La voz de los jubilados, protestas y reclamos en tiempos de ajustes
A una semana de la represión en la marcha de los jubilados, Gabriela Navarra, habla de su experiencia y aunque es de las que “mejor está” en comparación a otros jubilados, cuenta por qué se unió al reclamo y apoya la medida.

Gabriela Navarra, de 66 años, es una de las tantas personas que participaron en la reciente “marcha de los jubilados”, una protesta semanal frente al Congreso argentino en reclamo de mejores remuneraciones. Su experiencia, sin embargo, se tornó traumática: terminó con cuatro heridas de bala de goma en las piernas y la decisión de no volver a participar, a pesar de apoyar la causa.
“Todavía estoy mal, angustiada por lo que pasó, y mucha gente que es importante para mí me pidió que no volviera a ir”, relata Gabriela sobre la manifestación del 12 de marzo, que dejó decenas de heridos y detenidos.
Gabriela, jubilada hace seis años tras una carrera de más de tres décadas como periodista, reconoce que su situación es mejor que la de muchos jubilados, ya que su haber supera el mínimo. Sin embargo, la llegada de Javier Milei al poder en diciembre de 2023 agravó su panorama.
Gabriela se jubiló hace seis años y es una de los más de 7 millones de argentinos que cobra una jubilación o pensión, según datos de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
Su situación, cuenta, es mejor que la de la mayoría de los jubilados, ya que por su trabajo de más de tres décadas como periodista logró obtener un haber jubilatorio por encima del mínimo que cobran dos de cada tres jubilados, según datos de la Anses.
Aún así, cuando alcanzó la edad de retiro debió seguir trabajando como freelancer para poder mantener sus gastos habituales.
“Quedé muy muy mal económicamente y tuve que vender mi auto. Tenía que elegir entre pagar mi prepaga o tener auto, a pesar de que antes podía tener ambos”, afirma.
Aunque su jubilación recibió aumentos por inflación -que en 2024 alcanzó casi el 120%- asegura que siempre eran menores “a lo que veía cuando vas a hacer las compras”.
“Desde que me jubilé tuve que cambiar mis consumos, dejar de tomar el vino que me gusta, comprar otro tipo de fiambres. También dejé de salir a comer afuera. Si salgo es a merendar, que es más barato”, dice.

La realidad de la jubilación mínima
Gabriela es consciente de que su realidad es privilegiada en comparación con los dos tercios de jubilados que cobran la mínima, apenas por encima de la línea de pobreza. Según el Indec, la pobreza entre los mayores de 65 años casi se duplicó en el primer semestre del gobierno de Milei, alcanzando el 29,7%.
El congelamiento de bonos, el aumento de tarifas de servicios públicos y el incremento en el costo de los medicamentos, que según Ceprofar aumentaron un 240% en promedio durante 2024, son algunos de los factores que explican este deterioro.
Un sistema previsional en debate
El gobierno de Milei sostiene que el sistema previsional es “insostenible” en su formato actual, debido a las “moratorias” que permitieron jubilarse a personas sin los 30 años de aportes requeridos. Según Idesa, más del 60% de los jubilados actuales no realizaron los aportes correspondientes.
En este contexto, el gobierno anunció que no prorrogará la última moratoria previsional, una medida que generó rechazo y fue uno de los motivos de la protesta del 12 de marzo.

La protesta y la represión
Las marchas de los jubilados, que se remontan a la década de 1990, resurgieron con fuerza con la llegada de Milei y su política de ajuste fiscal. Sin embargo, las protestas se tornaron más violentas, con la policía utilizando métodos represivos para dispersar a los manifestantes.
La marcha del 12 de marzo, que contó con la participación de hinchas de fútbol, terminó con decenas de heridos, incluyendo a Gabriela y al fotógrafo Pablo Grillo, quien sufrió una fractura de cráneo.
Fuente: BBC