Chequeado fue reconocido con el premio al Mejor Proyecto de Fact checking a nivel global en los Digital Media Awards Worldwide 2025, el certamen que organiza WAN-IFRA (Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias) para destacar la excelencia y la innovación en medios digitales de todo el mundo.
El galardón fue otorgado por el especial “Promesas Chequeadas: qué dicen los datos sobre el cumplimiento de los compromisos asumidos por Milei ante el electorado”, que evalúa con evidencia el grado de cumplimiento de las promesas de campaña de los presidentes argentinos en ejercicio desde 2016 y, en este caso, del presidente Javier Milei El anuncio se realizó hoy en el marco del World News Media Congress, celebrado en Cracovia, Polonia.
“Este premio global es un estímulo que nos motiva a seguir ayudando a las personas a tomar decisiones informadas a través del periodismo de verificación, la educación y la tecnología”, señaló Franco Piccato, director Ejecutivo de Chequeado. “Nos sentimos honrados de traer a la Argentina este reconocimiento internacional por un proyecto que, desde 2016, aporta transparencia y exige rendición de cuentas de los mandatarios hacia la ciudadanía sobre el cumplimiento de las promesas electorales”.
Chequeado compartió la terna con proyectos destacados como Scamguard, de The Quint (India), y VerificAudio, de PRISA Media (España).
Este reconocimiento internacional subraya el impacto y la calidad del trabajo de la organización en el panorama global del periodismo de verificación y consolida a Chequeado como un referente mundial en la lucha contra la desinformación, la integridad de la información, el desarrollo de tecnología e innovación en este campo y en la promoción de un debate público basado en evidencia.
Los Digital Media Awards Worldwide son el certamen internacional que reúne a los ganadores regionales de África, Asia Pacífico, Europa, América y el sur de Asia, seleccionando a los mejores proyectos digitales de medios a nivel global. Cada año, WAN-IFRA distingue iniciativas que impulsan la innovación, la calidad periodística y el uso creativo de la tecnología.
Promesas Chequeadas
El especial galardonado forma parte de una iniciativa que Chequeado desarrolla desde 2016 para hacer seguimiento al cumplimiento de los compromisos asumidos por cada presidente argentino durante su campaña electoral. En la edición 2024, se analizaron 20 promesas clave de Javier Milei —extraídas del debate presidencial y de su plataforma electoral— y se verificó su grado de cumplimiento a partir de evidencia oficial, documentos públicos y el análisis de expertos.
Cada compromiso se clasifica en cuatro categorías: cumplido, en proceso (adelantado o demorado), e incumplido. El trabajo se presenta en un especial interactivo, con visualizaciones, explicaciones accesibles y enlaces a fuentes originales para asegurar la transparencia del proceso.
“El valor de esta iniciativa no se limita a informar con datos verificados: también impulsa el pensamiento crítico y promueve un debate basado en evidencia, en un contexto de creciente desinformación y polarización”, agregó Piccato.
Promesas Chequeadas combina periodismo de verificación, tecnología, comunicación multiplataforma y un fuerte trabajo de visualización de datos, con el objetivo de llegar a públicos diversos. La información se adapta a múltiples formatos —desde informes detallados hasta videos breves y gráficos para redes sociales— y promueve la interacción con la audiencia.
Además, el proyecto no se limita al primer año de gestión: las promesas son monitoreadas durante todo el mandato presidencial, construyendo así una radiografía continua del cumplimiento y aportando un archivo histórico de rendición de cuentas en la Argentina.
El equipo de Chequeado, analizó las afirmaciones de Javier Milei sobre el “El Conicet que tiene 35 mil personas mientras la La NASA, 17 mil y produce más”.
Según el ranking SCImago 2023, que evalúa entre otras cosas la productividad científica dentro de la categoría de organismos gubernamentales, el Conicet aparece en el puesto 22 y la NASA en el 28, entre más de 1.700 instituciones del mundo evaluadas.
Esto es así a pesar de que en la Argentina el Conicet tiene un presupuesto en dólares 72 veces menor al de la NASA, y que el Estado nacional destina menos recursos sobre el PBI que el Gobierno de los Estados Unidos.
