ANGOLA

Diamantes de sangre: la colonia menonita que ocupa tierras en Angola

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Por Nadia Shira Cohen y Alan Yuhas. Visuals by Nadia Shira Cohen. No hace mucho, el campo donde Charlotte Itala recoge maíz con sus amigos era un terreno de caza donde los habitantes de su pequeña aldea africana capturaban antílopes, jabalíes y búfalos rojos.

Ahora esa tierra ha sido arada por sus nuevos empleadores, un grupo de menonitas de la “vieja colonia”.

Los menonitas, seguidores de una secta cristiana fundada en el siglo XVI, son casi 60 personas en total, la mayoría de las cuales partieron de México hace casi un año para establecer un asentamiento en el noreste de Angola. Como parte de un acuerdo con una empresa minera de diamantes, han desbrozado y cultivado casi 810 hectáreas, con la esperanza de construir una comunidad a la que puedan unirse otros menonitas de toda América.

Las nuevas familias, que utilizan contenedores de carga como viviendas improvisadas, han impresionado a algunos angoleños, pero han despertado temor entre otros. En el pueblo de Itala, Cambanze, a algunos les preocupa que los menonitas sean los últimos forasteros que se instalan sin tener en cuenta a las personas que viven allí.

“Si nos quitan nuestras tierras, no vamos a poder cultivar nuestra mandioca, ¿y entonces qué vamos a comer?”, dijo Itala, que gana 2,50 dólares por siete horas de trabajo en el campo de los menonitas. El dinero no compensa la pérdida del terreno de caza de su aldea, dijo. “Estamos preocupados por nuestro futuro”.

Residentes de Cambanze y menonitas recogiendo troncos y raíces de árboles para preparar la temporada de siembra.

Los menonitas evitan utilizar la palabra “colonia” en su nuevo hogar. A los angoleños les evoca un pasado cruel, ya que durante siglos su país fue explotado por colonos portugueses que comerciaban con materias primas y seres humanos.

Así que llaman a su asentamiento Campos de Esperanza y se describen a sí mismos como socios entusiastas de los angoleños. Dicen que reservarán casi cinco hectáreas de tierras para cada aldea cercana y enseñarán a la gente a cultivar como ellos.

“Angola necesita cultivos y nosotros necesitamos tierras”, dijo Jacob Froese, uno de los menonitas. “Nos veo como una dupla”.

Si bien Angola posee inmensas riquezas petrolíferas y minerales, el país lleva mucho tiempo luchando contra la corrupción generalizada, las altas tasas de desempleo y la pobreza. La mayor parte de la Angola rural tiene poco acceso a la electricidad, y cientos de pueblos como Cambanze dependen de la caza, la cosecha de mandioca y la recolección de larvas de mariposa, que se venden como alimento.

Con la esperanza de aliviar la dependencia de costosas importaciones de alimentos, el gobierno ha intentado promover la agricultura en el noreste de Angola, una región dominada por la minería de diamantes y devastada en el pasado por la larga guerra civil del país.

Por lo general, a las empresas mineras solo se les ofrecen concesiones de cinco años para explorar y excavar terrenos, y deben renovarlas con las autoridades angoleñas. Pero mediante la inversión en agricultura a través de un programa gubernamental, una empresa puede adquirir concesiones mucho más largas.

Los menonitas y una empresa minera, Minas Gema Angola, crearon una asociación que al parecer tiene el potencial de garantizar concesiones de tierras de mayor duración, según los líderes menonitas y Zeca Cassanguidi, empresario y general retirado.

“En nuestro contrato está escrito que si encontramos un diamante tenemos que sentarnos a tener una reunión con Minas Gema para discutir cómo venderlo”, dijo Benjamin Kauenhofen, líder de las familias menonitas. “Los mineros de diamantes nos necesitan. Nos estamos ayudando mutuamente”.

Cassanguidi, quien ayudó a mediar en el acuerdo, dijo que no se permitía a los menonitas incursionar en las tierras de cultivo de las aldeas cercanas, y que los salarios de los trabajadores angoleños aumentarían a medida que los cultivos se convirtieran en cosechas satisfactorias.

“Es importante demostrar que salen alimentos de este lugar que fue un lugar de guerra”, dijo.

El representante de Minas Gema nombrado en el contrato, Marcos de Oliveira Bacurau, dijo que existía un “enorme potencial” para la agricultura en el norte de Angola. “Las minas de diamantes no ocupan físicamente mucha tierra, por lo que la zona es un gran lugar para introducir la agricultura”, dijo.

