El juego en línea Roblox, pudo detectar la intención de una jóven de lesionarse. Gracias al protocolo de actuación del juego, en conjunto con la unidad fiscal de Morón, lograron contenerla y salvarla.
Una joven con intenciones suicidas fue salvada gracias a una innovadora tecnología de alerta implementada en el videojuego Roblox. Mientras jugaba, la adolescente expresó sus pensamientos de autolesionarse, lo que activó un sistema de seguridad del juego que emitió una alerta internacional.
El incidente se produjo durante una partida en línea del juego Roblox con un jugador de México, donde la joven escribió mensajes como “me quiero matar” y “mi vida no tiene sentido”. Este tipo de frase disparó automáticamente una señal de emergencia a los servidores del juego en Estados Unidos, que a su vez notificaron al Centro Internacional para Niños Desaparecidos y Explotados (ICMEC).
Gracias a la rápida actuación del sistema, el caso fue escalado al Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y se envió a la Fiscalía N.º 5 del Departamento Judicial Morón, liderado por los fiscales Marisa Monti y Claudio Oviedo. En solo 24 horas desde la emisión de la alerta, agentes de la DDI Morón llegaron al domicilio de la joven, utilizando su dirección IP para localizarla.
Oviedo destacó la eficacia del proceso, que se llevó a cabo de manera completamente digital. “Las plataformas colaboran activamente en situaciones de riesgo inminente”, explicó. Al llegar, los agentes fueron recibidos por los padres de la joven, quienes quedaron atónitos al conocer la razón de la visita.
Tras presentar las evidencias, se permitió el ingreso de dos psicólogas especializadas en prevención de suicidios. Los profesionales identificaron la situación crítica de la joven y confirmaron su vulnerabilidad. Actualmente, la menor está recibiendo atención y seguimiento por parte de un equipo técnico, garantizando su bienestar y salud mental.
Resultado de una sostenida política de Estado. Mejor acceso a la educación y la salud. Razones varias que se entremezclan y que tienen mayor o menor preponderancia, pero que dan como resultado una sensible baja en la tasa de fecundidad en Misiones. En la última década pasó de una tasa de 2,5 hijos por mujer a 1,7, con una fuerte reducción en la franja etaria más sensible, la de madres niñas.
Según los datos del Censo 2010, el promedio de hijos por mujer era de 2,5, con 209 madres de 14 años con un hijo, 37 con dos y 31 con tres hijos. A los catorce años. La cifra se ampliaba a 10.506 madres de entre 14 y 19 años.
En 2022, también de acuerdo a los datos definitivos del Censo, solo había 94 madres de 14 con un hijo, quince con dos y once con tres bebés. Y sólo 6.985 madres de entre menores de 19 años. Se trata de una reducción, para el bloque de entre 14 y 19 años, del 33,51 por ciento.
La tasa de fecundidad en la adolescencia tardía, entre 15 y 19 años tuvo un drástico retroceso. El pico fue en 2014, con 97,6 partos por cada mil. Hoy ese indicador está en 38,2 por cada mil, según los datos de Salud Pública.
En el medio hubo una decisión política de bajar la tasa de partos que llegó a tener un pico de 26 mil nacimientos. Ese número se redujo a 19 mil en el último año.
¿Cómo se logró frenar ese indicador? Escolaridad, educación sexual, acceso a centros de salud y a los anticonceptivos, inyectables y orales primero y ahora los de última tecnología y de mayor duración, que son distribuidos en forma gratuita por el ministerio de Salud.
Solo en 2023, 9.430 mujeres misioneras accedieron a métodos anticonceptivos de larga duración. El 51 por ciento de ellas son adolescentes de hasta 19 años según el registro del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable.
Entre los métodos elegidos por las misioneras, 7.665 fueron implantes de una varilla, 1.298 implantes doble varillas, 374 fueron DIU T y 93 fueron SIU (sistema intrauterino).
“Los implantes tanto de una varilla como los de doble varilla tienen una duración de tres años, reemplazan a las pastillas e inyectables y son hormonales. En el caso de los DIU T de cobre, tienen una duración de 10 años de protección y no tienen hormonas, se puede colocar inmediatamente post evento obstétrico, no interfieren con la lactancia por lo que se recomienda su uso especialmente en pacientes diabéticas e hipertensas, y las personas con capacidad de gestar que requieran protección de larga duración”, explicó Norma Miño, la responsable del programa.
