Cada 11 de noviembre, el mundo recuerda el momento exacto en que cesaron los disparos de la Primera Guerra Mundial. A las 11:00 de la mañana de 1918 -la “undécima hora del undécimo día del undécimo mes”- se firmó en el bosque de Compiègne, al norte de Francia, el armisticio que puso fin a la guerra más devastadora que la humanidad había conocido hasta entonces. Aquel pacto silenció los cañones, pero no las heridas. Hoy, más de un siglo después, el Día del Armisticio -conocido también como Día de la Memoria o Veterans Day en Estados Unidos- sigue siendo una jornada de reflexión y homenaje a las millones de vidas perdidas en el conflicto.
El disparo que incendió a Europa
El 28 de junio de 1914, en Sarajevo, un disparo cambió el rumbo del siglo XX. Gavrilo Princip, un joven nacionalista bosnio vinculado a la organización Mano Negra, asesinó al archiduque Francisco Fernando de Austria y a su esposa Sofía. El atentado desató una cadena de alianzas y declaraciones de guerra: Austria-Hungría atacó a Serbia, Rusia defendió a los serbios, Alemania se enfrentó a Rusia y Francia, y la invasión alemana de Bélgica arrastró al Reino Unido al combate. La chispa se convirtió en incendio y el continente entró en la “Gran Guerra”.
Entre 1914 y 1918, más de 70 millones de soldados fueron movilizados. La guerra de trincheras se convirtió en símbolo de una época donde la modernidad trajo nuevas formas de muerte. “Jugábamos a las cartas en las trincheras, y mientras eso, tu compañero quedaba atrapado en un fuego cruzado y muy pronto estaba muerto”, recordaba un veterano. “Era una vida imposible. Teníamos piojos, no nos lavábamos, y en el invierno había lodo en todas partes”.
La tecnología amplificó el horror: ametralladoras, gases tóxicos y artillería pesada provocaron casi diez millones de muertes militares y millones de civiles. La batalla de Verdún, en 1916, encarnó esa locura: 303 días de combate, más de 700.000 bajas y pueblos enteros borrados del mapa.
El ingreso de Estados Unidos en 1917 inclinó la balanza a favor de los aliados. Alemania, agotada y aislada, pidió el cese de las hostilidades. En una fría mañana del 11 de noviembre de 1918, en un vagón de tren detenido en el bosque de Compiègne, el secretario de Estado alemán Matthias Erzberger firmó el documento que selló la rendición frente al mariscal francés Ferdinand Foch. El armisticio entró en vigor a las 11:11. La guerra había terminado, pero Europa quedó devastada.
Una paz que no trajo calma
El Tratado de Versalles, firmado en 1919, impuso duras condiciones a Alemania: cesión de territorios, desarme y pago de indemnizaciones. Aquella paz punitiva sembró resentimiento y alimentó el ascenso de los nacionalismos que, apenas dos décadas después, desembocarían en la Segunda Guerra Mundial. Los imperios austrohúngaro, otomano, ruso y alemán desaparecieron, y el mapa político de Europa se redibujó para siempre.
El vagón CIWL 2419 donde se firmó el armisticio fue trasladado a París como trofeo de victoria. Pero en 1940, Adolf Hitler ordenó devolverlo al bosque de Compiègne y utilizarlo, en el mismo lugar, para la rendición de Francia ante la Alemania nazi. Fue su venganza histórica. El vagón fue luego llevado a Berlín como símbolo de la revancha alemana, y al final de la Segunda Guerra Mundial desapareció. Se cree que fue destruido por orden de Hitler para evitar que los franceses lo reutilizaran en una nueva capitulación.
El 11 de noviembre es mucho más que una fecha en los calendarios militares. Es el día en que el mundo recuerda que la paz, frágil y esquiva, se construye sobre la memoria de quienes murieron en el barro, entre el humo y el silencio. Las amapolas rojas que hoy se colocan en la solapa de millones de personas simbolizan esa sangre derramada. Porque, como escribió el poeta británico Wilfred Owen antes de morir en combate una semana antes del armisticio: “Mi tema es la guerra y la piedad de la guerra. La poesía está en la piedad”.
