CHAGAS

Chagas: una enfermedad silenciosa que alcanza 1.600.000 infectados en la Argentina

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El Chagas es una enfermedad causada por el parásito Tripanosoma Cruzi que puede transmitirse a través de insectos conocido como vinchuca (chinche); y a través de alimentos y líquidos contaminados con las deposiciones de estos insectos vectores.

Una de las particularidades del Chagas es que una madre infectada puede transmitir la enfermedad a su hijo durante el embarazo. Esto se conoce como trasmisión vertical y constituye una de las vías por las que se produce el aumento casos a nivel global. Otro mecanismo de trasmisión es la transfusión no controlada de sangre, trasplante de órganos y vía oral

Como principales efectos de la enfermedad aparecen complicaciones asociadas a problemas cardiovasculares (arritmias, insuficiencia cardíaca y muerte súbita), digestivos (mega vísceras), neurológicos y tromboembólicos.

Los síntomas y las complicaciones del Chagas pueden aparecer hasta 30 años después de la infección por la vinchuca. Se diagnostica a través de un análisis de sangre y tiene cura si se la detecta y trata a tiempo, lo que resulta clave para la prevención de la transmisión vertical (madre-hijo) y para que las personas que padecen esta enfermedad puedan tener una buena calidad de vida, teniendo en cuenta que, solo en Argentina, cerca de medio millón de pacientes con Chagas presentaron problemas del corazón.

En esta línea, la OPS afirmó que es hora de integrar la atención de la enfermedad de Chagas a la red primaria de salud. En muchos países, existen bajas tasas de detección de esta enfermedad y hay barreras para acceder a una asistencia médica adecuada. En los últimos años la enfermedad se ha urbanizado. Antes se manifestaba mayormente en zonas rurales. Aproximadamente el 60% de los pacientes con reacciones positivas para Chagas viven en las grandes urbes.

Los países con más casos estimados en valores absolutos son Argentina, Brasil y México, seguido de Bolivia. Si se tiene en cuenta las vías de transmisión, Bolivia, Argentina y Paraguay (en concreto una amplia región conocida como el Gran Chaco) encabezan los países con mayor número de casos adquiridos por transmisión vectorial.

No obstante, con los movimientos migratorios la enfermedad empezó a tener impacto en países desarrollados de América del Norte, Europa y Asia.

El Dr. Jorge Mitelman y la Dra. Luisa Giménez son docentes e investigadores de la Facultad de Medicina de la Fundación Barceló y referentes de la Sociedad Sudamericana de Cardiología. Junto con profesionales y especialistas de diversas disciplinas, coordinaron un estudio que actualiza el contexto y las variables externas que jugarían un papel importante en el desarrollo de patologías producto de esta parasitosis. El objetivo principal fue establecer “propuestas y acciones que permitan controlar esta enfermedad y poder plantear a los decidores de la Salud Pública una visión integradora de cómo debería recorrerse un camino con un enfoque transdisciplinario, articulando ciencias y conocimientos para resolver los obstáculos e implementar su solución”.   

El Acuerdo Regional de los Expertos en Chagas de las Sociedades de Cardiología Sudamericanas, expone las bases para la cooperación y formulación de objetivos para una intervención eficiente sobre la problemática del Chagas, con un abordaje desde variables como la alimentación y la psicología de las poblaciones vulnerables, la pobreza multidimensional relativa y el cambio climático.

“La estigmatización del Chagas como una enfermedad de pobreza crónica y exclusión social, es también un obstáculo más a la hora de que la población afectada decida pedir ayuda”, señaló la Dra. Mirta Lahams, docente titular de la Lic. en Psicología de la Fundación Barceló.

