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Protocolo contra la violencia digital: qué cambia en las escuelas y cómo se activará la respuesta

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El estreno de Adolescencia en Netflix no solo capturó a millones de espectadores, sino que también encendió una conversación global sobre cómo los adolescentes viven, construyen y sufren en el ecosistema digital. La serie, que mezcla drama y realismo social, refleja situaciones cotidianas que van desde la presión de las redes sociales hasta fenómenos de riesgo como el ciberacoso, la viralización de contenidos íntimos y la manipulación emocional en entornos virtuales.

El impacto social ha sido inmediato: en foros de discusión, escuelas y medios de comunicación, el programa se convirtió en un espejo incómodo de lo que muchos jóvenes y familias atraviesan a diario. Psicólogos y pedagogos destacan que la narrativa logra poner en palabras y en imágenes lo que muchas veces se silencia en el ámbito familiar: la soledad conectada, el miedo a quedar fuera de los grupos digitales y la búsqueda de validación a través de “likes” y seguidores.

Lo que la serie muestra como ficción –la facilidad con que se puede arruinar la vida escolar de una adolescente o cómo un reto viral puede escalar hasta consecuencias graves– aparece en los borradores técnicos como fenómenos concretos que requieren prevención, detección temprana y protocolos de acción en cada escuela.

El borrador del Protocolo para la Prevención, Detección y Actuación ante Riesgos y Violencias Digitales en Misiones marca un giro de enfoque: pasa de talleres sueltos y buenas intenciones a una ruta operativa con responsables, plazos y resguardos probatorios. Nace con lógica escolar -porque allí están los chicos-, pero con alcance extramuros: actúa aun cuando el hecho ocurra fuera del horario o del edificio, si involucra a la comunidad educativa o impacta en ella. Y se ancla en un andamiaje legal que va de la Ley Olimpia a la ESI, de la Ley de Grooming al Convenio de Budapest. No es una declaración: es un manual de campo para directivos, docentes, familias y estudiantes.

El documento trabajado por la Vicegobernación, el ministerio de Educación, la Dirección TIC, Silicon Misiones, Fiscalía de Ciberdelitos, Policía y otros organismos, ordena, define y pone nombre a lo que pasa: ciberacoso, grooming, sexting y difusión no consentida de imágenes, sextorsión, phishing/smishing/vishing y estafas, retos virales peligrosos, violencia digital en vínculos afectivos, explotación sexual comercial infantil en línea (ESCNNA), morphing y agresiones en videojuegos, además de discursos de odio y desinformación. Se declara abierto y dinámico: la lista no es cerrada porque las plataformas y prácticas cambian.

El borrador fija principios que atraviesan cada paso: respeto y dignidad, confidencialidad, inmediatez, no revictimización, corresponsabilidad, equidad y enfoque educativo-preventivo. Eso se traduce en decisiones concretas: evitar que la víctima repita su relato, activar contención emocional, preservar evidencia digital sin vulnerar derechos y derivar con prioridad cuando hay delitos.

El protocolo se apoya en normas nacionales (26.904 Grooming; 27.590 “Mica Ortega”; 27.736 “Olimpia”; 26.388 Delitos Informáticos; 25.326 Datos Personales; 26.061 Protección Integral; 26.150 ESI; 26.892 Convivencia; 26.206 Educación) y provinciales (Ley VI-250, su decreto reglamentario y la Resolución 257/2023 sobre Acuerdos Escolares). Suma programas nacionales (Clic Derechos, Plan Federal de Prevención de Ciberdelitos 2025–2027, Estrategia Nacional de Ciberseguridad) y estándares internacionales (Convenio de Budapest y su Segundo Protocolo). El resultado: coherencia legal para intervenir sin zonas grises.

El corazón del plan es procedimental. Define una secuencia común para todas las escuelas -públicas o privadas, de inicial a superior no universitario- con formularios y actas estandarizadas.

  • Fase 1 | Detección y primera atención. Señales de alerta (cambios de conducta, aislamiento, cuentas falsas, mensajes intimidantes), primer contacto empático y registro inicial.
  • Fase 2 | Registro y primeras acciones. Apertura de expediente, recolección de evidencias (capturas, enlaces, IDs), medidas de seguridad (contraseñas, privacidad, bloqueo).
  • Fase 3 | Evaluación técnica y derivación. Intervención de equipo TIC o peritos informáticos, contención psicológica, derivación a Fiscalía especializada/Policía de Cibercrimen cuando corresponda.
  • Fase 4 | Intervención y acompañamiento. Abordaje educativo y restaurativo, trabajo con el curso si es necesario, guía a familias.
  • Fase 5 | Cierre y evaluación. Informe final, ajustes institucionales y lecciones aprendidas.

