Ecolatina

El dólar se estabiliza, el BCRA sostiene la banda y el mercado mira el nuevo rumbo monetario

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La consultora Ecolatina analizó el panorama cambiario y fiscal tras una semana corta marcada por pagos al FMI, baja del dólar y señales de recomposición de reservas. Mientras el tipo de cambio se mantiene cerca del techo de la banda, el Gobierno busca equilibrio entre la remonetización y la estabilidad de precios.

Panorama cambiario y monetario

Queda atrás una semana corta en el plano cambiario producto del feriado bancario del jueves. El dólar spot comprimió a los $1.415 el viernes y finalizó 2,1% por debajo del viernes de la semana anterior. Por su parte, el dólar minorista cayó 1,4% ($1.456), el dólar MEP operado con AL30 bajó 1,5% ($1.453), el dólar CCL operado con CEDEARs descendió 1,7% ($1.64) y el blue se deslizó -2,1% ($1.415). Frente a un tipo de cambio mayorista bajando en mayor medida, la brecha cambiaria promedio finalizó en la zona del 0%.

Por otro lado, las Reservas Brutas finalizaron en USD 40.260 M el viernes, registrando una baja diaria de USD 750, en lo que estimamos se debe a el pago realizado al FMI. Las obligaciones con el Fondo se habrían cancelado con DEGs provenientes del apoyo con Estados Unidos: el 31-oct, la tenencia de DEGs de Argentina informada por el FMI subió el equivalente a USD 870 M, y se redujo en la misma cuantía la tenencia de Estados Unidos. Estará por verse si esta ayuda tendrá como contrapartida la activación de un tramo del swap.

Más allá de ello, el tipo de cambio en promedio se ubica tan sólo al 3% del techo de la banda desde el 27 de octubre (post-elecciones). Esto explica la demora en las compras del Tesoro, que estaría evitando ejercer presiones extras en la cotización que pondrían en jaque el equilibrio actual. Por ende, estas dudas se reflejan en un mercado priceando un dólar por encima del techo de la banda desde enero del 2026 en adelante, en un escenario que tendría al BCRA operando en el MULC para recomponer reservas.

Últimos indicadores publicados

Los principales datos de la semana giraron en torno a lo fiscal, con la recaudación de octubre y la licitación del miércoles, y los indicadores adelantados de actividad. En octubre, la recaudación nacional alcanzó $16,1 billones, con una caída real de 3,9% i.a., afectada por la elevada base de comparación de 2024 y la eliminación temporal de retenciones (-66% i.a. real en los Derechos de Exportación, mínimo desde 2018). En contraste, Ganancias (+13%), IVA (+3,8%) y Seguridad Social (+1,3%) mostraron leves mejoras. Asimismo, Finanzas logró un rollover del 112% (vs 60% en la última licitación), con ofertas por $9,4 bn y adjudicación por $8,5 bn. Además, extendió el plazo promedio de los instrumentos de tasa fija de 3 a 9 meses y retiró $0,9 bn de pesos del mercado.

Por último, los indicadores adelantados de actividad mostraron señales mixtas en octubre. Los despachos de cemento registraron un avance de 4,8% mensual, cortando una racha de tres meses a la baja, mientras que el Índice Construya cayó 2,2% s.e. tras haber subido en septiembre, aunque aún se mantiene 10,1% por encima del nivel de un año atrás. En el plano industrial, la producción automotriz retrocedió 0,6% mensual y acumula dos meses de caída, y la producción minera volvió a contraerse (-1,4% mensual s.e.), aunque se ubicó 2,1% por encima interanual. Por su parte, los patentamientos de autos 0 km mostraron una leve suba de 0,4% mensual (+17,8% i.a.), con un incremento acumulado de 54% interanual en lo que va del año, acompañado por un crecimiento de 32% i.a. en los patentamientos de motos.

Panorama internacional 

En el plano internacional, Donald Trump y Xi Jinping llevaron adelante lo acordado en la reunión en Corea del Sur. El Gigante Asiático y Estados Unidos suspenderán desde este lunes las tasas portuarias mutuas y aplicarán la rebaja de aranceles acordada. Asimismo, EE.UU. reducirá los aranceles al fentanilo del 20% al 10% y los restantes del 57% al 47%, mientras que China pausará por un año las medidas de control a la exportación de tierras raras y materiales estratégicos. Además, levantará temporalmente la prohibición a la exportación de productos de uso dual y suspenderá los aranceles adicionales sobre bienes agrícolas y manufacturados estadounidenses.

