Venchiarutti es la nueva presidente del Superior Tribunal de Justicia de Misiones
En la reunión de Acuerdo de este miércoles, fue electa para ejercer la Presidencia del Alto Cuerpo por el período 2020-2021 la ministra Rosanna Pía Venchiarutti Sartori.
La Ministra llevará adelante el cargo al haber sido elegida por sus pares para representar al Superior Tribunal de Justicia hasta el año 2021 inclusive; mientras que el orden de subrogación de los ministros será: Cristian Marcelo Benítez; María Laura Niveyro; Roberto Rubén Uset; Ramona Beatríz Velázquez; Jorge Antonio Rojas; Cristina Irene Leiva; Froilán Zarza y Liliana Mabel Picazo.
La nueva presidente agradeció la confianza depositada en su persona al decir “es un honor y una gran responsabilidad poder representar al Poder Judicial de Misiones. Mi intención es profundizar los cambios que se han realizado en los últimos tiempos, que han sido muchos e importantes, y trabajar para que el Poder Judicial esté cada vez más cerca de la ciudadanía”.
Venchiarutti aseguró que para que esta cercanía sea cada vez más concreta “será necesario que nuestro modo de actuar, hablar y redactar sea sencillo y claro para lo que la tecnología y la comunicación serán los ejes con los que trabajaremos en los próximos años”.
Nacida en la ciudad de Oberá , Rosanna Pía Venchiarutti Sartori Estudió en Córdoba. Trabajó en la profesión y en 1988 ingresó al Poder Judicial de Misiones donde durante 14 años fue secretaria en Oberá y 14 años juez por concurso. Fue presidente de la Asociación de Magistrados y miembro activa de la Federación Argentina de la Magistratura y la Función Judicial (FAM). En 2016 asumió como Ministra ocupando el cargo de Directora del Centro de Capacitación y Gestión Judicial “Dr. Mario Dei Castelli” y actualmente ejerce al mismo tiempo la presidencia del Consejo de la Magistratura.
Hace unos meses, en una entrevista concedida a Economis, la hoy presidenta del STJ señalaba que “es necesario un compromiso social mucho más fuerte para alcanzar una igualdad real” entre hombres y mujeres.
“Que haya más mujeres, por ejemplo, en la Justicia, no influye en la toma de decisiones, sino en el nivel de respeto, institucionalizado y un debate más profundo en algunas cuestiones en las que se ven involucrados derechos de la mujer”.
“El derecho es derecho siempre. Pero hay cuestiones que han cambiado, con una mirada distinta, observadas desde otro tamiz, color, perspectiva. Esos son los hechos y las conquistas que las mujeres supimos conseguir en estos años”, sostiene.
Y cita como ejemplo a Rosa de Luxemburgo: “Logremos estar en pie de igualdad, pero que nos juzguen como lo que somos, mujeres”.
“La igualdad es la base. En el Poder Judicial, que creo que goza de un plus distinto, el acceso es igualitario. Hay más mujeres que hombres, no solo en el STJ, ganan lo mismo, todo lo que es conquista, ya está incorporado. En la provincia toda, las mujeres tienen muchas posibilidades de participación. Pero me preocupa la mujer vulnerable, de la profundidad de nuestra provincia. Me preocupa el manejo del derecho de toda la mujer, no solo la que accede al secundario, sino la que no pudo acceder, la ama de casa o la que acompaña, la que decide o por obligación, se dedica a la tarefa, a esa quiero llegar. Hay que afinar el mensaje, empoderarlas, que sepan a quien acudir, qué leyes las amparan, los mecanismos de defensa. Ahí está nuestro trabajo y eso es lo que hemos realizado en los últimos dos años. Hemos recorrido barrios, escuelas, hablado sobre violencia de género, bullying. Los jóvenes receptan, porque es bueno tener al juez cerca, tocar, palpar, ver de quién se trata. Capacitamos a municipios, en Posadas a todos, desde el inspector, hasta el intendente, los ordenanzas, los que limpian la calle. A la policía, sobre perspectiva de género”, enumera.
También se quiebra al hablar de Fiorella. “Son tiempos violentos. En el sentido del ser humano violento. Hay una cultura del flash, todo va demasiado rápido. Nos corre la economía, la necesidad de llegar a una posición social. Pero no se sabe lo que pasa en los grupos más vulnerables”, contrasta.
¿Cuál es la salida? “Más educación constante. Debe ser una política de Estado y con suerte, mi nieto verá otra sociedad, más inclusiva, con respeto hacia la mujer”.