Carlos Andrés Ortiz

Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

¿Apologista del Neoliberalismo?

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Debe existir tan siquiera una pizca de patriotismo en quien escribió una apología del neoliberalismo, pero como sea cuesta entender que alguien formado en las Ciencias Económicas, pueda dar a entender y recomendar, hasta con un dejo de sutileza, las supuestas “bondades” que nos depararía volver al neoliberalismo…del cual recién hace poco más de medio año volvimos a salir, y sus nefastas consecuencias estamos intentando superar.

Así lo sugiere el título del reciente artículo “¿Y si volvemos a ser neoliberales?” publicado en un muy leído diario electrónico de Misiones, escrito por un joven economista local, el que comienza con una suerte de pesar por haber sido detractor del gobierno menemista, del cual alaba la estabilidad de precios, obtenida temporariamente convertibilidad mediante…pero nada dice de las terribles consecuencias posteriores, de dicha medida, encuadrada en la total sumisión argentina a los dictados del neoliberalismo rampante, de cuyos personeros locales posiblemente el más perversamente negativo fue el “superministro” de plenos poderes, Domingo Cavallo, quien según trascendió operaba en comunicación directa con Rudiger Dornbusch, uno de los cerebros del Consenso de Washington.

Ese fue el mismo tecnócrata que sugirió se nombre desde EEUU una suerte de “virrey económico” para que maneje “racionalmente” (léase subordinada explícitamente) nuestra economía.

Uno de los argumentos del articulista, es afirmar que “139 países adhirieron al neoliberalismo”, lo cual carece de real entidad, pues es sabido que los poderes financieros transnacionales operaron fuertemente para imponer las económicamente genocidas pautas del Consenso de Washington, al como sea. El número en ese caso no hace a la calidad.

Y si es por buscar consensos mayoritarios, hace poco en términos históricos que casi todo el mundo practicaba la esclavitud, y menos tiempo aun en que la mayoría de los actuales dos centenares de países del mundo, eran simples dependencias coloniales de potencias imperiales. Se puede constatar que el número de “adherentes” (forzosos o no) a pautas político – económicas, no implica que eso les haya quitado sus nefastos significados.

Esos gruesos errores de apreciación, son frecuentes en economistas que omiten por completo, elementales nociones de geopolítica, como parece ser el caso analizado, y es moneda corriente entre liberales, progres fuera de foco, neoliberales y libertarios.

Alaba como positivas, las “recomendaciones” (léase imposiciones brutales) del Consenso de Washington, verdadero poder en la semi penumbra que operó para imponer a escala planetaria el neoliberalismo, a su vez como herramienta del proyecto político mundial de la globalización salvaje. Nada dice de todo esto, reconocido públicamente por muchos analistas de peso académico y anchas espaldas de sólidos fundamentos. Y puedo citar a varios, que conozco personalmente, así como a un par de economistas Premios Nobel, que coinciden en esa apreciación, además de varios economistas heterodoxos argentinos, dentro de los que descolla el gran Aldo Ferrer.

Seguidamente, con un razonamiento por lo menos insólito, el articulista pretende calificar de neoliberal al gobierno de Néstor Kirchner, en base a haber logrado y mantenido el equilibrio fiscal (eso no es “propiedad intelectual” de los neoliberales), y de un puñado de otros hechos puntuales, que omiten el todo.

Hace una apología de la “liberación” del sector financiero (lo cual implica manejo irrestricto y sin control alguno, por parte de los poderes financieros, que son cooptados por los grandes poderes financieros transnacionales) ¿es para festejar eso, si se razona con sentido de soberanía? ¡No! En todo caso, una tarea inconclusa de los doce años del precedente gobierno peronista, fue no cambiar drásticamente la ley de entidades financieras, impuesta por la genocida dupla Videla – Martínez De Hoz; claro que el marasmo general –herencia del neoliberalismo noventista- que se debió enfrentar fue de dimensiones dantescas, de lo que mucho se solucionó pero quedaron tareas pendientes.

Menciona lo positivo de un tipo de cambio competitivo; pero omite que los gobiernos neoliberales se caracterizaron por un fuerte atraso cambiario, como una de las herramientas para la desindustrialización acelerada a la que nos sometieron el proceso, la partidocracia cleptocrática post proceso, y el macrismo. Entonces, si afirma –correctamente- que el atraso cambiario es negativo…¿Por qué apoya al neoliberalismo, que lo impone repetidamente?
Elogia la “liberación” del comercio exterior…¿acaso no se sabe que es una de la herramientas para primarizarnos (léase desindustrializarnos) y a la vez endeudarnos?

Compara con una sutil aprobación, y como hecho positivo, los incrementos de las importaciones en los períodos neoliberales, con el crecimiento de las mismas en el anterior gobierno nacional peronista. Claro que omite que en épocas de industrialización, es usual que aumenten las importaciones en equipamientos (que no fue lo único que hizo incrementar las importaciones, en los doce años aludidos por el articulista). Pero no dice que los aumentos desenfrenados de las importaciones en el menemato y el delarruato, fueron compuestos por bienes de consumo y bienes suntuarios, es decir lo opuesto a cualquier sana política de desarrollo.

El articulista alaba la “liberación del comercio exterior”, lo cual en castizo simple, significa resignar soberanía para manejar nuestro comercio exterior, el cual en el marco de políticas que defiendan el Interés Nacional, no puede permitir que nos inunden con baraturas importadas que destruyan nuestra industria, entes tecnológicos y actividades artesanales, mientras a la vez se derrochan divisas en importaciones innecesarias e incluso tóxicas para nuestra economía.

En otro de los argumentos indefendibles, expresa que el neoliberalismo es afín o induce al desendeudamiento, y lo aduce como otra similitud con el gobierno de Néstor Kirchner…y eso es otra falsedad.

El neoliberalismo impulsó, con la fuerza de los poderes financieros
transnacionales, el endeudamiento brutal de los Estados que se subyugaron a sus genocidas “recomendaciones”, con la deuda externa y las presiones políticas operando como tenazas para impedir cualquier tipo de política económica autónoma y proclive al desarrollo y la real soberanía. Usa la deuda externa como condicionante insalvable para destruir la soberanía de los Estados endeudados.