Por parte de la Fundación Barceló participaron el Dr. Jorge Mitelman y la Dra. Luisa Giménez, jefe y coordinadora, respectivamente, del Departamento de Atención Primaria de la Salud (APS); la Dra. Mirta Lahams -Docente Titular de la Lic. en Psicología-; la Dra. Norma Guezikarian -Directora de la Lic. en Nutrición-; la Lic. Sandra Lilian Cavallaro -Lic. en Ciencias Biológicas-; y Extensionistas del Departamento de APS, Analía Romero y Marcos González.

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En Argentina, cerca de 7 millones de personas están en riesgo de contagiarse la enfermedad de Chagas

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En el marco del Día Mundial de la Enfermedad de Chagas, que se conmemora este 14 de abril, y debido al número elevado de personas en riesgo de contraer esta enfermedad en el país, la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) recomendó a quienes viven en zonas endémicas o tienen un familiar infectado, realizar una consulta médica con el fin de constatar si están contagiados y así prevenir los trastornos cardiológicos graves que puede ocasionar la infección a largo plazo.

De acuerdo con el Consenso sobre la Enfermedad de Chagas elaborado en 2019 por la propia SAC, y sobre la base de cifras estimadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en Argentina hay aproximadamente 7 millones de personas en riesgo de contagiarse, 1.500.000 ya infectados con el parásito que causa el chagas (Trypanosoma Cruzi) y entre 350.000 y 500.000 que ya desarrollaron cardiopatías vinculadas a la progresión de la enfermedad1.

Actualmente, la vinchuca se encuentra en 10 provincias argentinas: Catamarca, Chaco, Córdoba, Formosa, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Salta, San Juan y Santiago del Estero, detalló el Ministerio de Salud de la Nación en el Boletín Epidemiológico N° 616 de agosto de 2022[2].

En tanto, a la fecha de ese boletín, habían obtenido la certificación por la OPS de interrupción de la transmisión vectorial del Chagas otras 9: Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, Misiones, Neuquén, Río Negro, Santa Fe, San Luis y Tucumán.

“La cifra de potenciales contagiados incluye tanto a quienes están infectados y aún no lo saben, como a aquellas personas que, por tener un familiar directo con la enfermedad o vivir en una zona endémica, existe la posibilidad de que en algún momento se contagien. Todos ellos deberían evaluar la posibilidad de hacerse un estudio para prevenirla o diagnosticarla antes de que aparezcan los síntomas”, explicó el Dr. Ahmad Sabra, médico cardiólogo, especialista en clínica cardiológica y terapista, Director del Consejo de Chagas de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).

Para saber si una persona contrajo la enfermedad, debe realizarse un estudio serológico específico para Chagas, es decir un análisis de sangre que detecta los anticuerpos que generó el organismo a causa de la presencia del parásito que causa la enfermedad, el Trypanosoma Cruzy.

En los individuos sin síntomas, existen diferentes técnicas para detectar anticuerpos específicos de Chagas, entre los que se destaca el test de Elisa; el Consenso de la SAC recomienda, en todos los casos, realizar más de una prueba.

Si el análisis resulta positivo, “en niños de hasta 13 años el tratamiento antiparasitario es curativo, porque elimina el parásito del organismo; posterior a esta edad disminuye la posibilidad de realizarlo”, apuntó el Dr. Damián Holownia, médico cardiólogo, especialista en ecodoppler vascular, ecocardiograma y cardiología oncológica e integrante de la Sociedad Argentina de Cardiología.

Una de las formas de transmisión del Chagas es vectorial, a través de la picadura del insecto popularmente conocido como vinchuca, del que predomina en el Cono Sur de América Latina la especie ‘Triatoma infestans’ [3].

“Otra forma de contagio es la vertical o transplacentaria, es decir de la madre embarazada al hijo en cualquier momento del embarazo. Por eso, la Ley Nacional 26.281 establece que pueden hacerse controles gratuitos de Chagas a todas las embarazadas y a los recién nacidos”, afirmó el Dr. Holownia.

