Sergio Mur, una marca personal que analiza la estética hoy: seguridad, deseo de pertenecer e imitación
Con años de formación y trayectoria, el cirujano plástico analizó el rol de las redes sociales en el doble juego de acceso a la información sobre medicina estética, pero que al mismo tiempo genera una dependencia en la búsqueda por imitar estereotipos.
Sergio Mur acaba de presentar su marca personal. Su nombre está instalado y tiene una de las mayores demandas entre quienes deciden recurrir a un cirujano plástico para mejorar su imagen. Sin embargo, reconoce que debe aggionarse a los tiempos y reforzar su presencia en redes sociales. La razón es sencilla, ahí está el curriculum, la experiencia, la búsqueda, las recomendaciones, el antes y el después y toda información que el paciente espera encontrar.
“Es una nueva etapa, hay que acompañar el cambio generacional. Hay una nueva generación de cirujanos que tiene una manera distinta no solo en la formación sino en la manera de publicitarse. La gente hoy cuando va a elegir una cirugía, primero elige su cirujano buscando en las redes”.
Fueron precisamente esas redes sociales quienes en los últimos años generaron una dependencia por mejorar la imagen corporal. Pero, ¿cuál es la línea entre exigencia y obsesión? ¿Hasta qué punto esto lleva a muchas pacientes a recurrir a profesionales que no cuentan con los pergaminos suficientes para la práctica? ¿Qué es el estigma en la medicina estética?
En esta entrevista con Economis, Mur analiza además cómo la cirugía estética se volvió un instrumento para “pertenecer” y el error que representa la decisión gregaria de unificar rostros.
_ ¿Qué características o cualidades busca la gente al momento de elegir un cirujano plástico?
Lo primero que busca son resultados, quiere ver el antes y el después. Trata de buscar antecedentes, conocidos que se operaron, piden recomendaciones. Hoy el 90 por ciento de las pacientes que viene son recomendadas por otras pacientes.
_ Más allá de que ya tenés un nombre instalado y con respeto en la sociedad, había pacientes tuyas que no sabían que vos hacías determinadas prácticas. Eso te llevó a plantearte lo de tener más presencia en las redes
Tres pacientes en el mismo mes vinieron a pedirme si le podía controlar una cirugía que se hicieron en otra provincia. Y yo les dije, pero eso lo hago yo. Y me dijeron, pero vos no mostrás nada, no sabíamos que vos hacías.
Ni siquiera preguntan. Si no está en las redes asumen que no lo hacés.
Si no está en las redes no existe. Hoy la paciente no usa más el teléfono para consultar.
Hay un cambio generacional, que para estar en un nivel social hay que mantenerse en ese nivel y una de las cosas es la cirugía estética. Es como si te hacés eso de la estética, sí podés pertenecer. La cirugía estética para pertenecer a un nivel social
Me imagino que ese trabajo en redes debe ser cuidado
Sí. Hoy hay mucha publicidad en redes y quienes se decidan por una intervención deben tener cuidado de convencerse sólo por la imagen que ven en una foto. Hay que hacer una consulta con un profesional calificado, especialista para sacarse las dudas.
Sergio Mur tiene 14 años de formación, siete de medicina, tres de cirugía, cuatro de cirugía plástica. Misionero por adopción – nació en Corrientes – desde el año 2007 ejerce la profesión en la tierra colorada.
_ Pensaba mientras te escuchaba como las redes fueron copando terreno en todas las áreas. Desde buscar esa imagen que me gusta y quiero proyectar hasta buscar al médico que me la pueda hacer.
Te digo más. Hubo pacientes que vinieron con una foto con filtros de Snapchat donde se modificaba mucho la cara y me decían yo quiero que me quede así.
Claramente esa paciente tiene un trastorno de la imagen corporal y necesita un psicólogo y no un cirujano plástico. Esos pacientes nunca van a estar conformes con un resultado porque el problema es otro.
Mucho pómulo, mucho labio rellenos en nariz y mucho Botox. Y todas iguales. Es como pasar por una fábrica y lo que genera es un estigma. Uno ve una cara caminando por la ciudad y ya dice, esta chica se hizo todo. Es un estigma
_ Es interesante también en ese punto la responsabilidad del profesional que le diga. No. Ya está. No te va a quedar bien. Que no vea sólo el negocio, sino también la parte ética.
Si yo le digo a una paciente a vos no te opero, no te hago eso, seguramente si recorre un poco va a encontrar a alguien que se lo haga. Yo no te lo recomiendo. Pero esa no es la solución.
_ Y a vos que te dedicas a mejorar la imagen. Qué te genera el hecho de que hoy todas las mujeres lucen y quieren verse iguales. Mismos labios, misma cintura, mismas curvas
Es como sacar una línea de zapatillas Adidas (se ríe) son todas iguales. Se ve mucho en el rostro. Mucho pómulo, mucho labio rellenos en nariz y mucho Botox. Y todas iguales. Es como pasar por una fábrica y lo que genera es un estigma. Uno ve una cara caminando por la ciudad y ya dice, esta chica se hizo todo. Es un estigma. El cirujano plástico, correcto y bien formado, no debe dejarle estigmas a la paciente. Eso te enseñan en la formación, no hay que dejarle el estigma de la cirugía plástica. Simplemente se debe ver más linda y eso hoy está alterado.
Hay mucho intrusismo en la estética. Hay muchos médicos y no médicos que hacen estética. Y no tienen formación para cirugía plástica. A mí me llevó 14 años formarme y hay gente que hace un curso y ya está haciendo Botox, rellenos, etc. Hoy hay odontólogos que su paciente se va a arreglar sus dientes y le ofrece una armonización facial. Esto, obviamente, es impulsado por el negocio.
¿Cómo está el negocio de la estética en el contexto económico de la Argentina?
Argentina es un país consumista de cirugía plástica. Se consume muchísimo.
¿Escapa a las crisis económicas?
Siempre. En las peores crisis yo siempre trabajé. Las mujeres, hasta en la economía de guerra seguían comprando productos cosméticos. Para las pacientes una de sus prioridades es la estética.
Hay un cambio generacional, que para estar en un nivel social hay que mantenerse en ese nivel y una de las cosas es la cirugía estética. Es como si te hacés eso de la estética, sí podés pertenecer. La cirugía estética para pertenecer a un nivel social. Que puede ser operarse las lolas. Es como la serie sin lolas no hay paraíso, eso es cierto. Esa paciente sube varios pisos y se maneja en otro nivel. Pero eso está en su mente, es una cuestión de seguridad, de autoestima, y de actitud.
_ ¿Y en Misiones cómo está el mercado?
El misionero consume mucho la estética. Creo que hoy se consume mucho más medicina estética que cirugía estética. Y creo que es por una cuestión de mercado. Hay muchísimos lugares donde podes hacerte estos tratamientos de estética facial sobre todo médica y no médica. Eso está dentro de la rutina de cualquier mujer.
_ ¿Cuáles son los desafíos de la medicina estética?
Lo que se viene es una formación diferente. Antes íbamos a los congresos para aprender, y hoy nos vamos para hacer una relación social con médicos y cirujanos que hoy están haciendo una técnica moderna. Entonces lo que hacemos es arreglar una rotación para ir a trabajar con ese cirujano una semana. Esa es la nueva forma de ir actualizándose en cirugía plástica. La tecnología se está metiendo mucho en la cirugía plástica que lo que hace esa tecnología es mejorar los resultados.