Endiama, la autoridad estatal angoleña encargada de los diamantes, no respondió a las preguntas sobre las operaciones de Minas Gema en las tierras cultivadas por los menonitas. Cassanguidi dijo que la empresa aún no había encontrado diamantes en la zona.

Diamantes en un punto de venta ilegal de diamantes en Dundo, una ciudad de Angola.

Una oleada de menonitas de la vieja colonia, que rechazan en gran medida las nuevas tecnologías, emigraron de Europa a América hace aproximadamente un siglo. Han establecido una serie de colonias en la Amazonía y más al sur, algunas de las cuales han suscitado protestas e investigaciones.

La oposición de ecologistas y apicultores en México, molestos por la deforestación y el uso por parte de los menonitas de Roundup, un herbicida relacionado con el cáncer, contribuyó a empujar a un grupo de menonitas hacia Angola en busca de tierras para sus familias que crecen con rapidez.

“Existe el sentimiento de que en México no hay futuro para nosotros”, dijo Kauenhofen. “Dicen que los árboles crean oxígeno y talarlos está cambiando el medioambiente. Si tenemos que dejar los árboles, de acuerdo, pero ¿qué vamos a comer? El mundo está creciendo”.

A los menonitas se les ocurrió la idea de trasladarse a Angola después de que un grupo de ellos conoció a una delegación angoleña en un evento agrícola celebrado en Ciudad de México en 2019.

Pero su primer intento, en 2023, acabó en angustia. Los menonitas llegaron solo con visados de turista, tuvieron problemas para lidiar con la burocracia angoleña, se vieron obligados a vivir en tiendas de campaña y perdieron el poco dinero que tenían, en una zona plagada de paludismo. Una niña de 8 años, Lucy, murió a causa de la enfermedad.

Pero decidieron volver a intentarlo, en parte por el acuerdo de concesión de tierras, pero también por sus lazos afectivos. “Quería estar cerca de Lucy”, dijo Berta Harder, la madre de la niña.

Aunque las familias menonitas en Angola intentan en gran medida vivir apartadas de la sociedad, no son tan estrictas a la hora de rechazar la modernización como otros asentamientos de la vieja colonia.

Al igual que esos grupos, hablan plautdietsch o plódich, el dialecto del bajo alemán que utilizan casi exclusivamente los menonitas. Pero palabras en inglés salpican sus frases, y la mayoría de los hombres también saben español. Las tortillas mexicanas se han convertido en un elemento básico de sus comidas y escuchan música de mariachis los domingos. Y ahora que están en Angola, algunos están aprendiendo portugués.

A diferencia de los menonitas de línea más dura, el grupo de Angola utiliza tractores y otros equipos mecánicos. Pero hay límites. “No podemos abrirnos al internet”, dijo Abraham Froese Zacharias. “El internet es maligno”.

Tanto los menonitas como los habitantes de Cambanze sacan agua del mismo riachuelo, de donde cada día transportan recipientes de cinco galones.

Los niños menonitas juegan en las mismas laderas y campos donde Itala y sus amigos lo hacían cuando eran menores. Algunas de las niñas han aprendido a equilibrar cargas sobre sus cabezas, como hacen las mujeres angoleñas.

Monica Zacharias Harder va equilibrando una jarra sobre la cabeza, una habilidad que adquirió observando a las mujeres angoleñas de su entorno.

Pero los menonitas no se ven convirtiendo a los angoleños ni intentando integrarlos en su comunidad. En cambio, esperan que otros menonitas de América se unan a ellos.

“Si no vienen los bolivianos, vamos a llorar”, dijo Juan Harder, padre de Harder, refiriéndose a otro grupo. “Los niños van a crecer y ¿con quién se van a casar?”.

Al igual que los menonitas, el marido de Itala, Tiago Sumixi, está orgulloso de la historia de su familia. Procede de una larga estirpe de cazadores chokwe que se resistieron ferozmente al dominio colonial portugués.

Pero entre la granja y la mina de diamantes que se avecina, él y otros habitantes de Cambanze comparten la creciente ansiedad de estar siendo expulsados.

“Estamos paralizados”, dijo. “No tenemos adónde ir”.