RADAR SEMANAL

Datos. El BCRA publicará hoy el informe monetario mensual correspondiente a octubre. El miércoles será el turno del INDEC, que dará a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC), las canastas básicas y alimentaria de octubre, y el índice de salarios de septiembre. Por último, el jueves tendremos el dato de la capacidad instalada de la industria por el noveno mes del año.

¿A qué estar atentos? En la semana, estaremos atentos a la evolución de las variables económicas en esta nueva etapa del plan económico con tasas de interés a la baja, las potenciales compras del Tesoro en el MULC y el movimiento del tipo de cambio. A su vez, será importante el dato que arroje el IPC por octubre, un mes caracterizado por la incertidumbre electoral.

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El promedio de aumentos mensuales continúa sin poder romper el techo del 2%

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Para la consultora Ecolatina por cuarto mes consecutivo, el nivel de aumentos mensuales osciló en el rango 1,6%-1,9%, lo que refleja que las paritarias están estabilizadas luego de aquel salto inflacionario visto en marzo/abril. 

Como dato negativo para los salarios, este nivel de estabilización se dio por debajo de los niveles del IPC, por lo cual la gran mayoría de los gremios acumula pérdidas en 2025. Para octubre, los salarios promediaron aumentos en el orden del 1,9% mensual, contra una inflación proyectada por diversas fuentes privadas en el orden del 1,8%-2,2% mensual, lo cual haría que los salarios estén una luz por debajo del nivel de aumento de precios.

Con respecto a los gremios más grandes, SMATA, Camioneros y Comercio ya tienen su acuerdo cerrado y renegociarán nuevamente en 2026. El mejor ubicado de los tres es SMATA, con aumentos que rondan el 32,6% para el 2025, mientras que Comercio y Camioneros cerraron en torno al 22% ambos. El resto, que aún tiene uno o dos meses más por arreglar, irían en la línea de Comercio/Camioneros, y no en la línea de SMATA: todos terminarían el 2025 con aumentos en el orden del 24% anual.

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Ecolatina: estabilidad cambiaria y fuerte inyección de pesos tras las elecciones

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El dólar oficial cayó 2,3% y el Tesoro inyectó $4,6 billones: la estabilidad cambiaria se consolida tras las elecciones, según la consultora Ecolatina

La divisa oficial cerró en $1.436 y las brechas se mantuvieron en torno al 1%. El Tesoro logró un rollover del 60% en su licitación y aumentó la liquidez en pesos, mientras la Reserva Federal de EE.UU. recortó tasas por segunda vez consecutiva.

Estabilidad cambiaria y señales de normalización del mercado

El tipo de cambio oficial descendió 2,3% en la jornada del miércoles y cerró en $1.436 por dólar, lo que representa una baja cercana al 4% respecto al nivel previo a las elecciones del 24 de octubre, según el informe económico diario de Ecolatina. Con este movimiento, el Banco Central acumuló reservas brutas por USD 40.765 millones, consolidando un escenario de relativa estabilidad tras semanas de fuerte presión preelectoral.

En el mercado paralelo, los dólares financieros también mostraron retrocesos moderados: el dólar MEP se ubicó en $1.469 (-0,2%), el contado con liquidación (CCL) medido en CEDEARs cerró en $1.483 (-0,2%) y el blue retrocedió 0,7%, a $1.460. El dólar minorista, por su parte, terminó la rueda en $1.464 (-1,6%). De esta manera, la brecha cambiaria promedio se redujo al 1%, reflejando un nivel de convergencia inédito en los últimos meses.

Los contratos de dólar futuro acompañaron la tendencia con bajas del 1,9% en el tramo octubre-diciembre. Las posiciones proyectan un valor de $1.445 para octubre, $1.481 para noviembre y $1.515 para diciembre, lo que implica una expectativa de ajuste de entre 0,6% y 5,5% mensual hacia fin de año.

Tesoro: rollover del 60% y expansión monetaria por $4,6 billones

El Ministerio de Economía enfrentó una licitación clave en medio de la escasez de liquidez en pesos y la volatilidad de las tasas. Según Ecolatina, el Tesoro tenía vencimientos por $11,4 billones y recibió ofertas por $7,8 billones, adjudicando finalmente $6,8 billones, lo que representa un rollover del 60%.

