¿Se está dando una reactivación económica en Misiones?
Parece ser que ya pasó lo peor en términos económicos de la pandemia del COVID19, y ante ello, debemos ver el estado de evolución de diferentes variables económicas en Misiones para poder saber en donde está parada hoy la provincia, y si podemos hablar de una reactivación firme o aún en proceso.
En primer lugar, veamos en términos de actividad, tomando como base a indicadores de consumo eléctrico y del sector de la construcción. Cabe destacar, antes de arrancar, que no todas las variables analizadas tienen el mismo nivel de actualización, y por ello destacaremos en cada caso su situación.
En primer lugar, el consumo eléctrico en Misiones ha dado un salto importante. En este punto, se debe aclarar que el consumo medido toma tanto a la actividad industrial como al uso residencial, por lo cual todo tipo de variación debe verse también en términos de estacionalidad (por ejemplo, usos de aires acondicionados en los hogares). El dato global de consumo de energía eléctrica tuvo una baja del 3% en abril respecto a marzo, y no es casualidad dado que se trató del primer mes completo de cuarentena estricta. Por ende, si bien el uso en los hogares pudo haber crecido por mayor presencia en los mismos de las personas, la actividad industrial y comercial fue casi a 0, por lo cual generó una caída consolidada, pero a partir de allí, se inicio un camino de recuperación. El pico de esta recuperación se dio en junio (último mes con datos disponibles) cuando creció un 30% respecto a mayo. Primer punto para Misiones.
Vamos a la construcción. El empleo en la construcción (en términos mensuales) acumula dos meses de crecimiento (junio +3,3% y julio + 3,1%), y su mayor caída la tuvo en abril (-15,6%). La variación mayo – julio muestra un sendero de recuperación del empleo en dicho sector, con la aclaración de que estos datos no reflejan el empleo informal en la construcción, sino solo el registrado. Al mismo tiempo, se debe destacar que en términos interanuales dicho indicador muestra caídas (como en todo el país), pero se viene desacelerando de manera notable.
En línea con eso, también vemos un crecimiento en la cantidad de empresas constructoras en actividad en la provincia, que mostró una fuerte caída en mayo, para empezar a crecer y acumular ya tres meses de incremento (+16% junio, +9% julio y +4% agosto, todos en términos mensuales). El hecho de que ya se disponga del dato de agosto (que fue positivo), nos permite proyectar un nuevo incremento del empleo en la construcción para ese mes, dado que lo mencionado anteriormente al respecto contempla hasta el mes de julio.
El ultimo indicador en esta línea tiene que ver con algo que ya hemos detallado en Economis (ver acá), que tiene que ver con el crecimiento del consumo de cemento. Luego de una caída del 10% mensual en abril (que se agravaba por la caída del 26,5% en marzo), Misiones inicio una senda de crecimiento que ya lleva cuatro meses en términos mensuales, pero también (y más importante aún) lleva cuatro meses consecutivos de incrementos medidos en términos interanuales. Una gran noticia para Misiones.
Pasemos a otro tema, donde se prenden algunas alertas: el empleo. Según el INDEC, en Posadas creció significativamente la desocupación finalizado el segundo trimestre 2020: 8,2%, cuando en el trimestre anterior fue de 2,9%. Al mismo tiempo, cayó muy fuerte la actividad y el empleo. A la par, comparemos la situación con lo que se observa con el empleo privado registrado en la provincia (un dato que se hizo publicó ayer): en términos mensuales, tuvo una fuerte caída en abril y fue desacelerando esa caída hasta llegar a julio 2020 con una variación 0%. Esto significa que se cortó con la sangría para quedar estable, y pensar así en empezar a crecer. ¿Qué conclusiones nos permite ver esta comparación? En primer lugar, que el empleo registrado tuvo caídas pero que no han sido del todo significativas, y, por ende, en segundo lugar, que el alza de la desocupación en el aglomerado de Posadas afectó no tanto al empleo privado formal sino a cuentapropistas y trabajadores informales, idéntica situación a la nacional, que podemos corroborar con los datos publicados por el INDEC.
Vayamos ahora a la cuestión de los recursos: la pandemia tiró para abajo casi a todas las proyecciones presupuestarias y de recaudación, y ello se evidencia cuando observamos la evolución enero a agosto de las transferencias automáticas de recursos de origen nacional (coparticipación, leyes especiales y compensación del consenso fiscal): en ese período Misiones captó $42.038 millones, cuando en el mismo período de 2019 había recibido $32.552 millones. La variación, en términos reales (es decir, ajustado por inflación) equivale a una caída real de 10,4%, pero cabe destacar que vino mejorando en los últimos dos meses.
Sin embargo, la situación de la recaudación provincial es distinta: pese a que las primeras proyecciones indicaban fuertes caídas, la realidad es totalmente lo contrario: según informe la ATM en la ronda de debate del proyecto del Presupuesto 2020, entre enero y agosto 2020 la provincia recaudó 19.797 millones, contra $11.958 millones del mismo período de 2019, lo que equivale a un crecimiento real del 14,9%. Una verdadera envidia para las provincias hermanas, cuyas recaudaciones propias no han sido tan favorables.
Un punto importante desde el punto de vista de los recursos tiene que ver con lo que está ocurriendo con el gasto de capital del Estado nacional en Misiones (que se contabilizan por fuera de la coparticipación, ya que no son transferencias automáticas sino partidas presupuestarias): en el acumulado enero – septiembre 2020 crece un 66% respecto al mismo periodo 2019, totalizando $3.868,7 millones, teniendo los mejores resultados del NEA hasta el momento. Solo en septiembre, de hecho, el gasto de capital devengado fue por $1.093 millones, casi el 30% del total del año.
Por último, veamos el consumo. En primer lugar, el patentamiento viene mostrando datos positivos tanto en autos como en motos. De hecho, en la comparación interanual, en septiembre Misiones lideró los rankings nacionales en ambos casos, y en términos mensuales sostiene un buen ritmo.
A su vez, la venta de combustible de agosto (un dato recién sacado del horno) mostró un incremento mensual del 8,1% respecto a julio, representando así el cuarto mes consecutivo de alzas, pero en términos interanuales todavía no logra mostrar crecimiento neto. Pese a ello, es alentador que mes a mes se consuma más combustible (esta variación se mide en volumen y no en facturación, por lo cual equivale a crecimiento neto).
Por último, el tema de las ventas en supermercados. Dos puntos a destacar aquí: hace tres meses que Misiones muestra crecimientos mensuales a precios constantes (es decir, ajustado por inflación), tras una abrupta caída de abril. Pero medidos en términos interanuales, tiene caídas, algo que no ocurre en otras provincias del NEA.
Por lo cual, la venta en supermercados viene creciendo mes a mes a un ritmo todavía lento y, además, no debe dejar de considerarse un dato relevante: el factor de los comportamientos de los consumidores. En el marco de la pandemia, se observa que hay menos operaciones (porque la gente va menos al supermercado) y que ciertos rubros (como carnicería y panadería) muestran caídas, algo que se explica por el cambio de hábito de compra: menos supermercados y más negocios de cercanía.
Una vez que volvamos a una situación lo más parecida posible a la anterior normalidad quizás volvamos a ver un retorno a viejos hábitos de compra, pero también es cierto que algunos de ellos llegaron para quedarse.