Asimetrías sin fin: Misiones es la que más aporta, pero la que menos recibe del NEA

Compartí esta noticia !

La discusión sobre la necesidad de reformar el sistema vigente de reparto de recursos nacionales es una constante de los últimos años, aunque nada se ha hecho en términos concretos para terminar con las asimetrías que produce el esquema actual. En ese contexto, durante el año 2024 Misiones se vio,  nuevamente, muy perjudicada cuando se analiza su comportamiento hacia dentro de la región del NEA e incluso al ampliar el eje al Norte Grande. 

En ese año, Misiones nuevamente fue la que más aportó al Tesoro Nacional, en el NEA, en materia de recaudación de impuestos nacionales, pero fue la que menos recibió por esos conceptos

Para poner en números esta situación, se cuenta con los datos brindados por ARCA (ex AFIP) respecto a la recaudación tributaria de impuestos nacionales coparticipables. 

Si se suma la recaudación de IVA, impuesto a las Ganancias, Bienes Personales, Impuestos Internos y Monotributo impositivo (todos coparticipables) durante el 2024 en el NEA, ésta totalizó $ 762.828 millones. De ese total, Misiones aportó el 35,4% de la misma, un valor superior al aporte de las otras provincias de la región: Corrientes aportó el 26,6%, Chaco el 25,3% y Formosa el 12,7%. 

En el Gobierno provincial advierten que los datos son aún más graves, porque Arca subestima la recaudación en Misiones ya que muchas empresas que producen aquí tienen su domicilio fiscal en CABA (Yacyretá, empresas forestales, hoteleros, etc).

Ahora bien, cuando se analiza la distribución de esos fondos (que llegan por coparticipación federal y otras transferencias automáticas regidas por Ley 23.548) Misiones recibió apenas el 21,3% de los fondos que llegaron al NEA, el valor más bajo en la región, ya que Chaco captó el 31,8%, Corrientes el 23,9% y Formosa el 23%.

Dicho de otro modo: Misiones aportó $ 35 de cada 100 pesos que recaudó el NEA por los tributos mencionados pero recibió apenas $ 21 de cada $ 100 que se distribuyeron en la región por reparto automático. 

Si bien esta situación es una constante de los últimos treinta años, se observa que en 2024 la asimetría se agravó respecto al año anterior: en 2023 Misiones representó el 32% de la recaudación nacional en la región y se llevó solo el 21,3%. Es decir, en 2023 y 2024 su participación en la recepción de fondos fue la misma (la más baja de la región) pero en 2024 aportó aún más de lo que había aportado en 2023 (32,0% vs. 35,4%). 

Esto se debe a que Misiones, en un escenario generalizado de caída de la recaudación que se vio en todo el país, fue la que menos cayó: la sumatoria de los impuestos antes mencionados (IVA, Ganancias, Bienes Personales, Internos y Monotributo) mostró una contracción del 19,6% anual en términos reales, una caída significativa pero notoriamente inferior a los de las otras provincias de la región: en Chaco cayó 29,7%, en Corrientes 29,1% y en Formosa 37%, con una caída acumulada para la región de 27,4%.

Si se analiza por tributo, Misiones lidera la recaudación del IVA en la región, concentrando el 37,3% de ese impuesto. Esto permite inferir un mayor nivel de transacciones y consumo que en las otras provincias, a la par de existir mayor formalización que minimiza la evasión. Por su parte, también Misiones lideró la recaudación del impuesto a las Ganancias (33,8% del total regional), lo que permite pensar en niveles de salarios (de la media para arriba) superiores, lo que genera que existan más sujetos obligados a ese tributo, como también mayor facturación de empresas. 

¿Qué pasa cuando se amplía el análisis al Norte Grande? La situación es muy similar. De las diez provincias que componen la región, siete recibieron más fondos de lo que aportan, y son tres las que aportan más de lo que reciben. Misiones está entre esas tres junto a Salta y Tucumán. Veamos los números. 