El precedente gobierno peronista, en cambio, fue un desendeudador activo, en la misma línea que aplicó Perón en 1946, cuando canceló totalmente la deuda externa y proclamó la Independencia Económica. O sea, la antítesis del neoliberalismo.

Por otra parte, el articulista afirma que el neoliberalismo se impuso dado el fracaso de las políticas de sustituciones de importaciones, lo cual es otro serio error conceptual. El neoliberalismo se impuso también en naciones ya industrializadas, como Italia, España, Rusia y otras, que nada tenían que ver con la política de sustitución de importaciones.

A mediados de los años ’70, a consecuencia de décadas de desarrollo industrial, Argentina había pasado a ser exportador de bienes industriales de mediana e incluso alta complejidad, lo cual fue totalmente frustrado por el brutal neoliberalismo del “proceso”. O sea, habíamos superado el estadio de simple sustitución de importaciones.

Ese proceso de industrialización y desarrollo tecnológico, en parte fue varias veces frustrado por irrupciones de gobiernos castrenses liberales y por ende apátridas, y por personeros de esa ideología insertados en gobiernos industrialistas (como sucedió con Alsogaray en el desarrollismo).
Otro tema es el del desguace estatal, privatizaciones y cierres mediante, así como el abandono de proyectos tecnológicos importantes; todo eso fogoneado por la dupla Reagan – Tatcher y sus personeros del neoliberalismo.

A diferencia de eso, en los doce años precedentes del peronismo (2003- 2015), se estatizó el servicio de agua y cloacas en la zona del AMBA, creando AYSA; se reestatizó Aerolíneas Argentinas, y parcialmente YPF; se dio muy fuerte apoyo al Plan Nuclear, al Satelital, al de Radares y otros; sin olvidar las fuertes inversiones en infraestructura general, en Educación Pública, en las Universidades Nacionales, y en el desarrollo en general. Casi fue la antítesis total de las imposiciones globalizantes del neoliberalismo salvaje, impulsado desde los centros del poder financiero transnacional y del Atlantismo.

Tampoco puede omitirse que todos los países exitosos, practican sus propias versiones del Capitalismo de Estado, en las antípodas del neoliberalismo. Todo lo opuesto a la apología neoliberal, desarrollada en el artículo de marras.

Si se es patriota, no se puede ser afín al neoliberalismo, ni a las “progresías” filo neo marxistas, que terminan operando a favor de los mandatos del poder financiero transnacional, pese a que pregonen lo contrario.

El tema no se agota.

Refutando argumentaciones pro neoliberales del joven colega

En Argentina el neoliberalismo tuvo tres etapas bien diferenciadas, todas ellas marcadamente destructivas, característica que puede definirse como de sucesiva profundización

Esas etapas son: el siniestro proceso cívico militar (1976-1983); el de la partidocracia cleptocrática, también definida como “noventismo”, pero que en realidad comenzó en el gobierno de Alfonsín una vez que los esfuerzos del ministro Grispun para salirse del corset económico – financiero, fracasaron; siguiendo en el menemato y el delarruato hasta la crisis terminal de 2001/2002; y el tercer período liberal fue el del muy destructivo macrismo.

Esa doctrina político – económica se define también como de genocidio económico institucionalizado, por las desastrosas consecuencias ocasionadas en todos los países en que fue aplicada, provocando sucesivas muy profundas crisis económicas e institucionales en muchos países, como Brasil, México, Rusia y Argentina; así como las del “Grupo PIGS”, en Europa, de la cual aun algunos países no salieron totalmente. En Francia, las políticas oficiales de destrucción del salario real y otras de similares aplicaciones, fueron y son resistidas por masivas manifestaciones en las calles.

No es un dato menor, que todos los países hoy muy exitosos y potencias emergentes, aplican sus propias versiones de políticas económicas que pueden definirse como Capitalismo de Estado, muy lejos del neoliberalismo, que es apátrida y globalizante.

Por otra parte, pretender tildar de neoliberal a un gobierno que claramente aplicó políticas de Capitalismo de Estado como el del precedente período peronista, solo por mostrar supuestas “grandes coincidencias” en algunas medidas macro económicas puntuales, pero que en realidad apuntaron a objetivos nada compatibles con los dictados del Consenso de Washington, es como querer obtener la historia clínica de un paciente, con solo tomarle la temperatura y medirle peso y tamaño corporal.

Separadamente se hará –Dios mediante- un análisis más detallado del artículo del joven colega Knass, publicado en el diario digital ECONOMIS.
Post Data: Adhiero al criterio amplio del concepto de “economista”, que involucra a todos quienes conocemos del tema, y nos referimos a él con propiedad y fundamentos, sin tener como prerrequisito los títulos de Licenciado en Economía o de Doctor en Ciencias Económicas. Es incluso el criterio imperante para definir los Premios Nobel, que en Economía incluyeron también a un psicólogo que analizó la influencia de los factores psicológicos en las decisiones y expectativas económicas.

Otros casos similares son los de Roberto Feletti (Contador), Carlos Heller (banquero), Rogelio Frigerio (político asesor de Frondizi), Álvaro Alsogaray (Ingeniero y militar), Raúl Scalabrini Ortiz (Agrimensor, escritor y historiador), y los ejemplos no se agotan.

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El mundo pospandemia (1): Interrogantes centrado en lo geopolítico

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La fuerte y persistente pandemia de corona virus, está claramente trastocando las actividades de todo tipo en todo el mundo.

En economía es un fenómeno que se define como un “cisne negro” (un hecho inesperado, de fuerte y muy negativa incidencia), y como coincidencia (o no) eclosionó poco después de otro “cisne negro” que fue el reciente desplome inédito de los precios del petróleo, el cual insólitamente llegó a valores negativos, ante el colapso de las infraestructuras de almacenamiento y la paralela baja abrupta del consumo.

Ante semejantes golpes, de magnitudes tan descomunales, la economía mundial está trastocada, y casi todos los países están sufriendo caídas significativas en sus PBIs, que rondan hasta ahora un promedio aproximado del 10 %. Y la duración total de la pandemia, aun no se avizora. Complicado panorama.

