Barack Obama disertó ante unos 300 líderes “verdes” de la Argentina y la misionera Gladys Garrido estuvo a unos pocos metros del presidente de Estados Unidos que más invirtió en proyectos de energías renovables y la disminución de gases de efecto invernadero, en el segundo país emisor.
“En lo personal fue un aprendizaje haber participado de la Cumbre de Economía Verde y haber escuchado a Obama, quien fue generoso con su tiempo. “El momento es ahora”, dijo y es la mejor definición sobre el tiempo en el que estamos para cambiar algo en la protección del medioambiente”, relata la profesora de Ética y Educación Ambiental de la Universidad Nacional de Misiones, que tiene a su cargo la cátedra de Educación Ambiental en la facultad de Ciencias Exactas y cursa la diplomatura internacional de la Unesco sobre Educación para el Desarrollo Sostenible.

Garrido es magister en Ecología y fue una de las 300 líderes seleccionadas en la Argentina para participar en la cumbre que se hizo en Córdoba –el otro misionero fue Juan Emilio Bragado, de la Fundación Cambium, de Eldorado-.
“La economía tiene espacio relevante para fortalecer proyectos verdes”, sostiene Garrido y cita algunos casos en los que la irrupción de nuevos modelos de negocio y tecnología, logra modificar el status quo: Uber –cuyo uso reduce la emisión de gases contaminantes- o el coworking, que logra una mayor producción económica en espacios reducidos.
Son irrupciones que alientan la competencia y abren nuevos mercados, explica. También pone como ejemplos que hasta hace algunos años, los productos orgánicos tenían precios accesibles para pocos y hoy, gracias a la conciencia ambiental, aumentó la producción y las brechas de costos se achicaron. “El consumidor ahora elige lo que no contamina. ¿Qué va a hacer el empresario que no escucha eso?”, se pregunta.
Además de Obama, estuvieron otras figuras prominentes de la conciencia ambiental, como los Nobel de Economía como Edmund Phelps y Eric Maskin, Ndaba Mandela, nieto del líder sudafricano y el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, entre otros.
“Obama es una figura inspiradora porque cuando estuvo en el poder, impulsó políticas de protección del medioambiente, que ahora fueron derogadas por Trump”, cuenta Garrido. El demócrata dijo en su alocución que “su postura no era únicamente por ser presidente, sino porque es padre”.
La especialista misionera advierte que el acuerdo de París es insuficiente, pero “es una herramienta” para revertir algunas tendencias de consumo energético antes de que sea demasiado tarde.
“Hay que incentivar el desarrollo de tecnologías limpias”, asegura Garrido, que, de todos modos, mantiene abierta una esperanza con algunos sutiles cambios que están en marcha. Pone como ejemplo a las nuevas generaciones, que aprenden de pequeños la importancia de proteger el medioambiente o las nuevas construcciones de viviendas, como las del Procrear, que ya vienen con paneles solares incluidos.

“Hay un potencial energético mucho mayor con las renovables”, insiste. La planta de Biomasa de Pindó, la maderera misionera que calificó para el plan Renovar es otro ejemplo de la docente. Sin embargo, señala que la iniciativa no se replica porque no es rentable para empresas más pequeñas.
“Hay una idea de hacer una planta de biomasa, que nuclee a unos 60 aserraderos de Oberá, que están a unos 30 kilómetros a la redonda. Puede llegar a avanzar”, revela.
“La economía verde va a ser más rentable por la demanda del consumidor. Obama nos alentó a hacer algo para no dejar un mundo inhabitable”, cuenta.
Sobre el rol de la universidad, Garrido es clara: “Debe estar en contacto con la comunidad y promover el intercambio de experiencias. Educar a los jóvenes con conciencia ambiental”.
Lejos de eludir el compromiso, la especialista eldoradense sostiene que la energía hidroeléctrica es una oportunidad. “La experiencia de Yacyretá no fue la mejor ni los daños subsanados de la manera que se esperaba y eso quedó marcado. Pero no debemos cerrar los ojos. El 50 por ciento de la emisión de gases contaminantes viene de la quema de combustibles fósiles. La hidroelectricidad es una oportunidad”, argumenta.
La especialista también insiste en que Misiones debe recibir recursos por la protección de su medioambiente. “El bono verde es el instrumento financiero para capitalizar el cuidado de la selva”.