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“La felicidad consiste siempre más en dar, que en recibir”, conocé la historia del posadeño que viajó a Angola para misionar

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Como muchos otros jóvenes, que dedican su vida a ser misioneros laicos, Alan Solis, oriundo de Villa Cabello, Posadas, tomó la decisión de dedicar su vida a los que menos tienen, llevar el evangelio, o como él lo llama “la buena nueva”. Y hace unos años emprendió a otro país, nada más y nada menos que a África. Donde no sólo la cultura, el clima, las tradiciones son distintas, sino la pobreza y los problemas de salud, son más evidentes.

Este joven, nos narra en primera persona, los cambios de cultura, la experiencia de ir tan lejos tras un propósito, el de evangelizar. Algo que comenta, es que no sabe muy bien cómo comenzó, pero se aventuró a dar mucho de sí, su vida, en un desafío enorme, el dejar atrás amistades, familia, hábitos que sólo realizaba en Posadas. En un país que los pocos medios de información pertenecen al estado, cuyo gobierno hace más de 40 años está en las mismas manos, es un gran desafío ya que los pueblos que tienen acceso sólo reciben información oficial, desconociendo otras situaciones. Por ello la importancia en la labor de estos jóvenes que no sólo llevan el evangelio, sino ayudan a muchas comunidades a enterarse de qué está sucediendo en todas las regiones de su país.

Hace cuánto tiempo estas en Angola África.

Bien en Angola África llegue a mediados de abril del 2017, a la provincia de Moxico, que se encuentra al este de Angola, limita con Zambia y república democrática del Congo. De ahí fui a trabajar un año como misionero a un municipio de esta provincia llamada Lumeje Cameia, trabajé con los jóvenes evangelizando por las aldeas y también haciendo actividades con el teatro un método para evangelizar en las zonas periféricas del municipio de Lumeje. Por otra parte, también hicimos formación del catecismo de jóvenes. El trabajo de evangelización que realizábamos con los jóvenes es, casa por casa, llevando el evangelio, el anuncio de la buena nueva, de un Cristo vivo que nos ama y que nos espera con los brazos abiertos siempre.

Para mayo del 2018, vine a Argentina a visitar a mi familia unos 25 días. Volví de nuevo para la Diócesis de Luena, a trabajar y evangelizar en el área de la comunicación, siempre para la Iglesia Católica.

El trabajo que estoy realizando hasta hoy, en primera instancia fue montar la radio Ecclesia lwena 89.3 FM. Desde instalar el transmisor, reparar antenas dipolos, hasta poner las salas técnicas de locución. En esta segunda parte, estamos trabajando en el estudio de tv y estudio de grabación de audio, que prácticamente ya está, lo terminamos en gran parte, ahora solo estamos esperando algunos equipamientos que lleguen para poder ponerlo a funcionar. Por tanto, la radio ya está funcionando con algunos programas al aire y retransmisión de Radio Ecclesia de Luanda 97.5 Fm. Radio Ecclesia, es la Emisora católica de Angola. 

Mientras trabajábamos en montar la radio, por las mañanas, por la tarde, teníamos curso de formación básica de la comunicación sobre, radio, tv, reporte gráfico y cosas básicas del periodismo. Hacíamos una formación básica.

Ahora estamos en un proyecto del Obispo Jesús Tirso Blanco, que es de acá de la Diócesis de Luena. El cual consiste en expandir la radio a los municipios, montar repetidoras para que la evangelización y también la información pueda llegar a lugares rurales. Antes de que exista radio Ecclesia, solo había una radio que era del gobierno y la información era muy poca. Lo próximo a seguir, es llevar la radio a sitios donde no hay diarios, tv, y otros medios de comunicación. Otras de las cosas que se vienen trabajando es un portal online, para noticias, un canal virtual para vídeos y un sistema podcast para poder subir programas de radio en vivo en la web. Vamos avanzando con paciencia, ya que el internet es costoso y muy lenta la velocidad de conexión, todavía. Pero, pienso que se va a mejorar la conexión. Todo esto acá en Moxico, es muy nuevo.

Como fue que te decidiste ir a misionar Angola África

Bien solo Dios sabe cuándo él toca tu corazón para ir a evangelizar, uno no puede entender solo él te guía y te lleva donde te precisa. Yo soy misionero hace ya más de 14 años con el grupo de Inmaculado Corazón de María de (Villa Cabello), fui de misión muchas veces por el interior de Misiones, Corrientes, Chaco, Paraguay. Pero, uno siempre tiene esas ganas de ir más allá de las fronteras y salir un poco de su cultura y tradición. Como decía San Arnoldo Jansen, Preciosa es la vida entregada por la misión. Y la verdad que servir, es una felicidad que yo siento desde que hago esto.

