NEHUEN FARIÑA

¿De qué hablamos cuando hablamos de Milei? La centralidad del Presidente en la conversación virtual

Compartí esta noticia !

Javier Milei tiene centralidad, dos de los tres principales términos repetidos en el último mes en redes sociales tienen que ver con él. En su universo, conviven más de una conversación al mismo tiempo. Múltiples temas, múltiples públicos y en múltiples lugares. Una de cada 3 publicaciones sobre el Presidente se dan fuera de Argentina. “Fenómeno barrial”, como le gusta decir.

Milei se convierte en un contenedor ideológico de una agenda internacional de derecha en la que conviven VOX, Bukele, Elon Musk, Trump, etc. De la misma forma, en el plano interno, las protestas, el cierre del Ministerio de la Mujer, el conflicto en torno a la aprobación de la Ley Bases, refuerzan una narrativa concebida para la definición identitaria por contraposición. Sus contenidos más virales, siempre son peleas. Milei está ahí, con presencia digital constante y conceptos que no necesariamente son verdad o evidencia, pero expresan su ideología, pensamiento y propósito. Diferenciando y confrontando todo el tiempo y en todo lugar.

Las definiciones emergen de un estudio realizado por la consultora Analityx, que lidera el misionero Nehuén Fariña.

En diálogo con Economis, el joven especialista sostiene que “Milei todavía tiene capital político, pero sus apoyos son cada vez más acotados. Desde la segunda vuelta de octubre hasta ahora, prácticamente no ha sumado ningún apoyo por fuera de su esfera de influencia y ha perdido muchos electores más blandos producto de la gestión económica. Inclusive para su propio electorado la situación económica actual es insostenible, pero la diferencia es que estos últimos todavía creen que el año que viene van a estar mejor”. 

Pese al protagonismo individual de Milei, Fariña sostiene que “al Gobierno le cuesta mucho ser protagonista, porque se siente más cómodo en la confrontación que tomando la iniciativa”. 

“Han elevado las expectativas con la ley Bases y el Pacto de Mayo, y eso puede ser un problema si la ciudadanía no ve medidas y resultados concretos en el corto plazo. Te diría que la mayor oposición del gobierno hoy, es el tiempo, más que algún partido o dirigente”.

La exclusividad de Milei en el diálogo virtual no es eclipsada por ningún otro dirigente de la Libertad Avanza y apenas una de la oposición puede tener un protagonismo similar: Cristina Fernández. 

El análisis de la consultora Analityx señala que Victoria Villarruel, con centralidad en el desempate en el Senado, tuvo protagonismo en la conversación de la Ley Bases. Actores como ella o los ministros Pettovello, Francos o Caputo logran apariciones esporádicas, concentradas en la temática de referencia y siempre tomando como referencia directa o indirectamente a Milei.

El ecosistema libertario digital performa mejor en el disenso, alrededor de la confrontación. A través de la ironía, la memética, los insultos y la sátira, logra deslegitimar, conducir y encuadrar la conversación al terreno que más le conviene. Cuando es protagonista y la construcción de su antítesis es difusa (como en la votación en Diputados), sus contenidos performan peor y su negatividad sube. La construcción de enemigos por parte del gobierno parece a esta altura una necesidad de supervivencia, ante la imposibilidad de mostrar resultados concretos en materia de políticas públicas.

Durante todo el período analizado, los contenidos digitales relacionados con Javier Milei pueden asociarse en un 44% a sentimientos positivos, un 39% a sentimientos negativos y un 17% clasificados como contenidos neutrales.

Sin embargo, lo interesante deviene de analizar las dos votaciones del Congreso por separado. Durante la primera votación en el Senado de la Ley Bases, la que incluyó disturbios, los contenidos digitales de Milei se clasificaron con un 50% de positividad, un 33% de negatividad y un 17% de neutralidad. Sin embargo, en la segunda votación, y con la misma metodología, los números se invierten para terminar con 46% de negatividad, un 39% de positividad y un 15% de contenidos neutrales. Sandra Pettovello es la excepción, manteniendo la negatividad alta inclusive luego de las dos votaciones del Congreso.

Oposición desarticulada

En la oposición, Cristina fue la única dirigente con la potencia suficiente para generar conversación en torno a sus posiciones. Lo que más resonó el último mes fue su declaración sobre el escándalo en Capital Humano.