Muchos analistas coinciden en que casi con seguridad, el mundo no será el mismo, pero los interrogantes mayores se centran en intentar prever cual será el marco de situación y cuales los nuevos paradigmas imperantes, en lo cultural, lo económico, lo político y lo geopolítico, una vez que se empiece a consolidar la “nueva normalidad”.

En lo geopolítico, los reacomodamientos de las diversas economías nacionales pueden contribuir a acentuar algunos cambios que parecen vislumbrarse, algunos de ellos potencialmente muy críticos.

Basándonos en los siempre escasos datos concretos disponibles para los que no accedemos a archivos e informes reservados, cabe suponer que la postpandemia encontrará relativamente mejor estructurada a China, en relación a su ya abierta disputa con EEUU, al compararse con ese mismo escenario prepandemia. Eso no significa que pueda suponerse que EEUU perderá su liderazgo, al menos no en el corto plazo, y posiblemente tampoco en el mediano extendido a una década, o bastante más; en cambio sí que se vea erosionado, paulatinamente con altibajos.

Pero los millones de nuevos desocupados en EEUU con su secuelas de descontentos, los propios efectos pandémicos que atacan mucho más a esta potencia que a su rival actual, los rebrotes racistas, más las disputas por el poder que es concentrado pero no evidencia ser monolítico (como lo aparenta ser en China), y la aparente continuación apenas tal vez con retoques de morigeramiento, del enorme poder de la economía especulativa (el poder financiero o economía especulativa), accionando individual o muchos más si lo hacen conjuntamente, pueden llegar a ser problemas muy serios que socaven en parte las estructuras del poder de la mega potencia anglosajona.

En todos esos aspectos, China parece estar más consolidada, o
comparativamente menos amenazada por ese tipo de conflictos internos.
Mientras la Unión Europea iría a una acentuación del predominio germano – galo (en ese orden muy acentuado), la Europa Oriental se ve alejada del núcleo del poder del (que parece) algo resquebrajado bloque, posiblemente con un par de excepciones, una de ellas la aparentemente sólida Polonia, otra Chequia. En el lado occidental, Italia y España parecen marchar a un segundo plano algo más lejano del núcleo del poder unionista. Por su parte, los relativamente pequeños países nórdicos tal vez sean poco afectados, pero posiblemente seguirán alejados – por sus significaciones relativas- del núcleo duro del poder europeo. Y la vieja Europa, como un todo tal vez multiforme, presumiblemente seguirá su acercamiento a Rusia, pese a los denodados esfuerzos en contrario de EEUU. El poder del gas abundante, los claros gestos de buena vecindad y la cercanía geográfica probablemente serán factores de peso en ese acercamiento, sutilmente impulsado por el consumado estratega Putin.

Gran Bretaña, con su aun no totalmente consumado Brexit, parecería recostarse o utilizar el poder real de sus “primos” del otro lado del “charco”; siempre con sus soberbias improntas imperiales con las que muestra músculos y desprecio a sus usurpados, en Chagos, Gibraltar y Malvinas, además de otros enclaves insulares y semi coloniales como Guyana y Belice.

En Asia, el ente de poder real que es India, habrá que ver si juega en forma decidida hacia el núcleo de los BRICS (limando asperezas con su vecina y ¿socia geopolítica? China), o si al influjo sutil de Gran Bretaña vaya al peligroso juego de roces con su poderoso y también superpoblado vecino del norte, ello sin olvidar el constante factor de tensión con Pakistán.

El polvorín aparentemente sempiterno de Medio Oriente, tal vez se apacigüe algo con la pacificación de Siria, el relativo debilitamiento   de Arabia Saudita -algo o muy afectada por los vaivenes del petróleo-, los giros estratégicos que parece dar Turquía (innegable polo de poder regional), y la hasta ahora monolítica conformación de poder interno de Irán y su influencias regionales, que trascienden hasta Venezuela.

El sur y el sudeste asiático parecen seguir en paz y desarrollo, con la excepción del caldero bullente que en estado latente parece ser el conjunto de las dos Coreas.

El área turcomana de Asia (exceptuando la propia Turquía) parece debatirse entre sus potencialidades y limitaciones; considerando además que los muy cercanos al gigante ruso parecen hoy convivir en paz con su poderoso vecino.

Las agresiones armadas de grupos de turcomanos que bajo pretextos de “guerra santa” musulmana o similares motivaciones, intentaron hacer terrorismo en Rusia, como acciones de desestabilización política interna, fueron severamente combatidas, y no habrían resurgido. Como el riesgo similar estaba latente en las regiones de China con mayorías turcomanas, está siendo diluido con masivas radicaciones de población de etnias chinas, para transformar en minoritarios a los pobladores de etnias e idiomas turcomanos.


En África, China parece haber ganado la partida de las influencias, respecto al bloque atlantista, en base a importantes donaciones de obras comunitarias y equipamientos a entes estatales de los Estados africanos, y con políticas más persuasivas e inteligentes, con condiciones que parecen mucho más favorables a las naciones del África Subsahariana que las ofrecidas por el bloque atlantista, contra el cual además juegan la historia y los resabios colonialistas y depredadores. Claro que la influencia neocolonialista de Francia en sus excolonias de África Central no parecería que vayan a cesar, en buena parte por ser esos nuevos países casos prototípicos de Estados fallidos; dicho eso con todo respeto por esas sufridas naciones y su empobrecidos pueblos.

En el arco arábigo africano del norte continental, queda el extremo desorden en que fue transformada Libia, “gracias” a los bombazos e influencias de la OTAN; lo que es un potencialmente serio factor de caos, dentro de un bloque no muy homogéneo en el que descuella Egipto, factor de poder regional, aun pese a sus serios problemas no resueltos, uno de ellos su nunca concretada industrialización, truncada muchas décadas atrás por la nociva influencia británica, en un proceso muy similar al perpetrado al respecto por el mismo agresor contra Argentina.