Ahora mi labor, mi trabajo, soy técnico de Radio Ecclesia. Siempre estamos trabajando, enseñando a hacer a otros todo lo que tenga que ver parte técnica. También, a veces colaboro con otras cosas más relacionadas al trabajo del periodismo, haciendo entrevistas, notas y en algunas ocasiones fotografía.

Qué cambios encontraste

En cuanto a costumbres, uno esta tan lejos que debe aculturizarse, a sus tradiciones, a sus comidas, las lenguas que hablan, vestimenta, más en cuanto a creencia y fe. Siempre mantengo mi fe, con la que vine de Argentina, creo en la Iglesia Católica y que Cristo Jesús es nuestro salvador. Pienso que sigo igual, mi cultura y costumbre, son imposibles de perder, ya están en uno, solo que uno acá debe respetar las tradiciones. Una sola cosa me cambio Angola, que es ser más humanitario, a tener paciencia y a no pensar tan rápido los proyectos.

Sí extraño algunas cosas de Misiones. Extraño los amigos, la familia, algunas comidas como, el asado, empanadas, el mate, el buen vino tinto y tal vez el clima de allá. También ver los partidos de River Plate. Lo que extraño de verdad, es ver recitales en vivo, tengo muchos amigos allá, que son músicos. Ir al teatro ver una obra. Aquí eso es muy escaso, rara vez hay un acontecimiento de esto.

Si tengo que hablar de la realidad de Angola, yo pienso que la pobreza existe en todas partes del mundo, solamente que aquí en África se refleja un poco más. La pobreza diría, existe también por la falta del compartir y tener misericordia con el otro.

Angola es un país rico en recursos naturales, el problema es que el gobierno que está en el poder, esta hace más de 45 años al mando. Pasaron por la guerra de independencia con los portugueses y después otra guerra entre dos partidos políticos el MPLA y el partido Unita. En esa última guerra, se empobreció a Angola.

La pobreza que se puede observar aquí no es solo gente de bajos recursos. La pobreza que se ve en las calles es: falta de empleo para la juventud, falta de buenas políticas para una buena educación, mejorar la salud, mejorar las condiciones sociales de los angolanos, mejorar salarios y por sobre todo estabilizar la economía. Falta de Industrias y de empresas que puedan invertir dinero para generar fuentes de trabajo.

Después de ver otra realidad muy golpeada, qué dirías a las personas que dicen que no tienen nada

Les diría que al decir NO tengo, en su pensamiento, ya han perdido la batalla. Y el decir que no tienen nada los va a devorar, los hará y hace tener pensamientos negativos. Les diría que entreguen sus necesidades problemas a Cristo Jesús, que no luchen solos, dejen que Dios luche por ustedes. Recen, crean y tengan fe en Dios, que él va a solucionar los problemas. Pero no quiere decir que Dios hará todo, de ninguna manera, él les dará las armas y fuentes para luchar juntos. Abriéndoles puertas para mejorar su vida, en esto me estoy refiriendo que hay que luchar, procurar hacer algo para poder trabajar. El señor Jesús es Misericordioso y ayuda a todos, él te dará el 50% y el otro 50%, es tu esfuerzo y lucha.

Y a los que tienen y se quejan porque no les alcanza 

Les diría que, cuando tienen, sepan administrar, para aquel día que puedan necesitar. No es gastarse todo hoy, sin dejar nada para mañana. La clave es saber administrar. Y que la vida en sí es luchar todos los días y trabajar. Estamos viviendo tiempos de crisis políticas, como económicas, no es momentos de grandes gastos.

Qué pensás para el futuro

Sobre mi futuro todavía no lo tengo resuelto, pero vengo planificándolo, por ahora voy a esperar un poco más, para poder deducirlo mejor. Hay una música de los cafres que dice: “sueña por el hoy, mañana es ahora”. Por el momento, aún sigo en nuestra labor, a la que todavía falta un poco más. Después aquí, unos meses voy te responder bien esa pregunta. Quiero aprovechar por este medio y pedir una colaboración a la gente de buen corazón, que es una ayuda económica con lo que pueda, sea $50, $100, lo poco es mucho para mí. Para realizar este aporte y acompañar las obras que estamos realizando, Les envío un abrazo a todos, la felicidad consiste siempre más en dar que en recibir, Dios le multiplique por su caridad.

