¿El estrés empeora la artritis reumatoide?

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Por la Dra. April Chang-Miller de Mayo Clinic

Reducir el estrés en tu vida diaria es una parte importante del cuidado personal, porque las investigaciones sugieren que el estrés puede conducir al aumento de los síntomas de la artritis reumatoide.

Practicar una o dos de las siguientes técnicas simples puede ayudar a reducir el estrés y a mantener a raya el dolor, la rigidez y la fatiga de la artritis reumatoide:

Respira. Siéntate en una habitación tranquila, cierra los ojos y respira profundo lentamente. Repite en silencio palabras positivas, como “paz” y “calma”, mientras inhalas y exhalas. Una vez que estés cómodo, imagínate relajándote en un lugar hermoso. Dibuja en tu mente cómo se ve, se siente, huele y suena. Luego, pasa los próximos minutos en unas vacaciones privadas.

Muévete. Incluso la actividad física ligera, como dar un paseo, puede ayudar a aliviar el estrés al reducir el dolor y mejorar el sueño. El yoga suave y el tai chi también son excelentes formas de reducir el estrés al conectar el movimiento lento y fluido con la respiración profunda.

Comparte. Busca un buen oyente y cuéntale las cosas que te causan estrés o preocupación. Podría ser útil unirte a un grupo de apoyo para personas con artritis. Algunas personas encuentran una válvula de escape creativa que les ayuda a aliviar el estrés, como escribir en un diario, pintar, hacer cerámica o bordar.

Prioriza. Tómate un momento cada mañana o por la noche antes de dormir para pensar en tu lista de tareas pendientes. ¿Qué hay que hacer realmente? ¿Debes hacerlo tú mismo o puedes pedirle a otra persona que lo haga?

Habla con el médico si te sientes abrumado por el estrés y la ansiedad o si quieres más ideas sobre cómo manejar el estrés en la vida diaria.

¿Cómo reduzco la fatiga de la artritis reumatoide?

Las personas con artritis reumatoide (AR) pueden sentirse cansadas o agotadas, incluso después de una noche de sueño completo o cuando sus síntomas son leves. Hay varias opciones que pueden ayudarte a combatir la fatiga.

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Tómate tu tiempo

Alternar períodos de actividad con períodos de descanso puede ayudarte a aumentar tus reservas de energía. Esto puede ser complicado de equilibrar, porque muy poca actividad también puede ser perjudicial. Puede ser útil planificar ciertas actividades para los momentos del día en los que tengas más energía.

Llevar un diario para registrar tus actividades y tus síntomas de artritis puede revelar qué actividades están provocando que tus síntomas empeoren. Esto puede ayudarte a planificar cómo realizar esas tareas de manera diferente.

Muchos empleadores ofrecen ahora horarios de trabajo más flexibles u oportunidades para trabajar desde casa, lo que puede ayudarte a gastar tu energía en los lugares más beneficiosos.

Procura dormir muy bien

Menos horas de sueño profundo te harán sentir más descansado que más horas de sueño deficiente.

Maneja el dolor nocturno. Si el dolor en las articulaciones no te deja dormir, habla con tu médico sobre cómo ajustar tus medicamentos para controlar mejor el dolor por la noche.

Establece una rutina. Acuéstate casi a la misma hora todas las noches. Tener un horario regular puede hacer que te sea más fácil dormirte.

Crea un ambiente tranquilo. Usa cortinas que impidan que pase la luz o una máscara para los ojos y tapones para los oídos para asegurarte de que la habitación sea lo más oscura y silenciosa posible.

Ponte cómodo. Un colchón de espuma viscoelástica y almohadas que sirvan para apoyarse cómodamente pueden ayudar a que sea menos probable que te despiertes durante la noche por dar vueltas y vueltas.

Controla la depresión

La depresión a menudo causa fatiga, y es común en personas con enfermedades inflamatorias dolorosas como la artritis reumatoide. El asesoramiento y los medicamentos antidepresivos pueden ser muy útiles. Muchos médicos recetan antidepresivos en dosis bajas como ayuda para dormir, incluso para personas a las que no se les diagnosticó depresión.

Hacer ejercicio regularmente

El ejercicio regular de bajo impacto, como caminar, nadar o andar en bicicleta, puede aumentar la energía, combatir la fatiga y promover el sueño profundo si tienes artritis.

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El ejercicio reduce el dolor al aumentar la masa muscular, la fuerza, la flexibilidad y la circulación sanguínea.

El ejercicio ayuda a aliviar la ansiedad o depresión que pueda estar agobiándote al hacer que el cerebro libere hormonas que alivian el estrés.

Finalmente, para no pagar el precio más adelante, resiste la tentación de hacer muchas actividades cuando te sientas bien. Si hablas con el médico y, con paciencia, haces algunos ajustes en tu estilo de vida, puedes reducir la fatiga relacionada con la artritis reumatoide y recuperar las ganas.

Artritis reumatoide: ¿La dieta puede influir en los síntomas?

Por Katherine Zeratsky, R.D., L.D. de Mayo Clinic

Las dietas a base de plantas ricas en cereales integrales, frutas y verduras y con bajo contenido de grasas saturadas, sodio y alimentos procesados (básicamente una dieta mediterránea) podrían ayudar a reducir los síntomas asociados con la artritis reumatoide.

Pero la mayoría de los estudios de investigación que respaldaban este beneficio estaban mal diseñados, o dependían de los recuerdos de los sujetos de la prueba de lo que habían comido, la cual podría ser defectuosa. Y este tipo de dieta a menudo resulta en pérdida de peso, lo cual puede reducir independientemente el estrés en las articulaciones y mejorar los síntomas de la artritis.

Algunas personas también han intentado eliminar ciertos alimentos de sus dietas, como el trigo, el tocino o la carne de cerdo, la leche, el centeno, la carne de res, el elote o el café. Pero los beneficios de esta práctica han sido difíciles de cuantificar científicamente.

Evitar ciertos alimentos que parecen empeorar los síntomas podría valer la pena, pero no excluyas grupos de alimentos enteros o grandes cantidades de alimentos sin consultar a un dietista certificado o al médico.

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