Clave probatoria: licitud, integridad y autenticidad de la evidencia; cadena de custodia cuando interven­gan peritos.

La directora general de TIC, Alejandra Pacheco, subrayó el carácter participativo del proceso: “Las áreas que estuvieron en la mesa de trabajo harán sus aportes y sugerencias durante el mes de octubre; nos volveremos a reunir y se armará el documento final. Luego saldrá una resolución del ministerio -ese es el procedimiento formal-, a la que se deberán adherir el Consejo y el SPEPM, y si todo está en orden, la idea es que se comience a implementar en el 2026”.

Además, adelantó que el protocolo no se limitará a la letra oficial: “Irá acompañado de instancias de sensibilización y trabajo en las instituciones por parte de nuestro equipo”. Con ello, la funcionaria busca remarcar que la estrategia no se agotará en normas, sino que implicará presencia activa, talleres y acompañamiento territorial.

Quién hace qué (y cómo se mide)

El protocolo distribuye roles y responsabilidades: el equipo directivo garantiza implementación, activa respuestas urgentes y resguarda registros; los docentes integran ciudadanía digital a sus clases y elevan alertas; preceptores y personal auxiliar observan en patios, pasillos y plataformas; familias acompañan usos en el hogar y notifican; estudiantes se comprometen con normas de convivencia digital; los gabinetes articulan apoyos complejos. Pide indicadores de seguimiento (número de intervenciones, participación, tiempos de respuesta) y reuniones periódicas para corregir desvíos.

No hay protocolo sin prevención. El borrador exige ciudadanía digital en la currícula, campañas y talleres, alfabetización para familias y capacitaciones recurrentes a docentes. Propone coordinación interinstitucional con EDAyO, GPI, Policía de Misiones (Dirección de Cibercrimen), Fiscalía especializada, OCEDIC, equipos de salud y programas como Huellas en la Red (desde 2016), además de iniciativas con Digital Project y Faro Digital.

El documento aterriza qué hacer ante cada modalidad, con pautas de preservación de evidencia, contención y vías de denuncia:

  • Ciberbullying/flaming. Abordaje pedagógico, trabajo grupal, reportes en plataforma; si hay amenazas, derivación penal.
  • Difusión no consentida y sextorsión. No borrar pruebas; reportar para baja del contenido; Línea 102 si hay menores; Línea 144 si hay violencia de género; denuncia ante Fiscalía/Policía.
  • Grooming. Es delito (art. 131 CP): no borrar chats, bloquear acosador, denunciar a MPF/Línea 137.
  • Phishing/estafas. Doble autenticación, verificación de remitentes, denuncia en Cibercrimen; reporte en argentina.gob.ar/ciberseguridad.
  • Retos virales peligrosos, videojuegos y desinformación. Controles parentales, alfabetización mediática, verificación de fuentes y trabajo de convivencia en aula.

Cada escuela deberá institucionalizar el protocolo (aprobación en el Consejo o autoridad competente), incluirlo en el PEI y en los Acuerdos de Convivencia, abrir canales oficiales (correo/formulario), y sostener capacitación permanente. Se recomiendan fichas estandarizadas (notificación, intervención, seguimiento, cierre) y sistemas de resguardo seguro de documentación, con acceso restringido y respeto a la Ley 25.326.

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Santa Fe suma nuevos impuestos a Netflix, Uber y Spotify: regirán desde julio

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La provincia de Santa Fe se prepara para implementar nuevas cargas tributarias sobre el consumo de servicios digitales.

A partir del 1 de julio de 2025, plataformas como Netflix, Spotify y Uber verán sus tarifas incrementadas con la aplicación de alícuotas del Impuesto sobre los Ingresos Brutos.

La medida, dispuesta por la Administración Provincial de Impuestos (API) a través de la Resolución General Nº 0030-2025, fue publicada en el Boletín Oficial el pasado martes 17 de junio.

La normativa establece que los “prestadores de servicios digitales serán pasibles de percepción del Impuesto sobre los Ingresos Brutos”.

En detalle, el nuevo esquema impositivo contempla un cobro del 3 por ciento para los servicios de suscripción online relacionados con el acceso a entretenimientos audiovisuales, lo que incluye plataformas como Netflix y Spotify. Por otro lado, otros servicios digitales, como Uber, serán gravados con una alícuota del 4,5 por ciento.