Íbero América y El Caribe están bajo las amenazas, presiones y en algunos casos, desembozados actos latentes de agresiones, por parte del “gran país del norte”, que muestra estar decidido a reflotar completamente la doctrina Monroe del “patio trasero”, con el Caribe y aledaños como una suerte de “mare nostrum” del imperio. Con los golpes de Estado o cambios de gobiernos “inducidos”, de diversas facturas, perpetrados contra Honduras, Paraguay, Ecuador, Uruguay, Brasil, y Bolivia; y con las amenazas explícitas contra Venezuela, Cuba y Nicaragua; más las acciones de presiones brutales de sectores reaccionarios internos contra Argentina, queda en claro que quieren volver a tener un continente sumiso, genuflexo antes sus poderes y directivas. Y no confundirse, tildan de “comunistas”  a los gobiernos que no les son dóciles; lo real es que quieren gobernantes títeres, sin importar sus cataduras morales.

Recordemos lo que Franklin Delano Roosevelt dijo respecto al dictador nicaragüense Anastasio Somoza: “sabemos que es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”. Igual ahora, no les hace asco a los personeros del “Estado profundo” de los Atlantistas, apoyar a mafiosos o personajes de antecedentes impresentables, como Cartes y Macri, mientras sean subordinados a sus directivas.

Todo parece indicar, que ante los severísimos ahogos económicos que la pandemia y el neoliberalismo nos impuso como tenazas a nuestras naciones, la postpandemia nos encontrará muy condicionados y expuestos a las peores escenarios y agresiones, que muy posiblemente incluyan operaciones de balcanizaciones para involucionarnos a pequeñas republiquetas, lo cual desde hace décadas vienen operando para perpetrar en Argentina, y en otras naciones.

El riesgo mayor se cierne sobre nosotros y otras naciones de la región, en ese aspecto, con múltiples indicios que pocos parecen advertir.
Las amenazas internas no solo provienen de los sectores oligárquicos – fuertemente racistas, clasistas, apátridas revestidas de patrioterismo hueco, y muy colonizadas mentales-, y de sus brazos armados de sectores de las FFAA y FFSS muy confusas en lo ideológico y muy cargadas de negativos prejuicios que las hacen apéndices dóciles de poderes antinacionales; sino también de partes de las clases medias que medran en superficialidades huecas.

Todo eso agravado por los accionares muy corrosivos de diversas
“progresías”, con libretos dictados desde Gran Bretaña y otros centros del poder financiero especulativo mundial, que se dejan llevar por consignas corrosivas – como los ultras del ecologismo, indigenismo, feminismo, y similares-, además de ciertos marxistas residuales, anarquistas y libertarios (neoliberales recargados) que no solo dividen a la sociedad civil, sino que distraen y tapan los enormes problemas del subdesarrollo y la dependencia extrema y creciente; atacando incluso las bases culturales y sociales básicas –incluso despreciando el sano patriotismo-, que son los nexos que mantienen unidas a nuestras poblaciones.

Sintetizando lo referente a la nueva realidad mundial post pandemia, es muy posible que los factores de poder del “Estado profundo” mundial, vean acrecentado su poderío, dadas las debilidades crecientes de la mayoría de los Estados nacionales y el desconcierto y previsible desánimo de buena parte de las poblaciones respectivas, en un marco como el que analizó Naomí Klein en su emblemático libro “La Doctrina del Shock”.

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Los inhallables antecedentes técnicos de proyectos hidroeléctricos en Misiones

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Destrucción del patrimonio técnico energético: Los inhallables antecedentes técnicos de proyectos hidroeléctricos en Misiones

Misiones padeció un crónico cuadro de pobreza energética, lo que acentuaba las profundas carencias de todo tipo de infraestructuras básicas.
El servicio eléctrico era muy pobre en algunas localidades, e inexistente en muchas otras.

Donde había alguna pequeña usina, el servicio se daba algunas pocas horas por día, y en otras en forma “permanente”, con un rosario de cortes que todos los días interrumpía por largos períodos de tiempo, el elemental servicio.

Las usinas existentes, eran todas de uno o varios grupos electrógenos Diesel, relativamente grandes motores diseñados o adaptados para ser estacionarios, lo cual requiere sistemas de ventilación diferentes a los de similares motores montados en vehículos de carga.

Algunas cooperativas se habían formado, para prestar el servicio dentro del cuadro de severas limitaciones. En algunos pueblos pequeños, la provincia había montado pequeñas usinas, dotadas de grupos electrógenos por lo general usados o rezagos de la segunda guerra, que proveían servicios muy elementales, pocas horas por día.

En la capital provincial, la cooperativa eléctrica no gozaba de ningún prestigio, y el servicio era directamente muy malo, pues los prolongados cortes eran rutinas diarias, que no se podía subsanar, dada la carencia de Potencia Instalada y la extrema precariedad de las redes de distribución.
Para entender mejor el contexto general, no existía el Sistema Interconectado Nacional, apenas algunas líneas de alta tensión, como la que vinculaba San Nicolás con Buenos Aires y poco más. Todo muy lejos e inaccesible para una región marginada como el NEA, más aun para una provincia geográficamente lejana del nodo económico del puerto y la Pampa Húmeda, y económicamente irrelevante, como era Misiones en aquellos no muy lejanos años.

Ni siquiera la construcción de la Central Hidroeléctrica Binacional Salto Grande, permitía albergar esperanzas de una conexión, ya en la década del ‘70. Muy lejos y muy escaso mercado potencial en el hipotético trayecto de interconexión, atravesando parte de Entre Ríos y la poco poblada y muy primarizada Corrientes, sin grandes industrias como consumidores potenciales.

En los años ’60 a Misiones, providencialmente, se le dio la gran oportunidad de tener el esqueleto básico del Sistema Interconectado Provincial, mediante un crédito blando del BID, que financió la hidroeléctrica Acaray en Paraguay, de la cual el mercado consumidor inicial pasó a ser nuestra postergada provincia.

Eso era necesario, para dar factibilidad a dicha hidroeléctrica, según requisito del BID, hasta tanto el hermano país construyera su interconexión con Asunción e incrementara su por entonces muy bajo consumo eléctrico.
Paralelamente en Misiones se comenzó a avanzar en un proyecto
hidroeléctrico propio, el Piray Guazú, para reemplazar la energía de Acaray, que luego de cinco años iba a ser decreciente.