El acceso de las adolescentes a anticonceptivos seguros y gratuitos impacta no sólo en el cuidado de su salud sexual y reproductiva sino en su trayecto de vida, en sus posibilidades escolares, y en mejores oportunidades laborales, lo que a su vez redunda en la economía familiar, comunitaria y provincial.
“El descenso de la tasa de natalidad se debe a la incorporación de los métodos de larga duración, con métodos seguros y eficaces, a la accesibilidad de las adolescentes en el sistema sanitario, a espacios de consejerías en los barrios, los Caps, los hospitales, en las salas de espera, talleres sobre sexualidad integral en los ámbitos educativos, la detección temprana de las niñas en situaciones de abusos, el trabajo articulado e intersectorial entre los actores claves en la Provincia donde se notó el mayor descenso es en la población adolescentes de 15 a 19 años , en un 50 %”, remarcó el médico Héctor Proeza, uno de los referentes de Salud Pública.
Por año se colocan entre 8 mil y 10.000 métodos de larga duración, cuya protección se extiende entre 3 años ,los implantes subdérmicos y 10 años en los casos del diu T de cobre.
El impacto de las políticas públicas es sensible. Sin embargo, Misiones sigue siendo una de las provincias con mayor tasa de hijos de madres de entre 14 y 49 años. Solo es superada por Santiago del Estero, pero muy por encima del promedio que es de 1,4 por ciento. Las mujeres que habitan en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen en promedio casi 1 (una/un) hija o hijo menos.
En 2010, en Misiones, de 387.605 mujeres mayores de 14 años, 112.738 no tenían ningún hijo, el 29,09 por ciento del total. En 2022, de 352.118 mujeres de entre 14 y 49 años, 125.909 no tenían hijos, lo que elevó el porcentaje a 35,76 por ciento. Es en el departamento Capital donde se concentra la mayor cantidad de mujeres sin hijos, con 46.305. Es también donde es menor el promedio de mujeres con hijos, con 1,5. El departamento de Apóstoles tiene 1,8, lo mismo que Candelaria, Cainguás 1,9. Concepción trepa a 2,0, Eldorado se plantó en 1,7, el departamento General Belgrano tiene 1,9, lo mismo que Guaraní, mientras que Iguazú tiene 1,8 y Alem y General San Martín, 1,7, al igual que Oberá.
San Pedro es el departamento con mayor tasa de mujeres con hijos, con 2,1. Es también el departamento con mayor cantidad de madres niñas de 14 años, con 12, cifra que se eleva a 334 si se considera el bloque 14 a 19. En el departamento Capital, aunque con una población mayor, hay cuatro niñas madres, cifra que se eleva a 951 si se amplía el espectro hasta los 19 años.
Proeza destaca que en los últimos años se trabajó muy fuerte en la concientización de la salud sexual y la procreación responsable. “También está el empoderamiento de la mujer. Teníamos una sociedad, sobre todo en los grupos más vulnerables, adolescentes entre 14 y 20 años, cuyo proyecto de vida era salir de la casa. Eso fue mutando con los programas sociales, las becas de estudio, el acceso a la educación, no solo sexual, sino el ascenso social. La AUH que empezó a cobrar directamente la mujer, terminó con la idea del hombre proveedor”, argumentó.
A ese combo se suma la mayor accesibilidad a la canasta de anticonceptivos. “Misiones siempre compró y mantuvo planes de entregas gratuitas. Desde 2014 se comenzó a entregar los anticonceptivos de larga duración: el DIU previene embarazos entre tres y diez años, depende del DIU y el implante. El programa SI Mujer ahora lleva los Mirena, que son de última generación y duran hasta siete años. Eso permite planificar la gestación”, explicó el especialista.
No es un dato aislado, sino producto de una política puesta en marcha hace varios años. “Desde los inicios de la Renovación comenzamos a tratar la salud sexual, con anticonceptivos orales o inyectables, pero duraban de 20 a 28 días”, recordó.
La tasa de embarazos de entre 15 y 20 años cayó 60 por ciento. “Son 3500 o 4000 embarazos menos por año. Hoy la procreación responsable hace que se pueda programar el momento de maternar. Los anticonceptivos sirven para la prevención del embarazo no intencional en adolescentes y el embarazo no deseado en parejas transitorias”, aseguró Proeza.