Además, no es correcto comparar en términos de cantidad de personal al Conicet con la NASA, ya que ambos organismos no tienen las mismas finalidades y funciones. El equivalente argentino de la NASA es la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que está conformada por 288 personas.
El miércoles pasado, en el programa “A Dos Voces” del canal Todo Noticias (TN), el candidato presidencial Javier Milei (La Libertad Avanza) cuestionó la productividad del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), aseguró que “como existe hoy hay que cerrarlo” y dijo: “El Conicet hoy tiene 35 mil personas. La NASA tiene 17 mil. Me parece que el Conicet no produce en línea con lo que produce la NASA. O sea, la productividad del Conicet es bastante cuestionable. La NASA, digamos, me parece que produce un poquito más”.
Sin embargo, esto es falso. En el SCImago Institutions Ranking 2023 (SIR, por sus siglas en inglés) -uno de los más prestigiosos rankings del mundo centrados específicamente en la evaluación de la productividad científica de las instituciones-, dentro de la categoría de organismos gubernamentales, el Conicet aparece en el puesto 22 y la NASA en el 28, entre más de 1.700 instituciones.
Esto es así a pesar de que en la Argentina el Conicet tiene un presupuesto en dólares 72 veces menor al de la NASA, y que el Estado nacional destina menos recursos sobre el PBI que el Gobierno de los Estados Unidos.
Además, no es correcto comparar en términos de cantidad de personal al Conicet con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés), ya que ambos organismos no tienen las mismas finalidades y funciones. El equivalente argentino de la NASA es la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que está conformada por 288 personas.
Qué dicen los datos respecto a la inversión en investigación y desarrollo y a la productividad de los científicos
Los números están lejos de sostener el argumento de Milei sobre la productividad del sector científico. En primer lugar, la NASA tiene un presupuesto anual de US$ 23.200 millones (2021). En cambio, el presupuesto 2023 del Conicet asciende a $ 111.707 millones (US$ 319 millones al dólar oficial y US$ 169,88 millones al dólar MEP).
Además, de acuerdo con un análisis del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación en base a datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (2020), la Argentina (0,31%) tiene una menor participación porcentual de la inversión en investigación y desarrollo financiada por el sector público respecto del Producto Bruto Interno (PBI) que los Estados Unidos (0,68%).
Si se analiza la inversión total en investigación y desarrollo respecto del PBI, en la Argentina representa el 0,52% y en los Estados Unidos 3,45%. Israel encabeza el ranking con una inversión del 5,44% de su PBI, seguido por Corea (4,81%).
Por otro lado, en el SIR, dentro de la categoría de organismos gubernamentales, el Conicet aparece en el puesto 22 entre más de 1.700 instituciones rankeadas. En ese mismo ranking, la NASA, el organismo citado por Milei, aparece en el puesto 28.
Encabeza el ranking la Academia China de las Ciencias, el Ministerio de Educación de la República Popular China, el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia y la Academia de Ciencias de Rusia. También en el ranking aparecen antes del Conicet, 2 instituciones de los Estados Unidos: el Centro Nacional para la Información Biotecnológica y el Joint BioEnergy Institute, que depende del Departamento de Energía.
Vale aclarar que el SIR es un ranking de instituciones de educación superior y centros de investigación que se realiza desde 2009 utilizando como fuente la base de datos científica Scopus. El proceso de medición se realiza a partir de 17 indicadores que miden el total de publicaciones científicas, el factor de impacto, el liderazgo científico adquirido a nivel institucional y la colaboración internacional, entre otras variables.
En cuanto a las patentes -otro indicador cuantitativo utilizado habitualmente para medir la productividad científica de una institución-, actualmente el Conicet tiene 985 patentes activas y hay 55 empresas de base tecnológica que fueron creadas por investigadores del organismo y que crecieron por la inyección de capital privado, según datos del área de vinculación tecnológica del Conicet.
En tanto, la cartera de patentes de la NASA, administrada por el Programa de Transferencia de Tecnología de la agencia, incluye más de mil tecnologías en categorías como fabricación, óptica y sensores, y está disponible para uso industrial a través de acuerdos de licencia, según su sitio web.
La NASA no equivale al Conicet, sino a la CONAE
El candidato a presidente por La Libertad Avanza comparó al Conicet con la NASA de los Estados Unidos.