El resultado implica una inyección neta de $4,6 billones al mercado, lo que aporta alivio a la plaza financiera luego de semanas de tensión. Los instrumentos colocados incluyeron BONCAP y LECAP con vencimientos entre noviembre de 2025 y abril de 2027: S28N5, T30E6, S30A6, S30O6 y T30A7.

Las tasas efectivas mensuales (TEM) de las letras se ubicaron en torno al 3%, mientras que las tasas internas de retorno anual (TIREA) oscilaron entre 35% y 44%, niveles significativamente menores a los registrados antes de los comicios. En cambio, las letras dólar linked —atadas al tipo de cambio oficial— quedaron desiertas, reflejando una menor demanda de cobertura cambiaria.

El alivio en las tasas busca estimular el crédito privado y reducir la carga financiera del Tesoro, en un contexto donde el equipo económico intenta recomponer la curva de pesos y estabilizar expectativas tras el ciclo electoral.

Factores externos: la Reserva Federal baja tasas y mejora la liquidez global

En el plano internacional, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) volvió a reducir su tasa de interés, ubicándola en el rango de 3,75%–4%, en línea con las expectativas de mercado. Es el segundo recorte consecutivo decidido por el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), que además anunció el fin del programa de absorción monetaria (quantitative tightening) a partir del 1° de diciembre de 2025.

La medida implica una mayor liquidez en la economía global, lo que favorece el flujo hacia mercados emergentes y genera condiciones más favorables para la deuda soberana argentina. En ese sentido, los bonos soberanos mostraron cinco jornadas consecutivas de subas: los Bonares avanzaron 0,8% y los Globales 0,5%.

El índice S&P Merval, medido en dólares (vía CCL con CEDEARs), subió 5,1%, acumulando una ganancia semanal del 40% y cerrando en USD 1.888, lo que refleja la recomposición del apetito por activos argentinos tras la consolidación política post electoral.

Perspectivas

La combinación de baja del dólar, reducción de tasas locales y mayor liquidez internacional configura un escenario de transición hacia la normalización financiera. No obstante, analistas advierten que la recuperación dependerá de la consistencia de la política fiscal y de la capacidad del Gobierno para mantener el equilibrio monetario sin acelerar la inflación.

La estrategia de recompras de bonos y licitaciones graduales del Tesoro apunta a reducir la presión sobre la deuda en pesos y recomponer la curva de confianza, mientras el Banco Central busca sostener reservas en torno a los USD 41.000 millones.

En el corto plazo, el desafío será contener la expansión monetaria y consolidar la convergencia cambiaria, sin sacrificar la estabilidad lograda tras el ciclo electoral.

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Ecolatina advierte que el rebote económico es débil y recién se consolidará en 2026

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La actividad económica mostró señales de rebote en agosto, pero la recuperación sigue frágil. La industria y la construcción registraron leves subas mensuales tras dos meses de caídas. Sin embargo, los niveles de producción continúan por debajo de los de 2024 y el repunte aún no logra consolidarse, según la consultora Ecolatina.

¿Rebota la actividad en agosto? La industria y la construcción mostraron leves mejoras en agosto, pero la recuperación sigue débil. Ecolatina prevé que el crecimiento real recién se consolide en 2026.

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró en agosto una suba mensual s.e. del 0,6%, luego de dos meses de caídas consecutivos. Con este dato la actividad del sector se ubicó 4,4% por debajo de septiembre del año pasado. En consecuencia, el indicador volvió a niveles previos al repunte de la actividad, borrando casi todo lo que había recuperado desde el año pasado.

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) subió 0,5% en agosto, continuando con los altibajos iniciados a fin del año pasado. De este modo, si bien acumula un crecimiento del 8,6% interanual en lo que va del año, esto es ayudado por una baja base de comparación, ya la mejora respecto a agosto del año pasado es solo el 0,4%. De hecho, en lo que va del año no ha crecido, posicionándose al mismo nivel que en diciembre.  

 El resultado de las elecciones, favorable o no para el Gobierno, abrirá la posibilidad para una recalibración del esquema económico que brinde previsibilidad y estimule el crecimiento de la actividad. Sin embargo, en el mejor de los casos, los efectos serán notorios una vez entrados en 2026, cuando una baja sostenida de la tasa de interés vuelva a permitir un aumento del crédito a empresas y familias y la reanudación del proceso de desinflación brinde una mejor perspectiva a la recuperación del poder adquisitivo.