La mayor tasa de embarazos se dio en 2014, con 26 mil nacimientos. Ahora Misiones tiene un promedio de 19 mil nacimientos.
Más del 70% de los adolescentes argentinos sufren de “somnolencia diurna”, de acuerdo a esta investigación.
Daniel Pérez Chada, uno de los autores de la investigación expresó que más del 70% de los estudiantes de entre 12 y 18 años evidenció presentar somnolencia diurna debido principalmente a alteraciones del sueño, esta investigación constituye “el primer estudio hecho en Argentina que correlaciona notas de lengua y matemática con exposición a pantallas”.
El estudio, fue publicado en la revista científica Plos One, realizado en adolescentes de entre 12 y 18 años, en 52 escuelas del ámbito rural y urbano de distintas provincias de Argentina, y es “muy importante, ya que mostró que el 71% de los alumnos vienen con una escala de somnolencia diurna”, explicó Pérez Chada, director de la Clínica del Sueño del Hospital Universitario Austral y presidente de la Fundación Argentina del Sueño.
Este estudio comenzó a partir de un cuestionario de somnolencia pediátrica, donde se evaluaron los “hábitos de sueño, cantidad de horas dormidas, distancias del colegio a la casa y otras variables que permitieron correlacionar los datos para analizar las horas de sueño, exposición a pantallas y las notas promedio de lengua y matemática”.
El análisis de los datos recolectados permitió “tener una aproximación para saber cómo el rendimiento escolar y el aprendizaje se puede ver afectado a consecuencia de la mayor exposición a las pantallas”, sostuvo Pérez Chada.
De acuerdo a este análisis las conclusiones obtenidas, publicadas el 14 de febrero pasado, arrojaron que “el uso de pantallas a la hora de acostarse también afectó negativamente el sueño, aumentó la somnolencia diurna y redujo el rendimiento académico”, de los jóvenes consultados.
En este sentido, “el 41% tenía un rendimiento menor en lengua y matemática”, expresó el médico.
Esto se debe a que “la luz azul emitida por las pantallas suprime la producción de melatonina, lo que provoca una interrupción circadiana y afecta el inicio y la continuidad del sueño”, precisaron en la investigación.
A su vez, “la alteración del sueño es la principal causa de somnolencia diurna, lo que aumenta significativamente el riesgo de fracaso académico”.
Además, este estudio evidenció que “los adolescentes que juegan videojuegos durante períodos de tiempo más prolongados exhiben una duración del sueño más corta y una mayor probabilidad de reportar somnolencia diurna”.
Mientras que aquellos que usan dispositivos móviles de manera más extensa mostraron un mayor riesgo de “rendimiento académico reducido”.
“Nuestros hallazgos resaltan la importancia de mantener una adecuada higiene del sueño y de limitar el uso de pantallas para preservar el aprendizaje entre los adolescentes”, concluyeron los autores.
A un año del lanzamiento de la cuenta digital de Mercado Pago para adolescentes, 700.000 chicos y chicas ya se sumaron al ecosistema para pagar consumos -principalmente en gastronomía, entretenimiento, supermercados y kioscos-, hacer envíos de dinero a amigos y recargar las tarjetas de transporte y celular. Se trata de una cuenta digital gratuita, sin costos de apertura ni de mantenimiento.
Con un ticket promedio de $1.100 en Mercado Pago y de $6.500 en Mercado Libre, la cantidad de adolescentes que usan la cuenta digital viene creciendo de forma acelerada y representa el 15% de los nuevos usuarios de Mercado Pago mes a mes.
“La cuenta para adolescentes de Mercado Pago consolida nuestro propósito de acelerar la inclusión financiera en la Argentina. A un año del lanzamiento de la cuenta para menores, más del 80% de los adolescentes nos dicen que usan menos efectivo para resolver sus necesidades financieras y el 84% afirma que tiene mayor control sobre sus gastos”, precisó Agustin Onagoity, Director Senior de Mercado Pago.
El 15% de los nuevos usuarios mes a mes de Mercado Pago son adolescentes. El 80% dice que usa menos efectivo para resolver sus necesidades financieras y el 84% afirma que tiene mayor control sobre sus gastos; 1 de cada 4 recibe una mensualidad
Ranking de gastos predilectos. De lunes a viernes, los adolescentes consumen un 30% más que durante el fin de semana, pero además, se registran diferencias en los hábitos: De lunes a viernes, los consumos más frecuentes son 25% en gastronomía (ponderan comidas rápidas), 19% en el envío de dinero a amigos, 11% en la recarga de transporte y 9% en celular, 9% en entretenimiento y un 15% en supermercados y kioscos.