El Norte Grande aportó $ 2,1 billones al Tesoro Nacional en recaudación de impuestos coparticipables durante el 2024. De ese total, Salta aportó el 23,9%, Tucumán el 16,0% y Misiones el 12,7%; sin embargo, recibieron el 10,7%, 13,1% y 9,3% de lo que llegó a la región por transferencias automáticas. 

Es decir: cada $ 100 pesos, Salta aportó $ 24 pero recibió $ 11; Tucumán aportó $ 16 y recibió $ 13; y Misiones aportó $ 13 y recibió $ 9, siempre en relación con el consolidado regional. 

En la macrorregión, Misiones fue la provincia con el tercer mayor aporte en IVA (14% del total); y también la que aportó el tercer mayor nivel en impuesto a las Ganancias (11,8%). En ambos casos, se ubica detrás de Salta y Tucumán, lo cual ratifica lo anteriormente detallado respecto a los motivos por los cuales la provincia se destaca en el NEA y también el protagonismo en el Norte Grande.

Las asimetrías del actual esquema de reparto son evidentes desde el punto que se lo mire. Misiones es altamente perjudicada respecto a la región como también lo es, por ejemplo, Buenos Aires ya en el plano nacional. 

Bajo el criterio solidario que tiene la ley 23.548, es positivo que provincias históricamente más postergadas como las del norte reciban más fondos que las más desarrolladas como las del centro, pero lo que es inexplicable es como hacia dentro de una misma región haya desvíos tan marcados. 

“En gobiernos anteriores, Misiones ya venía perdiendo recursos debido a la participación en impuestos nacionales. Con este gobierno, la situación ha empeorado porque se eliminaron los pocos recursos compensatorios que existían. Hoy, la provincia recibe solamente por coparticipación, lo que se refleja directamente en la recaudación local y en lo que la Nación le retribuye”, sentenció el empresario Nicolás Brea, uno de los que desde hace tiempo brega por un mejor sistema de reparto de los recursos federales.

“Además, hay un impuesto fundamental que no está contemplado en esta ecuación: los aportes y contribuciones. Misiones cuenta con salarios elevados y formales, con un porcentaje de trabajo en negro muy bajo. Si se suma eso a la administración de su propia caja de jubilaciones y pensiones, sin haberla transferido a la Nación, la pérdida de recursos es aún mayor”, remarcó. 

– ¿Cómo impacta esto en el sector empresarial?

Desde el punto de vista empresarial, la estructura impositiva no ha cambiado demasiado. Seguimos pagando los mismos impuestos de antes, con algunos ajustes menores en cuestiones burocráticas del Estado nacional, pero en términos retributivos, el esfuerzo fiscal sigue siendo igual o mayor.

A pesar de la recesión nacional y de la caída en la actividad económica, en Misiones no se sintió con la misma magnitud. Esto es notable considerando que somos una provincia de frontera con asimetrías marcadas. Hoy, con un dólar relativamente bajo y un “carry trade” que incentiva la especulación financiera, nuestra economía se ve perjudicada. Aun así, la provincia ha logrado mantener su actividad.

– ¿Cuáles han sido los mayores desafíos para los sectores productivos de Misiones?

Este ha sido un año muy complicado para nuestros productos clave, en particular para la yerba mate. No contamos con un precio de referencia claro y las grandes empresas están oprimiendo a los pequeños productores, que son el verdadero motor de la economía provincial. A pesar de eso, Misiones ha sabido sostenerse y continuar con una visión a largo plazo en su política económica.

– ¿Cómo influye la carga impositiva provincial en la rentabilidad de las empresas?

Existe el mito de que los impuestos provinciales afectan significativamente la rentabilidad, pero en la realidad su impacto es mínimo. El problema principal sigue siendo la distribución de los recursos nacionales. Se han perdido muchos ingresos coparticipables y se ha abandonado la idea de reformar el esquema impositivo para lograr una distribución más equitativa.

– ¿Cree que es posible una reforma fiscal que beneficie a la provincia?