Parcial recuperación de la industria en agosto

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI manufacturero) registró en agosto una suba mensual s.e. del 0,6%, luego de dos meses de caídas consecutivos. Con este dato la actividad del sector se ubicó 4,4% por debajo de septiembre del año pasado. En consecuencia, el indicador volvió a niveles previos al repunte de la actividad, borrando casi todo lo que había recuperado desde el año pasado.

La leve suba de este mes no alcanzó para compensar una caída acumulada 4% entre junio y julio, producida por la volatilidad cambiaria-monetaria de esos meses. De este modo, la industria se posiciona 3,6% por debajo del máximo alcanzando en noviembre del 2024.

Al interior del índiceocho de los dieciséis sectores crecieron en agosto. Alimentos y bebidas, la categoría con mayor peso dentro del índice, fue el impulsor de la suba del mes al crecer 2,1% en la serie desestacionalizada. Entre las mejoras también se destacaron Productos de tabaco (+8,2%) y la Vehículos automotores (+5,4%). Por el lado de las caídas mensuales, la más pronunciada se observó en Otros equipos de transporte (-3,6%), seguido por Productos minerales no metálicos (-3,2%) y Productos de metal (-3,0%).

La construcción continua en modo serrucho

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) subió 0,5% en agosto, continuando con los altibajos iniciados a fin del año pasado. De este modo, si bien acumula un crecimiento del 8,6% interanual en lo que va del año, esto es ayudado por una baja base de comparación, ya la mejora respecto a agosto del año pasado es solo el 0,4%. De hecho, en lo que va del año no ha crecido, posicionándose al mismo nivel que en diciembre.  

Si bien la construcción difícilmente vuelva a los niveles los niveles del 2023, el sector logró sostener una lenta recuperación impulsada principalmente por el crédito y la obra privada desde mediados del año pasado. Sin embargo, la meseta registrada en la actividad durante los últimos meses terminó afectando al sector, ubicando a la construcción 2,1% por debajo del máximo alcanzado en abril de este año.

En cuanto a los insumos para la construcción, siete de los doce insumos crecieron en la serie desestacionalizada. La principal incidencia positiva vino dada por Asfalto (+11,2%), seguido por Cemento (+1,9%) Y hierro (+1,4%). En contraste, Placas de yeso (-6,5%) y Hormigón (-4,3%) fueron las principales caídas.

Entre los principales motivos de obstaculización de la construcción se encuentran la caída de la actividad económica los altos costos de la construcción, que se está revirtiendo tímidamente en los últimos meses con el aumento del tipo de cambio. En ese sentido, entre las empresas privadas relevadas por el INDEC que esperan una caída en la actividad del sector en los próximos meses, el 30,7% atribuye esta perspectiva a una menor actividad económica, mientras que el 16% señala como principal causa el elevado costo de la construcción. Este segundo motivo se continuó reduciendo entre los encuestados, ya que representaba el 18,2% en el informe pasado. Esto puede deberse a la mejora en los costos en dólares desde julio, considerando que los precios del sector se determinan en dólares debido a su alto componente importado.

En materia de empleo, se registró un aumento en la proporción de empresas de obra privada que anticipan una caída en el sector durante los próximos tres meses. Mientras que el mes pasado el 18% de las firmas encuestadas preveía una reducción, en la última medición la cifra ascendió a 24,5%. A su vez, el 70,2% considera que el empleo no variará.

¿Qué esperamos hacia adelante?

La actividad económica comenzó el año en máximos, un nivel que no pudo ser sostenido a lo largo de los últimos meses que seguramente redundarán en dos trimestres (el segundo y el tercero) recesivos. En ese sentido, los indicadores adelantados de actividad para septiembre son mixtos.

Respecto a la industria, la producción de automóviles retoma las bajas al caer 1,9% s.e. en septiembre, posicionándose 5,0% por debajo del mismo mes del 2024. En la misma línea, el patentamiento de autos cayó 0,4% por primera vez en varios meses de subida (+28,2% i.a.).

La construcción presenta una mejora respecto a septiembre, aunque con señales mixtas. El Índice Construya registró una subió 1,1% s.e., del quedando un incluso por debajo de agosto del 2024 (-8,6% i.a.). Los despachos de cemento volvieron a caer en agosto (-1,8%), y se posicionaron con una contracción de 0,4% respecto a igual mes del 2024.

