Un joven de 17 años, inventó un motor que podría revolucionar los autos eléctricos, ganó un premio de 75 mil dólares
Robert Sansone, consiguió diseñar un motor eléctrico que no hace uso de las denominadas tierras raras, uno de los grandes retos de la movilidad eléctrica hoy. Lo que podría llevar a una fabricación más sostenible de los vehículos eléctricos.
Actualmente por las dificultades para acceder a algunos de los componentes de los motores de los autos eléctricos, como las tierras raras, varios fabricantes e investigadores buscan tecnologías alternativas. La solución podría llegar de la mano de este joven estadounidense del estado de Florida, que inventó un prototipo de motor eléctrico que podría revolucionar la industria.
Robert Sansone, partió de un motor sincrónico de reluctancia -utilizado en bombas y ventiladores-, consiguiendo crear un prototipo con mayor fuerza de rotación. Este inventor, un ingeniero nato según sus pares, estima que ha completado al menos 60 proyectos de ingeniería en su tiempo libre, con apenas 17 años.
El prototipo de Sansone es un modelo a escala fabricado con plástico impresa en 3D, hilos de cobre y un rotor de acero, y cuenta con otro campo magnético, en lugar de cámaras de aire. Con esto aumentó la potencia (39%) y la eficiencia (31%) del motor a 300 revoluciones por minuto (RPM). A 750 RPM, el rendimiento sube a 37%. Su diseño es novedoso, por la fuerza de rotación y la eficiencia mucho mayores a los existentes. El diseño tiene otros componentes que hacen posible dicho incremento, pero el joven ingeniero no puede revelar más detalles ya que piensa patentar su creación, publicó la revista Smithsonian.
Aunque este prototipo es muy prometedor, también hay que destacar los obstáculos que se presentan. Por ejemplo, no puede subir de las revoluciones antes mencionadas, ya que las piezas de plástico se sobrecalientan hasta derretirse. Además, si bien es cierto que los materiales para los motores de reluctancia síncrona son baratos, las máquinas en sí son difíciles de fabricar, lo que eleva el costo. Sansone cree que las nuevas tecnologías, como la fabricación aditiva, harán que sea más fácil construirlo en el futuro.
El joven inventor, destaca que su prototipo está en una fase inicial de diseño, a la espera de una patente. Sansone quiere modelar la versión 16 de su motor con materiales más resistentes para poder probarlo con más revoluciones por minuto. Cuando consiga mejores resultados en las próximas pruebas presentará la patente a alguna empresa de automoción. Entonces deberá preocuparse realmente sobre cómo fabricar a gran escala su motor y reducir los costos del proceso.
Este trabajo obtuvo el primer puesto en la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería (ISEF) este año. Se trata de la mayor competición internacional de STEM para escuelas secundarias del mundo. Sansone señaló que destinará los 75000 dólares de premio para pagarse la matrícula universitaria. Su sueño es estudiar en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.