El presidente Mauricio Macri volvió a agitar el fantasma de la instalación de una “villa turística” a los pies de las Cataratas del Iguazú, rechazada por toda la comunidad de Puerto Iguazú, organizaciones ambientales y guardaparques, por el impacto que podría generar con desmonte, movimiento de turistas y luces en el entorno más protegido en el corazón de los saltos. Como respuesta al enorme rechazo generado, los dirigentes de Cambiemos en Misiones prometieron que se iba cancelar el proyecto, pero ahora el Presidente parece haber vuelto sobre sus pasos: por decreto de necesidad y urgencia le quitó a Parques Nacionales la potestad de autorizar desarrollos de infraestructura turística dentro de las reservas y le otorgó esa facultad a la Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Secretaría General de la Presidencia o al órgano que en el futuro la reemplace.
Justamente, el secretario de Ambiente, Sergio Bergman, fue uno de los encargados de presentar el plan de “Oportunidades naturales, inversión privada para el desarrollo de servicios turísticos en áreas protegidas”, junto al secretario de Turismo, Gustavo Santos, uno de los principales defensores de la iniciativa que nunca tuvo el respaldo del Gobierno de Misiones.
El proyecto de privatizar Cataratas generó un fuerte repudio entre diversos vecinos y especialistas de Iguazú y Misiones en general. La primera reacción de magnitud vino de la mano de la Fundación Amigos de los Parques, la cual recolectó firmas en la plaza San Martín cercana a la triple frontera bajo la consigna “No a la villa turística en Cataratas”. Ese lugar también fue elegido para celebrar diversas asambleas públicas. Desde este organismo denuncian que el emprendimiento turístico-inmobiliario pondrá en riesgo la flora y fauna en peligro de extinción, además de alterar la vida de las distintas comunidades originarias que habitan en la zona.   
Según denuncian desde la fundación, algunas de las hosterías proyectadas serán emplazadas en lugares sensibles como el camping Yaguareté de cinco hectáreas que Parques Nacionales ya le había cedido al Ministerio de Educación y Deportes misionero con el propósito de que pudieran alojarse de manera gratuita estudiantes de colegios provinciales que no conocían las Cataratas. Además de todo esto, los iguazuences señalan que instalar villas turísticas dentro del Parque Nacional impedirá que los visitantes hagan escalas dentro de la propia Puerta Iguazú, lo cual claramente menoscabará el beneficio comercial que podrían tener los habitantes de esta ciudad ubicada a 25 kilómetros de las Cataratas.  

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