó.