Dilma

El derrumbe de Sergio Moro

Compartí esta noticia !

Las revelaciones periodísticas del portal The Incercept generan fisuras en el gobierno de Brasil. Un sector importante del Poder Judicial considera viciado el proceso conocido como Lava Jato y está proclive a rever la condena del ex presidente Lula Da Silva. El próximo miércoles el ministro de Justicia Sergio Moro deberá dar explicaciones en el Congreso. El pedido de libertad del Partido de los Trabajadores comienza a ganar adhesiones parlamentarias y al mismo tiempo Jair Bolsonaro muestra un apoyo incondicional a su ministro.

Por . El ministro de Justicia Sergio Moro deberá concurrir el próximo miércoles al Congreso a responder una batería de preguntas sobre las filtraciones periodísticas que lo muestran presionando al jefe de los fiscales Deltan Dallagnol para inculpar al ex presidente Lula Da Silva en el marco del proceso conocido como Lava Jato. El ex fiscal de Curitiba, presentado por el presidente Jair Bolsonaro como la reserva moral del gobierno, llegará al Parlamento golpeado en su imagen pública. En ese sentido, resuenan las palabras del columnista del influyente diario Folha Do Sao Paulo Igor Gielow, quién título este martes su artículo de opinión con un título sugestivo: “El caso Moro explicita el cambio ideológico del Partido de la Justicia”.

Los núcleos duros oficialistas quizás vuelvan a inflar los elevados muñecos de aire con la imagen de Súper Moro para recibirlo en el hemiciclo. Pero ese apoyo al hombre que –según demostró el portal The Intercept– digitó la cárcel de Lula comienza a menguar en amplios sectores de la élite judicial y periodística de Brasil. Varias expresiones de las últimas horas visibilizan el declive de Moro como capital simbólico de una supuesta Justicia independiente. Incluso, la revista Veja que lideró la campaña contra Lula y ensalzó como a un héroe al ex juez, publicó esta semana una portada en el que dice que Moro se está desmoronando.

Por su parte, la Orden de Abogados de Brasil sugirió en un comunicado público que Moro se apartara del Ministerio de Justicia y Dallagnol hiciera lo mismo de su cargo en el Ministerio Público. Es más, dos jueces del Tribunal Supremo de Justicia, Gilmar Mendes y Marco Aurelio Mello, reprocharon en declaraciones al matutino Folha do Sao Paulo el proceder del creador de Lava Jato en la 13a. Sala Federal de Curitiba. En paralelo, voceros del TSJ dejaron trascender que la Corte “tomará las escuchas como parte probatoria a pesar de haber sido tomadas por un canal no formal”.

Por último, el máximo tribunal aceptó un pedido de habeas corpus de la defensa del ex presidente a favor de su defendido alegando imparcialidad del juez que fuera recibido con alfombra roja y honores de príncipe supremo de la justicia por su par argentino Germán Garavano.

El analista latinoamericano Augusto Taglioni, director del portal Resumen del Sur, interpreta: “Da la sensación que el Tribunal Supremo no va a aprobar el habeas corpus para liberar a Lula pero está haciendo una enorme demostración de poder contra Moro. Cristaliza una interna judicial que lleva tiempo. La Corte siempre se opuso a la independencia de la República de Curitiba”. Taglioni gráfica el malestar del Poder Judicial con los gestos histriónicos y sobrepolitizados de Moro que, incluso antes de las revelaciones del portal dirigido por el premio Pulitzer Green Greenwald, manifestó siempre un visceral rechazo a Lula. Ese proceder que se supone ajeno a la objetividad del Derecho fue leído como una actitud cívica y republicana por dirigentes de Cambiemos como el mencionado Garavano, la titular de la Oficina Anticorrupción, o el juez Claudio Bonadio. Todos ellos se fotografiaron junto a Moro, en ocasión de una visita de él a la Argentina como fiscal, como si fuera una deidad de la verdad y la justicia.

Por otro lado, el otro campo donde se desploman las acciones de Moro es en el terreno político. El ministro de Justicia representa para el arco opositor el nuevo flanco donde tambalea el gobierno del presidente que reivindica la Dictadura militar de su país. Si los malos indicadores económicos constituyen la crítica central de las fuerzas partidarias enfrentadas a Bolsonaro, el escándalo internacional destapado por The Intercept muestra a un Ejecutivo vulnerando la Justicia independiente que prometió defender.

En ese sentido, el Partido de los Trabajadores está exigiendo la formación en el hemiciclo legislativo de una Comisión Parlamentaria de Investigaciones para escudriñar los efectos del lawfare –o guerra jurídica– en el país. Nuestras Voces conversó vía telefónica con una de las principales espadas legislativas del PT en la Cámara Baja, el diputado Paulo Pimenta, quien además es uno de los impulsores de la comisión mencionada.

Consultado sobre su lectura acerca de las revelaciones filtradas por The Intercept, Pimenta comienza acotando que el escándalo periodístico trasciende el caso Lula. “La investigación revela, en realidad, un esquema impune muy grande orquestado por el juez Sergio Moro y el Procurador Deltan Dallagnol en pos de herir la democracia y el Estado de Derecho en Brasil. Sin ninguna duda, Lula es la víctima individual más importante de esa operación. Pero nuestra convocatoria en el Congreso es amplia. Queremos ir a fondo, saber qué otras cosas digitaron a favor de Bolsonaro. Por eso, estamos llegando a un acuerdo con otras fuerzas partidarias para conformar una Comisión Mixta, integrada por diputados y senadores, que investigue todo lo sucedido. Luego, a medida que surjan más informaciones en boca del portal The Intercept, iremos impulsando más acciones. Pero, por lo pronto, esperamos a Moro en el Congreso para que otorgue explicaciones. Y, por supuesto, exigimos la remoción de él al frente de la cartera de Justicia, y de Dallagnol como jefe de los fiscales”.

¿Considera que el Poder Judicial está más permeable a incorporar la base probatoria revelada por The Intercept para rever el caso LavaJato?, pregunta Nuestras Voces a Pimenta. El legislador trabalhista se muestra medianamente confiado en cuanto a la respuesta que dará la Justicia en el caso Lula: “La credibilidad de la sociedad brasileña con respecto al Poder Judicial y al Ministerio Público está muy devaluada. Ahora, el escándalo periodístico ahondó mucho más esa crisis de legitimidad. Por eso, consideramos que esas instituciones deben recuperar la imparcialidad política necesaria para cumplir con los mandatos constitucionales pautados”.

Por último, Nuestras Voces consulta a Paulo Pimenta, si considera que la sociedad política entre Bolsonaro y Moro seguirá en pie a pesar de las escuchas que muestran al ministro de Justicia digitando la causa contra Lula como un operador político. “Esa alianza seguirá firme. No olvidemos que Bolsonaro fue elegido también gracias a la actuación de Moro al frente del Lava Jato. Ese apoyo fue muy claro en la defensa cerrada que están haciendo las milicias digitales del gobierno a favor del ministro de Justicia en las redes sociales. El propio Bolsonaro acompañó a su ministro estrella en un acto de la Marina que homenajeó y premió a Moro por su labor. Pero, sin ninguna duda, esa complicidad le jugará en contra al presidente ante la opinión pública. La imagen de Bolsonaro viene en picada. Pero, la actual crisis lo desploma aún más. Hay sectores que creían en su supuesta guerra contra la corrupción. Pero, el trabajo del portal The Intercept revela otra cosa. Más que Justicia, Bolsonaro y Moro buscaban un objetivo político”.

El presidente Jair Bolsonaro realizó durante toda la semana demostraciones de apoyo a su ministro de justicia. El lunes se mostraron juntos en un acto de condecoración que la Orden de la Marina le ofreció a Moro. El miércoles fueron a ver un partido del club Flamengo en el estadio Mané Garrincha de Brasilia y se difundieron fotos de ellos sonriendo. Y este jueves Bolsonaro declaró, refiriéndose a las filtraciones: «Lo que hizo Moro no tiene precio. Realmente reveló la promiscuidad del poder en relación con la corrupción» y agregó, como una clara muestra de incondicionalidad: «Le di un beso heterosexual a nuestro querido Sergio Moro», agregó.  El jefe de Gabinete de Brasil días atrás había presentado al ex juez como a un “héroe nacional”.

Compartí esta noticia !

Antes de la despedida, la Procuradora general de Brasil acusa de corrupción a Temer

Compartí esta noticia !

BRASILIA (Reuters) – La procuradora general de Brasil, Rachel Dodge, acusó el miércoles al presidente Michel Temer de corrupción y lavado de dinero por una investigación sobre sobornos en relación con concesiones portuarias, según un comunicado de su oficina.

 

Temer, quien dejará el cargo el 1 de enero, está bajo investigación por supuestamente aceptar sobornos a cambio de emitir un decreto en 2017 que permitía prorrogar dos contratos portuarios por hasta 70 años.

 

El despacho presidencial dijo que Temer probará que no hubo irregularidades y que ninguna compañía se benefició ilícitamente.
Temer solo puede ser juzgado siendo presidente si la Cámara baja del Congreso vota para permitir que se lleve a cabo un juicio, lo cual no sucederá antes de que abandone el cargo.
Sin embargo, los cargos y otros presentados anteriormente contra Temer se mantendrán, y es probable que tenga que enfrentarlos a principios del próximo año.

 
Compartí esta noticia !

Bolsonaro ganó las elecciones en Brasil y va a segunda vuelta con Fernando Haddad

Compartí esta noticia !

El ultraderechista Jair Bolsonaro ganó por amplio margen la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, pero deberá medirse con el izquierdista Fernando Haddad el 28 de octubre. 
Bolsonaro, un ex militar de 63 años conocido como el “Donald Trump brasileño” por su discurso populista y nacionalista, obtuvo un 46,26 por ciento de los votos, según los resultados al 99 por ciento del conteo de las actas, ya irreversibles. Haddad, cuya candidatura por Lula da Silva fue oficializada apenas a mediados de septiembre, se quedó por su parte con un 29,07 por ciento. La segunda vuelta está programada para el 28 de octubre. 
 
En total, Jair Bolsonaro lideró en 17 de los 27 estados del país, obteniendo más del 50% de los votos en nueve de ellos. En Sao Paulo, el más rico y poblado de Brasil, consiguió el 53% de los apoyos. En Rio de Janeiro -el segundo más importante atendiendo al PIB y el tercero en términos de población-, el candidato de extrema derecha arrasó con cerca de un 60% de los votos de un estado al que ha representado durante 27 años como diputado federal.  Donde el favorito obtuvo su mejor registro, sin embargo, fue en la sureña Santa Catarina con 66%, mientras el estado de Minas Gerais -el segundo más poblado del país- es más fiel a los resultados nacionales, con 48% de votos para Bolsonaro y 27% para Haddad. El candidato de izquierda, de su lado, obtuvo alrededor del 60% de los votos en el estado de Bahía, que cuenta con la mayor población del empobrecido nordeste y la cuarta del país. 

Tras emitir su voto por la mañana en Sao Paulo, Haddad se dijo convencido de que habría segunda vuelta y empezó a tender puentes con otros candidatos. La clave para que Haddad se acerque a los porcentajes de Bolsonaro reside en el centroizquierdista Ciro Gomes, que tenía 12,45% de los sufragios. 
Bolsonaro y Haddad son los vencedores y al mismo tiempo los candidatos con mayor índice de rechazo. Haddad, un exalcalde de Sao Paulo poco conocido en otras regiones, heredó una buena parte del electorado de Lula, sobre todo entre la población pobre que mejoró sus condiciones de vida bajo su gobierno (2003-2011). 
Pero también heredó el odio que Lula inspira entre quienes le reprochan los escándalos de corrupción revelados por la Operación Lava Jato y la crisis económica en la que se sumió el país bajo el mandato de su heredera política Dilma Rousseff, destituida por el Congreso en 2016. 
Durante la campaña, Haddad “se olvidó mucho del centro, que es fundamental. Sin el centro no se gana una elección y menos aún se gobierna, entonces precisa esos apoyos ya. Son tres semanas, una campaña cortísima, y más aún tiene que pensar en la gobernabilidad, estbleciendo compromisos con esos sectores”, dijo André César, de la consultora Hold en Brasilia. 
Bolsonaro, por su parte, recibió en la última semana apoyos de poderosos sectores, como los ruralistas y las iglesias evangélicas. Pero debe lidiar con un historial de declaraciones racistas, misóginas y homófobas y con sus justificaciones de la tortura durante la dictadura militar (1964-1985), que le valieron un amplio rechazo de mujeres y de las minorías. 
En su último video en Facebook, prometió gobernar “inclusive” para los ateos y para los gays. “Gobernaremos para todos, independientemente de su fe religiosa, inclusive para quien es ateo. Gobernaremos para todo el mundo, para los gays incluso, que hay gays que son padres, que son madres”, afirmó. 
Compartí esta noticia !