La provincia justificó esta decisión señalando que “el avance de la economía digital ha generado nuevas modalidades de comercialización y consumo, por lo que es imprescindible contar con herramientas normativas que permitan la correcta aplicación del tributo sobre este tipo de servicios”.

La percepción de estos impuestos estará a cargo de las entidades que facilitan y procesan pagos, así como las billeteras virtuales, quienes actuarán como agentes de percepción.

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Netflix en Misiones: finaliza en Iguazú el rodaje de El último Gigante

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Esta semana, Sergio Acosta y Santiago Carabante, presidente y gerente de Fomento, respectivamente, del Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones, se reunieron en Puerto Iguazú con Ignacio Rey y Rocío Gort, productores de Leyenda Films, y visitaron juntos el set de El último Gigante, la nueva película de Netflix.

Durante la visita, el presidente del IAAviM les hizo llegar el saludo del Gobernador, Hugo Passalacqua, y su agradecimiento por haber elegido Misiones para filmar la nueva película escrita y dirigida por Marcos Carnevale, responsable de éxitos como Viudas, Goyo, Corazón Delator y Granizo, entre muchas otras. 

El IAAviM, como autoridad audiovisual de Misiones, colaboró con la producción poniendo a disposición la Comisión de Filmaciones de la provincia para la gestión de permisos de corte de rutas nacionales, avenidas y calles así como el acceso a espacios públicos, articulando con Corredores Viales, Gendarmería Nacional, Policía de Misiones y demás instituciones públicas. 

Durante la visita al set, en el centro de la ciudad de Puerto Iguazú, Acosta y Carabante pudieron ver un impresionante despliegue técnico y artístico de escenas rodadas con los actores Oscar Martínez y Matías Mayer bajo la dirección de Carnevale. Además, se encontraron con técnicos misioneros trabajando en el equipo como Mónica Amarilla y Camila Acosta (Producción), Juan Ferreira (Locaciones), Luis Garcete (Video Assist), Gastón ‘Yaca’ Della Bernarda (eléctrico), Hernán Navarrete (Sonido), Mónica Acuña (Maquillaje), Macarena Bordón (Vestuario) y muchos más. También cabe recordar y destacar el trabajo de Misiones Casting, productora misionera dedicada a la búsqueda y selección de talento local para completar el elenco de personajes secundarios y extras. 

El Gobierno de la provincia celebra la elección de Misiones y las Cataratas del Iguazú como escenario para una producción que podrá verse en todo el mundo. Desde la gestión pública, es importante visibilizar la infraestructura creada para recibir a este tipo de producciones: conectividad aérea y terrestre, locaciones insuperables, hotelería y gastronomía, técnicos, actores y extras calificados, gestión de locaciones y la calidez de su gente. 

El último gigante, dirigida y escrita por Marcos Carnevale y producida por Leyenda Films y Kuarzo International Films, cuenta con Oscar Martínez, Matías Mayer, Inés Estévez, Luis Luque, Silvia Kutika, Yoyi Francella y Alexia Moyano en su elenco. La historia gira en torno a Boris, un carismático guía turístico que se reencuentra inesperadamente con su padre Julián, quien lo abandonó hace 28 años. A través de encuentros tensos y emotivos, ambos exploran el dolor del pasado, el resentimiento y la posibilidad del perdón. 

El rodaje, que tuvo lugar durante tres semanas en Iguazú y alrededores, culmina este viernes 6 de junio y continúa con algunas escenas en Buenos Aires. Desde la producción se enorgullecen en asegurar que filmaron las Cataratas del Iguazú “como nunca nadie antes lo hizo”. 

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Netflix filma en Misiones: “El último gigante”, una historia de reencuentros y paisajes inolvidables

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El cine argentino vuelve a desplegar su talento y su mirada en una producción de alto calibre, esta vez con el respaldo de una de las plataformas más influyentes del mundo. Netflix inició el rodaje de El último gigante en la provincia de Misiones, una locación exuberante que cobra protagonismo en la pantalla grande y proyecta su potencial como polo audiovisual emergente.

Dirigida y escrita por Marcos Carnevale, uno de los realizadores más versátiles del cine nacional (Elsa y Fred, Corazón loco), la película es producida por Leyenda Films y Kuarzo International Films, y cuenta con un elenco de renombre encabezado por Oscar Martínez, Matías Mayer, Inés Estévez, Luis Luque, Silvia Kutika y Yoyi Francella.

La historia gira en torno a Boris, un carismático guía turístico que trabaja en las Cataratas del Iguazú. Su vida da un vuelco cuando, de manera inesperada, se reencuentra con su padre Julián, quien lo abandonó 28 años atrás. A través de diálogos intensos, silencios cargados de significado y paisajes de ensueño, la película explora el resentimiento, la fragilidad emocional y la posibilidad de redención entre padre e hijo.

