Sartori: “La yerba mate es un mercado imperfecto; 12.500 productores no pueden negociar con seis molinos”
A pocos días del inicio de la cosecha de verano (zafriña), el ministro del Agro y la Producción de Misiones, Facundo Sartori, advirtió que miles de productores evalúan no cosechar debido al deterioro del precio y la falta de regulación en el mercado de la yerba mate.
En una entrevista con Economis, sostuvo que la provincia reclama al Gobierno nacional “ordenar un mercado hoy totalmente desregulado”, donde 12.500 productores negocian contra apenas seis grandes compradores, lo que —según describió— configura “un mercado imperfecto” que impide acuerdos justos y previsibles.
El funcionario defendió el rol del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) como organismo clave para equilibrar la cadena, señaló que la Nación desconoce la gravedad del problema y remarcó que sin intervención estatal “la negociación entre privados es imposible”.
Un mercado desequilibrado: 12.500 productores frente a seis molinos
Sartori explicó que, tras la desregulación del INYM, el sector atraviesa una distorsión profunda: “El libre comercio no funciona cuando hay un mercado imperfecto. Tener 12.500 productores y seis compradores hace que el poder de negociación de estos productores sea prácticamente vacío”.
El ministro recordó que cuando el INYM fijaba precios mínimos, la rentabilidad era positiva. Recordó que el precio referencia previo a la desregulación era 53 centavos de dólar (valor histórico citado por Sartori). Hoy el costo de producción: $430 por kilo, según el INYM, por lo que el valor actual al productor debería ser alrededor de $700 por kilo de hoja verde, el precio actual de $250 o $305 son insuficiente para sostener la ecuación con rentabilidad adecuada.
Al perderse la instancia paritaria del INYM, “la mesa de negociación quedó desordenada”, dijo. La consecuencia ha sido un conflicto que enfrenta a productores entre sí, debilitando su poder de reclamo ante la industria molinera, integrada mayoritariamente por firmas extramisiones.
Sartori advirtió que la Nación sostiene que la yerba es “una negociación entre privados” y que el Estado no debe intervenir. Para Misiones, esta visión ignora la naturaleza estructural del mercado: “La Nación no comparte que es una economía imperfecta. Dicen que los productores tienen que negociar con los molinos. Nosotros no entendemos así esa situación”.
Riesgos estructurales: concentración de tierras, pérdida de competitividad y fuga de plantaciones
El ministro también alertó sobre el impacto de cualquier intento de Misiones de fijar un precio propio sin acompañamiento nacional. “Si nosotros ponemos un precio en Misiones, en dos años todas las plantaciones se van a Corrientes. No tiene fijación de precios y automáticamente desaparecerían los yerbales misioneros”.
Las grandes empresas del sector —mencionadas en la entrevista como actores con capacidad de trasladarse fuera de la provincia— podrían instalar cientos o miles de hectáreas nuevas en territorios más baratos, afectando la competitividad del minifundio misionero.
Actualmente, Misiones posee unas 200.000 hectáreas de yerba mate, con una estructura altamente fragmentada: Más de 12.000 productores primarios. Un centenar de secaderos. Un fuerte protagonismo cooperativo.
Según Sartori, esta composición productiva se sostiene únicamente con un sistema regulado: “Eso se defiende con cooperativas, con minifundios y con un trabajo inteligente en las chacras”.
La estrategia provincial: sostener precios, fortalecer cooperativas y resistir el desmantelamiento institucional
Pese a que la Nación no interviene en fijar precios ni reconoce la distorsión. Misiones impulsa medidas de contención: Incentivos financieros por $12.000 millones en créditos con tasa subsidiada. Apoyo a cooperativas para mantener valores más altos al productor. Fortalecimiento del molino cooperativo de Andresito para abrir mercados y reducir dependencia de los grandes compradores. Sostenimiento del pago de cheques a productores mediante mecanismos provinciales. Defensa del INYM como herramienta institucional para ordenar la cadena.
Sartori fue enfático: “El productor misionero tiene que resistir con el Instituto Nacional de la Yerba Mate. La solución es que el INYM vuelva a cumplir su funcionamiento”.
El ministro agregó que incluso con decretos vigentes, la provincia continuará reclamando una mesa de regulación y pidió terminar con las disputas internas en el sector: “Hoy estamos perdiendo. Nos tenemos que resistir y volver a un sistema que sí funcionaba”.
Sin regulación nacional, la crisis podría profundizarse
La advertencia es clara. Si la Nación mantiene la postura de no intervenir: La concentración compradora podría aumentar. Los precios al productor podrían seguir erosionándose. Las plantaciones podrían migrar hacia provincias sin regulación. Las cooperativas perderían volumen y capacidad de pago. La producción de la economía regional más importante del NEA quedaría al borde del desfinanciamiento.
Sartori sintetizó el escenario: “Si queremos pensar en una economía a largo plazo, tiene que haber Estado presente”.