Hay negatividad en la conversación digital de Milei, pero representada mayormente por periodistas o microinfluenciadores, más que en dirigentes políticos. La oposición brilla por su ausencia en el escenario digital, sobre todo en momentos claves como los de la Ley Bases o las declaraciones del Presidente sobre el veto a la reforma jubilatoria. Cuando aparecen, salvo contadas ocasiones, lo hacen en contraposición a algún punto de conflicto motivado por el ecosistema oficialista. Los libertarios cuentan aproximadamente con unos 20 usuarios que marcan el ritmo de la conversación y guían al resto de los usuarios a la hora de interactuar en las redes. El peronismo, más contestatario, todavía pareciera correr muy de atrás. Plegada a los escándalos en el Congreso, los dirigentes que más sobresalieron fueron Wado de Pedro y Fernández Sagasti, por sus declaraciones contra Victoria Villarruel. Sin embargo, y con mucha negatividad acumulada, todavía están muy por detrás del volumen de sus competidores.

Compartí esta noticia !

El proyecto Misionerista

Compartí esta noticia !

23 días. Es el tiempo que tenemos para pensar qué clase de provincia, ciudad y barrio queremos. Mucho le van a decir o va a escuchar a lo largo de estas semanas. Van a aparecer, si es que no lo hicieron ya, a prometerle cosas que ni usted sabía que quería. El desfile de siempre, con más o menos los mismos de siempre.
En el fondo un poco lo sabe, usted ya eligió. Porque si bien pueden aparecer muchas opciones, la discusión siempre es una sola, la continuidad o el cambio. Y aunque el cambio pueda sonar bien y prometedor, hace algunos años Misiones inició un camino del cual es muy difícil volver.  Un camino de reivindicaciones, pero sobre todo de amor propio. Un camino que permitió que la gente vuelva a sonreír, vuelva a creer y soñar con un futuro mejor.
¿Qué es el Misionerismo? Lo que todos llevamos dentro.  Es el cariño de una abuela cuando cocina torta fritas un domingo, unos mates en la Costanera con tus amigos o mojar los pies en un arroyo después de caminar varios kilómetros.
Es el verde de nuestra selva y el rojo de nuestra tierra. Son nuestras tribus guaraníes y nuestros peones de la chacra. Son nuestras colonias alemanas y polacas. Nuestra yerba y nuestras Cataratas. Al Misionerismo lo hacen cada uno de los misioneros todos los días, con esfuerzo y dedicación.
Un Gobierno no solamente tiene que promoverlo, sino que tiene que representarlo. Tiene que hacer más rutas para poder exportar más y mejor, construir más universidades para que nuestros jóvenes no tengan que irse, otorgar más créditos para que nuestras cooperativas se desarrollen y construir más hogares para que nuestras familias vivan mejor. Tiene que hacer, pero sobre todo tiene que escuchar. Es un camino difícil, que se construye entre todos.  
Quien se conoce a sí mismo ya no tiene miedo. Este fue el mayor logro político de estos últimos años, que la gente recupere la confianza. Recuperar nuestra historia y defenderla frente a los intereses externos, algo de lo que mucho se habló durante mucho tiempo, pero poco se hizo. Con aciertos y errores, este proyecto fue construyéndose de a poco. Al final, terminó siendo un logro que fue más allá de afinidades partidarias.
Lo que le propongo, es que cuando vaya a las urnas el 2 de junio, piense en Misiones.  No en la Nación, tampoco en los problemas de Macri o Cristina. Piense que hicieron cada uno de los candidatos por los misioneros en estos últimos años, que hicieron para que usted y su familia vivan un poco mejor. Por eso, vote con el corazón, que seguro va a elegir bien.

Compartí esta noticia !

O capitão do povo

Compartí esta noticia !

