Este fin de semana cientos de consumidores vaciaron góndolas de alcohol en gel, toallitas desinfectantes, alimentos y hasta papel higiénico sin ninguna razón explicable, poniendo en riesgo la correcta prevención del dengue y del Coronavirus.
Góndolas vacías sin ninguna explicación más que la mala interpretación de la emergencia sanitaria y epidemiológica. Ese fue el paisaje de supermercados y farmacias este fin de semana, en el que cientos de consumidores se llevaron hasta lo innecesario y por docena, poniendo en riesgo la correcta higiene y prevención del Coronavirus y del dengue.
Sabido es, que, además de ser poco solidaria la actitud de llevarse dos, tres, alcohol en gel, y todos los barbijos posibles, es peligroso, ya que, al no dejarles barbijos a quienes tengan síntomas como tos o estornudos, ellos tendrán más chances de contagiar al movilizarse sin protección. Lo mismo sucede con el alcohol en gel, que solamente una o dos familias puedan higienizar sus manos, y el resto de la ciudad no, también aumenta el riesgo de contagio.
Con el papel higiénico, repelentes y los alimentos, tampoco existe justificación.
Consultado sobre el miedo al desabastecimiento y las largas colas en los supermercados, el presidente, Alberto Fernández, aseguró que los negocios de cercanía seguirán abiertos -“porque la gente tiene que seguir consumiendo”.
Entonces, ante esta pandemia, la recomendación es informarse, ser solidarios, no entrar en pánico y el aislamiento social, que no es otra cosa que evitar aglomerarse en supermercados y farmacias adquiriendo cantidades injustificadas de productos.
El misionero redondeó una tremenda carrera que se definió en la última vuelta. Por la segunda fecha de la Clase 3 del Turismo Nacional, en el autódromo José Carlos Bassi (Villa Mercedes), Carlitos Okulovich largó en la novena posición y culminó tercero a bordo del Honda Civic.
El podio lo encabezó Juan Manuel Urcera que se apoderó de la punta en los últimos 500 metros del trazado de La Pedreda, en el segundo escalón llegó Joel Gassman y finalmente, Carlitos, que marchaba cuarto se subió al podio en el tramo final. La carrera se llevó a cabo sin público, por la emergencia epidemiológica del Coronavirus.
“Largamos un poco relegados en la final, aprovechamos un gran auto, tenía un buen ritmo espectacular que me permitió ir avanzando y sobre el final estar en el lote de los cuatro peleando por la punta, acabando en el tercer lugar”, indicó el empresario tealero en su cuenta de instagram, mostrando el trofeo obtenido.
Por su parte, el otro competidor misionero en la categoría
más importante del Turismo Nacional, Rudito Bundziak fue excluido de la
competencia por una maniobra peligrosa sobre Leonel Larrauri.
La próxima fecha de la competencia se confirmará próximamente por la organización, mientras que la lidera José Manuel Urcera (70 puntos). Leonel Pernia (58), Julián Santero (57), Joel Gassmann (48) y Carlos Okulovich (48), completan las principales posiciones.
El presidente Alberto Fernández anunció el cierre total de las fronteras durante quince días y la suspensión de las clases durante dos semanas para evitar la propagación del Coronavirus en la Argentina.
Asimismo, se dispuso el licenciamiento automático para los mayores de 60 años, los más expuestos al contagio.
Este lunes se anunciarán una serie de medidas económicas para enfrentar la parálisis de la actividad.
De este modo, el país entero imitará la decisión tomada el jueves por el gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, quien ordenó la suspensión de las clases en medio de la emergencia sanitaria y epidemiológica por los focos de dengue y el avance del coronavirus.
El presidente mantuvo esta tarde una reunión con su gabinete y especialistas de salud, que le recomendaron la suspensión de las clases para evitar la propagación del virus. Las medidas fueron anunciadas en una conferencia de prensa junto al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof y el intendente de Capital Federal, Horacio Rodríguez Larreta.
Este domingo fueron confirmados once nuevos casos de COVID-19. Pertenecen a la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, y la Provincia de Buenos Aires. De los once casos, diez corresponden a casos con antecedentes de viaje a zona de riesgo, mientras que el otro caso confirmado pertenece a un contacto estrecho de casos confirmados.
Fernández aseguró que todas las medidas son de prevención y contención. “No estamos haciendo esto porque la situación se haya agravado, sino para atacar el problema y poder manejarlo”, explicó.
