Troncos ecológicos: el invento argentino como alternativa al carbón y la leña tradicional

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José Alberto Aramberri, aprovechó los desechos de la producción de sidra para diseñar un nuevo producto: bio troncos, que proporcionan la misma energía que la madera, con el plus de brindar un impacto positivo al medio ambiente.

Cortesía: Eco News.

José Alberto Aramberri, es el flamante creador de este invento argentino, de nombre Biot. Un innovador emprendedor, que sin querer revoluciona la producción de la energía sostenible, al transformar un producto que nace del desecho de la sidra (llamado orujo), para convertirlo en troncos ecológicos, o bio troncos, que tienen un rendimiento similar al de la leña, pero con un impacto positivo para el medioambiente.

Estos “bio troncos”, ofrecen una alternativa al consumo de lena y el carbón tradicional, además contribuyen a la conservación de los recursos naturales y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. Una de las particularidades, es que no produce olores, ni tampoco humo como la leña tradicional.

Cristina Di Francesco, esposa de Aramberri y también codiseñadora de este invento nos comentaba que los bio troncos, son muy sencillos de encender. “Se quema como cualquier leña, es similar su poder calórico al piquillin 4254 kg/cal, no tiene casi humedad, es menor al 10% lo cual hace que se prenda muy rápido y tenga mucha llama. Se usa tanto en cocina como calefacción”.

La historia de Biot

La historia de Biot nace hace 12 años, cuando en medio de la casualidad y el ingenio José Alberto, que observaba las montañas de orujo que se desechaba en el valle de Neuquén, pensó en si podría reutilizar este residuo. Así llegó a su invención.

Aramberri cuya formación, está relacionada a la agricultura y la veterinaria, solía recorrer el valle de Neuquén para ocuparse de los animales. Allí, era el sitio de descarte del orujo, que es una mezcla de pulpa, cáscara, palitos, semillas de manzanas y peras, que se utilizan en la producción de jugos y sidra. Aramberri, cuya curiosidad lo había llevado a preguntarse si podría reutilizar este producto, descubrió que la pulpa seca tenía un alto poder calórico similar al del carbón, además de que luego de un año, este desecho se tornaba extremadamente sólido.

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José, consultó a los lugareños sobre el uso del desecho y fueron ellos, los que revelaron que utilizaban una vez seco, como combustible en estufas y cocinas económicas, después de un arduo trabajo en los cortes, debido a la extrema dureza.

El desafío de transformar la materia prima

Aramberri, después de investigar al producto, se enfocó en determinar cómo poder hacer un uso eficaz, ya que, en principio, el orujo, tenía un gran porcentaje de agua, casi un 80%. Además, para ser aprovechado, debía ser lavado en profundidad.

La sidrera, brinda la materia prima de manera gratuita, José y su esposa Cristina, se encargan del transporte hacia su chacra a unos 30 km de la fábrica, en la localidad de Plottier, para empezar con la fabricación de Biot.

Aramberri, utilizó su ingenio para diseñar la maquinaria que fabrica el producto, modificando una cosechadora que tenía, convirtiéndola en moldeadora de los bio troncos. Con precisión, la máquina ajusta la humedad de la mezcla, para moldearlo y cortarlo, antes de colocarlo al sol para el secado.

Sin dudas, José tuvo una visión innovadora para acelerar el proceso de secado natural a solo 5 días, siendo que tarda alrededor de año y medio a dos años en secarse naturalmente, cuando el material abandonado en los valles.

Una vez seco, el producto se almacena en resguardo de la humedad, para ser aprovechado después como carbón alternativo, o leña. Ambos, Cristina y José, son los que lograron el diseño y la fabricación de este producto, con mucho esfuerzo, comenzando prácticamente sin tener ninguna herramienta para ello.

La sustentabilidad y el futuro

Por otro lado, nos señalaba, que el público al que destinan este producto es muy específico. “Es un producto para vender en diferentes nichos económicos (no el de la leña) donde el cliente valore las cualidades del producto. Por ejemplo, la sustentabilidad, ecológico y natural”.

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Uno de los aspectos que resaltan, es el impacto positivo al medio ambiente, ya que “Se usa como leña, pero no se talan árboles para obtenerla”, considerando que en Argentina se pierde una hectárea de bosque por año, para el uso en diferentes áreas. El mismo José, señalaba que el mismo árbol que brinda las frutas, también le brinda leña, sin necesidad de talarlo. Un invento, que merece reconocimiento y que puede ser replicado en otros sectores.

Además, Biot se unió a otro emprendimiento con otra firma llamada Sagrada Madre, en la producción de sahumerios, los cuáles, de la misma manera que la producción de sus leños, se producen a través del orujo, pero se añaden esencias, ya que al reutilizarse y secarse el orujo no desprende olores, utilizando la biomasa para la producción de estos productos para el hogar.

Actualmente Biot, comercializa sus leños únicamente en Neuquén, debido a los costos de transporte, además de que, como lo comentaba Cristina, ellos no compiten con el uso de leña tradicional, sino que su enfoque es para un público determinado, por lo que sostener el traslado a otras regiones es complejo. Pero aún así, ellos incentivan a otros a replicar su apuesta en el uso de desechos para lograr algo diferente y son reconocidos a nivel internacional por su iniciativa e ingenio.

Imágenes y vídeos, cortesía del Facebook de BIOT

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