Acompañado del director del Sanatorio Boratti, el doctor Roberto Boratti; el gobernador Hugo Passalacqua recorrió esta tarde el flamante sector de Neonatología, que la institución pone al servicio de la comunidad.
Con 34 unidades, distribuidas en las áreas de terapia intermedia, terapia intensiva, e internación, el sanatorio duplica su capacidad de atención al recién nacido y la mamá. Todo el cuarto piso completamente nuevo, dispone además de sectores de sustancial importancia para el cuidado del bebé y la madre, como sala de amamantamiento y engorde; de lactancia; y sala de espera. Cuenta además con aparatología médica de última generación proveniente de los Estados Unidos.
El sanatorio realizó una inversión aproximada de 7 millones de pesos, culminando de este modo todo el proyecto asistencial iniciado hace algunos años, según precisó Boratti.
También participaron de la recorrida los doctores Oscar Herrera Ahuad; actual vicegobernador; Walter Villalba, ministro de Salud Pública; Carlos Arce, presidente del IPS; y el director médico del Sanatorio, Manuel Riera.
El Boratti es un sanatorio de referencia en Misiones y la región. Eso también obliga a elevar cada día los estándares de calidad. Roberto Boratti entiende así la administración del sanatorio familiar. Por eso, nunca cesa la inversión y la modernización. En pocos días, con una inversión cercana a los seis millones de pesos, se inaugurará una nueva sala de Neonatología, que ocupará el cuarto piso del moderno sanatorio.
“Nuestra maternidad y nuestra neonatología son puntos de referencia en toda la provincia y en la región, incluso desde Paraguay y la demanda siempre es creciente. Estábamos funcionando en un área del viejo sanatorio y había que modernizarlo”, cuenta Boratti en una entrevista con Economis.
La nueva Neonatología tendrá 24 camas y solo en incubadoras de última tecnología se invirtieron dos millones de pesos. Cuenta con habitaciones de descanso para las madres, salas para médicos y enfermeros y la mejor tecnología para la atención a los recién nacidos.
¿Cómo hace para invertir permanentemente, incluso en momentos de contracción económica?
El proyecto estaba en carpeta desde 2009. Con mucha constancia, prolijo en los números, ordenado y con las ideas claras. Aprendí a no hacer inversiones transitorias. Si vas a hacer algo, hazlo bien. Hay que hacer las cosas para sentirse bien y orgulloso. Es como la familia y los hijos.
El sanatorio Boratti tiene más de seis décadas en Misiones y desde 1985 es manejado por Roberto Boratti, bajo la mirada de su padre Alberto, creador y médico hasta sus últimos días.
Además de la nueva Neonatología, Boratti planea mejorar la infraestructura de los consultorios externos y, sobre todo, agilizar el sistema de atención a personas que “no tienen tiempo”.
Un proyecto en carpeta es replicar un ala del sanatorio en la esquina de Santiago del Estero y San Luis, donde hay una vieja propiedad que fue comprada por el sanatorio. “Queremos contar con más y mejores habitaciones de las que tenemos y que la persona que venga a internarse tenga un ambiente agradable, porque a nadie le gusta internarse y si encima está en un lugar poco amigable, no la va a pasar bien”, anuncia Boratti. Es que el sanatorio se caracteriza justamente por su hotelería, una marca registrada.
Roberto Boratti está en cada uno de los detalles de la modernización del sanatorio.
La inversión también responde al crecimiento de la demanda. “La economía crece todos los años, aunque sea solo por el crecimiento vegetativo, incluso en el peor de los Gobiernos. Entonces hay más demanda que atender”, enumera el médico.
El crecimiento que registra se da incluso en un año en el que hubo una contracción económica y se dieron de baja algunos convenios, como el del PAMI, por demoras en los pagos y una cápita que no cubría los costos. Pese a eso, el resultado económico no se resintió. Es que si bien hubo una baja en el número de pacientes, también se redujeron los costos que demanda la atención de los enfermos de la tercera edad.
Por eso, el sanatorio reorienta su atención a los pacientes de prepagas y la obra social del Instituto de Previsión Social, con un volumen de afiliados sin igual en Misiones. “El que puede optar, sigue acá”, sostiene Boratti, al contar que se sellaron acuerdos con obras sociales de las Fuerzas Armadas y de seguridad, el Poder Judicial, telegrafistas y la UTA.
Boratti considera que la economía “se ordenó” en general y revela que el sanatorio decidió “trabajar para el que nos paga”.
“Por ejemplo, OSDE nos paga el día 24, o el 25. MEDIFE nos paga el día 30 y Swiss Medical paga el 6 de cada mes. El que no paga, le suspendo el servicio”, reconoce.