La Ley 26.281, aprobada por el Congreso Nacional en 2007, asignó carácter prioritario dentro de las políticas del Ministerio de Salud a la “prevención y control de todas las formas de transmisión de la enfermedad de Chagas, hasta su definitiva erradicación” en el país. La norma establece la realización y notificación de pruebas diagnósticas en toda mujer embarazada, en los recién nacidos, hijos de madres infectadas hasta el primer año de vida, y en el resto de los niños menores de 14 años de las mismas madres, con controles particularmente a los 6 y a los 12 años de edad [4].

El Dr. Holownia, quien se desempeña en la provincia de Tucumán, sostuvo también que en los últimos años el contagio vectorial ha disminuido, mientras que “la transmisión durante el embarazo permite que la enfermedad llegue a lugares donde no existe el vector (vinchuca), debido a la migración de los mismos”.

Además de las formas de contagio ya mencionadas, existe también la transmisión por transfusión de sangre o trasplante de órganos de un donante infectado, “pero este tipo de transmisión, gracias a los controles actuales, ha disminuido mucho”, comentó el Dr. Holownia. “Un paréntesis especial son los pacientes inmunodeprimidos que en algún momento estuvieron en contacto con el Chagas, están propensos a que se reactive y sufra sus complicaciones, de los cuales pueden ser los casos más complicados”, agregó.

En los primeros días tras el contagio, esta enfermedad presenta una fase aguda caracterizada por la elevada cantidad de parásitos en la sangre y se manifiesta con síntomas como fiebre, ganglios inflamados, dolor abdominal, de cabeza, muscular o de pecho, además de náuseas, diarrea o vómitos [5]

Después de esta etapa, que puede extenderse por unos días o pocas semanas, sigue la fase crónica, que no presenta síntomas y puede prolongarse por años, décadas o toda la vida, ya que un porcentaje nunca desarrollará síntomas. Sin embargo, se estima -según lo informado por la OPS- que el 10% de las personas presentará daños digestivos y el 30%, afecciones cardiológicas potencialmente muy severas. 

Los daños cardiológicos causados por el Chagas pueden ser “cualquier tipo de arritmia -ya sea de alta o baja frecuencia-, insuficiencia cardíaca y muerte súbita. El Chagas es una de las patologías que más muerte súbita ocasiona”, advirtió el Dr. Sabra.

El tratamiento del Chagas generalmente incluye la combinación de dos antiparasitarios que, administrados en forma temprana, suelen ser curativos, mientras que en personas mayores contribuyen a retrasar el avance y las complicaciones de la enfermedad.

Para aquellos que ya presentan afecciones cardíacas, se incorporan otras drogas al tratamiento, que actúan contra los síntomas, incluyendo eventualmente también la colocación de marcapasos u otros dispositivos para controlar el ritmo cardíaco e incluso distintas intervenciones quirúrgicas de acuerdo con las necesidades de cada caso en particular. Las complicaciones digestivas se tratan con modificaciones en la dieta y/o medicamentos corticoesteroides, entre otros.

Según cifras de la Dirección de Estadísticas e información de Salud (DEIS), dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, en 2020 murieron 324 personas por Chagas [6], lo que representa casi un deceso diario. Pero los especialistas destacan que esta cifra puede estar muy por debajo de la realidad, ya que los fallecimientos de los infectados se producen por cardiopatías, como la insuficiencia cardíaca o la muerte súbita, y son registradas así, sin que se investigue después si la persona tenía Chagas. 

“Por todo esto, es clave trabajar sobre los asintomáticos -describió el Dr. Sabra-, ya que eso nos permite hacer un seguimiento más estricto del paciente, con controles más frecuentes y, por ejemplo, detectar una arritmia antes de que se transforme en un trastorno mayor u otras alternaciones incipientes que muestren posibles complicaciones que el individuo puede desarrollar a futuro”, concluyó.