De todas formas, pese a la mejora en la competitividad de las últimas semanas y la expectativa de que se sostenga así incluso después de las elecciones, la incertidumbre acerca del rumbo económico, la volatilidad -ya que volvieron a subir en las últimas ruedas- de las tasas de interés y el freno en la recuperación de los ingresos reales no auguran un repunte significativo y/o sostenido de la actividad económica en lo que resta del año. En este sentido, seguimos previendo un crecimiento promedio de la actividad en el orden del 4% i.a.

El resultado de las elecciones, favorable o no para el Gobierno, abrirá la posibilidad para una recalibración del esquema económico que brinde previsibilidad y estimule el crecimiento de la actividad. Sin embargo, en el mejor de los casos, los efectos serán notorios una vez entrados en 2026, cuando una baja sostenida de la tasa de interés vuelva a permitir un aumento del crédito a empresas y familias y la reanudación del proceso de desinflación brinde una mejor perspectiva a la recuperación del poder adquisitivo.

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Ecolatina advierte: la economía entra en fase recesiva y el consumo privado pierde dinamismo

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La consultora Ecolatina alertó que la economía argentina interrumpió su racha de crecimiento en el segundo trimestre de 2025, al registrar una caída de 0,1% del PIB en términos desestacionalizados frente al período anterior. Aunque la comparación interanual aún muestra un alza de 6,3%, el informe destaca que los indicadores adelantados ya anticipan un escenario recesivo, con una probabilidad del 98,6% de ingresar en contracción en los próximos meses.

Camino a la recesión

En el segundo trimestre del año, el producto interno bruto (PIB) cayó 0,1% en términos desestacionalizados frente al período previo, interrumpiendo una racha de tres subas consecutivas. En la comparación interanual, registró un crecimiento de 6,3%. De este modo, el primer semestre del año se posiciona un 6,1% por encima del promedio del mismo periodo del 2024.

Si bien la economía venía mostrando claras señales de enfriamiento, se destacó la caída en todos los componentes, exceptuando consumo público. Al interior de la serie desestacionalizada, las importaciones cayeron -3,3% respecto al primer trimestre, el consumo privado un -1,1%, las exportaciones lo hicieron en -2,2% y formación bruta de capital fijo un -0,5%. Por su parte, el consumo público avanzó 1,1%.

Los sucesos de las últimas semanas, junto con las correcciones de los últimos datos oficiales, nos llevan a estimar un crecimiento promedio cercano al 4% para 2025. Este resultado se explica en gran medida por el arrastre estadístico de 2024, dado que la actividad crecería en la zona del 0,5% a lo largo del año.

¿Qué pasó en el segundo trimestre?

En el segundo trimestre del año, el producto interno bruto (PIB) cayó 0,1% en términos desestacionalizados frente al período previo, interrumpiendo una racha de tres subas consecutivas. En la comparación interanual, registró un crecimiento de 6,3%. De este modo, el primer semestre del año se posiciona un 6,1% por encima del promedio del mismo periodo del 2024.

Si bien la economía venía mostrando claras señales de enfriamiento, se destacó la caída en todos los componentes, exceptuando consumo público. Al interior de la serie desestacionalizada, las importaciones cayeron -3,3% respecto al primer trimestre, el consumo privado un -1,1%, las exportaciones lo hicieron en -2,2% y formación bruta de capital fijo un -0,5%. Por su parte, el consumo público avanzó 1,1%.

De todos modos, respecto al inicio de la recuperación (segundo trimestre del 2024), todos los sectores se encuentran por encima: las importaciones un 38,8%, la inversión 34,3%, consumo privado 10,5%, las exportaciones 3,6%, y por último, más moderadamente el consumo público, 0,6%.

Las distintas actividades económicas mostraron mejoras en la comparación interanual. Los sectores primarios se encuentran moderadamente mejor: agricultura creció un 4,8% i.a. y la minería un 6,7% i.a. Por su parte, los sectores más intensivos en empleo mostraron mejoras, aunque sobre la baja base del segundo trimestre de 2024, en pleno piso de la recesión: la construcción creció 10,6% i.a., el comercio 10,3% i.a., la industria 6,9% i.a. y hoteles y restaurantes 17% i.a. Por su parte, la intermediación financiera creció un 26,7% i.a.

En contraste, cuatro sectores se ubicaron por debajo del segundo trimestre del 2024, entre los cuales se encuentran Administración pública (-0,8% i.a.), el sector de Hogares privados con servicio doméstico (-1,3% i.a.), Electricidad, gas y agua (-1,1% i.a.) y pesca (-42% i.a.), un sector muy volátil.

