Tenis y vodka, un negocio de más de 5 millones en Nueva York
Nueva York, tenis y… vodka. El cóctel ‘Honey Deuce’ se ha convertido en un negocio perfecto para el Abierto de Estados Unidos, en el que Carlitos Alcaraz levanta pasiones. Su precio aumenta cada año más que la inflación americana. Cuesta un 20% más respecto al año pasado y pese a los 22 dólares por copa, se estima que el torneo venderá en esta edición más de 250.000 para un ingreso superior a los 5.5 millones de dólares.
Vodka, licor de frambuesas y limonada, con tres bolas de melón helado para simbolizar las pelotas de tenis. Desde su introducción en 2007 se han vendido más de un millón de ‘Honey Deuce’ y este año habrá más de 9.000 litros de vodka en las copas. La restauración, unida a unos acuerdos de patrocinio millonarios convierten al Abierto de Estados Unidos en una máquina de hacer dinero. Los jugadores se benefician de estos negocios con un cupo de premios de récord, superior a los 60 millones de dólares.
En Flushing Meadows no faltan oportunidades culinarias, con cuarenta bares y restaurantes que sirven comida y bebidas para todos los gustos. El común denominador es el alto precio: 22 dólares por un cóctel, 14,50 por una cerveza, 10 por un perrito caliente.
LOS PRECIOS AUMENTAN ENTRE UN 10 % Y 20 %
Este año, también a causa de la inflación récord que se registra en Estados Unidos, los precios para comida y bebidas en Flushing Meadows han tenido un aumento entre un 10 % y un 20 %.
El célebre cóctel a base de vodka Honey Deuce, el favorito por las pistas de Flushing Meadows, se vende este año por 22 dólares. En 2021 costaba veinte y anteriormente se vendía por 18.
Desde que se lanzaran por primera vez en 2007, más de un millón de Honey Deuce se vendieron en Flushing Meadows, registrando cada año notables incrementos de venta, según datos publicados por ‘Forbes’. El año pasado se vendieron más de 250.000 cócteles, por un total de más de 9.000 litros de vodka, y esta tendencia ha aumentado en esta edición.
Para los paladares más exigentes, también es posible disfrutar de un almuerzo o cena a base de ostras y champagne en uno de los palcos de la Arthur Ashe. Media docena de ostras se venden por 31 dólares y el champagne cuesta 32 dólares por copa.
En una ciudad conocida por el elevado coste de la vida, los precios de Flushing Meadows destacan por ser particularmente altos. El precio de un Honey Deuce es comparable con el de un cóctel en el Four Seasons del centro de Manhattan, uno de los hoteles más lujosos de la ciudad.
CADILLAC REEMPLAZA A MERCEDES
En 2021 el torneo superó los 100 millones de dólares en ganancias generadas por contratos de patrocinio y la presente edición, la primera desde 2019 ya sin limitaciones causadas por la pandemia del coronavirus, se presenta aún más rica debido a la firma de nuevos acuerdos millonarios.
Uno de los más destacados fue el contrato de “varios años” firmado con la casa automovilística estadounidense Cadillac, después de que expirase el contrato de patrocinio de Mercedes, vigente desde 2009. No trascendieron los datos económicos sobre el nuevo acuerdo con Cadillac, pero se trata de números que rondan las ocho cifras: la casa alemana pagaba una cantidad superior a los nueve millones de dólares anuales.
Cadillac, que lanzó recientemente la primera línea de coches eléctricos de su historia, cuenta con su logotipo en la red y también abrió un salón de casi 300 metros cuadrados en Flushing Meadows.
En la lista de patrocinadores no faltan los habituales Rolex, JP Morgan, American Express o Emirates Airways y a ellos se suma la biotecnológica Moderna, una de las principales productoras de vacunas contra el coronavirus.
NÚMEROS RÉCORD EN LAS GRADAS Y POR TV
El anuncio de retirada de Serena Williams, llegado a principios de agosto, el regreso de Rafa Nadal tres años después y el asombroso crecimiento de Carlos Alcaraz, uno de los favoritos de los aficionados locales, dispararon la expectación por este Abierto de Estados Unidos y los números de aficionados en las gradas y de los telespectadores son de récord.
Las tres rondas disputadas por Serena Williams, todas televisadas en horario de máxima audiencia en Estados Unidos, fueron las más vistas en la cadena “ESPN”, dueñas de los derechos, con cumbres de cinco millones de telespectadores en el partido de segunda ronda contra la estonia Anett Kontaveit.
50.000 DÓLARES PARA UN PALCO EN LA FINAL
La leyenda estadounidense se despidió el viernes al caer ante la australiana Ajla Tomljanovic, pero cada uno de sus partidos fue un evento multitudinario. Ver sus “últimos bailes” salió caro: más de 700 dólares de media en las aplicaciones digitales de venta para sentarse en la Arthur Ashe.
Esos mismos billetes costaban la mitad hasta el pasado julio, cuando todavía no se conocía la voluntad de Williams de dejar el tenis.
Apenas quedan entradas para asistir a las finales femenina, el sábado, y masculina, el domingo, con precios que llegan a tocar los 50.000 dólares por los palcos en las plataformas digitales de venta.
No cabe duda de que la gran final será otra pasarela para los famosos, cuando políticos como Bill Clinton, deportistas como Lindsey Vonn o Tiger Woods, cineastas como Spike Lee, entre muchos más, desfilen por los palcos de honor de un torneo que cada año lleva más allá el listón de los excesos.
Andrea Montolivo, EFE