En la plataforma electoral se habló de una pirámide de recaudación invertida, similar al sistema de Brasil, donde primero recaudan los municipios, luego las provincias y, finalmente, la Nación. Esa propuesta quedó en nada, pero podría haber sido un cambio clave para una provincia como Misiones, que ha crecido notablemente y tiene una población cada vez más joven y dinámica. Con el ajuste que llevó a cabo el gobierno nacional, la Nación no necesita más recursos. En cambio, sería justo que las provincias administren directamente los impuestos como IVA, Ganancias y Bienes Personales, asegurando así un esquema más justo y beneficioso para las economías locales.

Compartí esta noticia !

Misiones y el NEA: comparación de los desempeños fiscales

Compartí esta noticia !

Días atrás, esta nota de Economis detallaba que al cierre del tercer trimestre, Misiones sostuvo el camino del equilibrio fiscal mostrando un superávit por $ 68.945 millones, equivalente al 3,8% de sus ingresos totales, siendo el tercer mejor resultado fiscal de los últimos diez años. En un contexto donde la enorme mayoría de las provincias argentinas mostró resultados superavitarios, cabe entonces analizar el desempeño comparado de Misiones respecto a la región del NEA. 

En primer lugar, tres de las cuatro provincias de la región tuvieron superávit: la única excepción fue Chaco, que fue una de las únicas dos provincias (junto a Buenos Aires) que tuvieron un rojo financiero. La media regional mostró un superávit por el 6,2% de los ingresos, por lo que el misionero estuvo por debajo de la misma, pero cabe señalar que las intensidades del ajuste en el gasto público fueron distintas y explica esas diferencias. Empecemos por ahí.

El gasto total cayó en el NEA un 25% en términos reales y, entre las provincias, Misiones fue la provincia que menos ajustó el gasto: si bien el recorte fue significativo (-17,7%) estuvo muy por debajo de los niveles de Corrientes (-20,7%), Formosa (-39,0%) y Chaco (-25,7%). La diferencia más fuerte se ve en el caso de los Gastos Corrientes: mientras que la media regional mostró un ajuste del 16,9%, en Misiones fue de la mitad: -8,9%. ¿Como se llegó a ese recorte? Si bien en la mayoría de los componentes de este concepto Misiones tuvo un comportamiento similar a la media regional, hay uno en particular que marca la enorme diferencia: las transferencias. En ese punto, la provincia se destaca por ser la menos recortó el apoyo al sector privado (-4,8% vs. -20,3% de la región) pero fue la única que incrementó sus envíos a los municipios (agrupando coparticipación municipal con otros envíos por asistencia o subsidios): fue +7,9% vs. -10,9% regional. Esa diferencia es determinante a la hora de observar el resultado global y marca una política de mayor asistencia a los gobiernos locales que tienen históricamente muchas menos herramientas para sobrellevar los períodos de contracción económica. 

Un dato también relevante es Misiones fue la provincia donde más cayeron los pagos por deuda pública: fue -67% vs. -20,8% de la región, consolidando así el proceso de desendeudamiento que atraviesa la provincia desde hace años. 

Por el lado del gasto de capital, el recorte en inversión real directa fue muy alto en todas las provincias del país y en el NEA en particular, principalmente por el recorte del financiamiento nacional para ello. La región mostró una caída de 69,9% y en Misiones fue algo menor: -67,2%, por lo que hubo cierto esfuerzo local en contener mediamente este recorte. Algo similar sucede con las transferencias de capital a los municipios (que son apoyos para proyectos de inversión): mientras que en el NEA cayeron 51,6%, en Misiones ese recorte fue menor (-42,3%).

Viendo la composición del gasto de las provincias de la región, Misiones es la que menos recursos destina al pago de la deuda pública: -0,2% vs. 1,1% de la región; al tiempo que es la provincia que más fondos destina al apoyo al sector privado: 16,7% vs. 9,3% de la región. Por el lado de los ingresos, Misiones es la provincia que muestra la mayor autonomía fiscal dado que el 30,1% de sus ingresos corrientes provienen de recursos tributarios de origen provincial, cuando la media del NEA es del 15,6% y, al mismo tiempo, la que tiene menos dependencia de recursos tributarios de origen nacional: representan el 52% de los ingresos corrientes cuando la media del NEA es del 69%.