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Investigarán factores de riesgo en transmisión materna de Chagas y hepatitis B en la Triple Frontera

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Investigadores del Conicet y Mundo Sano buscarán identificar las causas sociales, económicas, ambientales y culturales que determinan los factores de riesgo de la transmisión materno-infantil de la enfermedad de Chagas y del virus de la hepatitis B en la zona de la Triple Frontera del Chaco Americano, se informó hoy.

El proyecto también se propone evaluar la implementación de la estrategia ETMI Plus (Eliminación de la Transmisión Materno-Infantil de sífilis, VIH, Chagas y Hepatitis B) implementado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cuenta además con el apoyo técnico y financiero de este organismo, del Programa Especial de Investigaciones y Enseñanzas sobre Enfermedades Tropicales (TDR) y de la Universidad de Nagasaki (Japón).

“El objetivo general del proyecto es identificar los factores de riesgo de la transmisión materno-infantil de Chagas y del virus de la hepatitis B y evaluar la implementación de la estrategia ETMI Plus en la región de la triple frontera entre Argentina, Bolivia y Paraguay”, indicó a Télam Victoria Periago, coordinadora científica de la Fundación Mundo Sano e investigadora del Conicet.

Para llevar adelante este objetivo, se realizarán entrevistas a “embarazadas, personal de salud y líderes comunitarios con quienes se evaluarán los diferentes factores que tienen que ver con lo psicosocial, pero también con la atención médica brindada en la zona, con el acceso a los centros de salud, con el transporte y las rutas para poder moverse en la zona, etcétera”, explicó Periago.

En este sentido, recordó que ” la zona de la triple frontera es geográficamente complicada, no hay rutas asfaltadas, no hay centros médicos de alta complejidad, no se pueden hacer ni cesáreas en el hospital de Victoria Este, entonces tienen que ser derivadas a Tartagal (en el caso de Salta), o más lejos en el caso de Paraguay”.

“La idea es justamente dilucidar los motivos por los cuales algunas mujeres van a todos los controles y otras no. Las causas pueden ser múltiples; no las sabemos y a eso apuntamos”, enfatizó.

El trabajo, que apunta además a estimar las tasas de transmisión de estas infecciones, identificar el nivel de acceso a su diagnóstico y tratamiento de las embarazadas y sus recién nacidos, “está planificado para 18 meses, por lo que se espera en septiembre de 2023 poder contar con las conclusiones”, indicó la investigadora.

Desde 2018 la Fundación Mundo Sano, la Asociación para el Desarrollo Sanitario Regional (Adesar) y los ministerios de Salud Pública de Salta (Argentina), Bolivia y Paraguay, implementan el Proyecto de Atención a la Salud Materno Infantil en la Triple Frontera del Chaco Americano.

En la región residen unas 23 mil personas, en su mayoría pertenecientes a pueblos originarios, dispersas geográficamente, con importantes movimientos migratorios internos y condiciones que dificultan el acceso a los servicios de salud.

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El Chagas, una enfermedad “silenciosa” que afecta a un millón y medio de personas en el país

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(Por José Monzón) Identificada en el pasado como la enfermedad de los pobres, el Chagas sigue siendo una amenaza silenciosa para los habitantes de una vasta región de América Latina, que incluye a la Argentina, donde se estima viven cerca de un millón y medio de personas infectada por el parásito, según cálculos de la Organización Mundial de a Salud (OMS).

El Chagas no tiene la visibilidad pública de otras enfermedades que afectan a los sectores urbanos, pero mantiene latente la preocupación y ocupación de las autoridades, del mundo científico y algunas ONGs, que reivindican la utilización de las dos leyes nacionales que existen en la materia: la 26.281, de prevención y control de todas las formas de transmisión de la enfermedad; y la 26.279, de pesquisa neonatal.

Ambas se suman a obligaciones internacionales contraídas por el país por tratarse de una enfermedad endémica presente en varias provincias.

