Diseño que respira verano: estética brutalista que rinde homenaje a la madera e invita al disfrute al aire libre
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A partir de la técnica de la madera termotratada – que es una innovación revolucionaria donde la madera natural se cocina a más de 200º sin oxígeno ni químicos – Vier Abinet creó una espectacular y contundente mesa y bancos que pueden resistir, sin ningún tipo de cuidados extras, hasta 30 años a la completa intemperie. Sol, lluvia, frio, calor, humedad y todo tipo de presiones climáticas están fuera de juego gracias a este “horneado” de alto impacto que transforma la estructura misma de la madera, confiriéndole una durabilidad y estabilidad extremas y volviéndola altamente resistente. Un set de muebles argentinos que invitan a celebrar la vida compartiendo juntos lo mejor de la naturaleza.
Nacida del encuentro entre el estudio Espina Corona y la empresa Vier Abinet, esta pieza realizada en madera Lunawood redefine el mobiliario de exterior con una mirada honesta, contemporánea y sustentable. El proyecto fue uno de los más destacados del Laboratorio del Mueble, iniciativa impulsada por FAIMA y el Instituto del Mueble Argentino (IMA), y se presentó en la Feria de la Madera y el Mueble que se realizó en octubre pasado y que ya se prepara para su edicion 2026.
La materia viva como punto de partida
Pensada para habitar el verano y acompañar momentos de encuentro —una cena con amigos, un mate al atardecer, un asado en familia o una charla bajo el sol—, esta mesa propone una nueva manera de entender el diseño argentino: más cercana, más sensorial y más fiel a la naturaleza del material.
El diseño, desarrollado por Espina Corona junto a Vier Abinet, se construye sobre una premisa tan simple como poderosa: mostrar la madera tal cual es. En lugar de ocultar sus vulnerabilidades, las expone con orgullo, dejando visible incluso la testa de los listones como un gesto de sinceridad, belleza y carácter.
Lunawood: la madera que desafía al clima
Fabricada en madera Lunawood de Finlandia, sometida a un proceso de termotratamiento que garantiza su durabilidad frente a la intemperie sin necesidad de mantenimiento, la pieza combina innovación, técnica y oficio.
Esta elección de material, todavía poco frecuente en el mercado local, permite que la mesa dialogue con el paisaje sin perder integridad ni calidez: una superficie noble que resiste el paso del tiempo y del clima, pensada para disfrutar, compartir y vivir al aire libre.

Honestidad estética y diseño contemporáneo
El proyecto se enmarca dentro de un brutalismo contemporáneo, en el que la materia se muestra sin artificios y la robustez se transforma en lenguaje estético. Cada veta, cada unión y cada corte son parte del relato.
Como complemento, el conjunto se completa con un banco del mismo lenguaje de diseño, que suma ergonomía y confort, reafirmando el equilibrio entre expresión y funcionalidad.
El resultado es un objeto que trasciende su función: una pieza que invita a reconectarse con el entorno, con los sentidos y con la belleza de lo simple. Un manifiesto de verano en forma de mesa, donde la madera se vuelve escenario de lo que verdaderamente importa: el disfrute compartido.