Los fines de semana se observa un leve descenso en el rubro gastronomía (que pasa al 17%), pero un aumento fuerte de los consumos en el rubro entretenimiento, que se convierte en el segmento líder, con 28%.
Movilidad y comunicación, aspectos centrales. Uno de cada tres pagos que realizan los adolescentes son de recargas de tarjetas de transporte y de teléfono celular prepago. Destinan $500 por mes a estos consumos.Mensualidad. El 25% recibe una mensualidad de sus padres a través de su cuenta digital entre el 1 y el 10 de cada mes. En los días siguientes, las palabras más utilizadas son “regalo para __”, “comida” y “juntada”. Los días lunes se registran picos de envío de dinero de padres a hijos.
Un informe realizado por Unicef Argentina alerta sobre el voluminoso y sostenido número de embarazos adolescentes en el país: el 15% de los nacimientos son de madres en este rango de edad, dato que se mantiene estable durante los últimos 25 años. El relevamiento muestra también la desigualdad de oportunidades, el abandono escolar, la pobreza, el bullying y la violencia institucionalhacia este sector de la población que representa 5 millones y medio de jóvenes de entre 10 a 18 años en el país.
“Para cada adolescente una oportunidad” es el nombre de la investigación llevada a cabo por la agencia de la ONU. Unicef advierte que en Argentina los adolescentes “experimentan brechas entre el derecho formal y su ejercicio efectivo según el lugar donde nacen y las características socio laborales de sus hogares”. Así, 1 de cada 2 jóvenes de entre 13 y 17 años vive en situación de pobreza por ingresos monetarios. La incidencia de la pobreza alcanza a 1 de cada 3 habitantes pero casi a 1 de cada 2 adolescentes. En cuanto a distribución geográfica, este flagelo afecta a 1 de cada 3 adolescentes en el sur del país pero a 1 de cada 2 en el NEA, Cuyo y Centro.
Asimismo, cerca de 4 millones de jóvenes asisten al nivel secundario, medio millón están fuera de la escuela y sólo la mitad de los que ingresan finalizan este nivel académico. Uno de los motivos más comunes para el abandono escolar es el embarazo. El informe añade que 3 de cada 10 estudiantes secundarios transita su escolaridad con sobreedad, como consecuencia de haber repetido años anteriores o de interrupciones durante su trayectoria escolar previa.
Entre las principales causas del abandono de las y los adolescentes de entre 15 y 17 años se observan: ingreso al mercado laboral (14%); dificultades económicas para sostener la cursada (8,8%); situación de embarazo o de cuidado de algún hermano/hijo menor (11,3%). Se destaca también un grupo significativo de jóvenes (29,6%) que afirmaron haber abandonado la escuela “por no considerarla necesaria o por no gustarle”. Ana De Mendoza, Representante Adjunta de UNICEF Argentina, resaltó a ámbito.com que “la escuela está bastante lejos de los intereses de los chicos y las chicas. Entonces, además de reforzar que los que están fuera de la escuela entren, hay que buscar una manera más flexible de que los que entraron al mercado laboral puedan volver”. Por otra parte, destacó la importancia de “revisar qué está pasando en esa escuela, cuáles son las materias, cómo se organizan y cuánto está vinculado a la vida real de esos chicos. Hay que hacer una renovación profunda para que el colegio sea significativo para los chicos y sea un lugar donde quieran seguir estando”.
Una de las cifras más alarmantes tiene que ver con la maternidad adolescente: en Argentina, el 15% de los nacimientos son de madres en este rango de edad, dato que se mantiene estable durante los últimos 25 años. Así, de manera sostenida, unos 3.000 nacimientos al año corresponden a madres menores de 15 años. La agencia señala también que “cuanto menor es la edad de la madre, más probable es la existencia de abuso sexual y mayores los riegos de salud asociados para ellas y sus hijos”.