WASHINGTON, 10 nov (Reuters) -El presidente Donald Trump dijo el lunes que Estados Unidos se enfrenta a un desastre económico y de seguridad nacional si la Corte Suprema falla en contra de su uso de una ley de poderes de emergencia para imponer aranceles generalizados a casi todos los países.
Trump dijo que su Gobierno planea emitir un pago de 2.000 dólares a los residentes de ingresos bajos y medios utilizando los dividendos arancelarios, mientras que utilizaría los ingresos restantes para reducir la deuda estadounidense.
El mandatario también elogió lo que llamó una disminución de la inflación desde que asumió el cargo, diciendo que los precios de los alimentos y de la energía estaban bajando.
La Corte Suprema de Estados Unidos se inclina a respaldar el uso de poderes económicos de emergencia del presidente Donald Trump para imponer aranceles, según analistas de Wolfe Research.
En una nota a clientes, los analistas, incluidos Tobin Marcus y Chutong Zhu, señalaron que el alto tribunal, que escuchará argumentos orales sobre la legalidad de los gravámenes el miércoles, probablemente se pondrá del lado del presidente republicano debido a “presiones legales cruzadas” y “consideraciones políticas”.
Los analistas destacaron que hubo un mayor número de jueces nombrados por demócratas en tribunales inferiores que previamente dictaminaron que Trump había excedido su autoridad al emplear medidas federales de emergencia para implementar aranceles elevados contra numerosos países.
Aunque sigue siendo incierto si la mayoría conservadora de 6-3 de la Corte Suprema fallará a favor del uso que hace Trump de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional de 1977, o IEEPA, el máximo tribunal ha fallado repetidamente a favor de Trump en otras decisiones clave este año.
Los analistas de Wolfe han indicado que existe aproximadamente un 40% de probabilidad de que los aranceles sean anulados, muy por debajo de las estimaciones de consenso.
Trump se ha convertido en el primer presidente estadounidense en emplear la IEEPA como respaldo legal para imponer aranceles generalizados, argumentando que un déficit comercial de bienes de $1.2 billones en 2024 y las muertes estadounidenses por el analgésico fentanilo constituyen emergencias nacionales.
El presidente estadounidense Donald Trump indultó a decenas de personas. Entre las cuales figura el ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani. Acusadas de intentar anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 que dieron ganador a Joe Biden, según un documento del Departamento de Justicia.
Una proclamación publicada el domingo por la noche en la cuenta personal X del abogado de indultos del Departamento de Justicia, Ed Martin, indicó que el mandatario otorgó un “indulto total, completo e incondicional” a 77 personas, entre ellas Rudy Giuliani y el antiguo jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows.
El documento señala que esto “pone fin a una grave injusticia nacional perpetrada contra el pueblo estadounidense. Tras las elecciones presidenciales de 2020 y da continuidad al proceso de reconciliación nacional”.
Los indultos de Trump son en gran medida “simbólicos”
Giuliani es uno de los aliados políticos y abogados personales más antiguos de Trump. Fue suspendido del ejercicio de la abogacía en Nueva York y Washington D.C. por realizar declaraciones falsas relacionadas con las elecciones. Meadows, excongresista estadounidense, fue jefe de gabinete de la Casa Blanca desde marzo de 2020 hasta enero de 2021.
Tras las elecciones de 2020, en las que resultó ganador Joe Biden, Trump afirmó que le habían robado las elecciones.
Las personas incluidas en la lista enfrentaron cargos o acusaciones relacionadas con diversos intentos de subvertir las elecciones de 2020.
NPR informó que los indultos son en gran medida “simbólicos”, ya que los presidentes no pueden indultar a personas acusadas de delitos estatales. Y ninguno de los nombres en la lista fue acusado de delitos federales.
“Decenas de personas incluidas en la lista fueron acusadas en varios estados clave que fueron el centro de acusaciones infundadas de fraude electoral.Entre ellos Georgia, Nevada, Arizona y Wisconsin”, señala el informe.
