Los desafíos de la economía que recibe Alberto Fernández
Luego de asumir, Alberto Fernández confirmó en el Ministerio de Economía a Martín Guzmán, quien el 11 de diciembre dio su primera conferencia de prensa como responsable de área económica. Si bien sus dichos fueron generales y no se presentó un plan económico detallado que permita conocer cuáles son las próximas medidas económicas, es necesario reconocer que el flamante ministro dejó una buena impresión, ya que su discurso fue coherente, equilibrado y claro.
Sin dudas, la gran mayoría (y con la ansiedad que nos caracteriza a los argentinos), esperábamos el anuncio de medidas más concretas, ya que transcurrieron tres meses desde el triunfo de la fórmula Fernández – Fernández en las PASO, tiempo que muchos considerarían suficiente para planificar medidas más puntuales.
Sin embargo, también hay que reconocer que Martín Guzmán será uno de los Ministros de Economía que más problemas macroeconómicos deberá enfrentar:
- Estanflación: se trata de la combinación de recesión económica e inflación en la economía, una cuestión muy difícil de resolver;
- Una pobreza que ya se acerca al 40% de la población;
- Deterioro del empleo: se perdieron puestos de trabajo así como también se incrementó la precarización laboral;
- Una deuda al borde del default: donde no sólo se tendrá que sentar a negociar con el FMI, sino con los acreedores privados;
- Una restricción externa y fiscal: con déficit en cuenta corriente y en las cuentas fiscales (en este último caso, si bien se redujo el gasto público primario en la presidencia de Macri, los intereses de deuda generaron un déficit aún mayor;
- Un cepo cambiario que no será nada fácil modificar.
Ante estos problemas, y tal vez en lo más concreto de su discurso, el nuevo ministro de Economía enfatizó que en 2020 no se puede realizar una contracción fiscal (no se puede ajustar más los gastos del sector público, ya que las demandas sociales son muchas y también hay que atenderlas), ya que eso contraería aún más la economía. Tampoco es posible financiar el gasto público con emisión monetaria (en sus propias palabras: eso sería desestabilizante) y Argentina tampoco tiene acceso al crédito, por lo que no se puede seguir endeudando. Entonces, la conclusión a la que podemos arribar el que el gobierno deberá incrementar los impuestos para poder financiarse.
El dilema
La pregunta que surge a partir del análisis anterior es: ¿entonces cómo se va a reactivar la economía? Según lo anunciado, se buscará que el PIB vuelva a crecer a partir de la reactivación productiva del país: más inversiones para que se produzca más y se genere más trabajo, sobre todo en el sector transable (es decir en aquellos bienes y servicios que exportamos) para que entren dólares que nos permitan financiar el gasto público y pagar la deuda.
Pero, si la única salida, al menos en el corto plazo, para financiar el Gasto Público es incrementar los impuestos, la pregunta es: ¿podrá el sector productivo del país recuperarse, de modo que la economía comience a crecer? Sobre todo si se considera el hecho de que la presión impositiva en Argentina ya es muy elevada y el margen de rentabilidad de las PyME ha caído fuertemente en los últimos años.
Esperando el Milagro
Sin dudas, la tarea recomendada a Martín Guzmán es titánica y su responsabilidad nada envidiable. Deberá caminar como equilibrista en la cuerda floja sobre una economía muy inestable. Aunque no lo puedan decir, tal vez se puede leer entre líneas que este gobierno necesita unos años de bonanza (o viento de cola) con los precios de los commodities altos que nos vuelvan a salvar, pero probablemente esto no pase.
Según diversos estudios, existe una fuerte correlación entre el crecimiento de la economía China con el crecimiento de la Economía Mundial y con el precio de la Soja. En definitiva, cuando la economía de China crece mucho, el precio de la soja sube. Sin embargo, según el informe de perspectivas económicas del FMI, no se esperan grandes variaciones en el crecimiento económico de China para el año 2020, por lo que probablemente que no sea un año de bonanza para los commodities ni tampoco para la economía Argentina. En el siguiente gráfico podrán apreciar la relación descripta entre el crecimiento económico de China, el crecimiento de la economía mundial y el precio de la soja.
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario.
Por lo pronto, cabe esperar que a Martín Guzmán le vaya muy bien en su tarea.