Dilma Rousseff vuelve a la política: ahora busca ser senadora

Compartí esta noticia !

RÍO DE JANEIRO, New York Times — Casi dos años después de que el Congreso de Brasil destituyera a la entonces presidenta Dilma Rousseff y propiciara una de las caídas políticas más asombrosas en la historia de Brasil, la primera presidenta de ese país espera regresar a la capital como senadora.

Rousseff anunció formalmente sus intenciones de postularse para ocupar un escaño en el Senado el 28 de junio pasado, en representación del estado de Minas Gerais, de donde es originaria. Lo más probable es que en esta contienda se enfrente al titular actual, el senador Aécio Neves, a quien logró derrotar por un ligero margen en las elecciones presidenciales de 2014.

Si llega a ganar, Rousseff se convertirá en el caso más reciente de un polémico expresidente de la región que regresa a la política con un cargo en el Senado.

El colombiano Álvaro Uribe Vélez y la argentina Cristina Fernández de Kirchner se convirtieron en personajes importantes de la oposición en el Congreso después de haber cumplido dos mandatos en la presidencia.

 

“Creo que puedo contribuir mucho al país desde la perspectiva de Minas Gerais”, dijo Rousseff en una entrevista el viernes por la noche. “Sobre todo, quisiera ser una de las voces que defiendan la expansión de la democracia en Brasil”.

Rousseff afirmó que cree que su imagen entre el electorado ha mejorado debido a la cantidad de escándalos que han envuelto a varios legisladoresresponsables del proceso para destituirla, al que considera un golpe antidemocrático.

Rousseff dijo que, en caso de ser votada al cargo, luchará para reducir la desigualdad y ampliar el acceso a la educación, dos de las iniciativas principales que el Partido de los Trabajadores (PT) impulsó cuando esa agrupación estuvo en el gobierno, de 2003 a 2016.

“En la actualidad observamos un retroceso significativo por todo el país”, aseveró. “Los más pobres sufren las consecuencias de las políticas de este gobierno”.

Quizá Rousseff sea el nombre más reconocido que aparezca en las boletas representando al PT en octubre, cuando los brasileños elijan presidente.

Todavía no se sabe a quién postulará el partido de izquierda para la contienda presidencial. Su plan de lograr la elección para un tercer periodo de Luiz Inácio Lula da Silva, el predecesor de Rousseff, sufrió un traspié este año, cuando Lula comenzó a cumplir una sentencia de doce años por cargos de corrupción.

Rousseff, de 70 años, podría convertirse en el segundo caso de un expresidente brasileño destituido y después electo al Senado desde el restablecimiento de la democracia a mediados de la década de los ochenta. El expresidente Fernando Collor de Mello, quien renunció en diciembre de 1992 mientras se realizaba un procedimiento de juicio político en su contra por corrupción, ha ocupado un escaño en el Senado desde 2007.

Laura Carvalho, economista de la Universidad de São Paulo, quien publicó hace poco un libro en el que critica la política económica de los gobiernos del PT, opinó que Rousseff podría convertirse de nuevo en una voz influyente.

“Dilma podría tener una enorme influencia en los debates sobre temas económicos y políticos durante los siguientes cuatro años, en gran parte debido a su experiencia de haber fungido como presidenta”, explicó. “No me extrañaría que resultara mejor senadora que presidenta”.

Rousseff se ha mantenido relativamente lejos de la escena pública desde su remoción del cargo en agosto de 2016, después de que el Congreso determinara que había utilizado indebidamente fondos de los bancos del Estado para ocultar déficits presupuestarios.

Desde entonces se han formulado cargos de corrupción tanto en contra de ella como en contra de Neves, político de centroderecha afiliado al Partido de la Social Democracia Brasileña.

El año pasado, los investigadores obtuvieron una grabación en la que se escucha a Neves solicitar un soborno enorme a un empresario conocido. Aunque Neves ha negado su culpabilidad, el Supremo Tribunal Federal dictaminó en abril que había suficientes pruebas para proceder con el caso.