Para ver el trabajo que vienen realizando visitar el Facebook: Alan Solis. Todos aquellos que quieran colaborar con su propósito y la misión, queriendo colaborar con este muchacho que dejó su casa para ayudar a los más necesitados, puede comunicarse con a los teléfonos. +549- 3764294419 o al +549 3764179397 de las hermanas Patricia y Aranza, Solis.

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Arcor fabricará los tradicionales “Bon o Bon” en Angola

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Se trata de la primera fábrica de Arcor fuera de Argentina y América latina, donde ya controla 47 establecimientos productivos. El objetivo del plan en Angola es el de reducir costos e incrementar las ventas de productos como el Bon o Bon que ya se venden en Angola y África
Arcor, la mayor productora de golosinas de la Argentina y una de las mas grandes a nivel internacional, negocia la instalación de una fábrica en Angola. Con ese objetivo, la multinacional cordobesa apunta a asociarse con el Grupo Webcor para desembarcar en esa nación africana abriendo un establecimiento productivo para iniciar la producción de golosinas y galletitas.
Según informó el holding propiedad de la familia cordobesa Pagani a la Comisión Nacional de Valores (CNV), la inversión total que llevará la nueva planta industrial será de u$s45 millones, de los cuales Arcor aportará la mitad, es decir u$s22,5 millones
La operación se encuentra sujeta a la aprobación del gobierno de Angola, lo cual podría ocurrir antes de fin de año. Si se concreta, será la primera fábrica que Arcor abre por fuera de América latina, donde ya está presente con 47 plantas de las cuales 35 se encuentran en Argentina, y el resto se distribuyen entre Brasil, Chile, Perú y México.
En una de sus asambleas de accionistas se detalla el plan de negocios que el grupo quiere llevar adelante en Angola. Según se desprende del comunicado de ese encuentro enviado a la CNV, la idea es cerrar un joint venture con el Grupo Webcor “para el desarrollo conjunto de negocios conjuntos en Angola”.
En la actualidad, la empresa ya exporta una gran cantidad de sus productos a esa nación africana desde hace por lo menos 20 años. De hecho, el Bon o Bon es tan conocido como en Argentina, y será uno de los productos estrella de la nueva fábrica. Su socio en la distribución es precisamente el Grupo Webcor, considerada una de las mayores empresas de logística de ese país.
El objetivo de la asociación entre ambas empresas busca obtener ventajas competitivas en relación a las variables de costos y distribución, incrementar los volúmenes actuales de venta para retomar valores considerados históricos.
Para canalizar las inversiones, Arcor y Webcor firmaron un convenio que crea un holding en Dubai, de la cual ambos grupos controlarán cada uno el 50% del capital. Esa holding será la controlante de la sociedad que se constituirá en Angola a partir de la construcción de la nueva planta industrial donde se fabricarán el Bon o Bon, chupetines y galletitas que también se venderán en otros países africanos como Congo, Zambia, Namibia y Botswana.
De todos modos, el proyecto se encuentra condicionado a que el del gobierno Angola apruebe la planta y permita la repatriación de fondos, y que se obtengan ciertas exenciones impositivas.
El acuerdo también establece aspectos societarios como la conformación del directorio, forma en que se tomarán ciertas decisiones, restricciones para la cesión y venta de acciones y que los gerentes General e Industrial sean nombrados por Arcor y el Financiero por Webcor. Además, la subsidiaria Arcor AG, con sede en Suiza, será la controlante del 50% del nuevo holding con base en Dubai.
De esta forma, el holding cordobés concretaría una fuerte invesión en uno de los principales mercados africanos que tiene una población de 19 millones de habitantes, un PBI de u$s110.000 millones y un crecimiento económico de casi 8% anual. Además, integra la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y es la segunda exportadora de hidrocarburos de África.
Cifras envidiables si se tiene en cuenta la actual coyuntura argentina en donde la economía está a punto de ingresar en recesión por lo menos durante los próximos seis meses. Y donde los productos que fabrica Arcor también se ven afectados por ese negativo escenario y la fuerte caída del consumo, más que nada en el sector de alimentos y bebidas que ya arrastra una caída de dos años y medio ininterrumpidos.
 

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