Ahora bien, si consolidamos todos los componentes de los ingresos y no solo los tributarios, e identificamos la fuente de cada uno de ellos, vemos una diferencia muy fuerte de Misiones respecto al resto de la región: los recursos con fuente provincial explican el 46% de los ingresos totales de Misiones, cuando el promedio regional del NEA está en torno al 29,5%. A su vez, los recursos con fuente nacional en Misiones explican el 54% de sus ingresos totales, cuando en el NEA lo hacen al 70,5%. Esta situación vuelve a poner sobre la mesa la alta asimetría en el reparto de fondos nacionales que impacta de manera directa en Misiones y que ante esto, debe la provincia fortalecer su estructura propia, provocando así una base de ingresos propios que es altamente superior a las provincias de la región.

Compartí esta noticia !

La inversión pública como clave para la recuperación en Misiones

Compartí esta noticia !

El 2024 cerró con un superávit financiero del sector público nacional de 0,3% del PIB y un superávit primario de 1,8%, el mejor resultado fiscal para el país de los últimos dieciséis años. Desde la perspectiva macro, es un dato altamente positivo; pero si miramos la mecánica del logro, encontramos los nubarrones. 

El gasto público cayó 26% y hacia dentro de los componentes del gasto, la obra pública explicó el 24% del recorte con una caída que fue inédita para los últimos, por lo menos, veinte años: la inversión de la secretaría de Obras Públicas cayó 67% en el año 2024.

¿Qué pasa cuando vemos la ejecución presupuestaria de Obras Públicas para Misiones? Se ve una ejecución por $8.162 millones y una caída respecto al 2023 del 86%. La Provincia no estuvo exenta del recorte generalizado que se vio en todo el país con dos consecuencias directas y graves: en primer lugar, postergar el desarrollo y profundizar asimetrías en materia de infraestructura altamente necesaria e imprescindible en estos lados de la república; y en segundo lugar, el fuerte golpe en materia de empleo y calidad de vida de comunidades. 

Del total detallado que se ejecutó en la provincia durante el año pasado, el 85% corresponde al programa “Construcción de Autopistas y Autovías” que contiene dentro solo una actividad para el caso misionero: las obras en ruta nacional 105. Si bien esta es la que muestra el mayor grado de ejecución en pesos ($6.900 millones) tuvo una caída en términos reales del 68% contra el 2023, verificando así un fuerte retroceso en una obra trascendental para la conectividad. 

Apenas otros $1.200 millones fueron ejecutados en diversos programas vinculados a infraestructura. Entre ellos, $726 millones se ejecutaron en el programa de desarrollo de la infraestructura hidráulica, mostrando una caída del 81% real anual. Sobre esto, debe hacerse una salvedad: la totalidad de ese financiamiento es externo: $27 millones de la CAF y $699 millones del BID. 

Por su parte, $370 millones se ejecutaron en tareas de mantenimiento de la red vial, que cayó 75% real anual. Hasta ahí llegó el financiamiento por parte del Gobierno nacional, ya que los $100 millones restantes para completar esos $8.160 millones detallados antes corresponden a conceptos menores no relevantes y en todos los casos muestran fuertes caídas. 

Por el lado del financiamiento provincial, la escasez de recursos por fuertes contracciones de recursos tributarios y recorte de asistencias financieras produjo que durante el primer semestre del año pasado las erogaciones de capital caigan en torno al 55%, un número que seguramente será menor hacia finales del 2024 cuando la provincia publique la ejecución presupuestaria, ya que durante el último tramo del año se vio una importante reactivación, pero que no será suficiente para compensar las caídas de los primeros seis meses. 

Así, Misiones (como casi todos los otros distritos) llega al 2025 con un piso muy bajo en términos de inversión pública que deberá, de la mano de la estabilización macro y recuperación de los niveles de actividad, impulsar fuertemente no mirando superar los números del 2024 sino apuntando, de mínima, a recuperar los niveles del 2021, año donde la inversión real directa misionera representó el 12% del gasto total provincial. Para lograr esto, la Provincia podría contar con algunas herramientas. 