Para poder concretarlo era imprescindible obtener un crédito externo, que los había y a tasas bajas. El requisito para acceder a ese tipo de crédito, era tener los avales de la Secretaría de Energía de La Nación. Y eso parecía una misión imposible, pues los tecnócratas abulonados en esa dependencia oficial, eran claros adherentes a la ideología ultra liberal, totalmente afín a la termoelectricidad, cuando no directamente personeros del establishment ultra conservador, asociado desde siempre a los intereses de las grandes petroleras anglosajonas, las que por claro carácter transitivo, eran –y son- cerradamente impulsoras de usinas movidas a petróleo o gas natural…y hoy impulsan eólicas y solares, que dependen de termoeléctricas para respaldar sus altibajos de generación (ese ya es otro tema).

Pese a que era plenamente viable, el Proyecto Hidroeléctrico Piray Guazú (el primero de ellos), no superó los requerimientos interminables interpuestos por los mencionados tecnócratas portuarios (concepto continuador al de unitarios).

Ya en los años ’70 (esa parte de la historia la conocí personalmente,
trabajando en la Dirección General de Electricidad de Misiones), la provincia se abocó fuertemente a estudiar sucesivamente siete proyectos hidroeléctricos más, llevados todos a nivel de Proyecto Ejecutivo (listos para licitar), de los cuales seis fueron demorados y luego rechazados por la Secretaría de Energía de La Nación, acorde a su no declarada pero evidente mentalidad pro termoeléctrica.

Finalmente, en base al coraje cívico del gobernador Barrios Arrechea (que tuvo el gesto de humildad de consultarme, seguramente entre varios expertos más), la Central Hidroeléctrica Urugua-Í comenzó a construirse, rompiendo el monopolio termoeléctrico algunos años después, suministrándonos la energía más económica de la que dispone Misiones…pero esta ya es otra historia.

El caso es que todos los estudios de las otras seis hidroeléctricas, totalmente terminados, más las muestras de suelos prolijamente guardadas en grandes cajones especialmente acondicionados, inicialmente se guardaron en la sede de la Dirección Técnica de la Dirección General de Construcciones Eléctricas, en la vieja casona de Ayacucho y Alvear, que se alquilaba al efecto.

Pero el mismo gobierno provincial que dio comienzo a la gran obra de Urugua-Í, tuvo la pésima idea de disolver apresuradamente a la eficiente Dirección General de Construcciones Eléctricas, por una incoherente promesa de campaña…según la cual disolverían EMSA. El “detallecito” fue que disolvieron al ente que controlaba a EMSA, la auditaba y fiscalizaba los aumentos de tarifas bajo criterios técnicos rigurosos, además de encargarse de las obras eléctricas.

Con esa disolución hecha a los apurones, según referencias de buena fuente, los valiosos archivos y elementos técnicos de los estudios a niveles de Proyectos Ejecutivos, fueron trasladados sin muchos cuidados, a los galpones de la ex usina Sulzer, ubicada junto al río.

Dado que evidentemente no se les prestó el cuidado que tan valiosos elementos requerían, según las mismas fuentes de informes extraoficiales, fueron dañados por filtraciones de lluvias y en parte comidos por las ratas, terminando con ellos descartándose cuan vulgar basura. Claramente nunca se los inventarió.

Tiempo después, dirigí una nota formal, muy respetuosa, al entonces presidente de EMSA, Arq. Jorge Pernigotti, consultando por esos archivos, a lo que me contestó que no existen.

Como dato adicional, era conocida la opinión de algún sector sindical, que se oponía a las centrales hidroeléctricas, “por necesitar poco personal para funcionar”.

Es muy lamentable que esos muy valiosos estudios se hayan “evaporado”, y que a la vez la Facultad de Ingeniería de la UNaM nunca se haya interesado en involucrarse en el tema, al menos para solicitar copias de los mismos y utilizarlas para fines académicos.

Pero si se procediera con rapidez y dedicación, posiblemente esos archivos puedan ser reconstruidos. En esos estudios intervinieron dos consultoras especializadas. La cordobesa Inconas y la porteña Videla – Nadeo. Hasta hace poco, según referencias confiables, Inconas existía, mientras que el Ing. Videla habría fallecido hace algunos años, desconociendo si esa empresa subsiste.

Los profesionales involucrados en esos estudios, o que trabajaron en el área técnica o vinculada, además de quien suscribe, fueron los Ings. Pablo Robín, Guillermo Lombardini, Agustín Ferreras, Ernesto Hauser, Juan C. González, Guillermo Reta, Héctor Páez, Erico Barney, el polifacético y muy activo don Alejandro Orloff, el Cont. Leopoldo Kreimer, varios eficientes técnicos; y tal vez alguna persona más involuntariamente omitida. Varios fallecieron, uno emigró a Brasil, y algunos aun viven.

Ya a fines de la década pasada, se estudió otro interesante proyecto, el del Túnel del Urugua-Í, que con escasa inversión, de concretarse, permitirá triplicar la generación sin añadir turbinas adicionales. El proyecto fue presentado a la gran eminencia mundial en hidro-electricidad, el Dr. Ing. Giovanni Lombardi, quien lo consideró plenamente factible. Cabe mencionar que tengo el honor de haber conocido a ese notable profesional y gran persona, quien incluso con notable generosidad intelectual, accedió a prologar dos de mis libros.

Será muy bueno recuperar esos valiosos antecedentes técnicos y repensar esos proyectos, tanto como generadores de energía, como reservorios de agua, nuevos atractivos turísticos, y eventualmente para implementar sistemas de regadío, ante las recurrentes sequías que suelen asolar a esta provincia, que incluso provocan problemas en los sistemas de provisión de agua potable.

MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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Hidroeléctricas: se deben maximizar los efectos positivos

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Aspectos muy positivos, que pasan desapercibidos.
El Dique San Roque creó el lago homónimo, que a su vez es la principal atracción turística de la ciudad de Villa Carlos Paz. Pero muchos ni se dan cuenta.
El Embalse de Río Hondo forma parte de las atracciones turísticas de las provincias de Tucumán y Santiago Del Estero. Facilita el riego, genera energía eléctrica, y atenúa las crecidas recurrentes del Río Dulce, todo eso sumado al turismo que congrega. Obra muy importante en un entorno muy seco. Pero muchos ni se dan cuenta, y despotrican contra las hidroeléctricas.
El Complejo El Chocón – Cerros Colorados, evitó las que eran persistentes y muy dañinas crecientes, que arrasaban y destruían las márgenes del río Negro, particularmente rica y habitada en la Alta Cuenca. Por supuesto, esas obras tienen múltiples efectos positivos adicionales, como atractivos turísticos, provisión de agua dulce y un excelente entorno para deportes náuticos. Además produce mucha energía limpia y muy económica. Muchos ni se dan cuenta.
Yacyretá, por su parte, posibilita la navegación comercial, antes impedida por los rápidos del Apipé, lo cual extendió más de 300 Km. el entorno navegable del Paraná. Además, evitó las recurrentes crecidas, que tanto perjuicio causaban en las ciudades de Posadas, Encarnación (Paraguay) y sus entornos, a la vez que erradicó las villas miseria que estaban en ambas costas, dando viviendas dignas a esos pobladores. Y los notables progresos urbanísticos de esas dos ciudades y otras poblaciones menores cercanas, significaron avances equivalentes a varias décadas de trabajos a ritmos normales, que muy posiblemente nunca se hubieran concretado de no ser por el impulso dado por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), operando con claro sentido social de integración positiva al entorno de la obra.
De hecho, la enorme construcción, es en sí misma un atractivo turístico, y el gran embalse un sitio muy propicio para los deportes náuticos. Eso además del enorme volumen de energía, que aporta a ambos países. Pero muchos no se dan cuenta de todos estos cambios tan positivos.
Los opinólogos al voleo; los personeros de los intereses petroleros y sus asociadas menores eólicas y solares; sociólogos “progress” que saben poco o nada de Energía; y activistas del ultra ecologismo cavernario, omiten por ignorancia o por malicia, esos importantes datos, pues se suman a discursos tremendistas y por lo general falaces o maliciosamente tergiversados. Como el ingeniero agrónomo, que sin sustento alguno, “denunció” que Yacyretá estaba (según su delirante visión) a punto de colapsar. Seguramente sabía de plantaciones, pero de estructuras de hormigón, ni idea tenía.
Otras “obras complementarias” que pueden y deben concretarse.
Sabido es que el concepto de “obras complementarias” no es adecuado ni preciso, pues todas las obras que van asociadas a la principal, son esenciales en el abarcativo concepto socio económico general, que debe formar parte de este tipo de grandes obras de infraestructura, sobre todo en los casos de mega obras de 1.000 Mw en más.
Dentro de esas obras financiadas por la EBY, la puesta en marcha de la conexión ferroviaria entre Garupá y Posadas, con Encarnación, ha sido un hito muy importante, que logró descomprimir el abigarrado tráfico fronterizo, facilitando la
integración binacional.
Otras obras de gran importancia, son los tramos de autovías, entre Posadas y San José (parcialmente hecho) y Posadas – San Ignacio (en construcción).
Las magníficas costaneras, en Posadas, Encarnación y localidades cercanas, son obras no solo hermosas, de gran valor paisajístico y urbanístico, sino principalmente formidables logros de infraestructura, que sirven de eficaces tratamientos costeros, que de otro modo nunca se hubieran construido. Todo eso, fingen no verlo ni darse cuenta, los ecólatras anti represas, sea eso por cerrado 
fanatismo, o por ser operadores al servicio de los intereses termoeléctricos y sus asociadas menores, las eólicas y solares.
En el caso de Yacyretá (aplicable también a Corpus y al complejo Garabí – Panambí), un tema que aparentemente no se consideró, es el del transporte público eléctrico, el cual debe encararse con decisión, creatividad y criterio de grandeza con visión de largo plazo.
Los casos de las áreas que conforman el Gran Posadas y el Gran Encarnación, ampliadas a contextos incluso mayores de 40 o 50 kilómetros a la redonda, debería ser analizado para concretar redes de transportes urbanos y periurbanos, totalmente eléctricas, que bien planificadas y construidas brindarán múltiples beneficios sociales y ambientales, además de avances urbanísticos considerables, que posicionarán a las áreas beneficiadas en situaciones privilegiadas para el desarrollo, mejorando además en forma sensible el nivel de vida de esos hoy ya importantes núcleos urbanos y periurbanos.
