Tabaco calentado: qué dice el proyecto que busca regularlo para evitar la prohibición oficial
Representantes de la Cámara de Diputados de la Nación presentaron un proyecto de ley que busca regular los productos de tabaco calentado (PTC) frente a la prohibición emitida por el Ministerio de Salud a través de la Resolución 565/2023.
La prohibición provocó, entre otras cosas, la suspensión de una inversión de u$s 300 millones que planeaba realizar en la Argentina la tabacalera Massalin Particulares y que habría generado u$s 100 millones anuales en exportaciones, según la propia compañía.
El Iqos, que ya se vende en 70 mercados, es la gran apuesta para el futuro de la empresa.
Qué es el tabaco recalentado
El tabaco recalentado se refiere a un método de consumo de tabaco que ha ganado popularidad en los últimos años. En lugar de fumar tabaco en forma de cigarrillos tradicionales, el tabaco recalentado utiliza dispositivos electrónicos que calientan el tabaco a temperaturas más bajas que las utilizadas en la combustión. Este proceso de calentamiento libera una cantidad menor de químicos tóxicos y carcinógenos que la combustión del tabaco, lo que llevó a algunos a considerarlo como una alternativa más segura al fumar cigarrillos.
A diferencia de los cigarrillos electrónicos, que vaporizan líquidos con sabor y nicotina, los dispositivos de tabaco recalentado utilizan tabaco real y no producen vapor. El tabaco se coloca en un cartucho que se inserta en el dispositivo y se calienta a través de un elemento calefactor. Los usuarios inhalan el vapor de tabaco resultante, que contiene menos sustancias químicas tóxicas que el humo del tabaco convencional.
Qué plantean los autores del proyecto
La iniciativa de la diputada nacional Carolina Moisés (Jujuy), acompañada por el diputado nacional Lucas Godoy (Salta), ambos del Frente de Todos, busca “darle un marco regulatorio razonable y equilibrado a una categoría de productos que se comercializa en el mundo entero y que ya cuenta con millones de usuarios y certificaciones de autoridades sanitarias como la Food and Drugs Administration (FDA)”.
Además, según los autores de la iniciativa, se busca tranquilizar a toda la cadena de valor tabacalera “constituida por 150.000 PyMEs, 50.000 productores primarios, 100 empresas de venta mayorista y distribución y más de 100.000 kioskos”.
De acuerdo a Moisés, “la iniciativa busca darle un marco regulatorio ante una medida tomada hace días atrás por el Ministerio de Salud, que causó preocupación y sorpresa ya que no fue previamente consultada a los sectores socioeconómicos involucrados. Especialmente a los referentes que venimos defendiendo las economías regionales como motor del crecimiento y el empleo”.
La nueva propuesta busca incluir estos productos en la regulación vigente del tabaco con la idea de que la prohibición “aísla a Argentina del resto del mundo, afecta profundamente las economías regionales y coarta la posibilidad de darles alternativas superadoras a los 7 millones de fumadores adultos que hay en el país”.
En sus fundamentos los diputados resaltan la importancia de regular los productos de tabaco sin combustión en la actual ley de tabaco. El proyecto permite homologar productos que ya hayan sido aprobados por autoridades sanitarias de otros países y, basándose en la ciencia, crean el concepto “Productos de Riesgo Reducido” definiendo a la ANMAT como autoridad competente para validar la información presentada por las compañías productoras de PTC. Además, resaltan la importancia del cultivo de tabaco en las provincias del NOA y NEA como dinamizador de economías regionales.
Qué dice el proyecto de ley sobre tabaco recalentado
El proyecto incluye expresamente a los productos de tabaco calentado y a los dispositivos electrónicos que calientan tabaco en la regulación actual de tabaco.
Diferencia el humo del tabaco que generan los cigarrillos convencionales, del vapor de tabaco que se libera por el calentamiento de los productos de tabaco calentado.
Prohíbe también, al igual que para los productos de tabaco, la publicidad, promoción y patrocinio, permitiendo las comunicaciones que solo estén destinadas a fumadores adultos que hayan brindado su consentimiento, en puntos de venta o que tengan como mensaje principal informar las características de los productos.
Incluye a la ANMAT como área responsable de validar la información en caso de que un productor o distribuidor quiera comunicar estos productos como “productos de riesgo reducido”, y permite homologar aprobaciones que hayan sido otorgadas por agencias sanitarias de otros países. Además, la iniciativa establece regulación específica para los productos de tabaco calentado en la información en los empaquetados, buscando que estos datos sean científicamente ciertos y no puedan inducir al error a los consumidores.
Por último, iguala la prohibición de consumo de estos productos en espacios cerrados al igual que los cigarrillos convencionales.