“Lo que nosotros tenemos que lograr es minimizar la circulación del virus, es decir, hacer todo lo posible para que el virus no circule entre nosotros”. “Sabemos que todos los casos hasta aquí son casos importados, y debemos tratar de que tarde lo más posible en que se transforme en un virus autóctono. Podemos hacer más lento ese episodio, para mientras tanto ganar tiempo y administrar la cuestión sanitaria y de la salud”, reflexionó.
Es así que anunció la suspensión total de clases de nivel inicial, primario y secundario desde mañana hasta el 31 de marzo pero aclaró que el hecho de que no se dicten clases no significa que las escuelas van a estar cerradas. “Van a estar abiertas atendiendo las otras obligaciones colaterales, como el alimento de esos chicos”, detalló.
Por otro lado informó la decisión de cerrar la frontera de la Argentina durante los próximos 15 días, periodo que puede ser prorrogable. Nadie podrá ingresar al país salvo los argentinos nativos, o los extranjeros residentes en la Argentina.
Además, no se van a poder desarrollar ningún tipo de espectáculo deportivo, musicales, de teatro o cine, que signifiquen un nucleamiento importante de personas para evitar que en la multitud el virus se disemine. También se dictaminó el cierre de los Parques Nacionales.
Anticipó que mañana se reunirá el Gabinete Económico y Social, porque es necesario impulsar “una serie de medias económicas a tomar para palear los efectos de esta pandemia”. Dijo, a su vez, que con los gobiernos de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad, se buscarán los mecanismos para disminuir el traslado y minimizar el tránsito en el Área Metropolita de Buenos Aires (AMBA). Estas medidas fueron anunciadas al concluir la reunión interministerial de seguimiento del coronavirus COVID-19 de la que también participaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; gran parte del Gabinete Nacional, funcionarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y asesores de distintas organizaciones médicas y científicas.
Por Marcos Fini, periodista y fotógrafo. Así como tantos argentinos, decidí en septiembre de 2019 encarar un viaje hacia el Viejo Continente, puntualmente a Italia, donde como el 80 por ciento de la población argentina, tengo una ascendencia familiar que me permite realizar los trámites para obtener la ciudadanía italiana, y por ende el pasaporte para poder viajar y trabajar por todo Europa.
Nunca iba a imaginar que seis meses después estaría sin papeles y encerrado en un monoambiente en Malgrate (provincia de Lecco a 40 minutos de Milán) por una Pandemia mundial, que ingresó al continente justamente por la región de Lombardía, donde habito.
Todo esto comenzó hace más de 21 días, cuando un domingo por la mañana la noticia de la presencia sorpresiva de casos de coronavirus en una pequeña ciudad llamada Lodi, a sólo a 30 kilómetros de Milán, y su posterior cierre parcial; hicieron que la tarde del último día de la semana se transforme en un delirio en toda la región.
Los grandes supermercados se vieron colapsados por familias enteras, que inconscientemente corrieron de manera desenfrenada a vaciar las góndolas de todo tipo de mercadería, pensando únicamente en su propio bien, generando un malestar general en toda la región.
Comenzaron a circular videos y fotos de Milán, donde las personas se peleaban dentro de los supermercados por algunos productos, e innumerables imágenes de góndolas vacías. Del mismo modo, las farmacias fueron acosadas quedándose en una tarde sin alcohol en gel, barbijos y otros productos de aseo personal.
Para el fin del día esta locura había llegado también a la ciudad más cercana donde vivo y capital de la provincia: Lecco. Por suerte para mí, el domingo por la tarde el único supermercado grande cercano a mi casa siempre cierra.
Pero el lunes por la mañana, lamentablemente pude vivir la paranoia del supermercado por mi cuenta, ya que fui a comprar pan y alguna que otra cosa para desayunar y, como nunca, estaba repleto, tantos carros que no se podía circular, algunas góndolas ya estaban desabastecidas, interminables colas para la caja. Ese día desayune cerca de las 13.
Al ver algunos carritos con muchísimas cajas de leche y de agua y otros sin ninguna, pensé lo egoísta que somos como sociedad, ya que en situaciones como éstas sale a relucir el “sálvese quien pueda”.
Las informaciones extremistas siempre perjudican en estos momentos. Y si algo a mí me había quedado de los comunicados oficiales, es que los supermercados nunca iban a cerrar y que los suministros no se iban a cortar bajo ninguna razón. Por lo que el circo de los supermercados, me pareció una forma de expresar lo individualistas y poco preparados que estamos para enfrentar crisis de esta índole.
