Derrumbe de precios: pagan apenas 130 por yerba orgánica y el resto a plazos inciertos
La debacle del sector productivo tras la desregulación del mercado llegó incluso a la yerba orgánica, que hasta ahora era la que mejor precio tenía. Ahora comenzaron a pagar 130 pesos por kilo, como “anticipo”, y con una condición excluyente: que el palo no supere los 8 milímetros. Al productor se le advierte que el resto, para completar 300 pesos, se le pagará más adelante, en saldos que van desde los 30 a los 90 días. Mientras tanto, en góndola, la marca del mismo molino cotiza actualmente en 8.600 pesos.
Es una parábola largamente anunciada tras la desregulación del mercado, que revive un proceso similar al de los 90, aunque de un modo más acelerado. La yerba orgánica era la que mejor precio rendía, porque cuesta más su producción y mantenimiento, libre de agrotóxicos. Para la materia prima común, las condiciones son las mismas.
El DNU de Javier Milei, que desreguló el mercado yerbatero y le quitó las facultades de fijación de precios al Instituto Nacional de la Yerba Mate, provocó el derrumbe inmediato de los precios. En diciembre pasado el valor oficial era de 210 pesos, aunque el mercado estaba pagando por arriba.
En marzo de este año, el precio se había elevado a 370, pero a 30 días. Ahora vale 290, 300 pesos, pero con plazos a 60 o 90 días. En algunos casos, se recibe la materia prima de forma condicional, sin precio hasta nuevo aviso y apenas con 60 pesos a cuenta y un poco más para el gasoil. Hay secaderos que advierten que “el precio y forma de pago están sujetos a posibles cambios”. Para iniciar la zafra gruesa, en abril, los productores pedían un mínimo de 505 pesos, que contemplara inflación y aumento de costos de producción. Medido en pesos, la variación entre los 210 pesos de diciembre y el precio actual, aumentó entre 38 y 42 por ciento. La inflación en el mismo período fue de 71,9 por ciento. Treinta puntos de diferencia.