Carlos Rodríguez: “El déficit sigue, no engañan a nadie, solamente pierden credibilidad”

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El economista, que en 2023 había sido nombrado “asesor senior” de Milei, dijo que el déficit fiscal que el gobierno dice haber eliminado, se transformó ahora en una carga de intereses a pagar al vencimiento de los nuevos títulos emitidos. En 2025 esos intereses equivaldrían a entre 2,25 y 2,5% del PBI

El economista Carlos Rodríguez, quien durante la campaña electoral 2023 había sido designado por el entonces candidato presidencial Javier Milei como “asesor senior” en temas de economía, sigue siendo un implacable cancerbero de los discursos presidenciales y de la política económica oficial, en particular de sus aspectos monetarios y financieros.

Ahora, en referencia a los anuncios y discursos del gobierno sobre la eliminación del déficit cuasifiscal (esto es, el déficit que generaba el Banco Central debido a los intereses a pagar que iba acumulando al emitir títulos como las Lebacs y las Leliqs y realizar operaciones de más corto plazo como los “Pases”, para colocárselos a los bancos y así absorber y “esterilizar” el exceso de emisión monetaria) Rodríguez posteó en la red social X (antes Twitter) un análisis para negar la validez del logro oficial.

“Antes emitían Pases, Leliqs, Lebacs, etc. y eso no figuraba en el déficit financiero del Tesoro, solo figuraba en el déficit cuasifiscal del BCRA”, empezó. En cambio ahora, prosiguió, refiriéndose a las medidas y políticas del Gobierno de Milei, “pasaron la deuda remunerada del BCRA al Tesoro y se llama Lecaps”.

En ese pase de manos, explicó el economista, quien fue jefe de Gabinete del equipo económico de Roque Fernández durante la presidencia de Carlos Menem, “las LECAPS se sirven con más LECAPS, pero eso no figura en el déficit financiero del Tesoro ni en el cuasifical. Solamente aumenta la deuda pública”.

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De ese modo, concluyó, “como por arte de magia, desapareció el déficit cuasifiscal y Milei instantáneamente redujo el déficit del Estado en varios puntos del PBI. Eso es simplemente una chantada. El déficit sigue. No engañan a nadie, solamente pierden credibilidad”.

Un economista consultado señaló su acuerdo con la crítica descripción de Rodríguez acerca de la política financiera oficial.

“Es así. Por capitalizar los intereses el pago se registra como aplicación financiera , igual que una amortización y no te mueve el resultado financiero”. Actualmente, precisó, los intereses capitalizados por LEFIs y LECAPs son $2 billones (millones de millones) por mes; para 2025 nos da que eso representaría de 2 a 2.5% del PBI”.

Significa que así como el gobierno anterior ocultaba parte del déficit de las cuentas públicas (causante del exceso de emisión que necesitaba absorber, para no incurrir en hiperinflación) en el balance del Banco Central, el actual lo oculta capitalizando intereses que deberán pagarse al vencimiento de los nuevos títulos, una operación que enmascara el déficit y pospone el problema.

De hecho, en la primera licitación de octubre, el Tesoro Nacional colocó deuda por $5,91 billones, unos $830.000 millones por sobre los $5,07 billones que vencían, logrando un rollover de 116%, y depositó el excedente en una cuenta del Tesoro en el BCRA, que ya suma más de $13 billones. El 91% de la colocación consistió en cuatro Lecaps (a enero, abril, mayo y agosto de 2025) y dos Boncaps (a octubre y diciembre de 2025), todos a una TEM de 3,9% que dejan una curva de rendimientos (intereses a pagar) más aplanada. Eso, según la consultora Invecq, probablemente se debe que la expectativa de inflación aún se mantiene alta. El 9% restante estuvo conformado por dos bonos atados a CER (a diciembre 2025 y marzo 2026) y otro bono dollar linked a diciembre 2025.

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De modo similar, el último informe semanal de la consultora Quantum analizó la promesa oficial de fines de junio pasado sobre “el cierre del grifo de emisión monetaria asociado a la compra de divisas”.

Desde entonces, señaló, la base monetaria se mantuvo relativamente estable, en niveles de $23 a 25 billones “en su definición estándar: circulante más depósitos en ARS de los bancos en el BCRA”.

Sin embargo, notó Quantum, sí hay cambios en la composición de la base, por aumento del circulante y caída de los depósitos de los bancos en el BCRA. Mientras la base monetaria aumentó en solo $670.000 millones, el circulante lo hizo en $2,7 billones, más de cuatro veces más, y el efectivo mínimo cayó en $2 billones.

Sucede, explicó la consultora que el enfoque del gobierno “asigna relevancia a una definición ad-hoc de base monetaria, la base monetaria amplia, que incluye, además de los componentes tradicionales, los depósitos del Gobierno en el BCRA y el stock de LEFIs (”Letras Fiscales de Liquidez”) en poder de los bancos. A la base monetaria amplia se le fijó un “tope” en $48 billones, equivalente a 9,1% del PBI, ratio similar al promedio histórico de base monetaria del período 2004-2011. Para el Gobierno, ese valor no debería ser superado en el presente contexto”. Pero se trata de un límite que dejó amplio espacio de crecimiento a la base monetaria en su definición standard, que es a la que se refieren los textos de macroeconomía.

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