Cayó el consumo privado y subió el público

Con relación al consumo privado, el panorama cambió notablemente entre el primer y el segundo trimestre del año. En el primero, el consumo había alcanzado su nivel más alto de la serie desestacionalizada desde 2004, impulsado principalmente por dos factores: la mejora del salario real, favorecida por la baja de la inflación, y el fuerte crecimiento del crédito. Dentro de este esquema, se destacó el aumento de las compras de bienes y servicios importados, como también de bienes durables, lo que explicó la magnitud de la recuperación.

Con los datos del segundo trimestre, el escenario se revirtió. El salario real registrado avanzó 0,5% en ese período, aunque no alcanzó a compensar la baja del 0,9% registrada en el primero, cerrando con una caída del 0,4% en los primeros seis meses del año. A su vez, el crédito al consumo mostró una desaceleración: creció 18% s.e. en el primer trimestre y 13,7% en el segundo.

En cuanto a la composición, el consumo de bienes durables siguió superando al consumo masivo, aunque con una clara pérdida de dinamismo. Las ventas de electrodomésticos pasaron de crecer 44,3% i.a. en el primer trimestre a 27% i.a. en el segundo, mientras que las de autos se desaceleraron de 136,5% i.a. a 76% i.a. Por el contrario, el consumo masivo, que había caído 3,3% i.a. en el primer trimestre, mostró un repunte de 3,9% i.a. en el segundo. Sin embargo, este avance apenas compensó el retroceso previo, de modo que en el acumulado semestral prácticamente no se registró crecimiento (+0,2% i.a.).

De este modo, los factores que habían impulsado el consumo en el primer trimestre (como el aumento de las importaciones, la mejora del salario real, el crédito y la compra de bienes durables) fueron perdiendo dinamismo, mientras que el resto de los componentes continuaron presionando a la baja.

Por su parte, el consumo público fue el único componente que mostró una suba, impulsado principalmente por la recuperación de los salarios públicos a nivel provincial, asociados a la salud, educación y seguridad. Estos crecieron 2% en términos reales durante el segundo trimestre, traccionando así el gasto. En contraste, los salarios públicos nacionales continúan rezagados: todavía se ubican 11% por debajo en términos reales respecto del primer semestre de 2024 y, en este trimestre, incluso retrocedieron 1%.

¿Qué esperamos para la segunda mitad del año?

En el segundo trimestre, la actividad dejó atrás el enfriamiento y comenzó a contraerse. Los sectores con mayor demanda de empleo (construcción, comercio e industria) lograron salir del piso de la recesión previa, pero fueron se fueron frenando. Al mismo tiempo, los factores que habían impulsado el crecimiento en el primer trimestre, la estabilidad macroeconómica y una mayor apertura de importaciones, resultaron insuficientes para sostener la recuperación y evitar la nueva contracción.

A futuro, el panorama tampoco es alentador según los indicadores adelantados. El Índice Líder elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), que busca anticipar el ciclo económico, cayó un 4,72% en agosto. Estiman que la probabilidad de entrar en una recesión en los próximos meses se ubica en un 98,6%. Esto va en línea con el resto de los indicadores adelantados. El Índice de Confianza del Consumidor (UTDT) cayó 13,9% en agosto y volvió a caer en septiembre (-0,3%). Con relación a la construcción, el Índice Construya cayó 8,6% en agosto, y los despachos de cemento 1,8%. 

La incógnita es lo que ocurrirá en el tercer trimestre. Su inicio estuvo marcado por la volatilidad cambiaria y las tasas elevadas. No obstante, la reciente baja de tasas podría favorecer una recuperación parcial de la actividad, junto con un tipo de cambio más alto. Este último daría cierto alivio a sectores con precios en dólares, como la construcción, al reducir sus costos, y al mismo tiempo contribuiría a moderar las importaciones. En cualquier caso, el panorama seguirá condicionado por el nivel de incertidumbre política en la antesala de las elecciones de octubre.

Los sucesos de las últimas semanas junto con las correcciones de los últimos datos oficiales, nos llevan a estimar un crecimiento promedio cercano al 4% para 2025. Este resultado se explica en gran medida por el arrastre estadístico de 2024, dado que la actividad crecería en la zona del 0,5% a lo largo del año.

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