La infección se detecta con un análisis de sangre, el cual se realiza, de manera gratuita, en los centros de salud y hospitales. Dentro de los principales modos de transmisión figuran el de persona gestante a hijo durante el embarazo o el parto y la transmisión vectorial a través del insecto conocido como “vinchuca” o “chinche”, cuando están infectadas con el parásito Trypanosoma cruzi (T.cruzi)

La enfermedad de Chagas es endémica en 21 países de las Américas, desde el sur de los Estados Unidos hasta Argentina y Chile, no obstante lo cual, los flujos migratorios permitieron su expansión a zonas donde antes era desconocida, como otras regiones de Estados Unidos, Europa, Canadá, Japón y Australia.

En Argentina, las provincias que certificaron la eliminación de la transmisión vectorial por Triatoma infestans (la principal especie de vinchuca de Argentina) son Río Negro, Misiones, Neuquén, La Pampa, Entre Ríos, Jujuy, Santa Fe, San Luis, Tucumán, Corrientes, en tanto que las provincias a certificar son Mendoza, San Juan, Catamarca, La Rioja, Córdoba, Salta, Chaco, Santiago del Estero y Formosa.

La enfermedad debe su nombre al médico brasileño Carlos Chagas, que en 1909 realizó el primer diagnóstico de la enfermedad, un trabajo que fue profundizado por el sanitarista argentino Salvador Mazza, quien trabajó e investigó en forma incansable en las regiones más pobres del noroeste.

El Ministerio de Salud de la Nación define al Chagas como una infección causada por un parásito llamado Trypanosoma cruzi (T. cruzi), que generalmente no presenta síntomas y sólo 3 de cada 10 personas infectadas desarrollan la enfermedad. En estos casos, puede afectar el corazón o el sistema digestivo.

Asegura además que el Chagas se puede prevenir, tratar y curar si se detecta a tiempo, y además no se transmite a través de la lactancia, ni por convivir, besar, abrazar o tener relaciones sexuales con personas que tienen la enfermedad.

“Argentina sancionó en 2007 la ley que dictamina como obligatoria la realización y notificación de pruebas diagnósticas para todas las mujeres embarazadas, recién nacidos de madres con Chagas y sus otros hijos, así como también el control de las donaciones de sangre y órganos”, explicó a Télam Andrea Gómez Bravo, representante de la Fundación Mundo Sano, la principal organización no gubernamental dedicada al seguimiento y tratamiento del Chagas y otras enfermedades como el Dengue, el Zika y el Chikunguya.

El trabajo de la fundación, asegura Gómez Bravo, se vincula y se enmarca en las actuales estrategias regionales y mundiales establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y contribuye con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.

“Argentina -explicó- cuenta con importantes institutos de investigación reconocidos regionalmente como son el Instituto Nacional de Parasitología Mario Fatala Chaben y el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular Ingebi-Conicet y en la región es reconocida por tener el laboratorio productor del benznidazol, medicamento indicado para el tratamiento etiológico del Chagas, que cuenta con aprobaciones de agencias regionales de diferentes países y de la FDA de los Estados Unidos”.

“A nivel mundial muchas instituciones y organizaciones aportan a la lucha contra la enfermedad desde diferentes enfoques. En la actualidad, los esfuerzos se centran en encontrar herramientas para mejorar el acceso al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad con el desarrollo de nuevas técnicas diagnósticas que puedan ser implementadas en terreno, que sean rápidas, seguras y accesibles”, dijo Gómez Bravo.

Explicó que los programas de la Fundación en relación al Chagas “están focalizados en la

Vigilancia y control entomológico, el mejoramiento sanitario de viviendas rurales con participación comunitaria y el acceso al diagnóstico y tratamiento”.

En la actualidad, entre 6 y 8 millones de personas padecen Chagas en el mundo, de las cuales 1,2 millón son mujeres en edad fértil, lo que determina que cada año, 9.000 bebés nazcan con esa enfermedad y la mayoría no acceda al diagnóstico ni al tratamiento.

