Un mundo más igualitario
Con motivo del cercano Día Internacional de la Mujer Trabajadora —lunes 8 de marzo—profesionales de la Universidad Gastón Dachary nos cuentan cuál es el rol de la mujer en las distintas áreas en que se desenvuelven hoy.
Con motivo del cercano Día Internacional de la Mujer Trabajadora —lunes 8 de marzo—profesionales de la Universidad Gastón Dachary nos cuentan cuál es el rol de la mujer en las distintas áreas en que se desenvuelven hoy.
Desde hace más de 160 año -en marzo de 1857, cuando las trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York salieron a las calles para reclamar las pésimas condiciones en las que trabajaban y los ínfimos salarios que cobraban- hasta el día de hoy, las mujeres han tenido una activa y comprometida participación en el desarrollo de la humanidad.
Este año, en reconocimiento a los derechos obtenidos, y también con el objetivo de resaltar las deficiencias que persisten, la ONU propone como tema del Día Internacional de la Mujer “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”. Pero ¿qué es ser una mujer líder?
“Para mí ser una mujer líder en el campo laboral es aquella mujer que ha logrado superar los desafíos que le ha impuesto su entorno, que ha hecho la diferencia y que le salido bien y que no se ha limitado a pensar, que de repente por ser mujer no lo va a lograr” afirma convencida la Ing. Melisa Cardozo
Melisa es la Directora de Educación a Distancia de la UGD, cuya destacada labor en la implementación plena del Campus Virtual permitió el normal desarrollo de la opción pedagógica y didáctica mediada por las tecnologías de la información y la comunicación desde el inicio de la cuarentena en marzo del año 2020.
Si bien en los últimos siglos se produjeron muchos progresos con respecto a la posición de la mujer en el mundo laboral, la ingeniera en informática recuerda que no siempre fue así.
“Cuando estudias ingeniería, no tanto ahora, pero antes había muy pocas mujeres entonces nos tocaba romper un poco esa barrera, ese molde o esas creencias que generábamos y convencernos que teníamos la capacidad, y junto con el compromiso, la responsabilidad y las ganas lo podíamos lograr independientemente con el género con el que una se identifica.”
El fuerte sesgo de género marcado de acuerdo al área profesional es uno de los factores que persisten. De acuerdo a estudios realizados por el CONICET, es más usual ver una mayor cantidad de hombres en las ingenierías e informáticas, mientras que, en las áreas más sociales, humanas o de salud se ven más mujeres. Pero no se trata del único lugar socialmente impuesto hacia las mujeres. Hasta hace no mucho tiempo había mujeres que posponían su maternidad para no discontinuar su carrera laboral dado a que muchas veces era la excusa para que no pudieran ocupar altos grados jerárquicos.
“En el momento donde más se da crecimiento en la mujer profesionalmente dentro de la ciencia es entre los 25 y los 35 años que también coincide cuando una mujer quiere formar familia, ser madre, y esto podría traer aparejado que se vea disminuido ese crecimiento profesional de la mujer. Esa podría ser una de las causas. Otra es que al ser todos hombres los que toman decisiones en las posiciones jerárquicas también podría eso llevar a que hombres elijan a hombres” expresa la Dr. Alejandra Badaracco, investigadora asistente del CONICET y docente de la UGD sede Eldorado.
En la actualidad, afortunadamente, la balanza se equilibra un poco más y se sabe que maternidad y trabajo no son incompatibles, aunque puede ser difícil, el mundo necesita mujeres en todas las mesas en las que se tomen decisiones.
“Estudios realizados por Elsevier develaron que Argentina es uno de los países en que más mujeres se encuentran trabajando en la ciencia. Ahora, por ejemplo, tenemos dentro del CONICET a una presidenta mujer, lo cual es un cambio muy importante dado a que tiene en cuenta la perspectiva de género. Creo que hubo sólo dos mujeres que fueron presidentas del CONICET así que es un cambio grande con respecto a la gestión anterior”, manifiesta Badaracco.
Llevada esta realidad al contexto provincial, la abogada Alejandra Despontin, directora de la carrera de abogacía de la UGD, agrega:
“Tenemos la particularidad que estamos en una provincia donde hay muchas mujeres en esferas de poder, basta mirar la guía de autoridades del Poder Judicial, que es un tema que nos compete en el rol de la abogacía. Tenemos muchas integrantes en el Tribunal General de Justicia y en todas las distintas instancias del poder judicial, hay también ministras. En ese sentido, es una provincia en donde la cuestión de género o la presencia de la mujer en los distintos ámbitos se ha cuidado.”
Este 8 de marzo, llama a la reflexión acerca del esfuerzo que han hecho las generaciones anteriores, quienes allanaron el camino hacia una sociedad un poco más igualitaria, para así asumir la misma responsabilidad de seguir luchando por la conquista de más derechos.
“Ahora nos miran, porque por supuesto que nos miran, miran lo que hacemos, y nos miden con una vara distinta a la de los hombres y lo que hacen ellos. Pero tiene que ver con una cuestión cultural que, gracias a toda la impronta y todo el trabajo de muchas personas (no sólo de mujeres), ha ido cambiado, y en los últimos cinco años ha cambiado con una celeridad impensada”, destaca la Dra. Despontin y concluye:
“Creo que hace muchos años tampoco nos dábamos cuenta de la naturalización de ser casi invisibles en múltiples profesiones y oficios, por eso celebro que haya cambiado y siga modificándose ese pensamiento, porque quiero un mundo más igualitario para mis colegas, para mis alumnas y para mis hijas“