Afirmó el presidente del Comité Central de Israel en Uruguay Rody Schindler al sostener en que “creo en dos estados para dos pueblos”. Pero sin la presencia de Hamas en Palestina.
El Comité Central Israelita del Uruguay es el representante político de las instituciones judías que actúan en ese país. Su función es similar a la de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA)
-¿Cuál es su opinión sobre lo que sucede en Medio Oriente?
Yo no puedo decir amén a todo lo que pasa, especialmente porque lo que sucede allá nos afecta muchísimo acá, pero también aprendí que nadie, ni siquiera alguien como yo que consume horas de entrevistas, de artículos y de libros relacionados al conflicto tiene autoridad moral para opinar
-¿Cree en dos pueblos (israelíes y palestinos), dos Estados?
Sí. Te voy a explicar por qué. Yo crecí en la década del ´60. Me eduqué creyendo que el enemigo eterno de Israel era Egipto. Sin embargo, hace 46 años tenemos paz ininterrumpida con Egipto y hace 32 con Jordania. Pude ver que hay paz entre Israel y Egipto, la principal potencia árabe. Si en algún momento pudo haber paz con Egipto y con Jordania, ¿por qué no la va a poder haber con un territorio de 40 X 9?
-Pero no se puede tener paz con el grupo terrorista Hamas. ¿Coincide?
Exactamente, es más, yo tuve problema acá con la Embajadora de Israel porque en una entrevista me dijeron, ¿usted qué piensa de las marchas pro-palestinas? Respondí: “Vivo en un país privilegiado como Uruguay donde tenemos la libertad de salir y expresarnos. Yo iría tan lejos como para decirle que yo también soy pro-palestino libre de Hamás”. Nelson Mandela dijo, “Nadie nace odiando, se educa para odiar”. De la misma manera se puede educar para amar.
Entonces, si el sistema educativo en Gaza y en Cisjordania se pudiera transformar, que es un win-win, porque en vez de gastar en seguridad, se empezaría a ganar en intercambio comercial y cultural sería genial. Tengo mucha gente que me decía, “Nosotros íbamos a Gaza a la playa, los 8.000 colonos que tuvieron que sacar a la fuerza en el 2005, dejaron invernaderos, campos cultivados, destruyeron todo, por supuesto que con esa gente va a estar difícil lograr la paz, pero yo creo que estamos en un momento histórico en donde Israel ha hecho los deberes más feos, pero necesarios, como disminuir y retrasar el programa nuclear de Irán, como disminuir la fuerza de Hezbolá, que era una amenaza para las poblaciones del norte. La gente cuando me habla de los desplazados en Gaza para arriba y para abajo y los del norte de Israel, son decenas de miles de personas que tuvieron que abandonar. Por eso a mí no me gusta discutir sobre lo que pasa en Israel porque creo que nadie que nunca haya tenido que dejar lo que está haciendo porque suena una alarma y tiene que ir a un refugio. Si no viviste esa experiencia, entonces no podés hablarme con ninguna autoridad moral de lo que pasa. Entonces mi gran batalla ha sido convencer a la gente de que no se puede opinar tan fríamente de algo que pasa a tantos kilómetros que tiene tantas aristas y en donde además intervienen muchos actores de la región.
-¿Cree que sin Trump esto no se hubiera logrado?
Sin la intervención de Trump no hubiera sido posible el acuerdo; queda clarísimo la tibieza de la administración anterior (Se refiere a Joe Biden)
-¿Qué va a pagar Netanyahu por no haber previsto el 7 de octubre de 2023 cuando se dice que le advirtieron que podría haber un ataque a Israel en conmemoración a los 50 años de la guerra de Iom Kipur (Día del Perdón)?
Yo no conozco a Netanyahu, pero no puedo creer que en todos estos años no hayan aparecido pruebas contundentes para llevar adelante las acusaciones que se vienen llevando en su contra. De la misma manera que no me gustan para nada los socios con los que conformó la coalición, si mañana consigue que las familias de los rehenes fallecidos logran cerrar su duelo, yo diría, perdónenlo y déjenlo ir, que se vaya y que no venga más. No quiero invertir ni un minuto de mi tiempo en cómo voy a castigarlo. Quiero, al contrario, invertir mi tiempo en lo nuevo que se viene, no quiero mirar hacia atrás.