En primer lugar, una recuperación de recursos vía mejora de la recaudación tributaria, tanto a nivel nacional, que llega vía coparticipación, como en niveles provinciales a partir de una recuperación de la recaudación tributaria que también mostró bajas en 2024. En segundo lugar, la reactivación de obras de financiamiento nacional que están frenadas o demoradas y que corresponden al convenio firmado con el Gobierno nacional a mediados del año pasado, que son fundamentalmente obras hídricas. 

En tercer lugar, y no menor, es la posibilidad que tiene la provincia de buscar financiamiento para darle velocidad a la reactivación: provincias como Santa Fe y Córdoba han emitido bonos para financiar proyectos de infraestructura y darle así un empujón al sector que puede ser robustecido por la inyección de fondos propios. 

En este punto, Misiones tiene una enorme ventaja en su propio perfil de deuda: tiene un stock muy bajo (equivale a quince días de coparticipación federal), buen historial crediticio y amplio margen para pago de intereses, dado que apenas destina el 0,2% de su gasto para los servicios de renta. Dada la estabilización en términos de inflación y de tasas, emitir un bono (o porque no, créditos directos con organismos internacionales) para impulsar proyectos de infraestructura podría ser una buena herramienta. 

Esto ayudaría, además, a fortalecer el proceso que el sector privado ya está realizando en la provincia: en diferentes municipios se ve una importante reactivación del sector de la construcción que en su mayoría responde a proyectos de inversión de particulares que podría ser un excelente complemento para que la provincia experimente un rebote considerable en el sector. 

De acuerdo con el presupuesto provincial del año en curso, las erogaciones de capital tendrían un incremento cercano al 45% en términos reales, lo cual se traduce en que hay una voluntad del Gobierno provincial de impulsar la inversión pública dada, posiblemente, las mejores condiciones y las nuevas oportunidades que brindaría un escenario mucho más estable y que aún con desafíos, permite pensar en medidas ya no de contención sino de expansión.

Compartí esta noticia !

Lento pero consolidado proceso de recuperación en Misiones

Compartí esta noticia !

La tan ansiada recuperación de la actividad económica requiere, como condición necesaria, no solo la mejora en el poder de compra de los salarios, sino también de la recuperación del mercado de trabajo. Desde la asunción del presidente Javier Milei hasta octubre, último dato disponible, se perdieron 124 mil puestos de trabajo solamente en el sector privado formal y otros 43 mil en el sector público. Por el contrario, el empleo autónomo o cuentapropista se incrementó, denotando así la situación de que muchas personas se volcaron a actividades particulares ante la pérdida de su puesto de trabajo. 

Si bien la cuestión del empleo está en la agenda pública, no está quizás tan instalado como la cuestión salarial y aquí es relevante seguir con más fuerza su desempeño: el salario real puede crecer pero, si el empleo no se recupera, esa eventual mejora llega a cada vez menos personas provocando entonces que la recuperación económica tarde mucho más en llegar.

La Secretaría de Trabajo difundió su reporte mensual, que corresponde a octubre, afirmando que el empleo en el sector privado creció 0,1% mensual, pero el resto de los segmentos del empleo no tuvo alzas: si bien el registrado en el sector público se mantuvo estable, los otros fueron a la baja: el empleo en casas particulares cayó 0,4%; los autónomos -0,5%; monotributistas -1,3% y monotributistas sociales -0,2%. Por ende, el saldo global de octubre, aún con una suba en el sector privado formal, fue negativo en -0,2%. 

Vayamos a Misiones. El dato correspondiente al empleo registrado en el sector privado (de los otros segmentos no hay información oficial desagregada por provincia) tuvo un mes positivo en octubre, creciendo 0,2% y logrando crear 169 empleos. A esos se suman los que ya se habían logrado crear en septiembre, que fueron 565. Por ende, el saldo del último bimestre fue de 734 empleos creados, un dato altamente alentador de cara al proceso de recuperación de todo lo que se perdió antes: entre diciembre 2023 y agosto 2024, fueron 5.765 los empleos destruidos. 