Sin embargo, esta comparación en cuanto a cantidad de personal es incorrecta, según los especialistas consultados por Chequeado: Roberto Salvarezza, ex ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación durante los 2 primeros años del gobierno de Alberto Fernandez (Frente de Todos) y actual presidente del directorio de la empresa Y-TEC, y Agustín Campero, ex secretario de Articulación Científico Tecnológica del ministerio durante el gobierno de Mauricio Macri (Cambiemos) y actual presidente de la Fundación Alem.
En primer lugar, la NASA de los Estados Unidos y el Conicet de la Argentina no tienen las mismas finalidades y funciones. La NASA “ayuda a entender y proteger el planeta, y explorar el universo”; esto es, se dedica a una temática específica: la aeronáutica y el espacio. De esta forma, la NASA equivale, en la Argentina, a la CONAE.
Este organismo fue el encargado de desarrollar, entre otras, las misiones satelitales Saocom de Observación de la Tierra con el lanzamiento de los satélites Saocom 1A, el 7 de octubre de 2018, y el Saocom 1B, el 30 de agosto de 2020. De hecho, la NASA y la CONAE firmaron recientemente un convenio de cooperación espacial internacional dentro del Programa Artemisa cuyo objetivo es llevar la próxima misión tripulada a la Luna y la primera a Marte.
En cambio, el Conicet “es el principal organismo dedicado a fomentar y financiar la investigación científica y tecnológica en la Argentina”, y fue creado por Decreto Ley N° 1291 el 5 de febrero de 1958. Su actividad se desarrolla en 4 grandes áreas del conocimiento: ciencias biológicas y de la salud, ciencias exactas y naturales, ciencias sociales y humanidades y ciencias agrarias, de ingeniería y de materiales.
Chequeado consultó al equipo de Prensa del candidato de La Libertad Avanza para saber qué dato había utilizado como fuente, pero al momento de la publicación de esta nota no había obtenido respuesta.
Qué cantidad de personal tiene cada organismo
Por otro lado, algunas de las cifras citadas por Milei también son incorrectas. Según el informe “Dotación de personal de la administración pública nacional, empresas y sociedades” del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) a junio de 2023 (últimos disponibles), el Conicet está conformado por 28.359 personas, no 35 mil como dijo el candidato.
En su web, se puede leer que, “actualmente, se desempeñan en el organismo más de 11.800 investigadores e investigadoras, más de 11.800 becarios y becarias de doctorado y postdoctorado, más de 2.900 técnicos, técnicas y profesionales de apoyo a la investigación y aproximadamente 1.500 administrativos y administrativas distribuidos a lo largo del país”.
Por su parte, la CONAE que, al igual que el Conicet, está bajo la órbita del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, está conformada por 288 personas, mientras que en su equivalente en los Estados Unidos, la NASA, trabajan cerca de 18 mil personas, de acuerdo con la propia página web de la Administración.
Allí también se detalla que la NASA “trabaja con más contratistas estadounidenses, académicos y socios comerciales e internacionales para explorar, descubrir y expandir el conocimiento en beneficio de la humanidad”. De hecho, desde el anuncio en 2004 del retiro de la flota de transbordadores espaciales, la NASA subcontrata diferentes empresas como SpaceX para, por ejemplo, llevar astronautas a la Estación Espacial Internacional.
Además, los especialistas concuerdan que, para comparar los recursos humanos dedicados a investigación y desarrollo entre países, lo adecuado es utilizar el indicador “investigadores por cada mil integrantes de la población económicamente activa” (PEA); es decir, personas que trabajan o buscan empleo activamente.
Así, la Argentina tiene 3,01 investigadores/as en jornada completa cada mil integrantes de la PEA, mientras que los Estados Unidos tiene 9,62, según los últimos datos disponibles (2021) de la OCDE y RICYT.
Por lo tanto, lo que dijo Milei es falso. Según el ranking SCImago, que evalúa la productividad científica dentro la categoría de organismos gubernamentales, el Conicet aparece en el puesto 22 y la NASA en el 28, entre más de 1.700 instituciones del mundo evaluadas.