Por su parte, el gobierno provincial y nacional, comenzaron a tomar medidas de manera muy paulatina. Dependiendo de la zona se fueron suspendiendo a lo largo de la semana las clases, luego las actividades deportivas y culturales. Y se recomendaba no trasladarse mucho ni acudir a lugares donde haya mucha gente.
Del mismo modo que el gobierno, las personas tardamos mucho en reaccionar y tomar conciencia. Por lo que en una semana Lombardia se convirtió en la Zona Rossa del país, por la cantidad de casos contagiados y fallecimientos en toda la región.
Una vez más, las medidas tomadas fueron muy leves, inentendiblemente todos continuaban yendo a trabajar sin frenar. Trenes, colectivos, autos, todo se movía normalmente. Obviamente la actividad laboral debe seguir, ese es el pensamiento, esa es la prioridad.
Los bares y restaurantes continuaban abiertos con horarios reducidos, como si por alguna extraña razón el virus no circulaba en alguna franja horaria. Y lo peor, la gente continuaba yendo.
Por las redes sociales, solo se veía pánico, bromas, y poco interés real por lo que estaba sucediendo. Incluso yo en esa semana viajé dos veces a Milán, ya que tenía entrevistas de trabajo que no podía dejar pasar. Luego de ver la capital de la región en esos días con mucho movimiento, entendí que para que haya un cambio hay que frenar totalmente, de la misma forma que lo hicieron mis documentos para la ciudadanía.
El cambio de prioridades y la conciencia, son fundamentales para estos casos. Y lamentablemente es algo que no poseemos muy efectivamente las personas. Pero que a lo largo de este periodo de crisis y decisiones difíciles he podido evidenciar un avance.
Se me viene a la cabeza una frase de una película de ciencia ficción, donde un profesor frente a un posible destrucción de la tierra afirma que “Solo en el precipicio las personas encuentran la voluntad para cambiar”. Y cobra un sentido que tal vez antes no lo había tenido, porque verdaderamente se necesita un cambio en la sociedad en muchísimos aspectos y por más que lo sabemos hace muchos años nunca lo hacemos verdaderamente, porque siempre esperamos hasta estar al borde para saltar.
Hoy por hoy, luego de algunos decretos provinciales y otros nacionales. Italia se ha convertido en un país de calles y aeropuertos vacíos. Donde casi nadie va a trabajar. Con controles policiales y sus respectivas multas, para evitar la circulación innecesaria. Algo que debería haber sucedido al menos dos semanas antes.
Como desde un principio lo fue, los supermercados siguen abiertos. Por lo que junto con algunos trabajos, visitas médicas, o sacar al perro hacer sus necesidades, son las salidas justificadas que permite el último decreto nacional.
Lamentablemente para casi todos el flujo laboral se frenó totalmente. De igual manera el trabajo en el sector público se vuelve más lento de lo normal, y seis meses después de mi llegada aún no soy ciudadano italiano, y no puedo acceder a una carta sanitaria.
Comenzando la cuarta semana desde que inició todo esto, y sexto día oficialmente en Cuarentena, se nota un cambio en el comportamiento por las redes sociales, televisión y diferentes medios, así también como entre los vecinos del barrio. No sólo por el cuidado extremo y tal vez exagerado que se tienen ahora, sino también, y sobre todo, por los mensajes de ayuda, de positivismo, para intentar salir al menos psicológicamente de esta situación.
Para ingresar a los supermercados ahora se forman colas fuera de ellos, a una distancia de un metro entre las personas, ya que ingresa una cierta cantidad de personas por vez. Es obligatorio el uso del carrito para mantener la distancia mientras se hacen las compras. Para tomarse un tren hay que justificar verazmente cual es el motivo con una auto certificación.
Ya nadie te saluda con la mano o un beso, los abrazos quedarán para el futuro. Las videollamadas grupales son furor y el contacto familiar se hace presente más fuerte que nunca, haciéndonos pensar y debatir internamente que es lo esencial en nuestras vidas.
Los mismos medios de comunicación, que antes transmitían pánico, ahora incentivan un poco más a la conciencia. Las publicidades en la televisión te incitan al aseo personal y las prevenciones. Incluso algunas empresas de telefonía celular han ampliado gratuitamente los gigas de internet a sus clientes, para poder sobrellevar la cuarentena desde sus casas.
