Cambyretá, portal que marca el crecimiento paulatino del turismo en el Iberá

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Son miles de hectáreas que en sus ocho años de servicio recibieron la visita de unos 20 mil turistas argentinos y extranjeros. La demanda crece año tras año y los prestadores ajustan detalles mínimos para consolidar el producto como marca internacional.
Época – El acceso Norte a los Esteros del Iberá, Cambyretá, registra una demanda permanente de turistas de todas partes del mundo a lo largo de cada año. Los prestadores de servicios combinan sabiduría y profesionalismo, para garantizarles una experiencia única.
A la vera de Ruta 12, pocos metros son los que separan esta vía de comunicación con el acceso Norte al parque que, mientras espera su “nacionalización” con una ley del Congreso, ya es gestionado por la Administración de Parques nacionales.
Allí se emplaza la seccional Cambyretá de parques y reservas de la provincia de Corrientes. También comienza la excursión oficialmente. Son 35 kilómetros interrumpidos por siete tranqueras de campos privados, hasta llegar al área de camping y zona de uso público.
Pero no hace falta esperar tanto. El espectáculo comienza en la primera. Apenas se accede, los guías brindan información sobre las actividades productivas dentro de la reserva provincial Iberá, al mismo tiempo que la misma se exhibe por sí sola a cada lado del camino. “La matriz productiva de esta zona es la forestación, extracción de resina, aserraderos (más de 20), ganadería y turismo”, explicó Liliana Solís, licenciada en Medio Ambiente y guía.
No se tarda mucho en avistar los primeros yacarés. Especímenes hermosos aparecen al costado del camino. Mientras más se interna en el paseo, desaparecen los cultivos de pino y comienza el desfile vacuno, de reptiles y aves de todo tipo y especie, que se muestran pasivas al turista como el mejor modelo de su tipo.
Impresionan la retina las espátulas rosadas, garzas mora, garzas blancas, bueyeras, el imponente jabirú (la cigüeña más grande del país), la cigüeña americana. También se hacen sentir al grito de ¡chajá! El ave homónima, en esta época junto a sus crías. Y más de 350 especies que hacen de este lugar el paraíso para las aves.
Los carpinchos. Un tema aparte. Invaden los caminos, retrasan el avance y ofrecen al turista un contacto directo y único. Solos o en manada, adultos y pequeños, acompañan el paisaje todo el tiempo en el recorrido de la zona de uso público del área administrada por Parques Nacionales.
Allí, dependiendo del tipo de excursión, se puede disfrutar de las exquisiteces gastronómicas de las zonas resumidas en un banquete para el almuerzo. El broche de oro también está allí y lo brindan avistajes de ciervos de los pantanos. Una de las especies más características de esta zona.
En ese punto del paseo la naturaleza llama, desde los oídos. Los monos carayá o aulladores atraen las cámaras de los turistas que acuden sin dudar. No obstante lo anterior, el mayor atractivo es el “Proyecto Guacamayo” que desarrollan en el mismo predio voluntarios argentinos y extranjeros.
Una de ellas es Maia (22) de origen alemana, explicó que “dentro de los proyectos de reintroducción de especies que lleva a cabo CLT (Conservation Land Trust) el de Cambyretá es el del guacamayo rojo, el cual se extinguió hace más de 200 años en Corrientes”.
“Son traídos desde diferentes zoológicos de todo el país, hacen una cuarentena en el Centro Aguará, y luego un entrenamiento intensivo aquí para desarrollar el vuelo, reconocer predadores e identificar alimentos; y una vez que se considera que están aptos para manejarse por sí solos, son liberados”, agregó la ambientalista.
Alejandra Boloqui ofició de anfitriona durante el almuerzo que brindaron las agencias receptivas y en su carácter de presidente de la Cámara de Turismo ituzaingueña, explicó que “el volumen de turistas viene en subida en los últimos ocho años, en los cuales llevamos un acumulado de 20 mil turistas” y que “en promedio, una excursión por persona sale entre 1.000 y 2.000 pesos, dependiendo de la actividad que realiza”.
“El impacto económico en la localidad es importante, porque la gente que visita el portal Norte también consume otros servicios de Ituzaingó, aunque también viene desde Posadas o Corrientes a pasar el día”, detalló Boloqui, quien además precisó que el porcentaje de extranjeros es un 20%, principalmente de Europa, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Islandia”.
Estos últimos, llegan atraídos por “la diversidad de fauna y la observación de aves como principal actividad. La gran variedad y diversidad de especies de aves que tenemos en Ituzaingó es muy grande. Son 450 especies en la provincia, de las cuales, esta zona concentra 400 porque combinamos los ambientes de Esteros del Iberá y la selva paranaense sobre el río Paraná”, destacó.
En detalle, consideró que “esto impacta en el desarrollo de los poblados aledaños, por la gran cantidad de gente que viene y tiene pernocte, o quien a lo mejor antes venia en verano, y ahora en cualquier momento del año”. Por ello, “gastronomía y hotelería son los principales ejes de desarrollo de las zonas urbanizadas. Principalmente Ituzaingó, y en menor medida Villa Olivari e Isla Apipé Grande”.
Por último, Boloqui dejó un dato no menor a los anteriores, al considerar que “si bien está creciendo la cantidad de turistas que visitan este portal, esto no se traslada en forma directa en un crecimiento económico para guías y empresas de turismo”, porque “todavía hay gente que no valora la experiencia de ingresar con un guía y prescinde de ellos para la excursión”.

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