En vista de esto, podemos pensar que hay una incipiente tendencia a la recuperación: tras varios meses de duras caídas, el panorama actual muestra un proceso positivo que permite pensar en la posibilidad de que el año haya cerrado algo mejor de lo esperado meses atrás. 

El rezago en la disponibilidad de datos oficiales genera que recién conozcamos los datos finales del 2024 a principios de marzo pero, además, también hay mucho retraso en la disponibilidad de información del empleo sectorial: es decir, no es factible hoy asignarle a uno u otro sector en particular esta recuperación de los dos últimos meses vista en la provincia. 

Pero podemos hacer un análisis complementario quizás no tanto para ver la creación de empleo sino la recuperación (o estancamiento) por sectores de actividad si vemos la cantidad de empleadores que existen. El dato de octubre que brinda la SRT muestra que el número de empleadores en Misiones creció 1,6% mensual, aunque todavía está 3,8% debajo de los niveles previos al cambio del gobierno nacional. 

Particularmente este mes de análisis, hay buenas perspectivas en sectores de fuerte presencia en la estructura laboral provincial: la cantidad de empleadores en el Comercio, por caso, creció 0,1%; a su vez, los empleadores del rubro de actividades administrativas y apoyo a empresas (como podría ser, por ejemplo, una agencia de viajes) creció 1,0% mensual. En la Industria manufacturera se observó un alza de 0,1%, en el sector financiero 1,2% y en otros sectores vinculados a servicios también hay optimismo: el de servicios artísticos, recreativos y culturales (muy golpeado en el año) hay una suba del 2,1%. Esto permite ser optimista y proyectar una consolidación de la recuperación en aquellos sectores que están iniciando ese camino, como también ver que la caída en otros se moderó de manera importante y podría, en un tiempo más, iniciar la recuperación, como es el caso de la construcción y los servicios vinculados al turismo interno. 

Siguiendo esa línea, fue muy relevante el dato presentado esta semana por el INDEC referido a la construcción. Si bien este sector sigue muy golpeado, la reactivación observada en Misiones no deja margen al pesimismo: en algunos municipios como Leandro N. Alem y Posadas, y sobre todo esta ultima por su magnitud en este mercado, los permisos de construcción acumulados ya superan los del 2023; ocurre lo mismo para esos dos casos en la superficie autorizada: es decir, hay más proyectos y que son de mayor envergadura. En este marco, particularmente Posadas se esta ubicando como la gran resiliente del nordeste: muestra subas en permisos de obra y en superficie autorizada a contramano de lo observado en las otras capitales de la región. Incluso, a nivel país, Posadas se ubicó como la sexta capital con el mejor resultado de esta materia. 

Falta tanto para volver a estar en una situación que pueda ser considerada estable o normalizada que, muchas veces, no se llega a tomar dimensión de los avances obtenidos. Pero hay un camino muy claro marcado: aún con algunos nubarrones que puedan aparecer en el medio, el proceso de recuperación parece iniciado y se da con una novedad: esta vez, el sector privado principalmente y, en menor medida, los gobiernos locales son los están conduciendo la locomotora. 

Compartí esta noticia !

El año del ajuste nacional en Misiones: cero pesos para Ciencia y brutal recorte social

Compartí esta noticia !

A partir de numerosos factores que van desde una brutal recesión inducida, cambios normativos en impuestos coparticipables y, sobre todo, una decisión política innegociable de reducir el gasto público, el 2024 finalizó con un inédito ajuste sobre las provincias en doble vía: tanto en aquellos fondos cuya distribución está delimitada por ley y en aquellos donde el Gobierno nacional decide su reparto. Misiones, en este contexto y por estas razones, perdió unos $ 254.678 millones en el año. El consolidado de las provincias y CABA, a su vez, perdieron unos $ 8,6 billones. 