Antes los hashtag que más se usaban en las redes eran #paranoia #psicosis #coronavirus, ahora los más utilizados son #andratuttobene (todo va a estar bien) #iorestoacasa (yo me quedo en casa), este último impulsado por el Ministerio de la Salud, para incentivar la conciencia en la gente. Se puede también observar algunos carteles colgados en las ventanas con estos mensajes.
A esto se le suman algunas campañas, como la de España, donde se convocó, a través de las redes sociales, en la noche del 14 de marzo a un aplauso comunitario desde las ventanas en agradecimiento al trabajo de los médicos.El día a día se vuelve una monotonía entre series de Netflix, lectura, producción culinaria casera y redes sociales. Lamentablemente no tengo un perro, por lo que no puedo salir a pasear. Me limito a tomar mates con lo que me queda de yerba y mirar por la ventana, esperando que pase alguna persona para gritarle que vuelva a su casa.
Estamos sorprendidos e incluso paralizados sin saber cÓmo reaccionar ante el cúmulo de información que nos llega cada vez en forma mÁs rápida y mÁs crítica: Primero se decidió el control de la llegada de extranjeros y ciudadanos desde otros países, luego la suspensión de vuelos de países en riesgo y por último la limitación de todos los vuelos internacionales. Continuó con la limitación de las actividades al aire libre y ahora estamos cerca del cese de actividades en general, o sea: cuarentena total.
Esta es la secuencia de acontecimientos en la que estamos inmersos hoy domingo 15 de marzo 2020 a las 16. Aclaro fecha y horario pues estas palabras pueden quedar desactualizadas mañana.. o en un rato, pero todo indica que vamos hacia el cese total de actividades.
El Turismo fue la primera actividad económica golpeada por esta situación ya desde fines de enero de 2020 en China. Primero con el bloqueo de los movimientos internos de vacaciones por el año nuevo y después con el cierre de los vuelos internacionales hacia China. Entonces todo empezó a complicarse.
Desde Misiones, la primera sensación es de desazón y desequilibrio: hoy el Parque Nacional Iguazú está cerrado al público, pero solo del lado argentino. En el brasileño únicamente han “extremado las medidas de control” y mañana lunes evaluarán la situación.
Existen mecanismos de coordinación entre ambos Parques que evidentemente no funcionaron esta vez. En días de alerta global las fronteras no existen, esta decisión resta efectividad a lo determinado del lado argentino.
Creo que la clave es moverse rápido, se avizoran dos alternativas: el cese total de todas las actividades o ir limitándolas gradualmente.
La opción del cese total hoy que la cantidad de casos es de 45 personas en todo el país, sería una opción que esperemos signifique “cortar de raíz” la propagación del coronavirus.
La acción gradual de ir limitando actividades parcialmente no dio buenos resultados en otros países y se perdió el control como lo sucedido en Italia y España. Para mi, la reacción inmediata con “cirugía mayor” es la mejor alternativa.
Soy optimista. En China -donde todo se inició- al día de hoy han logrado ralentizar la propagación del coronavirus con una fuerte decisión y conducción política.
Hoy en los medios leemos que ya un 60 % de la actividad económica industrial está nuevamente en movimiento. Hablando en estos días con una persona que vive allá, me confirmó que lentamente se están recuperando.
Fueron 60 días entre el inicio del virus hasta hoy que la intensidad disminuyó.
El turismo tiene una ley no escrita: cuando hay crisis es el primer sector que se resiente y cuando estas pasan es de los primeros que se recupera.
Mi sensación es que los que trabajamos en un turismo vinculado a la Naturaleza y en países emergentes como el nuestro, estamos más preparados para las crisis. No estoy hablando únicamente de las económicas: fiebre amarilla, dengue, sequías, inundaciones, devaluaciones, etc.
Ahora es tiempo de enfrentar el problema entre todos y en forma contundente mientras las autoridades del Ejecutivo, los Legisladores y el sector privado van pensando en el día después para ver cómo reponerse al freno auto impuesto.
El tema fundamental será recuperar una actividad que tiene los atributos que más interesan a nuestros gobernantes hoy:
Requiere mano de obra local.
Un fuerte componente de inversión en obras y equipamiento.
Genera el ingreso de divisas al país.
Es momento de “desensillar hasta que aclare”, de bajar un cambio… es lo que nos toca. Vivámoslo con dignidad y con ganas de que pase.