Hacía tiempo que en los Estados Unidos no se elegía como nuevo Presidente (el número 49º) a una figura tan desconocida por el público argentino.

Sin dudas cuando accedieron a la Casa Blanca, por estas latitudes se sabía algo, al menos, de sus antecesores: Trump, Obama, Bush Jr., Clinton, Bush padre o Ronald Reagan.

Quizás por la crisis que vive la Argentina que no deja espacio para estar interesado en otra cosa, o por el perfil polémico de Donald Trump -que concentró toda la atención sobre el país del Norte en las bravuconadas del manadatario saliente-, lo cierto es que por estas pampas nadie sabe demasiado sobre Joe Biden.

El nuevo mandatario norteamericano tiene algunas similitudes con De la Rúa, y no nos referimos acá a las cualidades que demuestre en la Oficina Oval, que están por verse a partir de enero.

Acá nos referimos a que Biden no ocupó nunca cargos ejecutivos. Pasó casi toda su vida en el Senado, como el fallecido presidente radical. De la Rúa ya de grande fue jefe de Gobierno porteño, cargo que lo catapultó a la presidencia como figura que se proponía ante el desgaste del liderazgo de diez años de Carlos Menem.

Por ese lado también hay otra similitud, ya que Biden es, sin dudas, la respuesta de millones de votantes que no quieren saber nada con otros cuatro años de Trump. Votaron “en contra de”, más que a favor de Biden.

Biden, que este mes cumplirá 78 años (nació el 20 de noviembre de 1942), se siente más cómodo con al tradicional base electoral demócrata, más que con los radicalizados movimientos sociales o el progresismo de su país (otra similitud con el moderado ex UCR).

Biden ha logrado sobrevivir a algunos pequeños escándalos, a lo largo de su carrera política que tiene unos 50 años, señalaron varios perfiles publicados en medios digitales.

Hijo de descendientes europeos y criado en una familia de clase trabajadora acomodada que pasó algunas dificultades económicas, Biden se convirtió en una joven promesa del Partido Demócrata muy rápido: a los 27 años fue electo concejal de la ciudad donde creció, New Castle, Delaware, y dos años más tarde se convirtió en uno de los senadores federales más jóvenes del país.

Tragedia familiar

Apenas unas semanas después de esta elección, su esposa Neilia Hunter y su beba de un año murieron en un accidente de auto, una tragedia familiar que lo marcó y dejó solo a cargo de sus dos hijos mayores, de dos y tres años, hasta que en 1977 se casó con su actual esposa, Jill Biden.

Biden aprovechó desde el primer momento su banca de senador para construir alianzas y poder.

Para 1987, cuando se avizoraba el final de los dos mandatos del republicano Ronald Reagan, el joven Biden había construido la imagen de renovación que los demócratas necesitaban. Pero su campaña presidencial no duró mucho.

Medio año antes del inicio de las primarias, la prensa reveló que había plagiado un discurso del entonces líder laborista británico sobre sus orígenes vinculados a trabajadores mineros.

Su campaña primero dijo que Biden “estaba en automático” y luego argumentó que había tomado prestado el discurso porque tenía un vínculo familiar con una región minera.

Fuente: La Capital y otros diarios digitales

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