Prácticamente todas las capitales provinciales de Argentina, y el caso de Encarnación en Paraguay, son ciudades que se extienden rápidamente abarcando e integrando a sus entornos, muchas veces en forma caótica o no muy planificada.
La rápida ampliación territorial de esos conglomerados urbanos no está sustentada en medios de transporte público que vinculen en forma ágil y eficiente entre si todas esas extensas y crecientes área, y sobre todo con los centros tradicionales de esas ciudades, en los que se concentran las principales actividades económicas, las sedes de los tres poderes del Estado provincial, los principales 
establecimientos educativos y muchos de los lugares recreativos.
Movilizarse de un punto a otro, pasa a ser costoso en tiempo y en valores económicos que son insumidos por habitantes y visitantes.
La solución no pasa por incrementar el número de ómnibus ni las frecuencias de los mismos, pues los recorridos son necesariamente lentos, por las congestiones de calles y avenidas, por el necesario accionar de semáforos y por las distancias a recorrer.
Los sucesivos barrios populares o de casas construidas por el respectivo Estado provincial, para dar vivienda digna a la población, por más buena voluntad y algo o mucha planificación que se emplee, no dejan de ser parches si se los evalúa desde una visión abarcativa y con criterio de futuro y de equidad social.
En el Área Metropolitana Buenos Aires, el preexistente trazado ferroviario, alivia y facilita mucho la enorme circulación de personas, parcialmente combinado eso con los premetros y subterráneos, esto último inaplicable por volúmenes
sociales y por la geología pedregosa en Posadas y Encarnación.
Si bien a muchos “bienpensantes” y a otros negativos crónicos les parecerá un ejemplo inaplicable, es bueno considerar que los trenes de alta velocidad permitieron a muchos franceses trabajar en París, y vivir en pequeñas y más amigables localidades ubicadas a muchos kilómetros, con lo que se descomprimió a la capital y se dieron mejores entornos de vida a muchos trabajadores. No se cita este ejemplo para promocionar trenes de alta velocidad, en el caso acá analizado.
Más modestamente pero con mucha practicidad, trascendió que Brasil creó sistemas eléctricos especiales, para descomprimir a algunos de los muchos grandes bloques urbanos, también permitiendo vivir en entornos algo alejados, que de otro modo serian de lento y costoso acceso por automóviles u ómnibus.
Para eso, los pasajes de esos mini sistemas eléctricos son económicos; la ganancia es básicamente social, con mejores niveles de vida para mucha gente.
Australia, por su parte, tiene en algunos lugares un sistema de ómnibus de motricidad dual (diesel y eléctrica), que circulan en carriles sobreelevados, para no congestio nar las rutas, pudiendo acceder a los entornos urbanos a los que sirven.
En Argentina, los trolebuses prestan eficientes servicios en Rosario, Mendoza y posiblemente en alguna otra ciudad. De Buenos Aires fueron “desterrados”, previa campaña de saboteos encubiertos, para dar más mercado a las crecientes líneas de transporte urbano automotor. Algunos analistas vieron resabios del Plan Larkin (desguace de ferrocarriles para favorecer al autotransporte de pasajeros y cargas), en esa operatoria.
Algún trabajo práctico en la Maestría en Gestión de la Energía, lo realicé focalizándome en un hipotético sistema eléctrico sobreelevado para el área urbana de Posadas, que evitaría las congestiones de tránsito, no contaminaría la ciudad con ruidos y gases de los ómnibus, y uniría más rápida y eficientemente a los múltiples barrios entre si y con el centro comercial y administrativo tradicional.
Las redes de transportes eléctricos pueden abarcar desde Santa Ana hasta Itaembé Guazú, en Posadas; y desde esta ciudad hasta San José, vinculando a núcleos poblacionales y barrios capitalinos en sus trayectos.
Al construirse Garabí, otro subsistema podrá vincular la obra y la población homónima, con Virasoro y Apóstoles, y otras eventuales ampliaciones.
Criterios similares serán aplicables a las grandes hidroeléctricas de Corpus y Panambí; con soluciones similares a construirse del lado del Paraguay.
El salto cualitativo que con eso tendrán nuestras poblaciones será enorme, difícil de cuantificar ex ante en toda su descomunal dimensión positiva.
Sus efectos serán aun mayores, si esa iniciativa se vincula con proyectos industriales para producir las carrocerías (sean ómnibus, o coches motores u otros) y diversos componentes, de los vehículos y todo el sistema de transporte brevemente citado, se decide que sean de industria argentina.
Y el mercado potencial para esos bienes de capital será importante, si la iniciativa, -con otras fuentes de financiaciones- se aplicara a otras capitales provinciales y ciudades importantes de nuestro vasto territorio, del Paraguay, y potencialmente otras naciones de la región.
Se sabe que los detractores consuetudinarios, y los que solo quieren un país enanizado y subdesarrollado, se opondrán e incluso se mofarán de estas ideas.
Los patriotas y todos los que no renunciamos al sueño de una Patria Digna y Soberana, en el entorno de la Patria Grande, estamos para sumarnos a iniciativas positivas como la acá sintéticamente expuesta.