-¿Cree que se viene algo nuevo para Israel?
Sí. soy muy optimista. Creo que esto, repito, que pasó con Irán, esto que pasó con Hezbolá, ni que hablar que lo que pasó con Hamás, ni que hablar que el acuerdo de los 22 países musulmanes en que Hamás no esté más en la próxima reformulación y que deponga las armas y repito algo, una reforma tremenda en el sistema educativo
Ser judío en Uruguay
-¿Es difícil ser judío en Uruguay?
No. Nosotros solemos decir que Uruguay no es un país antisemita. Durante la mayor parte del siglo XX Uruguay estuvo gobernado por el Partido Colorado y apenas en algunos turnos por el Partido Nacional. Esos dos partidos que deben ser los más antiguos del mundo son netamente pro israelíes. De hecho, hay una cultura muy fuerte de que Uruguay, a través de su ex embajador en Naciones Unidas, que se llamaba Zeco Yauri, y el representante en Naciones Unidas por el tema de Palestina, Rodríguez Fabregat, fueron quienes viajaron a Palestina en el año ´47, entrevistaron a los árabes y judíos locales, visitaron los campos de refugiados en Europa en los años 46 y 47, donde miles de judíos esqueléticos fueron a parar y ellos fueron fundamentales en la recomendación a Naciones Unidas de la partición de ese mandato británico en dos territorios para dos pueblos. Uruguay votó afirmativamente antes que Estados Unidos. Hay imágenes que vemos en blanco y negro de las familias con el oído pegada a la radio escuchando la votación.
-La derecha en Uruguay es prosionistas. Hoy está gobernando la izquierda. ¿Cómo es la relación con el gobierno de Yamandú Orsi?
Hoy gobierna la izquierda y siempre estuvo presente el temor de que qué iba a pasar acá si ganaba la izquierda. En el 2005 ganó la izquierda, tuvimos tres gobiernos de izquierda corridos (2005-2015) y no pasó absolutamente nada. De hecho, en el gobierno de (Pepe) Mujica hubo tres ministros judíos. Eso no quitó de que en la guerra de 2014 (l conflicto entre la Franja de Gaza e Israel,[n. 17] conocido como Operación Margen Protector en Israel,[46] hace referencia al conflicto bélico iniciado el 8 de julio de 2014, cuando las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron la Operación Acantilado Poderoso[n. 18] sobre territorio gazatí, debido a una escalada de tensión en el conflicto israelí-palestino.[47][48] Israel afirmó que el único objetivo de la operación era atacar al Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás), la organización que gobierna la Franja tras ganar las elecciones en 2006, y terminar con los ataques de cohetes a Israel) que el entonces presidente Mujica (2010-2015) haya dicho “Israel país genocida”. Eso tampoco no quitó que el canciller uruguayo de aquella época Luis Almagro, se pusiera en la ciudad fronteriza de chuí una bufanda de Palestina y que eso generara que el presidente del Comité Central de aquel momento se peleara a “morir” con el canciller, cosa que los que éramos alumnos entre comillas de esta profesión, aprendamos lo que no debemos hacer. No se pueden quemar los puentes en política. A pesar de tener tres administraciones frente amplistas de izquierda, no nos sentimos ni perseguidos ni atacados, por supuesto que no soplan los mismos vientos cuando gobierna la derecha y mucho menos cuando en estos últimos 2 años en los que después de la masacre del 7 de octubre el viento cambió porque el ataque de Hamas ocurrió mientras teníamos un gobierno de un gran amigo del pueblo de Israel como Lacalle Pou.
-El 1 de marzo de 2025 asumió el gobierno la izquierda encabezado por el presidente…
Sí. Se nota que hay una animosidad contra Israel muy fuerte. Yamandú Orsi. nunca mencionó la palabra genocidio, pero habla en forma crítica de lo que sucede
El Hezbola en la frontera seca
-¿Les preocupa el antisemitismo? ¿Le preocupa el avance musulmán en la ciudad de Chuí, la ciudad frontera seca con la brasileña Chuy?
