En busca de un enfoque más efectivo en la lucha contra la leishmaniasis, la enfermedad parasitaria transmitida por el flebótomo a humanos y perros, el Municipio ha puesto en marcha diversas acciones estratégicas en la ciudad. Estas medidas, dirigidas a concienciar a la población sobre la importancia de mantener precauciones constantes, representan un paso decisivo en la contención de esta enfermedad.

Una de ellas, por medio del Instituto de Vigilancia y Control de Vectores, se ha iniciado una meticulosa evaluación de la presencia del flebótomo. Equipos técnicos municipales se encuentran actualmente trabajando en Itaembé Guazú, donde están colocando trampas de luz y brindando orientación a los residentes para reducir los riesgos asociados con esta afección. Hasta el momento, más de 20 hogares han sido beneficiados con estas acciones.

El enfoque central de esta iniciativa es detectar las áreas de mayor concentración de los insectos transmisores y establecer un plan de acción para reducir el riesgo epidemiológico. Para lograrlo, se ha implementado un protocolo de vigilancia entomológica. Trampas de luz estratégicamente ubicadas en patios y puntos clave de la ciudad permiten la captura de los insectos, los cuales son posteriormente analizados en el laboratorio municipal para identificar las especies presentes. Cabe destacar que estas trampas son seguras tanto para personas como para animales.

Monitoreo riguroso

Estos dispositivos, conocidos por su portabilidad y ligereza, son componentes esenciales del plan de vigilancia entomológica municipal. Están compuestos por una bandeja de metal que protege el equipo, en la parte inferior, cuentan con bolsas recolectoras de tela de poliéster de malla final. Los flebótomos capturados son posteriormente sometidos a análisis por el equipo municipal, lo que permite determinar las especies presentes en el entorno y si son portadoras de la leishmaniasis. Los resultados de estas investigaciones guiarán las decisiones sobre las medidas de control a implementar para prevenir la propagación de la enfermedad.

En paralelo, veterinarios del Instituto Municipal de Sanidad Animal (IMuSA) llevaron a cabo operativos en Itaembé Guazú para evaluar la presencia de la enfermedad en caninos. Las intervenciones resultaron en la realización de pruebas de detección en 48 perros, de los cuales 3 dieron positivo para leishmaniasis visceral.

Hábitat y prevención

Debido a su pequeño tamaño, entre 2 y 3 mm, y alas peludas, los flebótomos se destacan como transmisores. A diferencia de los mosquitos, estos insectos se reproducen en el suelo, no en el agua, desarrollándose en residuos orgánicos como heces de animales y hojas caídas. Por ende, mantener la higiene y el orden en el entorno es fundamental para frenar su multiplicación. Se recomienda cortar el césped regularmente, recoger hojas y frutas caídas, y limpiar los refugios de animales. Durante la noche, cuando los flebótomos se alimentan, se aconseja resguardar a los animales para minimizar el riesgo de picaduras.

La participación activa de la comunidad en la adopción de prácticas responsables desempeña un papel relevante en la lucha contra la propagación de insectos vectores y, por ende, en la prevención de enfermedades como la leishmaniasis.

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Redacción Economis

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