Zaffaroni: “La reforma judicial no se resuelve únicamente con el reemplazo de cuatro personas”
Eugenio Zaffaroni fue una de las principales figuras jurídicas en la Cumbre Argentina sobre Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana. El ex juez de la Corte suma por igual, fanáticos y detractores, pero nunca pasa desapercibido. Colegas y público buscan una selfie con él renombrado juristca.
Fue el encargado de cerrar la primera jornada del debate de magistrados que contó con la bendición del Papa Francisco, quien envió, desde Roma, un mensaje que marca la orientación de los magistrados que se reunieron en Puerto Iguazú: algo hay que hacer para mejorar el servicio y el acceso a una justicia más inclusiva.
En una entrevista con Economis, Zaffaroni coincidió con esa necesidad. “El Laudato Sí nos marca la línea de por dónde debe ir la reformulación del derecho y sobre todo la reformulación de la doctrina jurídica. Cuando Francisco dice que hay un sistema que se vuelve insostenible, se refiere al capitalismo financiero que maneja el mundo y que nos somete a un colonialismo y pone en crisis también directamente a los Estados del norte”.
Indirectamente, esto explica el descrédito de la política en el norte, fenómenos como Donald Trump y el desprestigio de los partidos políticos tradicionales. “¿Por qué?, porque las grandes decisiones económicas no las toman ellos, sino órganos supranacionales”.
En cuanto a la reforma judicial argentina, que el presidente Alberto Fernández marcó como prioridad, el ex magistrado admitió que será trabajoso avanzar en los cambios necesarios, “porque no se cuenta con los votos en el Congreso“. “Pero se necesita un proyecto y pelear políticamente por ese proyecto. Nosotros tenemos un Poder Judicial con una estructura absolutamente irracional, creo que es la más irracional en todo el continente americano y de toda Europa, de modo que eso hay que superarlo”.
Durante su presentación en la cumbre de Iguazú, Zaffaroni hizo hincapié en el hecho de que la justicia contribuye a acrecentar la brecha económica y especificó que “los doctrinarios y jueces algo tenemos que hacer naturalmente, pero no estamos haciendo nada”.
En cuanto a las posturas posibles frente a las responsabilidades de la deuda tomada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Zaffaroni especificó que “hay que llevar adelante el proceso penal por administración fraudulenta. Por más que la administración fraudulenta sea un delito contra la propiedad y naturalmente tiene una pena exigua frente al daño que ha causado eso”.
Con respecto al futuro del sistema judicial, Zaffaroni recalcó que “necesitamos una reforma de la estructura institucional de nuestro poder judicial. No se trata de criticar a cuatro personas que tampoco voy a defender. Pero el tema no se resuelve únicamente con el reemplazo de cuatro personas, porque queda abierto el espacio para reproducirse”.
Desde su punto de vista, algunas medidas básicas para modificar estructuralmente el poder judicial podrían ser una ampliación de la Corte Suprema a 15, 18 o 21 magistrados; la división en salas de la Corte Suprema para las cuestiones de arbitrariedad y que la jurisprudencia constitucional de la Corte sea obligatoria para todos los jueces.