¿Tenés el equipo de trabajo que necesitás?
Por Romina Chiffel, Coach Ontológica y Ejecutiva , líder de equipos comerciales de Remax Roble @rominachiffel. Para poder delegar primero debemos saber si confiamos o no en nuestro equipo. Muchas veces la incapacidad de delegación, no tiene que ver con nosotros sino con la mala selección del equipo con el que trabajamos.
Y la confianza es una palabra muy amplia, pero tiene que incluir varios aspectos. La revisión de un CV no habla sólo de las habilidades técnicas necesarias para cubrir un determinado puesto, pero hay otras variables que son incluso mucho más importantes a la hora de asegurarnos que estamos delegando una tarea en la persona indicada.
Previo a ejecutar la “delegación” de determinada tarea es conveniente realizar un monitoreo de confianza, teniendo en cuenta todos los aspectos que involucra:
Capacidad: ¿confío en que tiene la capacidad técnica para gestionarlo y para resolver las complicaciones que se presentan?
Compromiso: ¿confío en que tiene el compromiso necesario para hacerlo y priorizarlo?
Sinceridad: ¿confío en que me diga todo lo que tiene que decir y en la veracidad de sus dichos?
Cuidado: ¿confío en que va a cuidar mis intereses y los del equipo de trabajo?
Sintonía: ¿me conoce? ¿sabe cuáles son mis criterios de decisión, lo que quiero y como actuaría yo?
Es importante tener en cuenta TODOS los aspectos para poder saber donde trabajar para incrementar la confianza y así facilitar el proceso de delegación. O, en caso contrario, buscar o incorporar otra persona dentro o fuera de mi equipo de trabajo que lleve a cabo la tarea en cuestión.
Es clave este aspecto. Quizás no somos malos delegando. Tal vez estamos fallando en la elección de las personas a quienes les estamos delegando.