-Tiene que ser la principal fuente de preocupación y ocupación nuestra. Como te decía, Uruguay no es un país antisemita, pero que los hay, los hay. Pero cuando levanto un poco la cabeza y miro y giro hacia alrededor, me gusta creer que vivimos en una especie de paraíso. Pero cuando me tirás de la oreja y me recordás que a 380 km de Montevideo están las ciudades uruguayas de Chuí y brasileña de Chuy me da mucho temor. Creo que tiene que ser nuestro principal foco de preocupación y ocupación. Tenemos, además la preocupación de que el presidente de Brasil Lula haya albergado musulmanes lo califico como terrible. No tengo tanto conocimiento, pero sé que ya se han detectado varias células de Hezbolá, de alguna manera esto nos obliga a estrechar los lazos con lo que sería el Comité Central de Brasil, tenemos que estar muy en contacto con la gente de la comunidad y las comunidades por ejemplo de Puerto Alegre, San Pablo, Río de Janeiro, las principales. Yo diría que ese es y debe ser nuestra principal preocupación. Hace poco hubo algunos episodios, como por ejemplo el del avión iraní que vino a Montevideo y no lo dejaron aterrizar. Sabemos de algún par de células terroristas que fueron captadas en Brasil. Es un tema que hay que prestarle mucha atención, creo que el castigo que han tomado los chiítas en aquella parte del mundo a manos de Israel, ha hecho que muchos hablen de 400 hombres fuertes de Hezbolá salieron de Siria y de El Líbano con dirección a América Latina vía Venezuela, con los pasaportes venezolanos, uno nunca sabe con quién te vas a encontrar.
-¿Hablaron este tema con el Presidente de Uruguay Yamandú Orsi?
Siempre se le pide a cada presidente cuando va a asumir que nombre a Hezbolá y a Hamas como grupos terroristas. Y la respuesta de Uruguay siempre ha sido la misma. “Nosotros, gobierno uruguayo, nos regimos por la lista de Naciones Unidas. Si está en la lista de Naciones Unidas, nosotros diremos que son terroristas. Si no están, no”. Ni Hezbola, ni Hamás están en la lista de grupos terroristas de Naciones Unidas. Otros países, como Argentina, Paraguay, ya han nombrado a Hamás y a Hezbola grupos terroristas. Hace menos de un mes el senador del Partido Colorado, Andrés Ojeda propuso un proyecto de ley para crear un registro de entidades terroristas, nos invitó al lanzamiento, nos acercamos para brindarle todo nuestro apoyo porque entendemos que tanto Hezbola como Hamás debieran formar parte de ese listado. Y esto sería una especie de inauguración de un registro de entidades terroristas, queremos apoyar a este senador para que su proyecto de ley termine viendo la luz.
El narcotráfico y el terrorismo
-En la Triple Frontera las células terroristas del Hezbola están siendo financiadas por el narcotráfico. ¿En las ciudades de Chuí (Uruguay) y Chuy (Brasil) también?
Yo no sé si en algún punto los grupos terroristas y los grupos narcos no tienen su punto de contacto porque el tema de la droga y el terrorismo tienen un trasfondo de mucha vecindad
-¿Qué es ser uruguayo y qué es ser judío? ¿O qué es ser judío uruguayo o uruguayo judío?
Mira, sin ánimo de trivializarlo, yo soy tan uruguayo como judío, tan judío como uruguayo y ambas cosas como hincha del Club de Fútbol Nacional de Montevideo. ¿Me explico? Es algo con lo que nací, no lo elegí, yo nací en el seno de un hogar judío. Cada vez valoro más la tradición judía, cada vez me acerco más a las fuentes. Cuanto más aprendo y estudio, más valoro las tradiciones judías y la riqueza de su historia, de la manera de vivir y para mí ser uruguayo es mi nacionalidad y es donde yo nací. Ser judío es una forma de vivir. La vida no la concibo vivirla, sino de la manera judía en que la vivo. Y vos me decís, ¿y qué es vivir la vida de una manera judía? Es respetando, es dándolo todo, es cuando veo que algo falta, voy y lo genero, tratando de dejar siempre una buena marca, un buen recuerdo, una buena huella. No concebiría vivir la vida de otra manera, ni pidiendo ni rogando, sino siempre haciendo lo mejor posible en cada oportunidad.