Esto es así a pesar de que en la Argentina el Conicet tiene un presupuesto en dólares 72 veces menor al de la NASA, y que el Estado nacional destina menos recursos sobre el PBI que el Gobierno de los Estados Unidos. Además, no es correcto comparar en términos de cantidad de personal al Conicet con la NASA, ya que ambos organismos no tienen las mismas finalidades y funciones.
Circula un video en WhatsApp que sostiene que el virus no sobrevive en el vino, lo cual es verdadero, pero no por las razones que enumera la pieza.
El video también recomienda el vino para la higiene de la cavidad bucal y la faringe, “donde anidan los virus durante las infecciones”.
Una especialista señala que “el grado de alcohol que contiene el vino no es desinfectante”. Además, el virus puede entrar por la nariz y por los ojos.
Chequeado – Circula en WhatsApp un video que afirma que, según la Federación Española de Enología (FEAE), la supervivencia del virus en el vino parece imposible y “el consumo moderado de vino puede contribuir a una mejor higiene de la cavidad bucal y la faringe, esta última zona donde anidan los virus durante las infecciones”. La FEAE sacó un comunicado con esos argumentos, pero, aunque es verdad que el virus no sobrevive en el vino -no por las razones que sostiene la FEAE-, no hay evidencia de que las propiedades de la bebida sean beneficiosas para tratar o prevenir la enfermedad COVID-19.
La pieza está firmada por “Don Leo”, una marca mexicana de vinos, y está subido a la página oficial de la empresa. Allí, se citan los argumentos de la FEAE, que también fueron publicados en la página oficial de la federación, en los cuales detallan que “la supervivencia del virus en el vino parece imposible porque la combinación concomitante de la presencia de alcohol, un ambiente hipotónico, y la presencia de polifenoles, impide la vida y la multiplicación del propio virus”.
Además, el video señala: “La FEAE aclara que el consumo moderado y responsable de vino puede contribuir a una mejor higiene de la cavidad bucal y la faringe, esta última zona donde anidan los virus durante las infecciones”.
Días después de la publicación del primer mensaje, la Federación sacó otro comunicado donde aclaró algunas interpretaciones erróneas de la publicación: “Queremos reiterar que la naturaleza de dicho comunicado era la de trasladar una información consensuada entre países a modo de recomendación” y aclaró que, “en ningún caso, en el comunicado inicial se ha afirmado ni aseverado que haya una relación directa entre el consumo moderado de vino y la prevención de contagio por coronavirus”.
El coronavirus no sobrevive en el vino por ausencia de células de mamíferos en las que hospedarse
Maldito Bulo, un medio verificador de datos español, consultó a la viróloga Sonia Zuñiga, investigadora de coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología, quien afirmó que el coronavirus no sobrevive en el vino pero por no la presencia de las sustancias de la bebida que afirma la Federación Española de Enología, “sino por la ausencia de células de mamífero en las que se multiplique el virus”. Y agregó: “Dado el origen del vino (uva, levaduras, etc…) no hay manera de que el coronavirus infecte nada vivo ahí durante el proceso de producción”.
Respecto a si puede contribuir “a una mejor higiene” de la zona “donde anidan los virus durante las infecciones”, Zuñiga pide no confundir el vino con un desinfectante bucal. “En primer lugar, el grado de alcohol que contiene el vino no es desinfectante. En segundo lugar, el virus no sólo entra al organismo por la cavidad bucal y la faringe, sino que también entra por la nariz. En tercer lugar, una vez que el virus infecta en una célula del individuo, se multiplica dentro de la célula y se distribuye al resto del organismo ‘de célula a célula’ y no se encuentra libre en las superficies de las mucosas como para estar en contacto con el alcohol”.
Ninguna sustancia previene la COVID-19
Como explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), todavía no existe una vacuna, medicamento o tratamiento contra el coronavirus para prevenir o tratar la COVID-2019. De hecho, tampoco hay evidencia de que ningún alimento o bebida prevenga o cure esta enfermedad.
Este chequeo es parte de la iniciativa Third Party Fact-checker de Facebook en la Argentina. En los casos de fotos y videos trabajamos con imágenes trucadas o sacadas de contexto y siempre analizamos en conjunto las imágenes junto con el texto con el que fueron presentadas.
En WhatsApp se difunden cadenas que ofrecen sumas de dinero, alimentos de supermercados o inscripciones a subsidios estatales por formularios de Google.