Como en cada factor de riesgo, la maternidad adolescente es más frecuente entre sectores vulnerables y con menor nivel educativo. De hecho, casi la mitad de las afectadas está fuera del sistema educativo al momento de embarazarse y 1 de cada 4 madres adolescentes no logra completar la escuela primaria. En tanto, 1 de cada 10 abandonaron sus estudios por una situación de embarazo o de cuidado de algún hermano/hijo menor.
Para De Mendoza, si bien hay políticas públicas que apuntan a prevenir el embarazo adolescente, “está claro que no se está haciendo lo suficiente porque sigue siendo un número muy sostenido”. La representante de Unicef aseguró que “es un problema con muchas aristas, ya que prevenir el embarazo adolescente no es sólo poner a disposición anticonceptivos. Tiene que ver con un cambio de cultura, de mentalidades y de poner al embarazo adolescente en el centro de las políticas públicas como un problema”. Y puntualizó: “Hay que modificar la naturalización que se hace del embarazo adolescente“.
La estigmatización de los llamados ni-ni (ni estudian ni trabajan) suele no tener en cuenta factores que afectan fuertemente a este grupo de jóvenes: Unicef asegura que “una gran parte de las adolescentes se ven afectados debido a la sobrecarga de tareas domésticas y de cuidado que socialmente se les asigna”. En ese sentido, detalla que 2 de cada 3 jóvenes (15-29 años) que ni estudian ni trabajan son mujeres que están realizando este trabajo invisibilizado y no remunerado de cuidado. Entre ellas, un 42,1% dejaron de trabajar o estudiar por esta razón, frente al 12,9% de los varones.
De Mendoza aseguró que “hay una visión estereotipada de los adolescentes en general. Casi nadie los ve como un potencial, como chicos y chicas que están en construcción y que son el futuro”. En cuanto a los llamados ni-ni, reiteró lo que recoge el informe: “Estos jóvenes que no estudian ni trabajan en general son mujeres que están haciendo un trabajo invisible y no remunerado como es cuidar. Hay que cuestionarse un poco por qué esta visión tan negativa de los adolescentes, porque son gente que está trabajando y que además no está cobrando por ello“.
Respecto a la cobertura social, la investigación recoge datos del Censo 2010, donde se observa que el 45% de los adolescentes cuenta con el sistema público de salud como única opción, alcanzando al 60% en algunas provincias.
La violencia física que sufren los adolescentes es otro de los datos preocupantes recogidos por el análisis de Unicef. A pesar de que sólo 1 de cada 25 adultos a cargo de los niños cree que se los debe castigar físicamente, 1 de cada 3 adolescentes entre los 12 y los 14 sufre castigos físicos de mano de sus padres y lo mismo sucede en 1 de cada 4 entre los 15 y los 17 años. Por su parte, 1 de cada 10 víctimas de trata para explotación sexual o laboral son menores de 18 años.
En tanto, por ser víctimas de abuso, violencia, abandono o trato negligente, 3.654 adolescentes de 13 a 17 años viven sin cuidados parentales en instituciones y familias alternativas.
La agencia de la ONU sostiene también que, “aunque los datos existentes son parciales, los adolescentes y jóvenes son las principales víctimas de la violencia institucional“. Según datos relevados entre 2011 y 2015 hubo 207 víctimas menores de 18 años de edad de tortura y/o malos tratos en centros de detención de la provincia de Buenos Aires. Y sólo en 2015 “en la Ciudad de Buenos Aires se produjeron 347 denuncias por hechos violentos hacia niños, niñas y adolescentes por parte de las fuerzas de seguridad, cifra que muestra una tendencia de aumento respecto de los años anteriores”.
El bullying ocupa entre los jóvenes otro lugar preocupante: según datos aportados de la UNESCO, Argentina lidera actualmente los rankings regionales de acoso escolar en escuelas; 4 de cada 10 estudiantes secundarios admite haberlo padecido, mientras que 1 de cada 5 dice sufrir burlas de manera habitual.
Finalmente, el informe destaca que a 12 años de la sanción de la Ley 26.061, que establece en su artículo 47, la creación de la figura del Defensor de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, el cargo aún sigue vacante. Para la Representante Adjunta de Unicef Argentina, “ha costado mucho lograr un consenso de que el defensor es una figura importante, costó tener la madurez política para que el defensor esté fuera del debate político partidario”. Sin embargo, se mostró optimista al señalar que “ahora estamos en un buen camino, esperemos que este año se resuelva y Argentina por fin tenga un defensor después de un trayecto muy largo”.