Escribe Amanda Magnani / Dialogue Earth – A partir del 10 de noviembre, representantes de más de 100 países se reunirán en Belém, Brasil, la ciudad amazónica que será la sede de la cumbre climática COP30. Esta edición de la conferencia ha sido descrita por Naciones Unidas como un hito decisivo para que los países actualicen sus planes de acción climática y avancen en la aplicación de medidas contra el calentamiento global.
Como país anfitrión, Brasil pretende que esta cumbre se caracterice por los resultados. “Ahora es el momento de actuar”, afirmó el presidente de la conferencia, André Corrêa do Lago, en un evento preparatorio celebrado en agosto. “La COP30 será el momento de ajustar los instrumentos y acelerar la implementación”.
Pero las expectativas para la COP30 son tan grandes como los desafíos que la rodean. La conferencia coincide con el décimo aniversario del Acuerdo de París, un hito mundial en la lucha contra la crisis climática. Este tratado histórico impulsó la expansión de las políticas nacionales destinadas a lograr economías bajas en carbono, pero los avances hacia sus objetivos siguen siendo insuficientes: en 2024, la temperatura media del planeta superó por primera vez el objetivo acordado de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, un umbral definido por los científicos como el máximo para evitar los peores efectos de los fenómenos climáticos cada vez más graves.
A principios de este año, los expertos advirtieron que el planeta había alcanzado su primer “punto de inflexión”, con la muerte generalizada de los arrecifes de coral en más de 80 países debido al calentamiento de los océanos. Los científicos y conservacionistas responsables del análisis también destacaron el riesgo de colapso de la selva amazónica, un bioma esencial para el equilibrio climático mundial y precisamente el lugar donde se celebrará la cumbre COP30.
El Acuerdo de París puesto a prueba
Con el agravamiento de la crisis climática, la COP30 pondrá a prueba la voluntad de los países de mantener el Acuerdo de París como pieza central de la gobernanza mundial. La COP28, celebrada en Dubái en 2023, supuso el primer balance global y la primera mención en un texto final de la COP a la transición de los combustibles fósiles. Por su parte, la COP29 del año pasado en Azerbaiyán estableció un nuevo objetivo de financiación climática. En Belém, la atención se centrará en la revisión y la aplicación de los objetivos nacionales de reducción de emisiones, las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), que se actualizan cada cinco años.
Un informe de síntesis reunirá las propuestas para orientar la acción climática hasta 2030 y evaluará el cumplimiento de los países en el marco de las NDC. Sin embargo, hasta ahora,menos de 70 de los más de 190 signatarios del Acuerdo de París han actualizado sus objetivos. En conjunto, los países que ya han presentado sus planes representan más de un tercio de las emisiones mundiales.
“Los planes presentados no nos acercan en absoluto al camino necesario para un futuro seguro”, afirmó Miriam García, directora de políticas climáticas del World Resources Institute Brazil (WRI), una organización dedicada a la investigación de soluciones climáticas.
Señaló que, según estimaciones recientes, el mundo tendría que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en unas 31 gigatoneladas para 2030 a fin de mantener el calentamiento global dentro del límite de 1,5 °C. Sin embargo, incluso teniendo en cuenta las NDC actualizadas y otros compromisos ya anunciados, la reducción prevista no supera las 2 gigatoneladas.
La conferencia también se centrará en la adaptación a los fenómenos climáticos extremos, una transición energética justa y la aplicación de la Hoja de Ruta de Bakú-Belém, un documento que describe el camino para alcanzar 1,3 billones de dólares en financiación climática anual para 2035, un objetivo acordado en la COP29 en Bakú, la capital de Azerbaiyán.
Paralelamente a las negociaciones oficiales, el gobierno brasileño se ha comprometido con una amplia “Agenda de Acción”, con más de 350 eventos en los que participan gobiernos locales, empresas, investigadores y representantes de la sociedad civil.