En el caso misionero, el 52% de esos recursos perdidos vinieron del lado de los fondos automáticos: la Provincia perdió por esa vía unos $ 131.904 millones en el año.  En este caso, impactó muy fuerte sobre la distribución coparticipable el cambio que se realizó sobre el impuesto a las Ganancias hacia finales del 2023, pero también golpeó la significativa caída de la recaudación tributaria (sobre todo del IVA) que estuvo apoyada en la recesión económica. Si bien en los últimos dos meses del año hubo recuperación, el 2024 en términos generales fue muy malo con mayor peso en el primer semestre del año particularmente. Sobre este punto, no hay una incidencia directa del Gobierno nacional en esta pérdida de recursos, pero si indirecta: no decide cuánto mandar a las provincias por coparticipación (ya que eso está regulado por ley) pero sí fue determinante su accionar en relación con la recesión que, repetimos, fue inducida como parte del programa de estabilización, y que afectó a la recaudación tributaria y, por ende, afectó la distribución de fondos. 

Por su lado, el 48% de los recursos perdidos por la Provincia en el año vino del lado de las transferencias no automáticas: principalmente, partidas presupuestarias que fueron recortadas acá si por voluntad y decisión exclusiva del Gobierno nacional. La pérdida en este caso para Misiones llegó a los $ 122.774 millones, provocada por una merma en términos reales del 82,7%. A diferencia del punto anterior, acá si el recorte es pura responsabilidad del Gobierno nacional. Sobre esto cabe indagar dónde recayó con más fuerza este ajuste en Misiones por parte del gobierno de Milei. 

Un primer aspecto importante para destacar es que en 2023, la Nación financió con envíos no automáticos un total de 91 actividades, es decir, programas de diferente naturaleza como educativos, sociales, sanitarios y otros. En 2024, el financiamiento nacional alcanzó solo a 37 actividades, lo cual ya marca de entrada el importante recorte en las partidas presupuestarias. Veamos caso por caso los impactos. 

Si bien hay diferentes formas de clasificar los programas presupuestarios, a los fines de ordenar la información creemos conveniente hacerlo por jurisdicción institucional: es decir, por ministerios y/o secretarios y las actividades que ellas abarcan. 

En 2023, la Jefatura de Gabinete de la Nación envió recursos a la provincia por el programa de Conectividad e inclusión Digital para la Ciudadanía; en ese año, fueron unos $ 31 millones. En 2024, ese programa desapareció. 

En aspectos vinculados al Ambiente y Desarrollo Sostenible, en 2023 el ministerio de ese momento financió por $20 millones el programa de Promoción de Ciudades Sostenibles; en 2024, el ministerio fue cerrado como también así los programas, por lo que no hubo recursos para ello. Algo similar se observa para el caso de la Ciencia y la Tecnología: en 2023 Misiones recibió $286 millones en el marco del programa de Promoción Federal de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación creado por Ley Nro. 27.614; en 2024, de la mano de la eliminación de ese ministerio, también se recortaron los fondos para ese programa. Cero pesos para la ciencia y técnica. 

El mismo camino se vio para la Cultura. En 2023, Misiones recibió $ 59 millones por tres programas de apoyo a la cultura- En 2024, el financiamiento para la Cultura cayó a cero pesos

Respecto a los programas de Desarrollo Social, hubo un cambio de inicio a partir de la reconfiguración propia del ministerio, que pasó a llamarse Capital Humano. En 2023, el financiamiento de Desarrollo Social fue por $ 4.233 millones destinados a diez programas, mientras que en 2024 solo se financiaron dos programas (Acciones Federales para el Desarrollo de la Primera Infancia y Acciones Focalizadas en Personas Celiacas) por $ 206 millones: es decir, una caída del 98% en los programas sociales.

En 2023 existía el ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, que financió tres programas en Misiones por $ 651 millones con la particularidad de que la totalidad de esos fondos provinieron de créditos de organismos internacionales: Acciones de Mejoramiento Barrial (BID), Acciones para el Desarrollo Integral del Hábitat (CAF) y Acciones para la Mejora Integral para Asentamientos Fronterizos (FONPLATA). En 2024, no hubo financiamiento para ninguno de esos programas. 

