Las ventajas y las desventajas del Teletrabajo, pautas para mejorarlo
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el impacto del teletrabajo puede ser negativo en términos físicos, psicológicos y del bienestar social, sin una adecuada planificación.
Desde la pandemia el Home Office, se convirtió en una gran opción para millones de personas. Entre los beneficios, se encuentran una menor incidencia de la hipertensión y estrés, una alimentación más saludable; los perjuicios incluyen aislamiento, riesgo de irritabilidad y problemas esqueléticos musculares por falta de equipo apropiado. Todos estos hallazgos son preliminares, reportan dos agencias de la ONU:
La OMS y la Organización Mundial del Trabajo (OIT) destacaron que esa nueva modalidad cambió los patrones tradicionales de empleo, en muchos casos se instaló para quedarse, o para formar parte de un modelo “Híbrido” que ofrece múltiples ventajas, pero también peligros para la salud, por lo que es necesario regularlo a fin de proteger a los trabajadores.
En un informe técnico, se plantean los cambios que hacen falta para adaptarse a las diferentes formas de empleo a distancia debido al impulso de la pandemia y a la transformación digital del trabajo.
Un trabajo Organizado
El teletrabajo bien organizado mejora el equilibrio entre la vida laboral y la personal, ofrece la posibilidad de un horario flexible y realizar actividad física, ahorra tiempo que se dedica al transporte.
Estudios demuestran una menor incidencia a la hipertensión arterial y estrés, menor tendencia a la depresión y mayor bienestar emocional debido a una convivencia familiar de calidad. Así como las dietas más saludables al preparar la comida en casa.
También esta forma de empleo, reduce la contaminación atmosférica, los tiempos de desplazamiento, lo que contribuye a mejorar la salud física y mental y el bienestar social.
La desorganización, el mayor riesgo
Sin embargo, sin planificación, asistencia y seguridad sanitaria, conlleva riesgos como las dolencias físicas, como los músculo esqueléticos y la fatiga visual, causadas por el trabajo prolongado en la computadora, que también ocurre en una oficina si no se cuenta con una estación de trabajo ergonómica.
Otro de los factores preocupantes, es la extensión de la jornada laboral que suele ser extrema y que muchas veces aún estando enfermo se trabaje.
Otro punto importante, es el aislamiento social, ya que puede conducir a una mayor soledad, agotamiento, depresión, irritabilidad, preocupación y sentimiento de culpa en los trabajadores. Lo que puede acarrear conflictos entre el trabajo y la familia, más que en los horarios tradicionales de oficina, sobre todo cuando la ocupación profesional es muy demandante. La violencia doméstica, el aumento de peso y el incremento del consumo de tabaco y alcohol, son otros posibles riesgos.
La OMS y la OIT, señalan que todos estos son resultados de análisis preliminares y que se necesita mayor investigación para determinar los impactos profundos del teletrabajo, para las diferentes ramas laborales y en periodos más largos.
Sugerencias
Para que existan mayores beneficios que perjuicios, la ONU recomienda que los trabajadores tengan el equipo adecuado, que tengan la información y directrices, la formación pertinente para reducir el efecto psicosocial y de salud emocional del teletrabajo. Que se capacite a los directivos en la gestión eficaz de los riesgos, la gestión a distancia y la promoción de la salud en el lugar de trabajo, que se establezca el derecho a la desconexión y días de descanso suficientes.
Los servicios de salud laboral, deben capacitarse para prestar atención en salud ergonómica, mental y psicosocial para quienes trabajan a distancia, mediante tecnologías digitales de telesalud, sugeriría el informe.
Por otro lado, también el documento insta a los empleadores a debatir y formular planes de trabajo individuales para el teletrabajo y establecer prioridades, ser claros con respecto a los plazos, a los resultados previstos, acordar un sistema que anuncie la disponibilidad para trabajar y garantizar que todo el equipo respete este sistema.
Por ello, sería indispensable diseñar programas especiales para el trabajo remoto, combinando medidas de gestión del trabajo y el rendimiento con las tecnologías de la información y la comunicación, además de los equipos adecuados y los servicios de salud laboral.
“A medida que nos disponemos a salir del compás de espera, para asentarnos en una nueva normalidad, tenemos la posibilidad de incorporar nuevas políticas, prácticas y normas de apoyo que garanticen que millones de personas que realizan el trabajo remoto tengan un trabajo remoto saludable, feliz, productivo y decente”, sostuvo la directora del departamento de Gobernanza y Tripartismo de la OIT, Vera Paquete-Perdigão.