Sin embargo, el enfoque de esta agenda ha despertado opiniones divergentes, según Karla Maass, asesora de incidencia política de la Red de Acción Climática de América Latina (CAN-LA), la división regional de la coalición mundial CAN, que agrupa a más de 1.900 organizaciones medioambientales. “Algunos creen que es el escenario donde se desarrolla la política y la economía reales, pero otros lo consideran una cortina de humo para desviar la atención de las negociaciones oficiales”, declaró a Dialogue Earth.
Para Maass, los procesos de negociación formales y paralelos “pueden ser complementarios, pero la Agenda de Acción no puede acaparar toda la atención”.
La ministra de Ambiente de Brasil, Marina Silva; el presidente de la COP30, André Corrêa do Lago; y la directora ejecutiva de la COP30, Ana Toni, hablan con la prensa unos días antes de la cumbre climática en Belém (Imagen: Fabio Rodrigues-Pozzebom / Agência Brasil)
Fortalecimiento del multilateralismo
Además de los impasses técnicos, la COP30 se celebra en un contexto geopolítico “muy delicado”, según García, de WRI Brasil. Afirmó que la creciente falta de confianza entre los países —ya identificada por los líderes mundiales como uno de los principales obstáculos para las negociaciones sobre el clima— ha debilitado las alianzas y reducido la voluntad de cooperar. El regreso a la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump, que ya ha impulsado recortes en los programas internacionales de clima y asistencia del país, junto con la reorientación de los recursos gubernamentales hacia cuestiones militares y de seguridad en medio de las guerras en Ucrania y Gaza, ha exacerbado el declive mundial de la financiación climática.
Ante las tensiones geopolíticas que podrían desviar la atención de los debates, los líderes de la COP30 en Brasil, como la directora ejecutiva de la cumbre, Ana Toni, han tratado de reafirmar su compromiso con el multilateralismo. Esta también es la opinión de García, quien lo describió como la única forma posible de abordar la crisis climática. “No hay otro espacio en el que los países más vulnerables puedan expresar sus demandas”, añadió.
Tras tres ediciones de la cumbre en países cuyos regímenes se consideran autoritarios, hay grandes expectativas de que la COP30 marque el regreso de una fuerte participación de la sociedad civil, así como el primer plano de las demandas y ambiciones del Sur Global.
Sin embargo, esta esperanza se ha visto empañada por los exorbitantes precios del alojamiento en la ciudad anfitriona, Belém, que han limitado la presencia de representantes de movimientos sociales y países más pobres. Incluso con el aumento del apoyo financiero de la ONU, el problema persiste: a finales de octubre, 49 delegaciones seguían sin saber dónde se alojarían durante la conferencia, mientras que más de 130 ya tenían garantizado su alojamiento.
Ante esta situación, el Observatorio del Clima, una de las organizaciones brasileñas que más de cerca ha seguido las conferencias de la ONU sobre el clima, ha advertido que esta podría convertirse en la “COP menos inclusiva de la historia”.
“Sin las delegaciones de los países en desarrollo, se pondrá en duda la legitimidad de las decisiones”, afirmó Stela Herschmann, experta en política climática del Observatorio del Clima.
Incluso entre las delegaciones que han logrado confirmar su asistencia, la tendencia ha sido reducir el tamaño de los equipos, incluso en el caso de la propia ONU y Brasil. Esta limitación, según Herschmann, puede afectar al ritmo y la calidad de las negociaciones.
“Los equipos pequeños tienen que dividirse en diferentes salas, lo que sobrecarga a los negociadores. Como resultado, las ambiciones tienden a disminuir”, explicó.
La sala VIP de la COP29 del año pasado, donde se reunieron las autoridades de alto nivel durante las negociaciones sobre el clima. Los especialistas temen que la creciente falta de confianza entre los países pueda reducir la voluntad de cooperar (Imagen: Kiara Worth / UN Climate Change, CC BY-NC-SA)
Estados Unidos fuera y la ambición de China en foco
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en enero de 2025 provocó una nueva retirada del Acuerdo de París por parte de Estados Unidos, el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo. “Además de los efectos sobre el objetivo global de reducción de emisiones, esta salida también tiene un impacto en la financiación climática mundial”, afirmó García. Sin embargo, señaló que el país nunca ha cumplido plenamente sus compromisos financieros y añadió que los gobiernos estatales y municipales del país podrían intentar llenar el vacío dejado por la administración federal.