En ministerio de Economía, por su parte, financió 14 programas en 2023 por $ 4.910 millones, donde se destacaron fondos de Apoyo a la Emergencia, Desarrollo de Infraestructura Rural en Argentina e Implementación de Políticas para el Desarrollo del Agregado de Valor en las Cadenas Agroalimentarias (las tres totalizaron $ 3.221 millones). En 2024, solo se financiaron dos programas: Operativos Estadísticos continuos y específicos, por $ 89 millones entre los dos: una caída del 99%.

Respecto a programas educativos, en 2023 se financiaron 24 programas por un total de $ 15.924 millones; en 2024, fueron 15 programas los que recibieron financiamiento por un valor total de $ 8.122 millones: una caída del 84% en programas educativos. En este punto, los aspectos más destacados están en la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente que provocó la perdida de casi $ 36 mil millones, que fue parcialmente compensado con los envíos de 2024 correspondiente al Programa Nacional de Compensación Salarial Docente (por poco más de $ 5 mil millones). Si bien ambos programas tienen naturalezas distintas, son aplicables al salario docente y por ello decimos que fue parcialmente compensada la caída del FONID. 

En Comedores Escolares el financiamiento del 2024 cayó en 41%; acciones de Educación Sexual -93%; Capacitación Docente -92% y programas de Terminalidad Educativa de Jóvenes y Adultos -71%, entre otras.

El ministerio de Justicia también ajustó fuerte: los programas de esa cartera recortaron el financiamiento en un 56%. Obras Públicas fue uno de los recortes más fuertes además de simbólicos: hubo nueve programas con financiamiento por $ 10.608 millones en 2023 y cayó a tres programas por $ 778 millones en 2024: equivale a una merma del 98%. Los únicos programas que recibieron fondos de esta cartera en Misiones durante el 2024 fueron Ejecución de Obras de Infraestructura de Saneamiento Norte Grande Etapa II financiado por la CAF (por $ 27 millones); Infraestructura Hídrica del Norte Grande financiado por el BID (por $ 699 millones) y Obras Por Transferencia a Provincias y Municipios (por $ 52 millones).

En programas sanitarios, el ajuste fue de “solo” el 21% donde se destaca la desaparición del financiamiento para programas de Salud Mental ($ 18 millones en 2023 y $ 0 en 2024); la Atención Sanitaria a Poblaciones Indígenas ($ 94 millones en 2023 y $ 0 en 2024) y el Manejo de Enfermedades Crónicas no Transmisibles ($ 574 millones en 2023 y $ 0 en 2024) entre otros. 

Dentro de la cartera correspondiente a Trabajo y Empleo, el financiamiento cayó 99% y se concentró casi en su totalidad en la desaparición de fondos para el financiamiento del déficit de la caja previsional provincial.

Por su parte, las acciones vinculadas a Turismo tuvieron una caída del 96% y solo se financió un programa (Competencias Nacionales) y no se ejecutaron fondos, por ejemplo, del programa de Inversiones en Infraestructura Turística (que tuvo $ 375 millones en 2023). A su vez, los fondos del ministerio del Interior cayeron 26%, siendo un descenso contenido por los ATN. En este punto cabe hacer un comentario relevante: si bien Misiones fue la provincia que más ATN recibió en 2024, igualmente no le significó una diferencia ya que cayeron 17% contra el 2023. Finalmente, el financiamiento para las Acciones de Integración de Personas con Discapacidad cayó en un 100 durante el 2024.

Como puede observarse, lejos de ir “contra la casta política”, la decisión de recortar partidas a provincias recayó sobre aspectos sensibles a la asistencia social, el desarrollo económico y el fortalecimiento educativo y sanitario. Para el 2025 no se prevé que existan diferencias: no veremos caídas de tanta magnitud (porque la base comparativa queda en extremo baja) pero tampoco crecimiento, ya que el gobierno de Milei continuará con la canilla cerrada para las provincias.

Compartí esta noticia !

Categorías

Solverwp- WordPress Theme and Plugin