“Nuestro mayor objetivo es lograr que en 2030 ningún bebé nazca con Chagas, es decir, que el 100 por ciento de las mujeres en edad fértil hayan sido diagnosticadas y tratadas. Para ello llevamos a cabo el programa de vigilancia y control de vectores (vinchucas) con mejoramiento sanitario de viviendas rurales, que incluye acciones de vigilancia y control entomológico y el mejoramiento sanitario de viviendas rurales con participación comunitaria de los habitantes del lugar”, dijo Gómez Bravo.

“En las áreas endémicas de Argentina, brindamos la posibilidad de acceder de manera gratuita al diagnóstico del Chagas a través de operativos serológicos in situ, y a todas aquellas personas con resultado positivo les facilitamos la posibilidad de realizar su tratamiento y seguimiento con nuestro personal médico. Y en área no endémica, realizamos la captación de madres con Chagas y sus niños y para brindarles acceso a diagnóstico y tratamiento”, aseguró.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Chagas es una enfermedad casi 100 por ciento curable si se trata en sus etapas iniciales con los medicamentos: Benznidazol y Nifurtimox. Es endémica en 21 países de las Américas (Sur, Centro y Norte) y afecta a un estimado de 6 millones de personas, con un registro de 30.000 nuevos casos cada año, 12.000 muertes en promedio y 8.000 recién nacidos se infectan durante la gestación.

En el mundo cerca de 28 millones de personas están en riesgo de infección, de 7 a 8 millones están infectados actualmente y 3 millones sufren de enfermedad crónica, en tanto que en las últimas décadas se ha expandido debido a fenómenos migratorios de pacientes infectados desde Latinoamérica. Actualmente hay 300.000 personas infectadas en los EEUU y más de 80.000 en Europa. Cada año son comunicados aproximadamente 56.000 nuevos casos, principalmente niños.

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Día nacional por una Argentina sin Chagas

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Con motivo del Día Nacional por una Argentina sin Chagas y bajo el lema Por una vida sin Chagas el Programa Provincial de Chagas de la Subsecretaría de Atención Primaria y Salud Ambiental del Ministerio de Salud Pública, en conjunto con el Instituto Municipal  de Vigilancia y Control de Vectores de Posadas, realizó actividades de prevención y promoción comunitaria en la Plaza San Martín de la ciudad de Posadas.
Hubo consejería sobre diagnóstico y seguimiento del Chagas, entrega de folletería y educación incidental. Participaron los alumnos de la Escuela N° 1 Félix de Azara y del CEP N° 4. También estuvieron presentes el Secretario de Salud Municipal, Bqco. Alejandro Martínez y el Subsecretario de Atención Primaria, Dr. Norberto Sotelo.
El Día Nacional por una Argentina sin Chagas se conmemora desde el año 2011 todos los últimos viernes del mes de agosto, por iniciativa del Ministerio de Salud de la Nación y la adhesión de las provincias.
La elección del último viernes del mes de agosto se debe a que durante la época estival se registra una mayor actividad y reproducción del agente transmisor de la enfermedad, la vinchuca, lo que puede llegar a producir un aumento de la densidad poblacional de este vector en las viviendas. Cabe destacar que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) certificó en el 2012 que la provincia de Misiones consiguió erradicar la transmisión vectorial del mal de Chagas, lo cual representa un avance hacia el control definitivo de la enfermedad.
La resolución no significa la erradicación de la afección, teniendo en cuenta de que se trata de una enfermedad endémica, sino que indica que las acciones emprendidas por las autoridades sanitarias de la provincia contribuyeron a frenar el avance y a detener el contagio por la picadura de la vinchuca.
La conmemoración por el Día Nacional por una Argentina sin Chagas fue establecida por ley el 02 de julio de 2014, y luego promulgada como Ley Nacional 26.945 el 07 de agosto del mismo año.
Recordemos que la enfermedad es causada por el parásito Trypanosoma cruzi, encontrado e las heces de la vinchuca

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