Las preguntas que se están intentando responder en gran parte de Latinoamérica son, ¿Por qué Bolsonaro? y ¿Qué efectos tiene a nivel regional, en qué nos perjudica? O capitão es, más que un producto nuevo y antisistema, la respuesta a un sentimiento de hartazgo con un partido que gobernó más de 14 años ininterrumpidos Brasil.  Un poco por el gran nivel de corrupción y otro por el normal efecto desgaste, la sociedad brasileña estaba buscando una alternativa, no al sistema político, sino al partido dos trabalhadores. Cada país tiene sus características particulares, además de que esto dista de ser una tendencia general en América Latina. Lenin Moreno, Iván Duque, y sobre todo Andrés López Obrador no tienen nada de parecido con el posible futuro presidente de Brasil. Si la comparación fuera con Donald Trump, menos. Estaríamos comparando a un empresario de toda la vida que nunca incursionó en política, contra un político de experiencia y actual diputado por Rio de Janeiro, impensable.  
Outsider. Es la palabra que usamos para describir a todas las personas que fueron ajenas a la política y de un momento a otro, saltaron al escenario público con una retórica anti elitista. Cuentan un cuento, generalmente el mismo: un pueblo que fue quebrado y vapuleado por una clase política; la que se encargó de degenerar los valores morales y cívicos de la sociedad, corrompiendo de esta manera su destino triunfal.  
¿Bolsonaro, es un outsider? La respuesta es no. ¿Por qué? Es un hombre que lleva 29 años viviendo de la política, transitando ya por su noveno partido y con su esposa, hermano e hijos trabajando, también, en política.
Sus contradicciones son muchas, por ejemplo, dentro de sus declaraciones existen acusaciones recurrentes a políticos corruptos que no hicieron nada por su país, él tampoco, tiene más décadas en el congreso que proyectos de ley presentados (2). ¿Es una persona evangélica? Se bautizó en 2016 mientras Rousseff era destituida, en línea con otros políticos que vieron el gran crecimiento de la población evangélica (1/4 del electorado brasileño). ¿Representa los valores familiares? Se casó tres veces. Bolsonaro, como cualquier político, no resiste un archivo.
Ya lo dijo el profesor Gustavo Bertoche Guimarães en un hilo que se hizo viral en estos últimos días, “El problema no es el elector de Bolsonaro. Somos nosotros, del gran campo de las izquierdas”. El problema del vecino país, según Guimarães, fue una clase política que se perpetuó en el poder, llegando a pensar que los acuerdos partidarios (con el PMDB) y las movilizaciones, eran suficientes para sostener la gobernabilidad. Si a este análisis se le sumarán los casos de corrupción por las transferencias financieras en el caso Lavajato, el hartazgo es total.
Si bien puede incentivarlo, el origen de este movimiento no se encuentra en las redes sociales o el auge de las ideas extremistas, sino en el mismo seno del PT. La autocrítica llegó muy tarde, y aunque si bien todavía no está todo terminado, la “gran idea” del eslogan Lula-e-Haddad en primera vuelta ya cimentó una idea que puede ser difícil de retirar.
Más allá de sus contradicciones, Bolsonaro resume esto mejor que nadie, es el personaje más anti petista que existe. No importa que sea machista, homofóbico o violento, sólo importa que sea diferente a los que estuvieron. En la escala de preferencias, hoy por hoy, diferenciarse de Lula, Haddad y Dilma, garpa y mucho.
De afirmarse los resultados de primera vuelta, hay diferentes efectos regionales que pueden esperarse. Una reforma de Mercosur, más presiones sobre el régimen de Maduro en Venezuela y militarización de la frontera norte de Brasil son algunos de los ejemplos. Pero difícilmente puedan surgir movimientos similares en las elecciones presidenciales del año que viene en Argentina. Los escenarios que promueven el surgimiento de espacios antisistema generalmente se dan luego de períodos prolongados de crisis de representación y fragmentación partidaria, Brasil es un caso excepcional que cuenta con 15 bloques partidarios y casos de corrupción estructural tanto en la esfera pública (Lavajato) cómo en la esfera privada (Odebrecht).
La causalidad directa no existe en las ciencias sociales, y así como en Brasil (13%) y México (18%) se registraban los índices más bajos de apoyo a la democracia, en un país un dirigente de derecha está primero en intención de votos mientras que en el otro un socialista de vieja escuela es presidente electo. La tentación de caer en falsos pronósticos y encontrar generalidades abstractas puede ser grande, pero siempre hay que considerar la historia y los escenarios particulares de cada país.
El PT creyó y sigue creyendo que el efecto Bolsonaro se explica más por causas externas que por causas internas. Lejos de entender que la sociedad brasileña estaba buscando un cambio, la insistencia con el “Proyecto Lula” llevó a que una persona con ideas extremistas esté a un paso de ser presidente.
Esta es una lección que bien podría valer para los partidos políticos en Argentina. Las alianzas políticas siglo XX ya dejaron de tener vigencia, hoy más que nunca hay que escuchar lo que dicen las personas en la calle, de lo contrario alguien va a hablar por ellas. Y ese alguien, aunque no nos guste, es Bolsonaro.

Compartí esta noticia !

Categorías

Solverwp- WordPress Theme and Plugin