Escenario natural y emocional

Las primeras escenas se filmaron en el Parque Nacional Iguazú, incluyendo tomas en las propias Cataratas del Iguazú, una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo. Días más tarde, el equipo se trasladó a Puerto Libertad, sobre las costas del río Paraná, donde la selva misionera ofrece un nuevo entorno para el desarrollo narrativo del film.

Con una fotografía que promete destacar la magnificencia de los paisajes litoraleños y el drama íntimo de sus protagonistas, El último gigante posiciona a Misiones no solo como un fondo escénico, sino como un personaje más dentro de la historia.

Un territorio audiovisual en expansión

El proyecto cuenta con el respaldo institucional del Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (IAAviM), que brindó soporte técnico y acompañamiento logístico durante el rodaje. Además, Misiones Casting, productora especializada en talentos locales, estuvo a cargo de convocar a actores de la región, generando oportunidades reales de participación en una producción de alcance internacional.

El último gigante promete combinar el drama humano con una puesta en escena natural imponente, capturando la atención de audiencias tanto locales como globales. En un momento de revitalización del cine argentino, esta producción marca un hito por su escala, su narrativa íntima y su compromiso con el desarrollo federal del audiovisual.

Misiones, una vez más, se coloca en el mapa no solo como destino turístico, sino como una locación cinematográfica de alto valor artístico y productivo. La selva, el río y la historia de un padre y un hijo se entrelazan en una película que, sin dudas, dará que hablar.

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Ignacio Pol, el ingenio detrás de la nevada en El Eternauta: “La ciudad es un personaje más”

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El supervisor de efectos visuales y producción virtual Ignacio Pol, cofundador de Control Studio, fue una de las piezas clave en la monumental adaptación audiovisual de El Eternauta, la obra icónica de la historieta argentina que está descollando en Netflix. En diálogo con Open 101.7, repasó el trabajo en equipo, la inversión sin precedentes en producción local y la repercusión global que está generando la serie.

“Para poder realizar esta serie era fundamental dominar quizás al personaje más silencioso de todos: la ciudad”, explica Pol. “Buenos Aires es un protagonista más en esta historia, y era esencial generar la sensación de que fue literalmente grabada en sus calles, tal como las podemos recorrer hoy. Solo que nevadas, devastadas, post-apocalípticas. Queríamos que el espectador sintiera que estaba caminando ahí, al lado de los personajes, bajo esa nevada tóxica que cae del cielo y te mata con solo tocarte”.

Desde el primer momento, sabían que el desafío era inmenso. “Cuando arrancamos en 2020, ya entendíamos que era un proyecto emblemático para nuestro país. Es la primera adaptación audiovisual de esta magnífica obra, y sabíamos que la vara estaba altísima. Las expectativas eran enormes, porque había gente esperándola hace décadas”.

Lo que los sorprendió fue la repercusión internacional. “La recepción que está teniendo afuera es algo que todavía no terminamos de asimilar. Esperábamos una buena respuesta en Argentina, pero lo que se está generando en otros países nos supera. El Eternauta está viajando por el mundo y siendo celebrada como una obra de ciencia ficción de nivel global”.

La magnitud de la producción fue posible, en gran parte, por el respaldo de Netflix. “Claramente fue fundamental el apoyo de Netflix. Para llegar a un proyecto de este nivel se necesita un presupuesto que lo permita. Esto no se hace solo por amor al arte. Se habló mucho de los números que salieron estos días: Netflix difundió que fueron más de 41 mil millones de pesos invertidos en Argentina, y esa cifra representa muchísimo trabajo para técnicos, artistas, diseñadores. Hasta las máscaras que se construyeron fueron centenares”.

El rol de la productora K&S Films también fue decisivo. “Nos sentimos siempre muy acompañados. Desde Control Studio hubo una sinergia muy potente con ellos. Se armó un gran equipo, y el desarrollo tecnológico nos llevó mucho tiempo, pero todos empujamos en la misma dirección con pasión. Fue una producción con muchísima gente trabajando al mismo tiempo, cada uno poniendo lo mejor”.

Para Pol, la historia de El Eternauta no solo interpela por su narrativa distópica o su valor simbólico en la cultura nacional. También representa un hito técnico y artístico para la industria audiovisual argentina. “Esto marca un antes y un después. Demostramos que se puede hacer ciencia ficción de calidad internacional en nuestro país, con talento local y con el compromiso de todos los que creemos en contar historias que valen la pena”.

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