La mutación comercial en la pandemia: más gastronomía y menos textiles
Hasta hace poco era una esquina conocida por albergar a una conocida aseguradora. Ahora es Sandwich House, un ingenioso negocio gastronómico que lidera Marcelo, con apenas 20 años. Invirtió lo que tenía para ofrecer sandwiches artesanales que son preparados por casi media docena de jóvenes como él y se reparten raudamente en las motos de delivery. Marcelo es uno de los tantos que le puso el pecho a las urgencias impuestas por la pandemia y se animó a emprender en tiempos complejos.
Los datos oficiales marcan que en la ciudad brotaron muchos emprendimientos que balancearon el impacto inicial de locales cerrados en el microcentro. Y hubo una mutación: hay más negocios nuevos alejados del microcentro, que los que se abrieron en la vidriera capitalina. El precio de los alquileres conspira contra la actividad comercial céntrica y las redes sociales permiten llegar a un público ávido de ofertas especiales.
En la Municipalidad de Posadas los registros sorprenden: hubo 1143 altas de negocios, contra 208 bajas en lo que va del año. De los que abrieron sus puertas, 662 eran expedientes que comenzaron a tramitarse en 2019 y 483 este año. Los meses con menos apertura, llamativamente, no fueron durante la pandemia, sino en enero y febrero, cuando los efectos de la corrida del dólar y la inflación récord legadas por Mauricio Macri, todavía pintaban un oscuro panorama. Marzo, abril y mayo tuvieron 46, 44 y 43 aperturas, respectivamente. El mes de agosto marcó la recuperación, con 90 aperturas y septiembre, el mejor mes con 130 aperturas.
Los números revelan otro dato llamativo. El año pasado se cerraron más de 400 comercios según los datos de la Cámara de Comercio, a los que hay que sumar otros 600 que bajaron las persianas o se reconvirtieron en 2018, prescindiendo en muchos casos de buena parte del personal. Es decir, durante la pandemia hubo menos bajas que en los dos últimos años previos, cuando la crisis desatada con Cambiemos, hizo estragos en la economía local y profundizó las asimetrías con una inflación asfixiante.
La transformación del comercio durante la pandemia también se puede evidenciar en los rubros: mientras que los nuevos comercios de ropa apenas sumaron 6 en septiembre, hubo 17 nuevas despensas en el mes de la primavera. Ese rubro tuvo su pico entre julio y agosto, con 28 aperturas.
“En las crisis crece el cuentapropismo, el comercio florece en las crisis a escala micro”, explica Sebastián Guastavino, el secretario de Hacienda de la Municipalidad de Posadas.
El joven encargado de los números municipales revela otro dato clave: el efecto frontera cerrada mantiene la recaudación en alza -el comercio acompaña la inflación- y la base tributaria se amplió merced a una intensa búsqueda de contribuyentes que no estaban tributando. “Hemos avanzado en la ampliación de la base tributaria, con una expansión comercial en la ciudad, ya no únicamente concentrada en el centro. Ampliamos la base tributaria con la tasa general de Inmuebles. Era solo el sector 1 el que pagaba regularmente. Trabajamos en varios barrios, Itaembé Miní, Itaembé Guazú, para explicarles lo que debíamos cobrar. Sumamos 70 por ciento más de base de recaudación”. Guastavino señala que gracias a ese trabajo, la Municipalidad no tuvo sobresaltos en materia económica y el intendente Leonardo Stelatto pudo encarar su plan de obras en el año del aniversario 150 de su fundación. De otro modo, se dependía de “los cien grandes” comercios, que explican el 70 por ciento de la recaudación.
La frontera cerrada y la inyección de recursos por parte de los Estados nacional y provincial, también tuvieron un efecto positivo en la economía local. Guastavino calcula que solo entre IFE y ATP, el Estado nacional volcó 1.200 millones en Posadas. A eso se suma el esfuerzo de la Provincia para mantener vivos los programas Ahora, que incentivan el consumo.
Guastavino espera que el proyecto de creación de una zona aduanera especial se haga realidad para mantener en el tiempo ese efecto “frontera cerrada” pero a través de la competitividad de los comercios y la economía local con una baja de costos de producción y precios al consumidor. “No podemos perder esa oportunidad para la expansión y las inversiones”, sentencia. De todos modos, la proyección para la Municipalidad es alentadora. Guastavino sostiene que la actividad se irá normalizando y la gestión seguirá con la potencia habitual. Para el 2021 el presupuesto municipal tiene un incremento de 140 por ciento en el rubro destinado a las obras, el baluarte de la gestión Stelatto.
