El presidente dijo que el “ajuste de las cuentas públicas” no será a costa de la obra pública. Presentó un plan.

Alberto Fernández descartó este lunes que el plan de ajuste fiscal que presentó la semana pasada la ministra de Economía, Silvina Batakis, implique una reducción en la obra pública.

“Sé que tenemos que ajustar números de las cuentas públicas, pero se no va hacer a costa de parar la obra pública, ni la vivienda”, dijo el mandatario en un acto de firma de proyectos de infraestructura con gobernadores en la Casa Rosada.

“La obra pública va a ser un motor de la economía”, dijo el jefe de Estado en la presentación del plan ‘Argentina Grande’.

La aclaración surge a partir del plan que anunció Batakis en el que prometió “no gastar más de lo que tenemos”. El lineamiento implica la unificación de las cajas del Estado y que ninguna dependencia podrá gastar más de lo que ya tiene.

Como la ministra no dio mayores precisiones, se dispararon las especulaciones sobre dónde se imprimirá ese fiscalismo, y la obra pública siempre aparece como el primer afectado.

“Si tengo que pensar por lo que ha pasado históricamente en la Argentina, lo primero que cortan, que es lo más fácil, es la obra pública”, dijo la semana pasada Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco). “El temor lo tenemos, esperemos ver los próximos días cómo se desenvuelven los pagos. Pero tenemos un temor importante de que empiecen por nosotros”, añadió.

Fernández buscó contrarrestar esas especulaciones al presentar con gobernadores un plan para la realización de 120 grandes obras de infraestructura.

El Presidente reiteró que hay 5 mil obras en marcha, que generaron 450 mil puestos de trabajo, que se reparten mitad y mitas entre el sector público y el privado.

El Presidente dedicó gran parte de su discurso en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada a marcar una diferenciación con la oposición, lo que le dio al acto un fuerte tono de campaña. En términos de obras públicas, volvió a criticar el sistema aplicado durante el gobierno de Mauricio Macri de Participación Público Privada (PPP).

“Este es un estado presente que no deja en manos privadas aquello que el Estado debe hacer”, dijo. Fernández, sin nombrarlo atacó duramente al exPresidente. Mencionó aquella conversación en la que supuestamente Macri le dijo que no debía paralizar el país en el inicio de la pandemia “y que mueran los que tengan que morir”.

“No somos lo mismo, somos distintos”, dijo en varias ocasiones. El mandatario también criticó a los que “quieren deprimirnos todos los días. Algunos lo hacen hablando”, dijo en referencia a los opositores, y “otros actuando, especulando, poniéndonos al límite permanente”, en alusión al sector financiero. “No somos todo lo mismo. Algunos creemos en un país, justo, igualitario y soberano; y otros en uno claudicante, con amparo para la mitad y la intemperie para la otra mitad”, dijo.

Hacia el final del discurso, el Presidente se refirió superficialmente sobre la inestabilidad cambiaria que “la Argentina no es un lugar donde los turistas compran dólares para viajar y hacen subir el dólar blue; ni tampoco es el lugar donde algunos especuladora en el CCL hacen subir al dólar y a todos nos intranquilizan”.

“La Argentina también esta: la que produce, la que invierte, la que trabaja, la que da empelo, la que educa, la que sana. Todo eso es la Argentina”, añadió.

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