Una denuncia presentada en septiembre señaló a Rousseff como una de las responsables de operar un esquema masivo de sobornos dentro del Partido de los Trabajadores, expuesto como una organización criminal. Rousseff mantiene que las acusaciones en su contra carecen de fundamento.

Compartí esta noticia !

Brasil: Avatares de nuestro gran vecino

Compartí esta noticia !

A Dilma Rousseff se la puede considerar juzgada injustamente, pues la mayoría de sus jueces no tienen las manos limpias. Si el  aspecto contable que dio sustento para su juzgamiento que fue usado por todos sus antecesores era válido, ¿no corresponde el juzgamiento de todos los ex presidentes?
Ello pone en descubierto, sin lugar a dudas, que el denominado ”impeachment” fue  fabricado para juzgar a Dilma Rousseff y expulsarla de la presidencia, lo que constituye una conspiración de partidos opositores que buscan adueñarse del poder por medios no democráticos, ya que en unas elecciones abiertas, sus dirigentes, incluido el señor Paulo Antonio Skaf, presidente de la poderosa FIESP (Federación de Industrias del Estado de San Pablo) en una imprudente decisión tomó partido por una oposición abierta al gobierno democráticamente elegido.
Si hoy se realizaran elecciones, el señor Skaf, el conspirador Temer, que hoy tiene una aceptación de menos de 5% del electorado, el presidente del Senado y sus seguidores no obtendrían el 10% de los votos.
El ex presidente de la Cámara de Diputados Cunha, separado de su cargo por corrupto, pero aun influyente en el medio político declaró a la prensa “voy a ser recordado como el hombre que terminó con dos presidentes” Dilma es una, ¿Temer será el otro?. Había obtenido en las elecciones del 2013, apenas 232.708, contra los millones de la presidente. A Dilma Rousseff se le podrá imputar muchas cosas, pero nadie, ni sus contrincantes políticos pueden acusarla de haberse enriquecido personalmente, cosa que no puede afirmarse de sus opositores.
El Partido de los Trabajadores a la que pertenece Dilma y cuyo líder es Lula da Silva, será recordado como el hombre que con su programa “Hambre cero”, sacó de la miseria a 44 millones de brasileños y conformó con una inmensa mayoría, una pujante clase media sin parangón en la historia de Brasil. Hoy, su programa es recomendado por las Naciones Unidas, para combatir el hambre en el mundo. Tampoco hay que olvidar que Lula es un líder mundial excepcional. Construyó una estructura política propia, el Partido de los Trabajadores que supo gobernar en varias ciudades importantes con eficiencia y honestidad. Como presidente del país, supo gobernar con equidad, dando lugar en los planes de desarrollo a los empresarios del comercio, industria y los servicios.
Hoy existe en Brasil un porcentaje de la población que añora la vuelta del ejército a la cumbre del poder, creyendo que solucionarían la inestabilidad política y la falta de seguridad que convierte a Brasil en uno de los países que lidera el porcentaje de muertes violentas por el por ciento de la población y aparece como candidato un ex militar- Jair Bolsonaro – que competirá en las próximas elecciones.
Si queremos otear en el horizonte de nuestro país, ninguna personalidad se puede comparar con Lula da Silva, donde exista una proyección internacional positiva de su personalidad, y hasta en el mismo Brasil, que de acuerdo a todas las encuestas, será el vencedor de las próximas elecciones.
Por eso la campaña de sus opositores para cercarlo judicialmente y tergiversar de ese modo la voluntad popular, tiene la conspiración de una clase política corrupta donde se hallan comprometidos la mayoría de sus miembros.
Vale la pena mencionar la frase de Lula que muchos idealistas repiten en su defensa,”Nunca pensé que poner un plato de comida en la mesa de un pobre, generaría tanto odio de una elite que se harta de tirar comida a la basura todos los días”.
Sé que muchos de mis amigos empresarios brasileños no compartirán estas opiniones, pero el derecho a expresar estos puntos de vista, son inalienables a la libertad de rebelarme ante tamaña injusticia.
Miguel Schmalko- ex presidente de la FEBAP (Federación Empresaria Brasil-Argentina-Paraguay)

Compartí esta noticia !

Categorías

Solverwp- WordPress Theme and Plugin