Se presentó Pequeños Gigantes, la fundación dedicada exclusivamente a los niños nacidos prematuros
La fundación tendrá como rol principal brindar información y contención a las familias, además de promover el seguimiento clínico hasta el inicio de la edad escolar. Según las autoridades de salud, “funcionará de manera complementaria al rol de la provincia en el desarrollo de estos niños”.
Con el acompañamiento del Dr. Lisandro Benmaor, Ministro de Desarrollo Social, el Dr. David Halac, director del Hospital Materno Neonatal y el Dr. Oscar Alarcón, Diputado y presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Paula Schapovaloff, presidente de la Fundación Pequeños Gigantes, dio a conocer a los invitados y la sociedad toda, el rol al que apunta esta entidad de reciente creación.
“Cuando comenzamos a transitar el camino del seguimiento luego de la llegada de mi hijo Juan Ignacio (que nació con menos de un kilo y sólo 27 semanas de gestación), iniciamos un camino que nos llevó a conocer la realidad de muchas familias que estaban pasando por la misma situación, y muchas de ellas sin siquiera saber que existen Derechos Fundamentales que deben hacerse cumplir. Así comenzamos a brindarles información y contención para lograr que esos niñas regresen al seguimiento médico. Ese será el rol principal de la fundación, ayudar a que esos niños y su familia estén mejor”, manifestó Schapovaloff al inicio del lanzamiento que se realizó en uno de los salones del Hotel Julio César.
A continuación, David Halac expresó que “Esta fundación abre un nuevo camino para el nacido prematuro y su familia, especialmente desde el aspecto humano y solidario. Por Ley se hace un seguimiento hasta el primer año de vida, pero ese control debe realizarse por lo menos hasta el ingreso a la escuela primaria. Esta fundación viene a cubrir un bache importante”, manifestó para, posteriormente, exhibir las lapidarias estadísticas mundiales, expresando que “anualmente en el mundo nacen 15 millones de niños prematuros, de los cuales mueren un millón, y de los que sobreviven, una gran parte queda con secuelas. Esta fundación viene a colaborar de manera categórica en un mejor vivir de estos niños y brindarle igualdad de oportunidades”, para luego destacar el hecho de que Pequeños Gigantes es la única fundación del país que se dedica exclusivamente a niños nacidos prematuros.
Desplegando un emotivo testimonio, el Dr. Oscar Alarcón hizo mención a su condición de niño nacido prematuro, y que gracias a constancia de su madre pudo desarrollarse y desenvolverse con naturalidad en todo su crecimiento. No obstante, resaltó que “De cada 10 nacimientos prematuros, nueve quedan con secuelas, y es allí donde debe trabajar el Estado para que tengan el mejor desarrollo y felicidad posible. En 2017 se sancionó la Ley de seguimiento y atención del recién nacido de alto riesgo, de gran beneficio para muchísimos misioneros y que se está ejecutando en los hospitales de Nivel 3. Esta Fundación se convertirá en una herramienta más dentro de lo que la provincia tiene para ofrecer a estos bebés”, expresó.
Finalmente, el Diputado Nacional Ricardo Wellbach manifestó que “muchas veces la iniciativa del Estado queda a medio camino, aunque tenga los recursos, e iniciativas como la de esta Fundación son las que permitirán una mejor canalización de los recursos de los que dispone el Estado, porque los recursos están, hay que gestionarlos bien”, a la vez que llamó a todos los sectores de la sociedad a que colaboren con acciones como la de Pequeños Gigantes.
Fundación Pequeños Gigantes: una oportunidad para los que llegaron antes de tiempo
Según las Sociedad Argentina de Pediatría, en Argentina nacen un promedio de 20 bebés prematuros por día, de los cuales sólo la mitad logra sobrevivir. Las estadísticas son elocuentes, pero la realidad de las familias prematuras no lo es menos.
Juan Ignacio nació con menos de un kilo y en el límite entre las semanas 26 y 27 de gestación. Hoy tiene siete años, juega al rugby y concurre a la Escuela de Robótica como otros niños de su edad, y su historia lo convierte en un luchador. Él, junto a su familia, tienen dos fechas anuales para festejar, la del nacimiento del vientre materno, y “el segundo”, cuando tres meses después abandonó la sala de Neonatología y pudo, por primera vez, ser alzado en brazos, alimentado y cambiado por su mamá. A partir de allí siguió una etapa de aprendizaje y controles pediatricos permanentes, los cuales, en el caso de Juan Ignacio, se hicieron mediante una Obra Social, pero no todas las familias tienen acceso a una, allí uno de los pilares del por qué de la Fundación Pequeños Gigantes
Paula Schapovaloff, madre de Juan Ignacio y presidenta de esta Fundación, explica que si bien formalmente comenzaron a funcionar como Fundación hace sólo un mes, “emocionalmente ya tiene siete años de actividad”. Y esto se debe a que, a raíz de su experiencia, se embarcó en la aventura de ayudar a otras familias a paliar algunas de las carencias, especialmente afectivas, de muchas familias en una situación similar. “La visión de la fundación es, en un futuro, crear un Centro de Contención, publico y gratuito, porque si bien el Estado y las Obras Sociales cubren las necesidades (no todas) hasta el primer año de vida, es necesario brindar apoyo a la familia prematura (un niño que nace antes de término implica una familia entera en la condición de “prematura”) durante los primeros siete años de vida del niño”, relata Paula. “Si bien el de Pediatría es el mejor Hospital del NEA, también allí se hace necesario brindar una ayuda para que ese seguimiento sea con mayor intensidad. Hacer volver a esa familia, porque muchas terminan el año o se van de la NEO y no vuelven al control, y después, ¿cómo se hace para que ese niño recupere lo que perdió?
Por ahora, y a la espera de contar con un espacio físico donde actuar, Pequeños Gigantes apuntala el acompañamiento social y emocional de familias que concurren a las unidades de Neonatología de los hospitales de Oberá, Eldorado y Posadas, donde brindan charlas y llevan ropas que, para estos niños, deben ser especiales (y caras). “Hasta ahora nos movemos como lo hacíamos antes de que se formalice nuestra fundación, con donaciones de leche (es una especial) de empresas privadas y algunas casas de ropa de niños. Hay familias que vienen del interior prácticamente con lo puesto y necesitan colaboración”.
Además, y con una visión a mediano plazo, “la idea es que el niño tenga estimulación temprana, además de una enfermera y un pediatra de seguimiento, y también actuar interinstitucionalmente mediante convenios, tanto con la Provincia como con UNICEF, para así poder trabajar todos en conjunto y que el niño nacido prematuro no sea una novedad, porque vos decís niño prematuro
y parece que te va a contagiar algo, y no, es sólo un niño que nació antes de tiempo y que necesita cuidados especiales”.