Con la retirada, las NDC presentadas por Estados Unidos en 2024 ya no son válidas. En cuanto a los demás actores clave en el ámbito climático, la Unión Europea recién presentó sus planes y China ha anunciado unos objetivos que, en general, se consideran por debajo de las expectativas.
En un discurso pronunciado en la Asamblea General de la ONU en septiembre, el líder chino Xi Jinping anunció que el país tiene la intención de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 7% y un 10% para 2035, tomando como referencia el pico registrado en los últimos años.
Además, con la retirada del liderazgo climático de Estados Unidos y la Unión Europea, crece la presión para que China tome la iniciativa en la agenda climática mundial. A pesar de sus modestos objetivos, el país es considerado el único con suficiente peso político y capacidad tecnológica para desempeñar este papel.
Beijing ha rechazado a menudo la idea de posicionarse explícitamente como líder climático. Según Niklas Weins, profesor del departamento de estudios internacionales de la Universidad Xi’an Jiaotong-Liverpool, China no considera estratégico asumir el papel de “líder único” en cuestiones internacionales, incluido el medioambiente.
“Estados Unidos suele ocupar esta posición, y los chinos comprenden el peso que conlleva esta imagen. Por lo tanto, en el ámbito ambiental, lo que el país desea es un liderazgo distribuido con una cooperación Sur-Sur reforzada“, explicó Weins a Dialogue Earth.
Vendedores de açaí en Ver-o-Peso, Belém, uno de los mercados al aire libre más grandes de América Latina. Los comerciantes locales de la ciudad esperan que la conferencia climática impulse las ventas (Imagen: Marcelo Camargo / Agência Brasil)
El Sur Global en el punto de mira
Los expertos también abogan por un papel más activo de las economías emergentes en la transición ecológica. Según García, el liderazgo de países de ingresos medios como China, Indonesia, Sudáfrica y Brasil es esencial para hacer posible una economía global con bajas emisiones de carbono.
“Producen aproximadamente la mitad de las emisiones mundiales, un porcentaje que probablemente aumentará. Si no logran reducir estas emisiones y adaptarse a los inminentes impactos climáticos, toda la transición ecológica estará en peligro”, afirmó.
Al mismo tiempo, muchos consideran que la transición climática mundial está abriendo una oportunidad de desarrollo única para los países del Sur Global, especialmente en América Latina. “Estos países aún tienen una gran oportunidad para ampliar sus mercados [energéticos] y dar a sus poblaciones acceso a energía que ya proviene de fuentes renovables”, afirmó Herschmann. “Es una oportunidad para aprovechar este momento de transformación y corregir las desigualdades e injusticias estructurales”.
Para Corrêa do Lago, América Latina tiene ante sí la oportunidad de asumir un liderazgo sin precedentes en la búsqueda de la justicia climática. Marcada históricamente por posiciones fragmentadas en la agenda climática, la región ha buscado una mayor coordinación en los foros multilaterales, con el objetivo de llegar a la COP30 con una agenda más unificada e influyente.
Tanto Herschmann como Maass comentaron que reforzar la posición del Sur Global en el debate será esencial, pero insuficiente sin la participación de las grandes potencias. “Estamos asistiendo a un fortalecimiento del Sur Global, pero líderes como Estados Unidos y la Unión Europea deben seguir comprometidos y fijar objetivos ambiciosos. Al fin y al cabo, son históricamente responsables del cambio climático”, afirmó Herschmann.
La COP30 tendrá lugar en Belém, Brasil, del 10 al 21 de noviembre
*Amanda Magnani es una periodista y fotógrafa brasileña. Su trabajo se centra en la justicia climática, la transición energética, las comunidades tradicionales y la descolonización de los procesos periodísticos