La región núcleo bajo el agua: Récord de lluvias traen alivio y nuevos desafíos
Lluvias torrenciales revitalizan cultivos clave en Argentina, pero generan nuevos desafíos

Las recientes lluvias generalizadas en las principales regiones agropecuarias de Argentina han brindado un respiro crucial a los cultivos de soja y maíz, los pilares de las exportaciones del país. Sin embargo, este alivio climático ha traído consigo nuevos desafíos logísticos, como el retraso en la cosecha de girasol.
Según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la condición hídrica “adecuada/óptima” para la soja ha aumentado casi nueve puntos porcentuales, alcanzando el 77% de la superficie cultivada. Asimismo, los cultivos en condición “normal/excelente” han experimentado un incremento de 6,4 puntos.
La Bolsa de Cereales mantiene su proyección de producción de soja en 49,6 millones de toneladas, cifra que representa una recuperación respecto a campañas anteriores afectadas por la sequía.
Este panorama optimista contrasta con las campañas anteriores, pero, no obstante, persisten desafíos en regiones específicas como el NEA y el norte de Santa Fe, donde el déficit hídrico y las altas temperaturas aún condicionan el desarrollo de la oleaginosa.
La cosecha de maíz con destino a grano avanzó apenas 1,3 puntos porcentuales durante la última semana, alcanzando el 6,7% del área estimada, con un rendimiento medio de 80,1 quintales por hectárea.
“Las precipitaciones recientes dificultan la transitabilidad en los lotes, retrasando el avance de las cosechadoras”, señala el informe de la Bolsa de Buenos Aires. No obstante, la cosecha mantiene un adelanto interanual de 4,7 puntos porcentuales.
Por tercera semana consecutiva, los cultivos de siembra tardía mostraron una mejora significativa en su estado, con un incremento de 5,7 puntos porcentuales respecto a la semana anterior.
La proyección de producción para el maíz se mantiene en 49 millones de toneladas.
Girasol: rendimientos históricos, pero cosecha demorada
La cosecha de girasol, por su parte, se ha visto retrasada por las intensas lluvias, a pesar de registrar rendimientos superiores al promedio histórico en algunas regiones. Los excesos hídricos han generado problemas de secado de granos y riesgos de vuelco de plantas, lo que podría impactar negativamente en el volumen cosechado.
La cosecha de girasol cubre el 17,6% del área apta, luego de un progreso intersemanal de 3,8 puntos porcentuales, registrando una demora de 21,9 puntos en comparación al promedio de los últimos cinco años y de 8,7 puntos respecto al ciclo previo.
Febrero de 2025 ha registrado precipitaciones récord, casi duplicando la media histórica en la región núcleo. Este exceso de lluvias ha cambiado radicalmente la situación hídrica, dejando atrás la sequía y generando un panorama favorable para los rendimientos de soja de segunda.
Sin embargo, el pronóstico indica que el ciclo húmedo continuará, con la llegada de un sistema frontal frío que provocará nuevas precipitaciones. Esto podría generar excesos hídricos en zonas ya saturadas, particularmente en el sudeste de la región núcleo y el norte bonaerense.
Aún ante este pronóstico, la proyección de producción nacional de girasol se sostiene en 4,1 millones de toneladas, pero sujeta a la evolución de la cosecha en los núcleos girasoleros del sur que, “de concretarse en tiempo y forma, podrían resultar en mayores incrementos de la proyección de producción”, concluye el informe.
Desafíos y oportunidades
El panorama agrícola argentino refleja una mejora sustancial gracias a las lluvias, pero el alivio viene acompañado de nuevos desafíos logísticos. Los productores deberán sortear los retrasos en la cosecha y los excesos hídricos para aprovechar al máximo el potencial de los cultivos.
Desde el Gobierno, se sigue de cerca el devenir del campo, a la espera de los dólares de la cosecha gruesa, cruciales para revertir el rojo neto en las reservas del Banco Central.
Fuente: Bloomberg