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Yacyretá: parece equivocado el director

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El nuevo Director Ejecutivo por la parte argentina de la Entidad Binacional Yacyretá, hizo declaraciones a poco de asumir, respecto a los objetivos que plantea a su gestión.
Es correcto que enfatice la gestión, pues es inherente a su función asumida. Como empresario maderero no cabe duda que debe saber gestionar.
Sin duda es urgente que se avance en la obra de Aná Cuá, que permitirá utilizar el importante caudal de agua que hoy se desperdicia por el vertedero, con la cual se aumentará la Potencia Instalada y la capacidad de generación (apta como Energía de Base, por su seguridad y previsibilidad). Coincidencia total en este objetivo estratégico.
Pero resulta totalmente discutible, que repitiendo el discurso del recién nombrado Secretario de Energía de Misiones (Ing. Paolo Quintana), exprese como objetivo “colaborar en el desarrollo de energías alternativas”.
Se sabe que el concepto de “energías alternativas” es una de las tantas definiciones, que el ecologismo ultra montano presiona para imponer como eufemismo para citar básicamente a las energías eólica y solar; además de algunas otras de menores importancias en sus aplicaciones a escala mundial, como la de biomasa, la undimotriz, la mareo motriz, las micro hidroeléctricas y otras.
Al respecto, las fuertes presiones de esas ONGs y de los poderosos intereses vinculados con las promociones al como sea de esas “nuevas fuentes” de energía (otra de las definiciones, falaz en si mismo, pues no son “nuevas” en sus utilizaciones), muy vinculadas con las corporaciones petrolíferas, han dado lugar a implementar negociados escandalosos (como los recientes del macrismo, en un pasamanos de una adjudicación de eólicas), y a presentar y hacer aprobar como si tal cosa, las condiciones leoninas en contra de los intereses del Estado Argentino y de los consumidores, en los procesos de instalaciones forzosas de eólicas y solares, que no por casualidad fueron el objetivo energético central del recientemente caducado gobierno neoliberal.
Y no es casual, pues los gobiernos de tipo liberal en lo económico y ultra conservadores en lo político, desde siempre en Argentina están vinculados a la generación termoeléctrica, y operan en contra de las energías hidroeléctrica y nuclear. En los últimos años, esos gobiernos de tipo oligárquico están a favor de las “renovables amputadas” (eólica y solar), pues por limitaciones técnicas 
insalvables, por regla general están vinculadas con usinas termoeléctricas.
“Amputadas” pues excluyen a las hidros, renovables por antonomasia.
Por el contrario, los gobiernos de orientación nacional y popular, como los peronistas, con enfoques estratégicos de largo plazo, se posicionan a favor de hidroeléctricas y nucleares, preferentemente, pues son energías técnicamente aptas como bases de sistemas eléctricos, económicas y de muy fiable operación.
Las condiciones leoninas a favor de eólicas y solares, tienen que ver con haberse aprobado tarifas dolarizadas e indexadas, exenciones impositivas muy amplias para las importaciones y operaciones, la casi nula promoción de la industria argentina en esas inversiones en equipamientos, y la “perlita adicional” de establecerse prioridad total para el despacho (venta) de esas energías, sin importar sus precios. O sea que son un “salvavidas de plomo” para el desarrollo nacional.
Por otra parte, la vinculación muy estrecha de petroleras y gasíferas
transnacionales, con la promoción a ultranza de las “renovables”, tiene que ver con la dependencia de eólicas y solares respecto a centrales termoeléctricas en casi todos los casos, termoeléctricas que deben operar como reservas en caliente (o sea funcionando), quemando gas o petróleo, para salvar los constantes baches de generación de eólicas y solares, así como para estabilizar el voltaje de las mismas.
Esa sola dependencia de centrales térmicas (por lo general turbinas de gas), echa por tierra la supuesta “limpieza” de eólicas y solares. Pero además, estas últimas tienen una sumatoria de elevados costos ambientales, que sus promotores ocultan cuidadosamente, por lo que el común de la gente que no es especialista en la temática, “compra” con facilidad esa mentira pseudo ecológica.
Pero además, las eólicas y solares tienen sensibles costos ambientales “propios”.
Las eólicas insumen costos ambientales muy elevados para fabricarlas, transportarlas, instalarlas, mantenerlas, y luego desguazarlas. El mantenimiento de las eólicas es en extremo peligroso, pues su equipamiento electromecánico está a gran altura, y los accidentes en muchos casos son mortales. Además, el propio funcionamiento ocasionó accidentes, al desprenderse componentes, que pueden ser disparados en áreas circundantes como proyectiles. Por eso, sus áreas de seguridad abarcan diámetros que según el país en que se aplican, van de diámetros de 500 metros a la redonda a más de un kilómetro. Eso, y los ruidos molestos, son causas de rechazos en países con mucha densidad poblacional. Por caso, en Horspath, Oxfordshire, Gran Bretaña, en su momento hubo fuertes manifestaciones que impidieron la instalación de un parque eólico.
Las solares, por su parte, tienen tan escasos rendimientos, que según la latitud en que se instalen, apenas generan poco más que toda la energía necesaria para fabricarlas, transportarlas, instalarlas, mantenerlas (roturas y limpiezas), y por último desmontarlas. Incluso, al sur de Buenos Aires, la ecuación es directamente negativa (se gasta más energía en todo el proceso, que la poca que generan en la vida útil de los paneles). Y hubo preocupación por la disposición final de las chatarras, en buena parte inutilizables y en algunos casos, con presuntos componentes tóxicos.
No es un tema menor adicional, considerar que las eólicas y las solares, son casi totalmente importadas, por lo que inciden negativamente en la Balanza de Pagos, lo cual es clave en una coyuntura de marcada escasez de divisas; además que al no ser de industria nacional, sus efectos multiplicadores y generación de fuentes de trabajo, son muy escasos. En síntesis, una ruinosa ecuación, que sus promotores ocultan muy cuidadosamente, bajo montañas de palabrerías rimbombantes, como el ya mencionado cliché de “energías limpias”.
En cambio, las usinas hidroeléctricas y nucleares, tienen altos porcentajes de insumos nacionales, y para construirlas demandan mucha mano de obra, lo cual es crucial en el contexto de crisis doblemente heredada del neoliberalismo macrista y de la pandemia.
Resulta lamentable que el recién designado Director Ejecutivo (luego del interregno neoliberal, como tal escaso en obras y concreciones), no manifieste interés en seguir los lineamientos de acciones que claramente había bosquejado y comenzado a ejecutar el anterior Director Ejecutivo Oscar Thomas, quien a las vastas concreciones en importantes obras en ambas márgenes y en la propia central hidroeléctrica, le había agregado la notable visión estratégica de centralizar todas las acciones para avanzar hacia las ambiciosas y muy positivas concreciones de las grandes hidroeléctricas binacionales de Corpus, Panambí y Garabí.
Las diferencias de Potencia Instalada, Generación Media Anual, costos reales por kWh, y calidad operativa (energías de base), respecto a las pequeñas, poco confiables técnicamente, carentes de calidad operativa por sus baches de generación y oscilaciones en el voltaje, y altos costos reales de energía, de eólicas y solares, son simplemente abismales.
El Director Ejecutivo debería considerar que es factible obtener
financiaciones para esas grandes obras, acorde a los precisos ofrecimientos en su momento hechos y concretados con China y R usia, la mayor parte de los cuales el macrismo dejó sin efecto, habida cuenta su claro objetivo de destrucción nacional .
Pero ahora, seguramente las posibilidades están latentes, y es cuestión de avanzar hacia ellas.
Se debe considerar que el incremento previsible de la demanda eléctrica de Misiones en una década, es equivalente a la totalidad de la generación que corresponderá a Argentina en la obra de Garabí. Y eso, con “ventiladores” y “espejitos” no se cubrirá, ni por sus escasas capacidades de producción, ni por sus insalvables problemas técnicos. Por caso, el pico de la demanda se da en la primeras horas de la noche…¿cubrir eso con energía solar? Es absurdo.
Por otra parte, más allá de la financiaciones externas que bien pueden gestionarse para las grandes hidroeléctricas (que de construirse posicionarán a Misiones con la principal provincia productora hidroeléctrica); con fondos propios de la EBY, podría encararse la construcción de alguno de los ocho proyectos, totalmente estudiados y en su momento con los pliegos licitatorios listos, de obras hidroeléctricas a construirse en cursos de agua interiores de Misiones. El más interesante y redituable de ellos, es el del Túnel del Urugua-Í, que tal como está proyectado, sin incorporar ninguna turbina adicional, permitirá triplicar la Generación Media Anual de la central, la cual hoy provee la energía más económica que dispone Misiones. Y si se ampliara incorporando más turbinas, permitirá empuntar el funcionamiento de Urugua-Í, cubriendo el pico de la demanda, o sea la energía más valiosa de todo sistema eléctrico.
Y si el actual Director Ejecutivo concretara ese proyecto, le cabrá el mérito de potenciar la obra que en su momento, con notable coraje cívico, su propio padre comenzó a construir siendo gobernador, allá por 1985, rompiendo con ello el monopolio termoeléctrico que era el cáncer que impedía crecer a Misiones.

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