“Yo fui el primero que me peleé con el de IAMIP cuando no me pagaba, un año no me pagó, todo el 2001. Yo tengo un juicio a cobrar, que terminó cobrando 500 mil mangos, y no sé cuánto más me debían Entonces yo les corté y se enojaron, después corté a Camioneros y se enojaron. Pero no es una cuestión política, pero si yo me estoy pagando con ConSalud por 10 pesos, por qué te voy a cobrar a vos 8. Dame 10 y págame en tal fecha, si no se puede, bueno, no tiene el servicio. Esas son cosas que significan plata y crecimiento en el tiempo. Por eso otros sanatorios tienen problemas”, argumenta.
Pero advierte que la ley de obras sociales y prepagas complica el funcionamiento de los sanatorios porque concede beneficios que no se cubren con los aportes. “Son leyes que tienen fundamento social, pero que el sector privado no puede cubrir. Debemos discutir una nueva ley de prepagas y también revisar los impuestos que paga el sector de la salud. No puedo pagar más Ingresos Brutos que sueldos”, indicó el médico de 64 años que tiene a su cargo a 470 empleados en total, de los cuáles,, 240 corresponden al sanatorio.
“Nosotros en ConSalud teníamos tres planes, uno que era sólo para atención acá, otro que era para seguros a nivel y otro de alta complejidad con un sistema completo, de un día para otro nos metieron a todos en el sistema completo. Yo tengo una paciente que paga 800 pesos de cuota y no estaba incluido en su plan y ya tiene más de 3 trasplantes de médula y gastó más de 4 millones de pesos. ¿Quién paga eso?”, cuestiona.
Las leyes que más le preocupan son la ley de celíacos, que obliga a las prepagas a abonar hasta 500 pesos por mes para la compra de alimentos. “Que saquen los impuestos a los medicamentos sin gluten, hagan una lista y no le transfieran la diferencia a la medicina privada que está para otra cosa”, refuta.
En segundo lugar, indica que la ley de discapacidad generó “negocios paralelos”, pero afecta sustancialmente a las obras sociales. “ConSalud gasta el 15% en discapacidad, que significa que yo no tengo recursos para darle a otro, la mayoría de plata en transporte, en fonoaudiología, maestra integradora”, puntualiza.
Después está la ley de obesidad, que no estaba cubierta y la ley de fertilización asistida. Allí es claro. Obviamente no está en contra de la ley, sino de que los derechos son demasiado amplios. “No es que la mujer no tenga derechos, lo que no pueden hacer es transferir el costo de sus decisiones al resto de la sociedad, si vos postergaste tu embarazo, porque estudiaste, te especializaste, y quisiste prosperar en tu rango, y llegaste a los 40 y querés quedarte embarazada, estamos en un problema. A los 40 años, un tratamiento cuesta 200 mil pesos. No es lo mismo que una joven de 22 que tiene problemas para ser madre o incompatibilidad con el marido. Pero si se te ocurre tener un hijo de grande, págalo vos al tratamiento. Todo eso produce un daño a la medicina privada que es tremendo”, sentencia.
Por cuarto año consecutivo, se entregó la beca al mérito “Doctor Alberto Boratti”, a un estudiante ingresante a la carrera de medicina de la Universidad Católica de las Misiones, quien obtuvo el puntaje más alto en el examen de admisión, y se renovó el beneficio a los alumnos que lograron mantener los promedios que exige el incentivo.
Este año, la beca la obtuvo Lara Cecilia Navarro, quien egresó de un colegio secundario de Posadas con un promedio de 8.70, y aprobó el examen de ingreso con 93.5 puntos.
En el acto, también se renovó la beca a Lucio Federico Gutiérrez, quien fue el primero en acceder al beneficio, y a Naiara Antonella Fassa.
La beca que entrega el Sanatorio Boratti consiste en el pago total de la matrícula durante toda la carrera y se renueva todos los años. Los alumnos deberán tener un promedio mayor a 7 (siete), haber regularizado todas las materias del año y tener aprobado más del 50 por ciento del año anterior.
El beneficio se otorga en homenaje al fundador del sanatorio y como una forma de incentivar a los jóvenes que se destaquen por su dedicación al estudio.
Estuvieron presentes, el Dr. Roberto Boratti, socio gerente del sanatorio, y autoridades de la casa de estudios, Ana Teresita Foth, rectora de la universidad, Jorge Pianesi, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud.
El Dr. Roberto Boratti expresó: “para nuestra organización poder mantener esta beca nos da la posibilidad de recordar a nuestro fundador, a mi padre, y además nos permite aportar a la Ucami que es un emprendimiento muy importante para toda la región”.
Añadió que el beneficio brinda un “pequeño mensaje a la comunidad, de que todas las cosas se logran con esfuerzo, constancia, sacrificio, estudio, nadie aprende las cosas de un día para otro, eso requiere mucho sacrificio”.