Se trata de anuncios falsos y el objetivo de los contenidos es robar datos personales.
Los especialistas señalan que lo más importante es verificar la fuente oficial y no compartir contenidos sin chequear.
Chequeado – Circulan diversos mensajes por Whatsapp con supuestos bonos de dinero, cajas de alimentos o formularios para inscribirse a supuestos subsidios que invitar a mandar una foto del documento de identidad. En realidad estos mensajes son falsos y tienen otro fin: robar los datos personales de los usuarios.
¿Qué mensajes están circulando?
Uno de ellos sugiere que “la OMS y el Gobierno han destinado un BONO de dinero para todos los paises por Motivo de CUARENTENA (CORONA VIRUS)” (sic) e invita a conseguir el bono en un enlace.
Otro invita a recibir una “ayuda alimenticia de los supermercados” para todos los países a través de un link también “por motivo de cuarentena”.
El tercero suplanta lo anterior por una “caja de alimentos a cada familia gratis en cualquier pais” (sic) de la reconocida cadena de supermercados Walmart.
El último chat se trata de 2 cadenas sobre un supuesto subsidio de $ 5 mil por mes -una especifica que es durante un mes mientras que la otra señala que es por 3- (ver acá y acá) “para personas que no tengan trabajo en blanco, no sean monotributistas ni pensionadas ni tengan un plan social nacional”. El requisito sería “tener documento”, y tener entre 18 y 65 años. Además, uno de los 2 mensajes -cuyos formularios ya no se encuentran abiertos- fijaba un plazo de inscripción hasta el domingo último e invitaba a compartir la foto del documento.
Ni OMS ni Walmart ni subsidio estatal por formulario de Google
La OMS no citó en ningún comunicado oficial un envío de un bono de dinero a los países, ni en su página web ni en sus redes sociales (ver acá y acá). Esta desinformación también fue verificada por Maldito Bulo y Verificado, sitios de fact-checking de España y México, respectivamente. El contenido llegó al menos 8 veces al número de WhatsApp de Chequeado (+54 9 11 3679-0690) para ser verificado.
Walmart tampoco está regalando cajas de alimentos. Así lo confirmó Juan Pablo Quiroga, gerente de Relaciones Institucionales de la cadena a Chequeado. “Lamentablemente, se trata de una versión falsa. Es una situación que -en el último tiempo- se repite en cuanto a promociones, beneficios y búsqueda de empleo”, explicó Quiroga e instó a visitar siempre los canales oficiales de la empresa para enterarse de las novedades.
Los formularios de Google para un supuesto subsidio del Gobierno también son falsos, según confirmaron a este medio desde el sector de Prensa del Ministerio de Economía de la Nación.
Los mensajes llegaron al menos 13 veces al número de WhatsApp de Chequeado (+54 9 11 3679-0690) para ser verificados. Las cadenas se viralizaron en medio de los anuncios del Gobierno para monotributistas y trabajadores informales, que incluyó la creación de un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de $ 10 mil sólo por el mes de abril -aunque podría extenderse- enfocadas en los sectores más desprotegidos de la economía.
En la conferencia de prensa en la que se anunció esta medida, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, explicó cómo funcionará la inscripción: “El sistema va a ser muy simple. No hay que llenar ninguna planilla, va a haber una página en donde va a tener que inscribirse, muchos de ellos los datos ya los tiene Anses. Si tiene cuenta bancaria va a tener que indicar si la tiene, si no vamos a arbitrar otros medios para que pueda recibir el dinero sin problemas”. Es decir, ningún formulario de Google.
La información oficial está publicada en este link de ANSES y la preinscripción comenzará hoy.
Horacio Azzolin, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), que depende del Ministerio Público Fiscal, confirmó a Chequeado que la unidad recibió reportes por mail de las cadenas y avisó preventivamente a Google “que eran casos de phishing [N.de R: término informático usado para referirse a la técnica de robar datos personales]-, para que baje los enlaces”.
