Xena, la esperanza para la reproducción de yaguaretés en Paraguay
Xena, una cría de yaguareté encontrada en el Chaco paraguayo y abandonada por sus padres, se ha convertido en la esperanza para la reproducción en cautividad en Paraguay de ese felino, el mayor de América y en peligro de extinción.
Los planes del Refugio Faunístico Atinguy pasan por cruzar a Xena, en cuanto alcance la edad de procreación, con Chiqui, de unos nueve años y residente en ese lugar, en el lado paraguayo de la hidroeléctrica Yacyretá, compartida con Argentina.
La aparición de Xena ha sido vista como una especie de milagro por los responsables del centro, que se habían lanzado a la dificultosa búsqueda de un yaguareté hembra para aparearse con Chiqui, también nacido en libertad.
“Ha sido un regalo de Navidad. Un regalo de Dios”, dijo este viernes Anibal Jara, del refugio Atinguy, unos 18 kilómetros de distancia de la sureña ciudad de Ayolas, que guarda 84 ejemplares de mamíferos, 144 de aves y 15 de reptiles.
Jara explicó que Xena llegó hace tres días al centro tras una estancia en un refugio animal en el Chaco propiedad de Holger Bergen, dueño a su vez de la estancia ganadera donde fue descubierta, en el departamento de Boquerón (norte).
“Aparentemente fue abandonada por sus padres durante los incendios que tuvieron lugar en el Chaco”, explicó Jara, en referencia a ese desastre que devastó este año más de 300 000 hectáreas de bosques en el norte de esa región.
A Bergen habían llegado los mensajes lanzados desde el refugio de Yacyretá para proporcionar cualquier información sobre el paradero de yaguaretés hembras con miras a su reproducción con Chiqui, que regresó al centro tras dos años en Argentina.
Chiqui había sido cedido al Centro Experimental de Cría de Yaguaretés, en Corrientes, para participar de un programa que busca reintroducir a la especie en los Esteros del Iberá, donde se encuentra extinta desde hace casi 50 años.
Allí fue emparejado con Tania, nacida en cautiverio, una relación que a mediados del pasado año dio como fruto a Aramí y Mbareté. Ahora se trata de llevar ese experimento al refugio Atinguy, donde Xena ha estado sometida a estudios para un análisis completo de taxonomía, que además defina su edad, que se calcula de entre 6 y 8 meses, lejos todavía de la de reproducción, entre uno y medio y dos años.
Sin embargo, la hembra ya ha sido instalada en una parte del refugio donde puede ser avistada por Chiqui, dentro de los prolegómenos hacía un emparejamiento y como primer avance hacía una futura población sustentable.
Jara valoró además el hecho ante la situación de amenaza de los yaguaretés en Paraguay y la inexistencia de espacios protegidos donde pueden vivir en libertad o semilibertad.
En ese sentido, Jara instó a una mayor concienciación entre la población, en especial en el sector ganadero, que considera un peligro para su hato la presencia del carnívoro. Se calcula entre los 300 el número de yaguaretés en Paraguay, aunque no existe un registro exacto.
En Argentina quedan menos de 200 ejemplares, ubicados en su mayoría en pequeñas zonas de bosque de Salta y de Jujuy y en la reserva de Misiones
Los yaguaretés son animales solitarios que tienen entre dos y tres crías y recorren una superficie de algo más de 25 kilómetros por día.