Los pulmones verdes del planeta, podrían no ser suficientes para absorber CO2
El calentamiento global podría acelerarse, si no se hace algo concreto para paliar la crisis de los sumideros de carbono.

Los bosques, los océanos y los suelos de nuestro planeta actúan como enormes esponjas, absorbiendo el exceso de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera. Conocidos como sumideros de carbono, estos ecosistemas han sido nuestros aliados en la lucha contra el cambio climático, amortiguando los efectos del calentamiento global causado por las actividades humanas. Sin embargo, esta capacidad vital está en peligro.
Dos estudios recientes, realizados por científicos del Reino Unido, China, Alemania y Francia, advierten que la capacidad de los sumideros de carbono se está viendo comprometida a un ritmo alarmante. El aumento de las temperaturas globales, la deforestación, la degradación de los suelos y la acidificación de los océanos son algunos de los factores que están debilitando estos ecosistemas cruciales.
El primer reporte preliminar implica un llamado de atención para el futuro porque temen que los procesos cruciales de los sumideros de carbono se desmoronen.
El año pasado, fue uno de los años récord en registros de calor y el estudio señaló que la cantidad de carbono absorbida por la Tierra se desplomó temporalmente. Las conclusiones del mismo destacan que los bosques, las plantas y el suelo prácticamente no absorbieron carbono. También este fenómeno ocurrió en los mares.
Las capas de hielo del Ártico y los glaciares de Groenlandia se derritieron más rápido de lo previsto, un cambio que altera la corriente oceánica del Golfo y desacelera la absorción de carbono por los océanos. Además, el zooplancton, que se alimenta de algas, queda expuesto a una mayor luz solar por el deshielo, y eso podría afectar también el almacenamiento de carbono en el fondo oceánico.
En julio pasado, otra investigación había revelado que los ecosistemas de bosques han absorbido constantemente dióxido de carbono durante las últimas tres décadas, incluso mientras las perturbaciones erosionan su capacidad.
Este estudio fue co-liderado por Yude Pan, científica de la Estación de Investigación del Norte del Servicio Forestal del USDA de los Estados Unidos, y por Richard Birdsey, del Centro de Investigación Climática Woodwell, e incluye a 15 coautores adicionales de 11 países, publicado en la revista Nature.
Para la recolección de datos utilizó mediciones terrestres a largo plazo combinadas con datos de teledetección. La misma determinó que los bosques absorben un promedio de más de 3,5 mil millones de toneladas métricas de carbono por año, lo que representa casi la mitad de las emisiones de dióxido de carbono de la quema de combustibles fósiles entre 1990 y 2019. Además, arrojó otros datos preocupantes:

Los bosques boreales en el hemisferio norte, que abarcan regiones como Alaska, Canadá y Rusia, han experimentado un descenso significativo en su capacidad de sumidero de carbono, con una caída del 36%. Esa disminución se atribuyó a factores que incluyen incrementos en disturbios por incendios forestales, brotes de insectos y calentamiento del suelo.
Los bosques tropicales también han visto una disminución, con la deforestación, causando un descenso del 31% en su capacidad para absorber carbono.
También se obtuvo algunos datos positivos: un crecimiento en tierras agrícolas previamente abandonadas y áreas taladas que compensó parcialmente las pérdidas y mantuvieron el flujo neto de carbono en los trópicos cerca de neutral.
Por otro lado, los bosques templados han mostrado un aumento del 30% en su capacidad de sumidero de carbono. Este aumento se debe en gran medida a extensos esfuerzos de reforestación, particularmente en China, según el estudio.
Qué indican ambos estudios
- Bosques en llamas: Los incendios forestales, cada vez más frecuentes e intensos, destruyen vastas extensiones de bosque, liberando grandes cantidades de CO2 almacenado en la biomasa y el suelo.
- Océanos asfixiados: La absorción de CO2 por los océanos está acidificando las aguas, afectando a la vida marina y reduciendo su capacidad para absorber carbono.
- Suelos degradados: La pérdida de materia orgánica en los suelos, debido a prácticas agrícolas insostenibles y la erosión, disminuye su capacidad para almacenar carbono.