Juani Belbis, coordinador de Comunicación y Comunidad de la Iniciativa Latinoamericana de Datos Abiertos (ILDA) y docente de la UBA y Austral, precisó a este medio que, estos datos son usados para “luego hacer operaciones comerciales o económicas o financiera con tu plata”. “En general, -precisó el experto- el objetivo del phishing es poder acceder a información que le sirva al que está cometiendo el ilícito, que pueda hacer un fraude a través de la personificación en espacios digitales de la persona a la que le robaron los datos”.
¿Cómo detectamos que estas cadenas son falsas?
Lo mejor es siempre consultar a la fuente oficial.
“Hay que tratar de, en general, en vez de hacer click ahí, ir a la web original a ver si eso es real. Si aún así no lo puedo comprobar y quiero entrar en ese link, una vez que entre, es ver si ese link está dentro de la web oficial del organismo o empresa que dice ser la que genera el beneficio” o si redirecciona a otra que no lo es, detalló Belbis.
En la misma línea, Azzolin indicó: “Básicamente, el Estado no te ofrece cosas por WhatsApp. Hay que seguir los canales oficiales. El propio ministro de Trabajo en la conferencia de prensa donde anunciaba los subsidios explicó cómo se iban a otorgar”. Respecto a las cadenas de alimentos, retrucó: “¿Cuando viste que un súper haga eso anunciandolo solo por esa vía?”.
¿Qué podemos hacer para frenar las cadenas falsas?
Prestar atención a la fuente del contenido y no compartir aquella que no sea información oficial. Frente a una cadena de WhatsApp que dice “Reenviado”, prestar especial atención, porque eso significa que el autor de ese contenido no está claro y no es quien mandó el mensaje.
“Siempre ir a canales oficiales; evitar o ignorar cadenas de mails y WhatsApp y no reenviar información no chequeada”, enfatizó el titular de la UFECI.
Además de la cercanía de la persona que nos envía el mensaje y del deseo de “ser solidario con el otro”, Belbis destacó al aislamiento preventivo social y obligatorio como un factor que contribuye a la difusión de este tipo de contenidos. “El encierro hace que haya más gente conectada, más gente en las redes sociales, más gente en los grupos de WhatsApp, más gente mandando cosas, y eso hace que estadísticamente la probabilidad de que se pase un mensaje falso sea más alta, porque hay más mensajes circulando”.
Una cadena falsa que circula por WhatsApp señala que los seguros no van a cubrir los gastos de aquellas personas que tengan un siniestro vial si no justifican por qué circulaban en medio de la cuarentena.
La propia Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) aclaró que no es real toda aquella información “que circule a través de otros canales que no sean los sitios oficiales del Gobierno o las redes sociales verificadas de la SSN”.
Y no hay ninguna medida similar en ninguno de los canales oficiales que posee este organismo del Estado.
Chequeado – Circula por WhatsApp y Facebook un texto que afirma: “Desde mañana los seguros no van a cubrir las pólizas de autos por cualquier siniestro que suceda violando el decreto de aislamiento. Sino puede justificar el motivo por el cual circulaba, no lo va a cubrir por ser falta grave del asegurado (sic)”. Todo esto es falso.
Desde la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) aclararon que “no existe ninguna información fehaciente que circule a través de otros canales” que no sean los oficiales del organismo. Y en su página web y en sus cuentas de redes sociales no se informó nada similar a lo que se afirma en la cadena viral (ver acá, acá y acá).
Ante una consulta de Chequeado, desde la SSN aclararon que “toda comunicación, circular y/o resolución en el marco de la Emergencia Sanitaria declarada por la Ley N° 27.541 y ampliada por el Decreto N° 260/20, será comunicada a través de los canales habituales” del organismo.
En las publicaciones que realizó la SSN en su página oficialno se comunicó nada parecido a lo que circula en redes. Tampoco en el contenido que compartieron en las cuentas oficiales que la SSN posee en Twitter, Instagram y LinkedIn.
Finalmente, el ente público aclaró que “la propagación de contenidos falsos no sólo resulta nociva tanto para los asegurados como para las empresas aseguradoras sino que menoscaba el trabajo de las autoridades del Organismo”.
Este chequeo es parte de la iniciativa Third Party Fact-checker de Facebook en la Argentina. En los casos de fotos y videos trabajamos con imágenes trucadas o sacadas de contexto y siempre analizamos en conjunto las imágenes junto con el texto con el que fueron presentadas.